Miedo de Stefan Zweig
¿Por qué había caído en sus brazos, qué terrible locura la había arrastrado a una aventura que su propio corazón ya no entendía y repugnaba a su razón? No comprendía nada, todo lo que había sucedido le resultaba extraño, incluso ella parecía extraña a sí misma. […] El miedo había actuado sobre su vida como un ácido corrosivo, descomponiéndola, disgregando sus elementos
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