Fahrenheit 451

Fahrenheit 451 es una novela distópica que fue desarrollada por el escritor Ray Bradbury, se considera una de las mejores obras del autor, la interpretación de la novela se basa sobre todo en la quema de libros que relata el autor, esta es interpretada como la supresión de ideas disidente.

La obra se sitúa en un futuro hipotético; en una sociedad súper tecnológica gobernada por un poder central autoritario y opresivo, que garantiza el orden social con reglas muy específicas.

Está prohibido que cualquier persona posea libros o revistas de cualquier tipo; la lectura se considera un delito muy grave. Un cuerpo especial de «bomberos» se compromete a quemar todo tipo de publicaciones: en lugar de apagar incendios, los encienden.

Me gustó mucho esta obra porque para las personas que nos gusta la lectura que es nuestra pasión, como es en mi caso, no se como podría vivir en una sociedad así, donde prevalece que veas la televisión como medio para poder "comerte la cabeza" con tonterías y además ves lo que te dicen que veas, o sea, mierdas.

Una libro corto, fácil de leer y para todos los públicos, muy interesante lo que plantea y cuanto menos TE HARÁ PENSAR !!!

Aquí, en este mundo, las ideas son peligrosas. Cosas como soñar, imaginar, conversar, discutir, reflexionar, preguntar, contemplar son un acto revolucionario. El problema no es leer, el problema son las mil voces de todos esos escritores resonando en la cabeza en un eco constante que hace tambalear el alma. En este mundo le temen a las ideas.

Pensar es el equivalente a un arma de destrucción masiva y como toda arma esta debe ser regulada, prohibida, desactivada, olvidada. El olvido es el punto definitivo, el momento que permite reconstruir la historia a voluntad y convertir a un bombero en un pirómano destructor de libros. No asesinan personas, pero si asesinan el pensamiento. En este mundo queman las ideas.

Las minorías, la diversidad, el libre albedrío, la voluntad fueron la razón de la regulación, porque generaba caos, porque generaba debates, porque aumentaba las preguntas y las respuestas eran difíciles y a veces inalcanzables, entonces, decidieron dejar de ser diferentes, anestesiar la voluntad, una automatización regulada, miles de pantallas y guiones para vigilar, para guiar, para manipular, para dirigir. Ser un único gran ser. En este mundo las ideas diversas son excluyentes y venenosas.

Fahrenheit 451 es la temperatura en la que se queman los libros y la libertad. Una utopía para algunos, una distopía para otros, un reflejo de la realidad para la verdad.

Es una distopía poética.

Fahrenheit fue la lectura inaugural del Club de los libros prohibidos que organizamos con dos amigas.
También fue mi introducción a la obra de don Bradbury y salí del libro sorprendida por la visión tan acertada del futuro que nos pinta el autor en esta distopía.

Fahrenheit 451 nos cuenta la historia de un mundo futurista donde los libros están prohibidos y es el trabajo de los bomberos quemar todos los libros que algunas personas aún conservan o esconden. Pero también nos habla de una sociedad donde las personas están como atontadas, se la pasan viendo programas pavos en los "salones" de sus casas que son una mezcla entre televisor de 4 dimensiones y realidad virtual, cuando no están en los salones se la pasan escuchando huevadas en los audífonos, toman pastillas para dormir, no hablan de nada concreto, no demuestran conexiones reales entre ellos y se sienten como desconectados de su propia existencia. También se habla de una guerra que está todo el tiempo latente, a punto de explotar, y la idea de darle felicidad a la gente con entretenimientos vacíos, ocupar su tiempo con cosas efímeras y sin sentido para que no piensen en nada que pueda arruinarles dicha felicidad.

El protagonista de esta historia es nuestro querido Guy Montag, él es bombero pero de a poco empieza a cuestionarse distintas cosas de su vida y de esta sociedad. Mucho de esto se debe a Clarisse, su peculiar vecina adolescente, que empieza a hablarle de cosas típicas que ya nadie nota, pero sobre todo le pregunta si es feliz. Y esa fue la cachetada que Montag necesitaba para despertar de su vida aletargada. Desde entonces empieza a cuestionarse tantas cosas y está seguro que las respuestas las encontrará en los libros.

Sigo anonadada por las semejanzas que encontramos en la actualidad con todas estas cosas que se le ocurrieron a Bradbury en los 50. La crítica social de esta novela nos cachetea un montón, pero también nos hace reflexionar un montón. Llené de post its el libro, con cada frase genial o con cada fragmento que sonaba tan cercano. Pero es muy loco que el autor predijera un futuro donde la gente prefiere estar enchufado a una pantalla demostrando una falta total de empatia y una ignorancia tremenda. Las menciones sobre temas políticos, sociales y culturales de la historia nos dejan con la boca abierta. También me hizo recordar a otras distopias modernas que seguramente sacaron un poco de inspiración de esta obra. La última parte del libro tuvo sus momentos de clímax y luego sentí que se desinfló y apresuró hacia el final. Sin embargo nos deja con una metáfora interesante que plantea esperanzas de un cambio.
Ya quiero debatirlo en el club a ver qué opinan los otros lectores sobre esta novela tan profética y me quedo con ganas de leer más a Bradbury pronto!

Si fueses un libro, ¿cuál serías?

Si has leído ‘Fahrenheit 451' conoces el motivo de la pregunta. En caso contrario te invito a que leas el libro y tiembles de miedo ante la sociedad distópica (¿seguro?) que nos plantea Bradbury.
Fahrenheit fue publicada en 1953 en tres entregas en la revista Playboy. Hugh Hefner fue el único que se atrevió a publicar esa historia en su momento.
La novela se basa en un relato publicado por Bradbury un tiempo antes, ‘El peatón', que a su vez se inspiró en algo real que le sucedió al autor. Ray tuvo un desvelo en plena noche y para combatir el insonmnio decidió salir a dar un paseo por las calles de Los Ángeles. Cuál fue su sorpresa cuando un agente de policía le paró, le preguntó qué hacía en la calle a esas horas y le obligó a identificarse. Esa fue la semilla del libro que hoy comento. Creo importante decir también que Bradbury publicó con cierta prisa porque tenía problemas económicos.
Tenemos una sociedad narcotizada por las pantallas y las píldoras para dormir. Está mal visto pasear sin rumbo, conversar, preguntar... Las humanidades no existen y los libros son objetos ilegales perseguidos por las autoridades. Los bomberos queman las casas de las personas que esconden o atesoran libros. Pero el peligro no está en los libros-objeto sino en lo que de ellos extraemos. El peligro son las dudas, las respuestas y todo lo que surge de la lectura. El peligro son las ideas. Con esta premisa conocemos a Guy Montag, el bombero protagonista de esta novela. Montag empieza a hacerse preguntas y se acaba metiendo en un lio tremendo. No cuento nada más de la trama porque si lo leéis creo que es mejor así.
Ha sido una lectura que me ha encantado. Me ha puesto los pelos de punta y me ha hecho reflexionar muchísimo. Creo que de eso se trata, eso es lo que quería Bradbury con este libro. Un homenaje a las humanidades y un aviso frente al pensamiento único.
Es una novela donde prima el mensaje y los símbolos y el lenguaje poético destacan frente al desarrollo de la trama y los personajes que es donde cojea. Quedan muchos interrogantes al terminar este libro. Quizás era la intención del autor. ¿O quizás fue la prisa por publicar?

Si tengo la oportunidad de conocer una historia distópica (sea en cine o en literatura) no la desaprovecho, es por eso que he leído con gusto esta novela. Conocía por encima la historia, pero nada mejor que leer la fuente original, con un alegato a favor de la literatura y alertando de un mundo sin ella. Cuando el personaje protagonista descubre el poder de los libros la novela toma un ritmo que era difícil abandonar, el estilo trepidante de esas páginas me han llevado hacia el desenlace, con un final tan destructor como esperanzador...

Todos en pie, pues hoy vamos a hablar de uno de los grandes de la ciencia ficción: Ray Bradbury. Pero nos centraremos concretamente de una de sus obras más célebres y que forma junto a 1984 de George Orwell y Un mundo feliz de Aldous Huxley, la santísima trinidad de las novelas distópicas por antonomasia. Nos referimos, obviamente a Fahrenheit 451.

Para los amantes de la lectura resulta difícil imaginar un futuro más terrorífico y opresivo que el que Bradbury nos dibuja en esta novela: una sociedad donde los libros están prohibidos y en la que se persigue y castiga a los que cometen el delito de poseerlos, incluso si ni siquiera se han atrevido a leerlos.

Y es que los libros, como todo el mundo sabe, pueden ser muy peligrosos.

“Un libro en manos de un vecino es como un arma cargada.”

En el mundo de Fahrenheit 451 (1953), la función principal de los bomberos no es extinguir fuegos sino quemar libros (451 ºF, es decir, 232,8 ºC, es la temperatura a la que el papel se inflama y arde). Y precisamente es un bombero el personaje protagonista de esta historia: Guy Montag.

Obviamente, esta sociedad entregada al hedonismo que ha renunciado a leer (y por tanto a aprender y a pensar), está completamente sometida. Peor aún, en ella la gente ni siquiera es consciente de que vive en una felicidad falsa y artificial. Televisión, tranquilizantes, apatía y conformismo componen la receta perfecta para que todo el mundo viva prisionero dentro de una gran cárcel de muros invisibles.

“La televisión, esa bestia insidiosa, esa medusa que convierte en piedra a millones de personas todas las noches mirándola fijamente, esa sirena que llama y canta, que promete mucho y en realidad da muy poco.”
(Sigue leyendo lareseña en el enlace):
Enlace: https://humildelector.com/20..

Tenia muchas ganas de leer este clásico y quizá tenia muchas expectativas y por eso me ha decepcionado un poco.

Es una historia con un mundo distópico donde todos los libros están prohibidos y por ello los bomberos se encargan de quemarlos. El protagonista, Montag, es bombero, y al principio de la novela es igual que todos, pero tras un conflicto con una mujer y una chica joven vecina empieza a pensar y a ver la realidad y darse cuenta que quizá los libros no sean "malos".

He tenido altibajos con el libro, al principio se hace lento y algo confuso, después hay una parte super entretenida y enganchante y luego volvió hacerse algo lento.

Es un libro para leerlo con mucha calma y reflexionar cada punto de vista, cada frase y cada pagina, te hace reflexionar sobre la política de los gobiernos, de como la sociedad se deja influir por todo lo que dicen y como la gente piensa sobre como los libros pueden llegar a ser peligrosos.

Algo que he llegado a pensar tras leer el libro, es que en esta sociedad de hoy en día, si esta permitido leer y tener libros, pero creéis que con los precios y tal cual es nuestra situación en algún momento la gente dejara de leer?

Es un libro para pensar lo importante que es la cultura en la sociedad y para pensar y reflexionar bastante.

En conclusión, es un libro que habla sobre libros, un libro que fue escrito en la década de los 50 pero que puede parecer que esta escrito en nuestro presente. Lo recomiendo porque es un clásico entretenido corto y de esos que hacen pensar.

Fahrenheit 451 es un libro bastante complejo al principio, sobre todo si no estás acostumbrado/a a leer ese tipo de libros, pero conforme vas avanzando te vas enterando mejor de lo que se cuenta y sucede. Tiene bastantes monólogos muy interesantes, filosóficos y éticos, que recomiendo leer más de una vez, tanto para entenderlos como para aprender de ellos, ya que aunque se trate de una distopía tiene bastante crítica social aplicable a la actualidad, como el hecho de que la gente esté obsesionada con las tecnologías, una obsesión enfermiza, casi como una esclavitud, y la gente se olvida por completa de relacionarse con la gente de verdad, la gente de carne y hueso. Todo lo que hacen, sus trabajos, sus formas de vida, dependen por completo de las tecnologías, especialmente de la televisión.

La verdad es que este libro, especialmente el principio, es una pesadilla para todo lector y escritor ya que en este mundo distópico están completamente prohibidos los libros. Si se descubre que alguien tiene libros, aunque sólo sea uno, inmediatamente llegan los bomberos e incendia la casa entera para destruir todos los libros que pueda haber dentro. Sí has leído bien, aquí los bomberos no apagan fuego, lo provocan. Además al dueño del libro lo detienen (si no se suicida antes). Aquí todo aquel que tenga un libro o que haya leído alguno, incluso aquellos que son inteligentes (filósofos, matemáticos…) está muy mal visto, son como criminales, gente que no está bien de la cabeza. Y las tecnologías no han hecho sino empeorar la situación de los libros. Lo único que importa en esta sociedad es ser feliz, y solo se puede ser feliz pasando horas y horas frente a la pantalla de una (o más) televisión viendo programas basura. Por tanto la gente siempre está en la ignorancia, nadie se pregunta el por qué, cómo, dónde… de las cosas, para ellos las cosas son como son y ocurren así porque sí. El gobierno tampoco se libra de esta ignorancia, son elegidos por su aspecto no por sus ideales o inteligencia (al menos yo lo he entendido así). Aunque sí hay ciertas personas que a pesar del desprecio y prohibición a los libros parecen saber bastante de ellos, que han leído y hasta memorizado algunos de ellos.

Conforme avanza la historia la cosa va cambiando bastante. El protagonista, Montag, no es el mismo que al principio. Evoluciona mucho y muy rápido, pero esta evolución también trae ciertos inconvenientes. Se le va dando cada vez más importancia a los libros y a los lectores, ya que si no hay nadie que lea los libros carecerían de sentido.

Este es un libro que todo buen lector debería leer al menos una vez, ya que los verdaderos protagonistas de esta historia son los libros y aquellos que adoramos leer.
Enlace: http://mitesorolibros.blogsp..

Hace poco tiempo leí la noticia de que Margaret Atwood promovió una especial edición de su obra “El cuento de la criada”. ¿Qué tiene de especial la edición? Es un libro resistente al fuego, es ignífuga.
Lo que motivo a Margaret Atwood a promocionar la publicación de esta especial edición de su novela tiene origen en que “El cuento de la criada” es uno de los libros más censurados en las escuelas de EEUU, pero el detonante fue la sentencia de la Suprema Corte de EEUU que anulo el derecho al aborto.

Desde el incendio en la biblioteca de Alejandría hasta la hoguera de libros realizada por los nazis en 1933, la quema de libros ha estado presente a lo largo de la historia de la humanidad.

¿Cómo la historia del libro resistente al fuego de Atwood del año 2022 me llevo a leer Fahrenheit 451 publicada en 1953? La respuesta es que Ray Bradbury creo una historia que transcurre en unos EEUU donde las casas no se pueden prender fuego, donde las personas buscan estar entretenidas todo el tiempo y donde pensar es peligroso. Una sociedad que vive rápido y procura la felicidad todo el tiempo. Una sociedad donde los bomberos en lugar de apagar incendios tienen como tarea principal quemar libros, porque los libros están prohibidos. Los libros son vistos como objetos peligrosos, las personas al leer comienzan a cuestionar su vida y el mundo que los rodea.

Realmente me ha parecido una historia fantástica. No soy de leer distopías, pero realmente es brillante que en tan pocas páginas el autor logre trasmitir un mensaje tan potente sobre una sociedad que solo procura la felicidad y el placer. La ignorancia y la desidia se imponen, nadie cuestiona que sucede más allá de su propia vida. Pero también plantea ideas muy constructivas como que cada persona lleva un poco de algún libro adentro para recordarlo y mantenerlo vivo.
Siento que es un libro muy actual y que vale la pena dedicarle un tiempo a su lectura. Pensar y leer esa es la cuestión

Es una de esas obras de total actualidad. Las personas se pasan la vida viendo la televisión, que se dirige a cada individuo por su nombre y así la tele se convierte en “su familia”. La gente se ve adiestrada en la satisfacción instantánea y ya no sabe qué le hace feliz o lo contrario.
El libro está lleno de fuego y vocablos dentro de su campo semántico, pero su significado va cambiando. de amenazador pasa a dar calor cuando Montag encuentra al grupo de intelectuales. El protagonista empieza afirmando que el olor a petróleo se impregna en su piel, al final se purifica lavándose varias veces a lo largo de su huida: en la gasolinera (donde se vende la misma gasolina que antes Montag empleaba para quemar libros), en el río y desde dentro con la bebida que le proporcionan los profesores que viven textualmente en los márgenes de la sociedad, encarnada en la urbe.
Cita: “Ve al mundo. Es más fantástico que cualquier sueño real o imaginario”. Y así es. Esperemos que no haya una guerra nuclear que termine con todo porque seguramente estemos encaminados a algo similar como la destrucción para volver a empezar a partir de una tabula rasa.