Martina con vistas al mar

Empecé este libro con muchísimas ganas, es Elísabet Benavent, que puede ir mal?
Pues básicamente Martina! No simpaticé para nada con ella. La historia avanza muy lenta, pero al menos tiene ciertos momentos divertidos que hacen que no la aborrezcas del todo.

La pareja principal es Martina y Pablo, pero me pareció muchísimo más interesante la de Amaia y Javi.

Si queréis saber más, podéis encontrar una reseña completa en: http://entreunmontondelibros.blogspot.com.es/2017/03/resena-martina-con-vistas-al-mar-12.html

Uno de los ingredientes que han dotado de encanto a la lectura es la cocina, a pesar de que sea una cosa que va perdiendo fuelle a medida que el libro avanza. Martina es chef, le apasiona cocinar y su mayor sueño es trabajar en El Mar, el restaurante de Pablo Ruiz, al que admira desde hace años. Me ha gustado que a Martina le apasione su trabajo, que luche por ser la mejor, que disfrute cocinando y probando platos... Que luchara por su sueño, contra el deseo de sus padres de que estudiara otra cosa de "mayor prestigio". Siempre he opinado y mantendré que todos hemos de ser felices con lo que hacemos y hemos de luchar por formarnos para ellos, nadie tiene derecho a decirnos qué debemos ser en la vida. Esto también se plasma con Javi, en caso de la enfermería, y me ha gustado que se trate el tema porque está a la orden del día. Sé lo que tú quieras y no dejes que nadie te condicione.
Otro motivo es la música. En esta novela nos nombran varias canciones que hacen sentir de una manera o de otra a los personajes, que les gustan más o menos. Obviamente, cada vez que aparecía una yo la buscaba y la escuchaba. Ha habido algunas que me han parecido fantásticas, otras no tanto, pero hay una en concreto que he descubierto gracias a la lectura y de la que me declaro fan incondicional: Matemática de la carne, de Rayden. Tiene una letra tan intensa, preciosa, sentida... Gracias, Beta, por compartir con nosotros un libro con banda sonora.
Por supuesto, los personajes también han sido de mi agrado. Martina es una protagonista muy diferente a lo que nos tiene acostumbrados esta autora. Es muy cuadriculada, contenida y perfeccionista, no expresa demasiado sus sentimientos y puede parecer algo sosa. Pero bajo esa fachada de indiferencia y distancia, Martina siente, como todos, un torbellino de emociones se desata en su interior. Me ha gustado mucho su evolución, como poco a poco va soltándose y empieza a decir lo que piensa en momentos determinados. Pablo es justo lo contrario: impulsivo, puro fuego, inquieto y pasional. Pablo tiene un carácter extremo, cuando está de buenas, es un amor, pero cuando se le cruza el cable... ¡Huye mientras puedas! Es un personaje que me ha gustado, si bien no ha llegado a enamorarme y tiene cosas que no me gustan.
La relación entre los protagonistas me ha gustado mucho. Creo que ambos aprenden de ella, y lo que empieza siendo atracción, termina convirtiéndose en curiosidad y riesgo, para dar paso al amor. Reconozco que Martina me llegó a cansar, porque no paraba de quejarse del aspecto de Pablo, de sus camisas y sus greñas. Que lo diga un par de veces vale, pero durante todo el libro... Llegó un momento en el que quise meterme en el libro para cortarle yo misma el pelo a Pablo para que dejara de quejarse de una vez jajaja
De los personajes secundarios, me gustaría hablar de Amaia, una de las mejores amigas de Martina, que es muy bruta y también muy niña en algunas ocasiones, pero divertida, sincera y siempre está ahí cuando se la necesita. Me ha gustado mucho su relación con su amigo Javi, creo que su historia es incluso más bonita que la de Martina y Pablo, por la forma en la que se va desarrollando todo y los momentos que comparten. En cambio, como oveja negra tenemos a Sandra. Este personaje me ha parecido insufrible, lo único que hace es traer preocupaciones y discusiones al grupo y es como un parásito social. Puedo llegar a comprenderla hasta un punto, pero creo que está muy perdida y en vez de esforzarse por encarrilar su vida, lo que hace es dar el coñazo y complicar más las cosas a los personajes, como si no tuvieran suficiente. Sinceramente, cruzo los dedos para que ella se mude a otra ciudad y deje de salir en los libros, ya que no he podido con ella.

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Tengo sentimientos encontrados con este primer libro. AMO la forma de contar la historia de Elísabet y creo que me engancharía a las instrucciones del bote de champú si las escribiera ella.

Pero escritura y estilo aparte, la historia en sí es la que menos me ha gustado de las que he leído hasta ahora de la autora. El motivo principal es que los personajes no me han llegado nada de nada. Martina, protagonista, me ha parecido demasiado fría e incluso rarita como para entenderla; no se abre ni al lector, en mi opinión. Y Pablo, aunque me ha gustado un poco más por eso de ser un loco romántico, tampoco me ha terminado de llegar con sus mentirijillas.

Mención aparte para las amigas de la protagonista, cuyas historias también cobran importancia en el libro. ¡¡INSOPORTABLES!! Te llegas a preguntar si de verdad existe gente así, y de existir, si tienen amigos que las aguanten. Javi, mi favorito del libro, no te merecen... Por último, el final me ha encantado. Ojalá hubiera empezado todo el entramado antes y no "perder" tanto tiempo conociendo a los personajes. Veía venir las dos bombitas a kilómetros de distancia, pero gracias a ellas voy a leer la segunda parte pronto. Aunque me tomaré un descanso antes, que este libro se me ha hecho un poco largo.
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Aquí nos encontramos con Martina, al contrario del resto de las protagonistas de Beta Coqueta, es más seria, su gran problema es que no sabe manifestar lo que siente, eso le provocará problemas en sus relaciones. Es cocinera, su sueño es llegar a lo más alto y trabajar en El Mar, el restaurante del magnifico chef Pablo Ruíz. En una cena de aniversario con su novio Fer, la lleva al restaurante El Mar, ya que es amigo de Pablo, allí Martina confirma que quiere trabajar allí, sea como sea. Gracias a Fer consigue una entrevista de trabajo en el restaurante, que comienza con una semana de prueba, si la pasa, el puesto es suyo sin embargo no sabe si su personalidad encajará con el ambiente de allí. Pablo Ruiz dirige el restaurante El Mar, lidiar con él no es fácil, porque cuando se enfada todos le temen, aunque todos le admiran y es que en su trabajo es de los mejores. Además, se puede decir que su gusto por la moda es algo peculiar, puede ir muy mal, pero dejarte sin palabras a la vez, de lo bien que le puede quedar.

Por otro lado, tenemos a Amaia y Sandra, las amigas de Martina con las que he tenido algún que otro problema ya que no coincidía con ellas en todo momento. Amaia, es insegura e inmadura, está locamente enamorada de su jefe y trae harto a su mejor amigo, Javi. Mientras que Sandra, es egoísta, lo quiere todo pero que se lo den ya, porque ella no quiere hacer nada, solo piensa en ella misma.

Empezando con Martina con vistas al mar, tenemos el primer contacto con los personajes, introducción, donde se cuece todo, vaya. Sus casi 700 páginas, al igual que el segundo libro, me dieron un poco de miedo al inicio, porque no suelo leer libros tan extensos, como mucho leo de 500 páginas, pero no es lo normal. Sin embargo, no me he enterado de que estaba leyendo tantas páginas hasta casi llegado el final que se me hizo algo pesado, ya que lo único que pasaba era sexo y de vez en cuando no me importa, sé que la autora lo incluye siempre y no es algo que me moleste. Pero cuando sucede en cada capítulo llega a hacerse algo pesado y fue uno de los fallos que le encontré a esta primera parte. Porque luego estaba el tema de los personajes, normalmente siempre hay alguno que no me gusta, pero aquí hay muchos diferentes y era difícil que alguno no terminara de convencerme. Con Martina he empatizado desde un primer momento, pero con las amigas me ha costado más, eran demasiado tercas y egoístas cada una con lo suyo, Amaia tenía un pase, pero Sandra nada de nada.
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Hola, espero que todo os vaya bien y os mando mucho ánimo, ya nos va quedando poco para salir de esta situación tan horrible. Hace mucho que tengo todos los libros de Beta en la estantería esperando ser leídos. Y hace poco que me vi la serie de Valeria y me quedé con ganas de desquitarme un poco con las historias de la autora, ya que no me gustó especialmente la adaptación. Me lo he leído en menos tiempo del que esperaba porque me ha tenido enganchada, os comento que me ha parecido.

La narrativa de la autora me encanta, es de esas lecturas que te adentras sin darte cuenta, desde las primeras páginas se consigue adentrarse en los personajes y sus historias. Y digo historias porque Beta escribe en primera persona desde dos puntos de vista, tanto de Martina como de Pablo, pero también nos narra las situaciones que viven sus amigas, siempre desde su punto de vista y contado por ella. Pero de esta manera no nos perdemos nada de sus historias, historias que me han gustado muchísimo. Como siempre la autora consigue conquistarme, cada una de sus protagonistas es diferente, todas ellas con su propia personalidad, pero es que Martina creo que es la más compleja de todas las que he leído, ella es especial y digo especial porque sé que no ha todo el mundo le ha gustado. El vocabulario y la forma de narrar es sencilla, coloquial, de estas lecturas que sin darte cuenta te has leído medio libro sin darte cuenta. Además este lenguaje coloquial siempre me ha gustado, es sexy a veces, otras algo más erótico, otras veces llena de palabrotas, pero eso para mí lo hace incluso más cercano.

Como siempre la autora nos mete de lleno en Madrid, aunque en esta ocasión poco pisamos sus calles. Andaremos con Martina, Pablo y sus amigos más bien por el piso que ellas comparten, el piso de Pablo y por supuesto por el restaurante de El mar. Me ha gustado que la autora nos adentre un poco en este mundo culinario de la alta cocina, aunque tengo que confesar que poco, pero bueno estamos ante un libro de romance erótico, no de cocina, para ver recetas es mejor un libro de cocina. Ha sido lo mejor, creo que nos adentra lo justo para hacernos una idea de su funcionamiento, y una vez que ya ha explicado la función de Pablo y Martina en la cocina ya nos podemos adentrar en su relación, todo con respecto a la cocina pasa a segundo plano. Una de las cosas que me ha pesado en este libro, que creo que no me pasaba con los otros de la autora, o por lo menos en el de Un cuento perfecto, es que he visto todo muy idílico durante toda la novela en la relación amorosa, me ha faltado algo de tensión, algo que me tenga con el corazón en un puño, eso lo ha conseguido más las amigas que la propia Martina. Lo que pasa es que todo se tuerce, como pasa en todo libro que tiene siguiente parte no es nada nuevo, y claro, te deja con muchas ganas de continuar a ver qué pasa y cómo se puede llegar a solucionar todo.

Los personajes me han gustado, aunque tengo que confesar que no en exceso, no han llegado a tocarme el corazón como otros personajes de la autora. Y no es por la personalidad algo difícil de Martina, en algunas cosas me recuerda a mí, sobre todo el ser antisocial con gente que no es de tu entorno. Pablo no me ha llegado del todo al corazón como consiguió Gabriel, David o Víctor, me ha faltado algo más de él, y eso es un escollo si contamos que las escenas eróticas entre él y Martina son muchísimas, a mi parecer me han sobrado unas cuantas, algo que no me había pasado antes con la autora, lo bueno es que me gusta la forma de narrar que tiene para estas escenas. Lo que si me ha gustado mucho es las historias de los secundarios, las amigas de Martina, Sandra y Amaia no son meros participes de la vida de Martina, se nos presenta su vida, sus problemas y sus defectos, me he sentido en muchos aspectos identificada con Amaia y su inseguridad, y también que su historia con Javi me tenía muy enganchada, Sandra me ha caído algo peor, por su actitud en muchas ocasiones de egoísmo.

Así que en general me ha tenido muy enganchada, los personajes principales me han gustado pero no me han llegado al corazón tanto como otros de la autora, aunque si que me han gustado mucho la historias de las amigas de Martina. He visto un libro con muchas más escenas eróticas que en Un cuento perfecto y me ha faltado algo más de tensión amorosa entre Martina y Pablo. Por supuesto que la autora me deja con muchas ganas de más, y tengo ganas de ver qué pasará en la segunda parte y última, así que pronto os contaré a ver que tal respecto a esta primera.
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La verdad que lo que me pasó con este libro es raro, me re contra enganché pero a la vez me resultó larguísimo y siendo sincera no logré que ninguno de sus personajes, y acá aviso voy al revés de casi todos, salvo Martina, logró que me sienta conectada o con algo de empatía.
A ver, no se como explicarme, a mi me encanta esta autora, me gusta como cuenta sus historias y sus personajes, salvo alguno, me enamoran; en este caso, creo que lo que menos me gustó justamente es eso sus personajes. Ni las amigas de Martina, las cuales me resultaron insoportables, y nunca entendí porque son amigas, ni Javier, el cuál esta bien pero pobre lo compadezco porque Amaia es insoportable y ni siquiera Pablo, que si bien es para enamorarse al ser tan perfectamente imperfecto por momentos me aburría con sus frases de amor épico, lograron producirme nada y por lo mismo y tal vez porque como dije cuando lo iba leyendo, me sentí bastante identificada en muchas cosas con Martina es que con ella si conecté y la entendí en muchas cosas.....no sé....tal vez deliro, pero esto es lo que me pasó con este libro.
Me olvidaba de decir algo importante: las escenas "hot" son tremendas, para morirse, creo que las mas calientes entre todos los libros de la autora, incluso mas que la de los libros anteriores. Me alucinaron, jiji!!!
Por lo tanto, repito, yo me super enganché con la historia, me encanta como escribe la autora y ya quiero leer el segundo, pero a la vez se me hizo largo, repetitivo y con personajes que ni fu ni fa, veremos que pasa en la segunda parte, porque el final promete mucho.

Me han gustado mucho, tanto la historia principal como las secundarias de las amigas de Martina.
Sigo dándole el mismo punto negativo a la autora, para mi gusto tiene contenidos sexuales demasiado explícitos y escenas que directamente salto por que son demasiado, pero por lo demás, historia de 10. Necesito saber más.

Elisabeth es una autora que me gusta mucho, por lo general me encanta sus libros, no sabría decir cuál de ellos es mi favorito, pero si cuáles no me han llegado tanto como los demás.
Me he leído todos sus libros menos el último y he de admitir que Sofía y Martina se quedan al final de la lista.
Hoy os vengo a hablar de Martina, con esta bilogia tengo sentimientos encontrados, me explico, cuando empecé con el primer libro me costó mucho empatizar con los personajes, normalmente los personajes secundarios me enamoran pero en este caso, las amigas de Martina me parecían muy infantiles, por lo que me resultó más difícil conectar con ellas
La relación de Martina con Pablo aunque es bonita no me llegó de la misma manera que otras de sus historia.
El segundo libro Martina me lo hizo pasar muy mal sufrí por ella, por lo difícil de su situación, y me enamoré de Pablo.
Aunque sea unos de los libros que menos me han gustado de ella, la forma de escribir de beta te lo pone muy fácil y te hace la lectura muy fluida.

Cuando acabé este libro era tal el ansia que tenía que corrí a por el segundo y no dije nada de este. Luego tuve que dejar el segundo a las 100 páginas por que la angustia que tenía no era ni medio normal 😩 He vuelto a esa historia por fin, pero primero he releído esta y no puedo si no cambiar la puntuación... ¿por qué le puse 4⭐️ si amo ese libro de principio a fin? Bueno, el último capítulo no y a Sandra nunca, pero es que adoro todo lo demás 😍 Martina y Pablo son lo más bonito que hay en este mundo y si a ellos les sumamos Amaia y Javi, es que ya es todo perfecto y no sé necesita nada más 😍 Son personajes maravillosos... complicados, extraños, locos y a la vez súper entrañables y facilísimos de querer. Me bebía las paginas sin darme ni cuenta, solo pensando en avanzar y avanzar... lo malo es que avanzas tanto que alcanzas el momento drama, pero antes de eso yo sería feliz leyendo lo que sea de esos cuatro, aunque fueran las mayores tonterías del mundo. No puedo decir más, es que me parece un libro precioso y adictivo. Así que cambio a 5⭐️ por que otra cosa sería una falsedad tremenda.

Benavent nos regala otra historia preciosa, divertida y algo dramática que transcurre por las calles de Madrid. Yo, que no quería engancharme al libro porque tenía otra lectura pendiente de hacía dos meses, a los dos capítulos ya estaba totalmente metida en la historia. A Martina y Pablo se les toma cariño muy pronto y, aunque al principio Sandra y Amaia me parecían un poco soportables, al final se hacen de querer (con Sandra, me costó especialmente xD). Pero lo bonito de este libro es que vemos cómo los personajes evolucionan. Martina va bajando sus defensas, Pablo intenta controlar sus arranques de ira, Amaia aprende a distinguir la fantasía de la realidad y Sandra, comienza a descubrir el significado de la expresión «buscarse las papas». Todos aprenden de sus errores y se nota que quieren convertirse en una mejor versión de ellos mismos.

Por eso me gustan tanto los libros de esta autora, porque no solo se centra en el erotismo, crear situaciones desternillantes o sacarte la lagrimilla fácil, sino que crea personajes muy reales con los que sentirnos identificados y que nos pueden enseñar más de una lección sobre la vida. También os digo que Benavent tiene la habilidad (y la manía, jeje) de terminar las primeras partes de sus bilogías en el mayor de los desastres. Y eso no puede ser que me parte entera y me crea necesidad de seguir leyendo, JAJAJA.
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