Veinticuatro horas en la vida de una mujer de Stefan Zweig
Dos manos convulsas, que, como animales furiosos, se acometían una a otra, dándose zarpazos y luchando entre sí.
|
Veinticuatro horas en la vida de una mujer de Stefan Zweig
Dos manos convulsas, que, como animales furiosos, se acometían una a otra, dándose zarpazos y luchando entre sí.
|