Villette

Me estaba gustando mucho, iba a muy buen ritmo me tenía atrapada pero todo se torció en la tercera parte del libro que se vuelve más anodina y centrada en un personaje que es odioso desde el principio: el profesor Emmanuele Paul.
Tenía muchas expectativas, me habían hablado muy bien de esta heroína que incluso llegaba a superar para muchxs a Jane Eyre. Pero no, yo me sigo quedando con Jane, aunque Lucy tiene sus cosas.
Lo mejor: la coherencia de Lucy Snowe, el personaje principal, durante casi toda la obra, su tono siempre pensativo y fiel a sus ideales, el maravilloso capítulo donde hace una buenísima disertación sobre el culto católico y el protestantismo. Me sorprendió la creación de un personaje tan real, tan humano, fuerte y vulnerable a la vez, y con ese deseo de sentirse amada que la hace tan creíble, la ansiedad que padece… Son todos detalles que llenan de vida al personaje y que hacen pensar en su trasfondo autobiográfico. Y sí, Lucy tiene mucho de la propia Charlotte.
Me gustó también que al final pueda sacar adelante su escuela por ella misma y que parezca que prospera sola y sin ayuda masculina al final.
Y me encantó el estilo cíclico que aporta la Banshee que aparece dos veces bajo la ventana para augurar noticias fúnebres. Una al inicio y otra al final. Este detalle mitológico no se me va a olvidar fácilmente.
Lo peor: el profesor Emmanuelle, un señor desagradable desde la primera vez que aparece en escena, arrogante, agresivo incluso al principio.
Y lo peor del carácter de Lucy: es enamoradiza y aunque siente una gran admiración por muchos hombres, parece incapaz de hacer amistad con las demás mujeres a quienes considera “demasiado poco”. Es exigente e intransigente pero parece perdonar mejor los defectos de los personajes masculinos.

𝐕𝐢𝐥𝐥𝐞𝐭𝐭𝐞 de Charlotte Bronte se publicó en 1853, pocos años antes de la muerte de su autora. Es su última novela y se nota la madurez en la escritura. al igual que 𝘚𝘩𝘪𝘳𝘭𝘦𝘺 quedó bajo la sombra de 𝘑𝘢𝘯𝘦 𝘌𝘺𝘳𝘦. ⁣
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Lucy Snowe es huérfana, pobre y poco agraciada físicamente. Decide irse de Inglaterra para buscar trabajo e independizarse. Se establece en Villette como profesora de inglés en el colegio de Madame Beck. Lucy es muy fría y cerrada y como narradora (es una novela contada desde la primera persona) es poco confiable. Oculta datos, los susurra o nos brinda detalles que parecen irrelevantes. Además, durante toda la novela se respira un ambiente de misterio, no solo por lo que desconocemos sino también por los elementos góticos que aparecen. al final se conectan todas las partes formando un rompecabezas perfecto. ⁣
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Con respecto a los personajes, destaco la construcción de la protagonista, llena de matices y con gran profundidad psicológica. Odié a la señorita Fanshawe y al profesor Paul Emanuel, aunque al final terminó por agradarme un poco. (me hizo acordar a mi relación con Rochester, de J𝘢𝘯𝘦 𝘌𝘺𝘳𝘦 🙈). ⁣
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La religión, especialmente el conflicto entre católicos y protestantes, es uno de los grandes temas de la novela. También son muy importantes la soledad, el amor, el trabajo, las posibilidades de superación y las críticas a la educación y a las diferencias sociales. Aborda la temática del desarraigo y sus impactos: ⁣
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“𝘔𝘦 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘢 𝘷𝘦𝘳 𝘤𝘳𝘦𝘤𝘦𝘳 𝘭𝘢𝘴 𝘧𝘭𝘰𝘳𝘦𝘴, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘤𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘴𝘦 𝘤𝘰𝘳𝘵𝘢𝘯 𝘥𝘦𝘫𝘢𝘯 𝘥𝘦 𝘢𝘨𝘳𝘢𝘥𝘢𝘳𝘮𝘦. 𝘓𝘢𝘴 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘪𝘥𝘦𝘳𝘰 𝘦𝘯𝘵𝘰𝘯𝘤𝘦𝘴 𝘰𝘣𝘫𝘦𝘵𝘰𝘴 𝘥𝘦𝘴𝘢𝘳𝘳𝘢𝘪𝘨𝘢𝘥𝘰𝘴 𝘺 𝘱𝘦𝘳𝘦𝘤𝘦𝘥𝘦𝘳𝘰𝘴; 𝘴𝘶 𝘴𝘦𝘮𝘦𝘫𝘢𝘯𝘻𝘢 𝘤𝘰𝘯 𝘭𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘮𝘦 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘪𝘴𝘵𝘦𝘤𝘦. 𝘑𝘢𝘮á𝘴 𝘳𝘦𝘨𝘢𝘭𝘰 𝘧𝘭𝘰𝘳𝘦𝘴 𝘢 𝘢𝘲𝘶𝘦𝘭𝘭𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘢𝘮𝘰; 𝘫𝘢𝘮á𝘴 𝘥𝘦𝘴𝘦𝘰 𝘳𝘦𝘤𝘪𝘣𝘪𝘳𝘭𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘶𝘯 𝘴𝘦𝘳 𝘲𝘶𝘦𝘳𝘪𝘥𝘰.”⁣
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Es una historia que te atrapa a pesar de ser triste, oscura y con un desenlace brutal. ⁣

𝘑𝘢𝘯𝘦 𝘌𝘺𝘳𝘦 es más popular, le gusta a casi todos, y entiendo el porqué, pero Villette me pareció mucho mejor escrita. (Y a George Sand también) ⁣

La trama de esta historia gira entorno a Lucy Snowe, una joven sin familia, dinero o posición que, tras una temporada en casa de su madrina y de dama de compañía de una anciana, decide partir sola a Villette, un nombre ficticio para Bruselas. Allí acabará trabajando como profesora de inglés en un internado. Villette fue la última novela que se publicó de Charlotte Brontë, construida sobre sus recuerdos como alumna y profesora de un internado de Bruselas.

Allí conocerá a varias personas que condicionarán su estancia, se reencontrará con personas de su pasado, e incluso tendrá un encuentro con el fantasma de una monja.

La historia está narrada desde la perspectiva de Lucy, siendo esta un personaje oscuro y misterioso, con una personalidad triste y con tendencia a la depresión. Charlotte juega constantemente con el lector para confundirlo, haciendo que su narradora (Lucy) nos oculte información en varias ocasiones, que nos irá revelando a lo largo de la novela. Para mí Charlotte entra en un juego narrativo muy interesante que me ha cautivado y me tenía en vilo constante, sospechando que Lucy nos engañaba en su relato.

Lucy es un personaje muy complejo y muy bien construido, y es a través de ella que conocemos a los demás personajes de esta historia, teniendo en cuenta que no nos podemos fiar de lo que nos dice Lucy, hay personajes que no vamos a conocer en profundidad hasta que ella no nos los quiera explicar, con sus luces y sus sombras.

Se trata de una obra con tintes góticos y con alguna sorpresa que te deja con los pelos de punta y un final sorprendente que a mí me dejó con la boca abierta.

Tengo entendido que esta es su novela más autobiográfica, tanto en el sentido de ser maestra en un internado de una ciudad extranjera, como en la parte que explica su relación con algunos personajes. Yo pienso que estas similitudes con su vida, hacen que esta sea una novela muy especial, en la que el estudio y creación de personajes es su punto más fuerte a destacar.

Algo que no me ha acabado de convencer son algunas ‘casualidades' que se dan en la trama, por lo que sé, es un sello personal de Charlotte, pero me da la sensación que en esta historia se pasa con estas ‘casualidades'. Charlotte también aprovecha esta historia para expresar su crítica sobre las diferencias socioculturales entre Inglaterra y el resto de Europa (aunque @lectoraempedernida88 me ha comentado que esta crítica se hace más visible en la novela ‘El profesor'), y a nivel religioso, también hace hincapié en las diferencias entre católicos y protestantes.

Reseña completa en el blog! bookishmarta.art.blog

Villete fue escrita en 1853 por Charlotte Brontë. En ella renombra la ciudad de Bruselas, donde vivió durante 1842 junto a su hermana Emily. Ambas trabajaron allí como profesoras en un internado. Ella regresaría en 1843, pero no fue tan feliz como en la primera estancia.
La primera parte de la novela sitúa a la protagonista, Lucy Snowe en la campiña inglesa para, 10 años después, hacerla llegar a Villette, donde transcurre la parte sustancial de la novela.
Decir que es una novela de personajes sería adecuado, pero también es una novela de ambientes, algunas veces minuciosamente descriptivos y otras generados en la imaginación del lector por las palabras de Charlotte.
Si se ha leído antes Jane Eyre no se puede evitar comparar a ambas protagonistas. Sin embargo, tienen notables diferencias. Jane es estricta consigo misma y divide el mundo entre lo bueno y lo malo; Lucy es una observadora de los que le rodean, pero también de sí misma. Es una persona que se conoce bien. Es un personaje que interpela al lector directamente, que nos hace comentarios afilados, agudos, hirientes, a veces. También hay diferencias entre el desarrollo y el final de Lucy y el de Jane. Esto es lo que hace que Villete fuera considerada un escándalo en su época.
Hay algún personaje odioso y otros realmente interesantes; algunos que a veces matarías y otras comprendes. Es cierto que Charlotte nos hace alguna trampa que otra a la hora de introducir personajes, pero se lo perdonamos... al estar narrado en primera persona y desde la distancia del tiempo, Charlotte Brontë puede desvelar aspectos de la vida de todos ellos y cerrar tramas. Es cierto que competir con Jane Eyre es complicado. La historia de Rochester es más potente. Lo que no se puede negar a Lucy Snowe es su habilidad para hablarnos y ser realmente franca con nosotros.
El final es inesperado -la última frase podría haber sido otra-, pero no deja a Lucy en mal lugar y eso es lo importante.
Hay partes de la novela que se leen de forma ágil y con verdaderas ansias de continuar, y hay otras que son más tediosas, con miles de detalles y de comentarios más banales... y con muchas citas bíblicas o frases en francés (en la edición que he manejado).

Se trata de una novela al más puro estilo de las Brontë, con mucho sufrimiento y una gran variedad de personajes, siendo la mayoría de ellos realistas e interesantes, personajes grises, aunque también se cuelan aquí y allá los típicos seres de luz que no pueden hacer nada mal ni aun proponiéndoselo.

La ambientación está muy cuidada, sería perfecta si la narración no la sobrecargase, haciendo que se me hiciera pesada varias veces (especialmente por el sin fin de referencias bíblicas y anotaciones en francés, que personalmente me ralentizaron la lectura). Sin embargo, el estilo narrativo es perfecto para dar a conocer a los personajes, es cuando se centra en describir ampliamente lugares y emociones cuando me pierde.

En la protagonista encontramos una voz neutra y engañosa. Una mujer de rectitud con la autoestima por los suelos, que no ha tenido suerte en la vida y no alberga esperanzas de tenerla. Es severa, fría y parece ansiar la soledad, pero realmente desea amor, amistad, una familia con la que contar. Por otro lado, es muy independiente, trabajadora y valiente. No se avergüenza de mostrarse tal como es ante el lector, con sus defectos y virtudes y con sus contradicciones. Me parece un personaje muy bien construido, con la capacidad de despertarte compasión y simpatía, y hacer que quieras estamparla a penas unas páginas después.

En cuanto a la historia, tiene momentos previsibles y algunos giros inesperados, me parece menos icónica que la historia de su hermana, Jane Eyre, pero también más realista y dramática. Con un final mucho más satisfactorio para mi sadismo particular. Posiblemente el mejor final de las Brontë que he leído (aunque no el mejor libro en conjunto).


FEMINISMO:

Creo que es un libro que debe ser leído teniendo en cuenta el contexto social de su época. de este modo podremos ver con toda claridad comportamientos e ideas protofeministas, tanto en la protagonista como en la autora; al mismo tiempo que hacemos la vista gorda ante otras actitudes que no encajarían con una mentalidad del 2020.

Aun así, para mí queda claro que se reivindica, hasta cierto punto, la independencia económica de la mujer y su capacidad para salir adelante sola.

"No dejes que piense mucho en ellos, ni demasiado a menudo, ni con adoración -imploré-; deja que me conforme con un pequeño trago de esta corriente de vida: no dejes que corra sedienta y me acerque impetuosa a sus acogedoras aguas; no dejes que imagine su sabor más dulce que el de los manantiales que brotan de la tierra. ¡Oh! ¡Maldita sea! ¡Ojalá pueda contentarme con una relación esporádica y cordial! poco frecuente, transitoria, nada absorbente y tranquila, ¡muy tranquila!"Ok, es una novela que me gustó mucho, aún así me sigue gustando más "Jane Eyre", aunque tal vez sea por razones personales, de simpatía por la protagonista y por los eventos interesantes.Villette es una obra que muestra nuevamente toda la virtud para escribir de Charlotte Bronte; a pesar de sus múltiples referencias bíblicas (es lo único digamos que no me gusta tanto pues hace ver el relato un poco limitado), describe de una manera excepcional tanto el paisaje y las circunstancias externas (típico del romanticismo) como el interior de los personajes, obviamente de la personaje principal, pues el relato está hecho en primera persona y me resulta increíble que me pueda gustar tanto a pesar de que ese estilo no es costumbre actualmente.El inicio de la novela, es el mejor que he leído hasta el momento, un ejemplo de comienzo romántico rememorando recuerdos infantiles y tristes. Eso hizo que me guste mucho la novela.Trata sobre la vida, contada en primera persona, de Lucy Snowe, quien luego de pasar una temporada con su madrina se ve obligada a buscar un nuevo destino en Villette (nombre falso que pone a la ciudad de Bruselas, en Bélgica, donde la autora pasó una temporada como profesora), allí logra un trabajo como profesora de inglés en un Pensionnat, donde hay alumnas internas y externas que reciben su educación.Creo que Lucy Snowe sigue la evolución de la propia Charlotte, es una mujer quizás que le gusta más observar que actuar, con un grado de cinismo e ironía propia de una mujer que ya abandonó casi toda esperanza. Sin embargo, los momentos que más me gustaron fue cuando una luz de emoción brillaba en ella y sus pensamientos expresaban mucha ternura, ilusión pero también sufrimiento. Ya en el Pensionnat las cosas no son tan fáciles como parecen pues tenemos el instrumento gótico nuevamente (una monja que aparece y desaparece) y muchos personajes interesantes como la mimada Ginevra Fanshawe, el educado y amable Dr. John, el soberbio profesor Emannuel y la directora Mme. Beck. No diré más.No todas las relaciones amorosas me gustaron pero hay una que sí en especial y mucho. Es un relato magistral aunque muy pocas veces me aburrió, quizás no tiene la fuerza de "Jane Eyre", tiene otro matiz que va acorde a los cambios de la autora pero lo recomiendo de todas maneras. Lo reeleré alguna vez pues hay muchas frases memorables. Lástima que no esté tan difundida.

Esta obra ha sido una gratísima sorpresa. La protagonista, con sus contradicciones, sus luchas internas, sus prejuicios, sus juicios a los demás, su espíritu crítico e inconformista, al mismo tiempo su complejo de inferioridad, su autoexigencia, su autorepresión, que la hacen dejarse manipular y ser zarandeanda por personajes con más carácter y menos inseguridad que ella, me ha emocionado y enternecido, aunque a veces me dieran ganas de abrirle los ojos con una pinza para que viera lo que tenía delante.
Probablemente, si sois asiduos al género, no os sorprenderá demasiado, os dejaréis llevar previendo lo que viene. Sin embargo, yo lo he leído casi virgen en este género y me ha ido sorprendiendo a medida que avanzaba porque la trama está llena de vaivenes e idas y venidas de personajes que, a menudo, cuando reaparecen, ya tienes olvidados. Todo esto es posible, claro, gracias a mi adorada protagonista, que juega con los lectores, a quienes a menudo apela de manera directa, como quiere, saltando en el tiempo cuando le conviene y ocultando lo que le interesa.
Si algo no me ha gustado ha sido el final, demasiado atropellado y rápidamente solventado en un momento en que la historia de Lucy Snowe empezaba a tomar una independencia que la hacía especialmente interesante. Creo que la obra pierde bastante por la manera en que se resuelve, si no le interesaba contar eso, que no lo resuma, diría yo. Creo que a Charlotte Bronte no le interesaba contárnoslo, de ahí su celeridad en dar por terminada la obra.
El mensaje debe estar en ese desarrollo interior de la protagonista, en sus debates y contradicciones en su relación con los demás y consigo misma. Y también en un aspecto de gran peso en la obra y que a mí me ha parecido muy interesante por su importancia social y cultural (es algo que, sin duda, me traigo al presente), pese a que no he sido, por mi incultura, capaz de llegar a su fondo: en las luchas religiosas y en las diferentes (o similares) maneras de entender la religión que tienen sus practicantes.

3. En Villette conocemos a Lucy, y con ella viviremos el sentirse sola y el buscarse su sustento abandonando su lugar de origen para probar suerte en Villette, viajando desde Inglaterra y haciéndose un hueco en un internado de chicas, dando clases de inglés. Allí conocerá a personas con las que convivirá en este periodo de su vida tan difícil. También en esta ciudad se reencontrará con otras de su pasado, que le darán cierto apoyo en momentos de crisis. Viviremos junto a ella su periodo de adaptación, su soledad, su sentirse fuera de lugar, sus crisis, su tristeza así como ciertas alegrías, sus reflexiones religiosas, sus análisis de aquellos que la rodean y de los acontecimientos que ocurren... También hay algunos elementos siniestros, como la aparición de una monja muerta años atrás, que nos pondrá un poco los pelos de punta.

He leído bien esta historia, me ha tenido con ganas de continuar y algunos personajes me han parecido muy bien construidos y realistas. Se aprecia la buena escritura de la autora, sus excelentes descripciones que te sumergen de lleno en el ambiente; se deja ver mucho de su vida en toda la novela: sus propias vivencias están aquí retratadas, sus obsesiones y temáticas recurrentes, su intolerancia hacia ciertas cosas...

Pero hay coincidencias y casualidades (habituales en sus novelas) que creo que en esta ocasión abusa un poco de ellas y me ha resultado demasiado repetitivo. Además, otras cosas no me han terminado de convencer (por ejemplo, se da una separación repentina por ciertos motivos que no quedan claros y en un reencuentro posterior años después parece como si no hubiese pasado nada...). La autora juega un poco con lo que Lucy nos cuenta, dando más o menos información aunque la supiese de antemano, es algo que me ha gustado pero en ocasiones me ha parecido un poco "jugar con el lector demasiado" (va cambiando a los personajes y situaciones en cierta forma a su gusto y conveniencia). La protagonista me ha desesperado un poco a veces, pero su comportamiento es muy coherente con el personaje todo el tiempo. El final sí me ha sorprendido bastante, no pensaba que fuese a cerrar así, y al menos este punto no me ha dejado indiferente.

En definitiva, me ha gustado leerlo pero no lo he disfrutado en exceso ni creo que me deje huella, ni la historia ni los personajes han llegado a conquistarme. Comparándolo con Jane Eyre me quedo sin duda con este último, me esperaba más (quizás las expectativas también han influido).

Parte de la lectura de la novela me resultó un poco irritante porque tiene una estructura un tanto episódica. Hay cambios abruptos de personajes, de escena, de motivaciones, que a veces hicieron que la lectura fuese un tanto densa. Pero es uno de esos libros donde al final todo cierra.

La introducción de mi edición dice que “Villette” es en realidad dos novelas: la de la trama superficial, episódica, con giros dickensianos, embrollos románticos y elementos góticos; y la verdadera alma de la obra, que es la construcción de Lucy Snowe, la protagonista y narradora. Lucy no tiene historia, no tiene identidad, al comienzo de la novela es sólo una narradora testigo que relata las vidas que viven los demás. Cuando años más tarde llega a Villette para ganarse la vida al servicio de la escuela de Madame Beck, Lucy debe enfrentar a sus demonios (el miedo a la soledad, al rechazo, a la servidumbre, a la muerte en vida) y emprender un camino hacia la consolidación de una identidad y la búsqueda de un propósito en la vida y un espacio propio. Lucy es una narradora tremendamente poco confiable. le oculta información al lector, es deliberadamente ambigua, juega con nosotros en todo momento. Es para nosotros un misterio indescifrable, como lo es para el resto de los personajes. Es una mujer que se mantiene firme en sus convicciones y valora por encima de todas las cosas su independencia; una postura tremendamente avanzada para una mujer de su época. No voy a hablar mucho de la trama porque vale la pena ir descubriéndola a medida que se avanza en la lectura. Un elemento muy fuerte en la novela es la oposición entre el catolicismo y el protestantismo, donde el último, obviamente, sale favorecido. La pluma de Charlotte, como siempre, exquisita. Les recomiendo mucho esta experiencia de lectura!

Charlotte juega con el lector desde el principio. Te sientes manipulado, pues la narradora es una amiga que te cuenta lo que le conviene. A través de sus ojos y su perspectiva, te adentra en la sociedad de la época y se sumerge en largas reflexiones. Si bien, no se pierde el hilo de la trama; pierdes el interés en la lectura por momentos, pues no ocurre nada, mas que lo que pasa por su cabeza.


Odio la Charlotte que juega conmigo, que me ha mantenido leyendo un largo libro en el que no sucede casi nada. Y amo a la Charlotte que me devuelve personajes, que no deja a ninguno en la estacada y a todos da un final. Es como la vida misma: las personas vienen y van, pero algunas siempre vuelven.


Me ha cansado el eterno conflicto entre católicos y protestantes, su relación con el doctor, con Paul... En este libro todos los hombres quieren que les pertenezca una mujer: al padre la hija, al marido la mujer… Las atan con cumplidos, con promesas, con amor o con dinero. al final parece que todo se reduce a lo mismo: crear dependencia.


No habrá relectura del libro. Quizá de un par de momentos, pues con el primero me hice muy fan de Lucy y, con el segundo, me hice muy fan de Charlotte, que ha sabido sorprenderme cuando su libro estaba destinado a una crítica dura y a un suspenso como un piano.