Emma

Jane Austen pensaba que la protagonista de su nueva novela, publicada en 1815 por John Murray, no le gustaría demasiado a nadie. Salvo a su propia creadora. Y es que Emma Woodhouse, preciosa, inteligente y rica, es una privilegiada que no siempre es demasiado consciente de su posición  y de que todos sus actos producen consecuencias. Algunas, verdaderamente desagrada para los demás y otras, que pueden herida profundamente a ella misma.

En la novela disfrutamos de la convivencia diaria con su padre, el hipocondríaco y adorable señor Woodhouse, contrario al matrimonio tras padecer las ausencias de su otra hija y de la institutriz de Emma, antes la señorita Taylor, de casada, la señora Weston. Será este enlace el que deje más sola a la joven, que se refugiará en su particular relación con su cuñado, el señor Knightley, y en su amistad, socialmente desigual, con Harriet. Con esta última se esforzará como nunca en poner en práctica sus dotes de casamentera con inesperados resultados.

Otros personajes secundarios, que resultan de interés, son los señores Elton, tan soberbios y difíciles de tratar que parecen hechos el uno para el otro. Frank Churchill, el hijastro de la señora Weston, se gana casi más odios que afectos con un comportamiento poco decoroso y que no augura un futuro feliz a su pobre compañera. También la discreta y hermosa Jane Fairfax, sobrina de la empobrecida vecina de Emma, la locuaz señorita Bates, debe sufrir lo suyo hasta tomar la decisión de marcharse a trabajar y cae enferma. Finalmente, todo parece solucionarse de la manera más feliz para todos los personajes, aunque es imposible no pensar que la más afortunada sigue siendo Emma, con un marido dispuesto a cuidar de su suegro y de ella aunque, en esta ocasión sí sea consciente de su fortuna.
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Es el libro que ha tocado en la pecera de Raquel, y también en el club Pickwick, sólo había leído Orgullo y Perjuicio de la autora, para mi este libro de menos a más, al principio me costó empatizar con la historia, luego según avanza disfrutaba más la historia, quería saber como evolucionaban los personajes, aunque también he de decir que algunos me sacaron de mis casillas en algunos momentos.

Leer Emma ha supuesto un delicioso viaje por la época, acompañada de unos personajes divinamente perfilados, que me han hecho reír y también resoplar de impaciencia.

Y qué decir de la protagonista, toda una rebelde de su época, llevando su deseo de no casarse y su intelecto por bandera. Aunque en momentos se haya hecho difícil empatizar con ella, no la he repudiado del todo, siempre me ha resultado divertida y finalmente he de decir que me encanta.

En definitiva, me he divertido mucho con esta obra maestra de Jane Austen, la primera y sin duda no la última que leeré de ella.

Me he adelantado irremediablemente a la lectura con el #clubpickwick pero estaré encantada de seguir comentando esta historia, sabiendo ya lo que sé...❤️
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Emma Woodhouse una joven de posición económica acomodada, soberbia y engreída, destaca por su fuerte personalidad. Su pasatiempo consiste en buscar parejas para sus amistades, aunque curiosamente no contempla el matrimonio para sí misma, pues no cree encontrar un hombre "a su altura". Sin embargo, la vida se encargará de demostrarle que está equivocada y que no todo puede controlarse según su voluntad.
Comencé este libro con gran entusiasmo, ansiosa por sumergirme en su historia y disfrutar de cada página, lo cierto es que fue una lectura con altibajos.
La trama no logró capturarme; era una narrativa carente de sustancia, que me aburría y me inducía al sueño. Los párrafos en su mayoría excesivamente largos, plagados de palabrería innecesaria.
Lo abordé con todo el ánimo posible, pero no llegó a atraparme, disfruté de la historia solo por momentos.

Emma es una niña caprichosa y frívola con una necesidad insaciable de ser el centro de atención, con una manía exasperante de buscarle pareja a los demás sin importarle sus gustos, buscando sólo la mejor boda, con la mejor posición social… pero por eso precisamente me gusta y creo que Austen la utiliza para criticar un modus operandi en su entorno social que busca el matrimonio perfecto basado en el binomio belleza/renta anual.
Emma, como crítica social, es magnífica, pero como novela me han sobrado páginas y parejas a las que seguirles el rastro.
A la insulsa pero bellísima Harriet la manipula todo el rato. Tiene puestas en ella toda su capacidad de casamentera y de educadora. Si no fuese tan hermosa, Emma no le hubiese prestado atención y resulta hasta indecorosa la forma en que la utiliza.
Los caballeros tampoco salen ganando, Elton es otro caprichoso que al día siguiente de ser rechazado en matrimonio ya está locamente enamorado de otra con la misma pasión que con la primera.
Mi personaje favorito es el Sr. Knightley, el único que tiene coherencia, que se mantiene fiel a sí mismo y es capaz de decirle a Emma la verdad a la cara. Siendo la discusión que mantienen a colación de Harriet y el Sr. Martin, mi parte favorita de la novela.
Emma es un personaje contradictorio porque al mismo tiempo que critica a todo el que considera inferior a ella, tiene bien considerado a quien cree su igual y alaba a quien considera superior, … critica a los que actúan de igual manera.
Es tan cansina la muchacha que la verdad, cuando el Sr. Knigthtley le confiesa su amor, yo quiero pedirle que salga corriendo, pero no lo hago porque, para entonces, Emma ha mejorado como persona y es menos insufrible.
Emma está claro, no es mi favorita, pero valoro sus intenciones como crítica social y me gusta que sea así. Además, no es malo esto de que haya algo que no me entusiasme de la autora, al contrario, me hace respetarla más.

Emma quizá no sea la novela más conocida de Jane Austen, pero resulta de lo más interesante adentrarse en sus páginas y conocer a su protagonista.
Con 21 años, la señorita Woodhouse reside con su padre en una tranquila localidad rural en la que ambos disfrutan de una posición más que acomodada y son respetados por todos sus vecinos. A raíz del reciente matrimonio de la adorada institutriz de la joven —que su pupila ayudó a fraguar—, Emma decide ejercer de nuevo como celestina para lograr que, en esta ocasión, sea su nueva amiga Harriet la que encuentre un buen esposo y, de paso, ascienda en la escala social.
Emma es todo un personaje y, al principio del libro, nos sorprende su manera de comportarse, ya que es muy diferente al tipo de protagonistas al que Jane Austen nos tiene acostumbrados. Sin problemas de dinero, no se plantea casarse y es admirada por todo el mundo, que la considera el súmmum de elegancia, saber estar e inteligencia, y la muchacha así lo cree. Sin embargo, a medida que avanzamos en la lectura, descubrimos que también es capaz de meter la pata —¡y hasta el fondo!—, pese a los esfuerzos de Knightley, quien procura corregirla y hacerle ver que está equivocada.
Lo que más me gusta de esta novela son los numerosos contrastes que la autora plasma en ella y que, por mencionar uno, se reflejan en que, aunque Emma y su padre viven en su propio mundo, y Knightley es la racionalidad, cabalidad y serenidad personificadas, encajan perfectamente.
Destacables son los papeles de Harriet —que casi podríamos comparar con Sancho Panza cuando actúa de un modo más quijotesco aún que el famoso hidalgo manchego—, la señorita Bates —ejemplo absoluto de bondad y, sobre todo, de la mayor de las inocencias— y la señora Weston, la figura materna por excelencia de la obra.
No os perdáis esta historia.

✨Opinión: no hay nada que me joda más que que no me guste un clásico. Pero por mucho que lo he intentado –y sabéis que lo he hecho, que me ha llevado meses leerlo y por mis ovarios que lo acababa–, no he conseguido encontrarle el gusto.
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👥 Emma me ha parecido insoportable. Vanidosa, prepotente, clasista ¿sigo? Hace un amago de redención hacia el final, pero vuelves la página y ¡tiene la misma actitud que antes! Entiendo que la intención de la autora es esa y que es un personaje hecho para no gustar, pero uf ¿tan poco? Lo único que le destaco es la paciencia infinita con su padre, una figura ridícula a más no poder que Jane Austen incluye en la novela, empatado con la señorita Bates. Salvo al señor Knightley y menos mal.
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✒️ Tiene ese humor e ironía típico de la autora, que critica actitudes de su sociedad y su época llevándolas al absurdo. Aun así, describe muy bien las situaciones y las diferentes personalidades, pero he echado en falta más profundidad en la novela. Quizá la había, pero me he perdido entre tanta paja.
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📜 Es una historia laaaarga y, para mi gusto, muy lenta. Además de predecible. Afortunadamente, para bien. Pero me ha costado horrores meterme en el libro, de hecho creo que no lo he llegado a conseguir en ningún momento. No me ha enganchado ni intrigado 😞
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¡OJO! ya sabéis que esto es más una opinión que otra cosa. Me consta que a muchísima gente le encanta este libro, seguro que más que a los que no. Pero en mi caso necesito conectar con los personajes principales, de lo contrario no consigo disfrutar de la historia. Sabiendo esto y mirándolo con distancia, podría resultar entretenida y divertida, una comedia romántica de antaño. La adaptación libre que hicieron en Clueless me gustó mucho, tengo pendiente ver alguna otra.
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Emma es una muchacha muy segura de sí misma. Orgullosa. Mimada. Superficial; aunque esto es algo que he encontrado en varios personajes de la autora, Emma lo es incluso más. Está encantada de su persona y de las habilidades sociales que cree que tiene. No admite juntarse con gente que no está en su misma clase social y ve indignante que personas con educación mediocre y malos modales pretendan ponerse a su mismo nivel.
Esto es algo que tiene mucha importancia a lo largo de la historia.

¿Puede gustarte un libro sin caerte bien su protagonista? Hasta ahora no lo hubiera creído.

Altibajos. Me ha gustado y entretenido la trama de la que en realidad va el libro, con los malentendidos amorosos, la aparición de nuevos personajes y las noticias que iban de boca en boca. Pero las cuestiones del día a día de Highbury me han aburrido.

Por cómo he descrito a la protagonista no creo que os extrañe si os digo que me he indignado en muchas ocasiones con personajes y actitudes. Pero estoy convencida de que esa era la intención de la autora. Punto para Jane Austen.

Igual para vosotras era obvio, pero he descubierto ahora de que no es lo mismo leer una novela romántica histórica escrita hoy en día a una escrita en los años en los que transcurre realmente la historia. No solo por la narración, que también, si no porque se le da importancia a ciertos temas y se abren tramas a las que no estamos acostumbrados. Me parece muy curioso.

El final, como viene siendo costumbre, se me ha quedado corto. Más de 500 páginas para que solo le dedique las 20 últimas.

A medida que iba leyendo los últimos capítulos pensaba que le daría otra puntuación más baja al libro (por todos los momentos de cotidianidad que hay, sobre todo), pero finalmente, pensándolo, me he dado cuenta de que le he cogido cariño a los vecinos de este pueblo de Inglaterra y que voy a guardar buen recuerdo de la novela.

Siento mucho no haber podido darle más nota, pero es que de las novelas que me he leído de Jane Austen este es la peor ( a mi criterio, obviamente) con diferencia. Este libro, lo he leído en Lectura Conjunta y menos mal, porque creo que sola no hubiera podido con él. Y aún así, nos hemos tirado 4 meses detrás porque a ambos nos estaba suscitando el mismo sentimiento. No me caían bien los personajes, en especial Emma, la protagonista, con lo que ya partimos mal desde el primer momento. Veo que a lo largo de la lectura no pasan demasiadas cosas interesantes, como ya sucede en otras obras como Orgullo y prejuicio, y es en la última parte del libro cuando empecé a sentir plenamente la mano de Austen.

Emma es una joven que vive con su padre y que no tiene pensado casarse, pero sí casar a los demás con quién ella cree conveniente. El problema de esto es que no siempre acierta en sus uniones y pese a los consejos que le da el señor Knightley, es incapaz de reconocer su error e incluso disculparse.
Juzga en la mayoría de las ocasiones sin conocer a la persona, basándose solo, por ejemplo, en su clase social.
Me resulta bastante engreída y altiva, cosa que dificulta que pueda empatizar con ella, con lo que la lectura se me hacía cuesta arriba.

Las relaciones de todos los personajes se resuelven al final de una manera muy rápida que casi ni esperas, teniendo en cuenta que es un libro bastante gordo y se pasa muchos capítulos sin que suceda absolutamente nada..

Si os gusta Jane Austen, dadle una oportunidad, porque sinceramente veo muchas reseñas positivas, y yo, dentro del trabajo que me ha costado, no le he dado menos puntuación porque en la parte final las cosas suceden de manera más fluida y lo leí con ganas, pero definitivamente, no es lo mejor de esta autora.

Sinceramente no sabía qué es lo que me iba a encontrar en esta historia. Nunca había leído a Jane Austen y no estaba convencida de si iba a ser de mi gusto a pesar de todas las buenas críticas que se hablan de ella. Teniendo en cuenta en la época en la que está escrita la novela me daba la sensación de que la lectura se me iba a hacer pesada e incluso en algunas ocasiones difícil de entender. Sin duda esto me sorprendió de manera positiva. al contrario de la imagen que me había construido el lenguaje fue muy claro, muy sencillo de leer, no se hacía para nada pesado y no es difícil continuar el hilo de la historia. No cabe duda que Austen sabia como hacer sus novelas acogedoras.

Lo que más me gusta de un libro es sentirme identificada con él, ya sea en malas que buenas experiencias, y este libro lo cumplió en varias veces. En dichas ocasiones no fue con el mismo personaje, fue con distintos, eso sí, los personajes eran cercanos. Gracias a esto pude empatizar mejor con ellos y entender mucho mejor la situación por la que estaban pasando. No es un libro que considere adictivo, pero como he mencionado antes, la historia y el lenguaje se me hizo acogedor, esto influyó en que tuviera ganas de continuar leyendo. El final no puedo considerarlo previsible, pero tampoco es sorprendente. Sí que hay un elemento que no consideraba que pudiera ocurrir, así que algo de sorpresa sí que me llevé.

Me hubiera gustado disfrutarlo más, pero como a todos os ocurre, no siempre estamos en nuestro mejor momento. Empecé a leerlo con ganas y rápido, pero por mil motivos no pude estar todo el día enganchado a él, pero sé que si hubiera podido, en pocos días lo habría terminado con buen gusto. También he de tener en cuenta que este género no es que me apasione, por eso que me haya gustado es un punto muy a favor y a considerarlo como algo positivo.

Bueno, cada libro te aporta una cosa. Y he de decir que este en concreto me ha hecho pensar en muchísimas ocasiones. Te das cuenta de cómo se llevaba a cabo los matrimonios de la época y la manera en la que se tenía en cuenta la clase social. Algo que me sacaba de quicio es como se daba a entender que una persona que se encontraba en la clase social alta no podía relacionarse de ninguna manera con alguien que pertenece a la clase social media. Y Emma, la protagonista, daba mucho de qué hablar en cuanto a este tema. Jane Austen ya avisó de que el carácter de Emma en algunas ocasiones no iba a gustar.

También destaca mucho como puede llegar a influenciarte una persona que crees superior a ti. Se forma una amistad en la novela en la que se refleja a la perfección este concepto. También viene hilado con el tema de las clases sociales. Hay un personaje que no tiene en cuenta el poco prestigio que tiene una persona, en cambio, le llegan a influenciar para que sí le importe este tipo de cosas. Y se va produciendo un cambio en este personaje poco a poco, en cambio, en el fondo, sigue siendo la misma persona.
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