Carta de una desconocida de Stefan Zweig
Pero sólo tú conocerás mi secreto, cuando esté muerta y ya no tengas que darme una respuesta
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Carta de una desconocida de Stefan Zweig
Pero sólo tú conocerás mi secreto, cuando esté muerta y ya no tengas que darme una respuesta
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Fouché. Retrato de un hombre político. de Stefan Zweig
fue esto en un arranque de benevolencia nueva y casi religiosa, buscando por primera vez, cansado de los hombres y de la vida, en lugar de gloria y poder, otra dicha: olvido.
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Fouché. Retrato de un hombre político. de Stefan Zweig
El ministro de Policía es un hombre que se ocupa, en primera línea, de todos los asuntos que le importan, y en segundo lugar, de todos los que no le importan».
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Fouché. Retrato de un hombre político. de Stefan Zweig
Lo superfluo es una violación de los derechos del pueblo. Todo lo que tiene un individuo mas allá de sus necesidades no lo puede utilizar de otra manera que abusando de ello dad estrictamente necesario; el resto pertenece durante la guerra, a la República y a sus ejércitos».
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Los ojos del hermano eterno de Stefan Zweig
Sólo hay un derecho que emana de dios y este derecho no es otro que la vida, que él concedió a todo el mundo con el aliento de su boca. Me exhortas al bien, a mí que estaba ofuscado y quería librarme de la culpa: llevo años arrebatando la vida a otros. Pero ahora lo veo todo claro y sé que un hombre justo no puede convertir a otro hombre en un animal de carga. Quiero dar la libertad a todo el mundo para poder vivir sobre la faz de la Tierra sin culpa ante nadie.
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Los ojos del hermano eterno de Stefan Zweig
Te doy gracias a ti, el de las mil formas, que, a través de todas ellas, me envías mensajeros para que me libren de culpa y para que yo pueda acercarme cada vez más a ti por el camino de tu voluntad invisible! Haz que las reconozca en los ojos eternamente acusadores del hermano eterno, que me sale al encuentro a cada paso, que ve a través de mi mirada y cuyo sufrimiento me duele y me atormenta, para que purifique mi vida y que yo pueda respirar sin culpa alguna.
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Mendel el de los libros de Stefan Zweig
¿Para qué vivimos, si el viento tras nuestros zapatos ya se está llevando nuestras últimas huellas?
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La estrella sobre el bosque de Stefan Zweig
Y, de pronto, uno que permaneció clavado como una dolorosa flecha en su corazón: que él moría por ella y que ella nunca lo sabría. Que ni la más pequeña ola de su vida encrespada había tocado la de ella. Que ella nunca sabría que una vida ajena había venerado la suya y se había destrozado contra ella.
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La estrella sobre el bosque de Stefan Zweig
Una sensación misteriosa la invadió. Sintió una presión sorda y dolorosa. Un dolor repentino, inexplicable y angustioso se apoderó de su corazón. Creyó que iba a asfixiarse en el vaho turbador y cálido de las flores.
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Veinticuatro horas en la vida de una mujer de Stefan Zweig
¿Usted no encuentra, pues, odioso, despreciable, que una mujer abandone a su marido y a sus hijas para seguir a un hombre cualquiera, del que nada sabe, ni siquiera si es digno de su amor? ¿Puede usted realmente excusar una conducta tan atolondrada y liviana en una mujer que, además, no es ya una jovencita y que siquiera por amor a sus hijas hubiese debido preocuparse de su propia dignidad?
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Momentos estelares de la humanidad de Stefan Zweig
Pero incluso con sus favoritos, el destino no siempre se muestra magnánimo. Rara vez conceden los dioses a los mortales más de una hazaña única e imperecedera
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Momentos estelares de la humanidad de Stefan Zweig
Pero los momentos en los que a lo largo de la historia prevalecen el sentido común y la reconciliación son breves, efímeros
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Stefan Zweig
Quien quiera establecer una dictadura, para asegurar su dominio, debe ante todo hacer callar a los eternos rivales de cualquier tiranía: a los hombres independientes, a los defensores de esa inextripable utopía que es la libertad de espíritu
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Momentos estelares de la humanidad de Stefan Zweig
A la larga no se puede defender la libertad de las masas, sino únicamente la propia, la libertad interior
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Carta de una desconocida de Stefan Zweig
Soló a ti quiero hablarte, decírtelo todo por primera vez; debes conocer toda mi vida, que ha sido siempre la tuya y de la que nada has sabido jamás.
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Mendel el de los libros de Stefan Zweig
Pues el hecho de poder tener un valioso libro entre las manos significaba para Mendel lo que para otros el encuentro con una mujer
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Carta de una desconocida de Stefan Zweig
la primera obra del autor que lei con ella me enamore de su escritura .
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El mundo de ayer de Stefan Zweig
¡Olvida!", me decía a mí mismo. "Huye, refúgiate en la espesura más íntima de tu ser, en tu trabajo, ahí donde sólo eres tu "yo" anhelante, no un ciudadano, no el objeto de ese juego infernal, ahí, el único lugar donde la poca razón que te queda todavía puede actuar con sensatez en un mundo que ha enloquecido
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El mundo de ayer de Stefan Zweig
¿No sería para mí mejor -seguía soñando aquella cosa dentro de mí- que me pasara algo más, algo nuevo, algo que me volviese más inquieto, más tenso, más joven; que me retase a una lucha nueva y a lo mejor aún más peligrosa? En todo artista anida un dilema misterioso: cuando la vida lo obliga a ir febrilmente de un lado para otro él anhela tranquilidad; pero cuando tiene tranquilidad echa de menos la tensión. Así, el día de mi cincuenta cumpleaños en el fondo de mi corazón sólo albergaba un deseo perverso: que sucediese algo capaz de arrancarme otra vez de aquella seguridad y aquellas comodidades y que me obligase ya no tan sólo a seguir sino a empezar de cero
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El mundo de ayer de Stefan Zweig
Quisiera una lengua que estuviera por encima de las lenguas, una lengua a la que sirvieran todas las demás. No puedo expresarme del todo en inglés sin incluirme en una tradición
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¿Cómo se llama el presentador de Los Juegos del Hambre?