Veinticuatro horas en la vida de una mujer de Stefan Zweig
Parecía que a algunas personas les proporciona un gran placer el sentirse más fuertes, morales y limpias que aquellas otras que se dejan seducir "fácilmente"
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Veinticuatro horas en la vida de una mujer de Stefan Zweig
Parecía que a algunas personas les proporciona un gran placer el sentirse más fuertes, morales y limpias que aquellas otras que se dejan seducir "fácilmente"
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Veinticuatro horas en la vida de una mujer de Stefan Zweig
Se oyó un sollozo salvaje y animal como solo puede proferirlo un hombre que nunca ha llorado
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Momentos estelares de la humanidad de Stefan Zweig
Y sólo con la guerra mundial, cuando La marsellesa, hace tiempo convertida en himno nacional, resuena de nuevo con aire belicoso en todos los frentes de Francia, se da la orden de que el cadáver del pequeño capitán Rouget sea inhumado en el mismo lugar que el del pequeño teniente Bonaparte. Bajo la cúpula de los Inválidos. Y así, el menos célebre entre los creadores de un himno inmortal descansa al fin, en el panteón de hombres ilustres de su patria, del desengaño de no haber sido más que el poeta de una sola noche.
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Veinticuatro horas en la vida de una mujer de Stefan Zweig
Y aquella noche estuvo tan llena de lucha y de palabras, de pasión y de cólera, de odio y de lágrimas, de promesas y de embriaguez, que pareció haber durado mil años.
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Veinticuatro horas en la vida de una mujer de Stefan Zweig
Dos manos convulsas, que, como animales furiosos, se acometían una a otra, dándose zarpazos y luchando entre sí.
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Mendel el de los libros de Stefan Zweig
Los libros solo se escriben para, por encima del propio aliento, unir a los seres humanos y así defendernos frente al inexorable reverso de toda existencia: la fugacidad y el olvido.
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Mendel el de los libros de Stefan Zweig
Leía con un ensimismamiento tan impresionante que desde entonces cualquier otra persona a la que yo haya visto leyendo me ha parecido siempre un profano.
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Confusión de sentimientos de Stefan Zweig
Hay que abordar las cosas desde dentro, siempre, siempre desde la pasión
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Sueños olvidados y otros relatos de Stefan Zweig
Hasta ahora se había dejado mimar por la vida y nunca había participado en la construcción de su destino.
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Erasmo de Rotterdan: Triunfo y Tragedia de Stefan Zweig
En vano es que el hombre espiritual quiera salvarse en la apartada esfera de la meditación; los tiempos le fuerzan a penetrar en el tumulto, hacia la derecha o hacia la izquierda, a inscribirse en un bando o en otro, a adoptar un lema u otro de los partidos en lucha; nadie, entre los cientos de miles y millones de combatientes, necesita en tales momentos de mayor valor, de más fuerza, de más decisión moral que el hombre que ha adoptado una posición central, que no quiere someterse a ningún delirio partidista, a ninguna unilateralidad de pensamiento.
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El mundo de ayer de Stefan Zweig
Los cincuenta años representan un cambio; uno mira preocupado hacia atrás, analiza la parte del camino que ya ha recorrido y se pregunta en silencio si seguirá adelante.
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El mundo de ayer de Stefan Zweig
Pero solo en los primeros años de juventud identificamos el azar con el destino. Más adelante sabe uno que el verdadero rumbo de la vida está fijado desde dentro; por intrincado y absurdo que nos parezca nuestro camino y por más que se aleje de nuestros deseos, en definitiva siempre nos lleva a nuestra invisible meta.
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El mundo de ayer de Stefan Zweig
Y si hoy tuviera que aconsejar a un joven escritor todavía inseguro sobre el camino que emprender, trataría de convencerlo de que primero sirviera a una obra mayor como intérprete o traductor.
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El mundo de ayer de Stefan Zweig
Cada lengua, con sus giros propios, se resiste a ser recreada en otra y desafía las fuerzas de la expresión, que de otro modo no se suelen movilizar espontáneamente, y esta lucha por arrancar a la lengua extranjera lo más propio que tiene y forzar la lengua propia a incorporarlo con la misma plasticidad siempre ha significado para mí una clase especial de goce artístico. Como esa labor callada y, a decir verdad, poco agradecida, exige paciencia y constancia, virtudes que en el instituto rehuí con ligereza y osadía, me apeteció de manera especial; y es que en esa modesta actividad de transmisión de valores artísticos ilustres encontré por primera vez la seguridad de estar haciendo algo práctico e inteligente, una justificación de mi existencia.
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El mundo de ayer de Stefan Zweig
Solo quien podía mirar al futuro con despreocupación gozaba con buen ánimo del presente.
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Noche fantástica de Stefan Zweig
¡Cuéntame algo, anda! Algo inteligente o estúpido. Os pasáis el día leyendo libros, algo debéis de saber. |
Fouché. Retrato de un hombre político. de Stefan Zweig
¡Hay que mostrar de alguna manera al pueblo imbécil que se le ama verdaderamente, que se respetan sus deseos y derechos, hay que apresurarse a gobernar de manera republicana, de manera democrática!
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Clarissa de Stefan Zweig
Todavía no he encontrado a nadie a quien le haya ayudado luchar contra su obsesión personal, ni a mí mismo.
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Clarissa de Stefan Zweig
No creo en la curación. Todos nacemos con nuestras manías o, por lo menos, con cierta tendencia a desarrollar una manía, nuestro afán de protagonismo tiene que escapar por alguna parte, pero no podemos arrancarlo de raíz, sólo podemos arrinconar ese absurdo instinto, esas ansias de proyectarnos en el vacío.
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Gregorio Samsa es un ...