Los ojos del hermano eterno de Stefan Zweig
Ahora veo que en el dolor hay nás sabiduría y verdad que en toda la serenidad de los sabios.
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Los ojos del hermano eterno de Stefan Zweig
Ahora veo que en el dolor hay nás sabiduría y verdad que en toda la serenidad de los sabios.
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Los ojos del hermano eterno de Stefan Zweig
No sé si es sabiduría lo que hago, no sé si es felicidad lo que siento, no sé si puedo enseñar nada o dar consejo alguno.
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Los ojos del hermano eterno de Stefan Zweig
Cuando se le planteaba una disputa, en su interior a duras penas comprendía que hubiese en el mundo tanta ansiedad y que los hombres, por pequeñas envidias de propiedad, se abrieran camino a codazos cuando tenían por delante toda la vida y el dulce aroma de la existencia.
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Los ojos del hermano eterno de Stefan Zweig
Oculto ante sí mismo, cautivo e inmóvil, ignorante de los contornos de su propio cuerpo en la oscuridad, sentía más viva que nunca la fuerza del dioa de las mil formas, y a sí mismo adquiriendo una u otra, sin scogerse a ninguna, totalmente libre de la servidumbre de la voluntad, muerto en vida y vivo en la muerte ...
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Mendel el de los libros de Stefan Zweig
Solo entonces comprendí, al cabo de los años, cuanto es lo que desaparece con semejantes seres humanos.
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Mendel el de los libros de Stefan Zweig
Cómo se sentaba allí, invariable e impertérrito, la mirada tras las gafas fija, hipnóticamente clavada en un libro.
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Miedo de Stefan Zweig
¿Por qué había caído en sus brazos, qué terrible locura la había arrastrado a una aventura que su propio corazón ya no entendía y repugnaba a su razón? No comprendía nada, todo lo que había sucedido le resultaba extraño, incluso ella parecía extraña a sí misma. […] El miedo había actuado sobre su vida como un ácido corrosivo, descomponiéndola, disgregando sus elementos
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El candelabro enterrado de Stefan Zweig
Quizá nuestro verdadero camino es estar siempre en camino, mirando hacia atrás con tristeza y hacia delante con impaciencia, siempre anhelando descanso y siempre sin reposo; pues siempre es un camino santo aquel cuya meta se desconoce y que, sin embargo, se sigue con perseverancia, tal como ahora nosotros caminamos esta noche hacia la oscuridad y el peligro, sin conocer el fin del camino.
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La impaciencia del corazón de Stefan Zweig
...sé que ninguna culpa queda olvidada mientras la conciencia tenga conocimiento de ella.
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La impaciencia del corazón de Stefan Zweig
Pero hay dos clases de compasión. Una, la débil y sentimental, que en realidad sólo es impaciencia del corazón por liberarse lo antes posible de la penosa emoción ante una desgracia ajena, es una compasión que no es exactamente compasión, sino una defensa instintiva del alma frente al dolor ajeno. Y la otra, la única que cuenta, es la desprovista de lo sentimental, pero creativa, que sabe lo que quiere y está dispuesta a aguantar con paciencia y resignación hasta sus últimas fuerzas e incluso más allá. Sólo cuando uno llega hasta al final, hasta el final más extremo y amargo, sólo cuando uno tiene la gran paciencia, puede ayudar a los hombres. ¡Sólo cuando se sacrifica a sí mismo, sólo entonces!
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La impaciencia del corazón de Stefan Zweig
Este simple propósito de ayudar, de ser útil a otros en lo sucesivo, me infunde ya una especie de entusiasmo...Sólo cuando uno sabe que es algo también para otros, descubre el sentido y la misión de su propia existencia.
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La impaciencia del corazón de Stefan Zweig
Pero así como las flores de invernadero crecen más exuberantes y tropicales, también en la oscuridad surgen con más ímpetu las obsesiones.
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Veinticuatro horas en la vida de una mujer de Stefan Zweig
Puede usted creer a esta mujer de edad avanzada cuando afirma que no hay cosa más insoportable que pasar toda la vida obsesionada por un solo punto, por un solo día de su existencia. (Pág. 25)
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Veinticuatro horas en la vida de una mujer de Stefan Zweig
Yo, personalmente, encuentro más digno que una mujer ceda a su instinto, libre y apasionadamente, que no que, como ocurre por lo general, engañe al marido en sus propios brazos y a ojos cerrados. (Págs. 14-15)
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Carta de una desconocida de Stefan Zweig
No hay nada mas terrible que estar sola cuando estas rodeada de gente
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Carta de una desconocida de Stefan Zweig
Sólo quiero hablar contigo, decírtelo todo por primera vez. Tendrías que conocer toda mi vida, que siempre fue la tuya aunque nunca lo supiste. Pero sólo tú conocerás mi secreto, cuando esté muerta y ya no tengas que darme una respuesta.
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Sueños olvidados y otros relatos de Stefan Zweig
Dentro de una hora será de noche. Dentro de una hora maravillosa, porque nada es más bello que este color, que marchita poco a poco y se ensombrece, y luego en la habitación la oscuridad, que brota del suelo hasta que por fin las olas negras rebasan las paredes y nos arrastran consigo hacia sus tinieblas.
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Viaje al pasado de Stefan Zweig
Y, sin embargo, en su mente destacaba un único recuerdo, un segundo antes de haberse conocido, el principio del principio.
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Carta de una desconocida de Stefan Zweig
Si sostienes esta carta en tus manos, sabrás que una muerta te está explicando aquí su vida, una vida que fue siempre la tuya desde la primera hasta la última hora
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¿Cómo se llama el presentador de Los Juegos del Hambre?