La guerra del fin del mundo de Mario Vargas Llosa
Es más fácil imaginar la muerte de una persona que la de cien o mil... Multiplicado, el sufrimiento se vuelve abstracto. No es fácil conmoverse por cosas abstractas.
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La guerra del fin del mundo de Mario Vargas Llosa
Es más fácil imaginar la muerte de una persona que la de cien o mil... Multiplicado, el sufrimiento se vuelve abstracto. No es fácil conmoverse por cosas abstractas.
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La Fiesta del Chivo de Mario Vargas Llosa
Algo en los dominicanos se aferra a esa forma prerracional, mágica: ese apetito por el ruido.
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La Fiesta del Chivo de Mario Vargas Llosa
La eliminación física de la Bestia es bien vista por Dios si con ella se libera a un pueblo.
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Historia de Mayta de Mario Vargas Llosa
Pasaban años antes de que el alto Tribunal del Santo Oficio dictara sentencia desde esta mesa que adornan una calavera y unos tinteros de plata con figuras labradas de espadas, cruces y peces y la inscripción: «Yo, la luz de la verdad, guío tu conciencia y tu mano. Si no aplicas la justicia, en tu fallo labrarás tu propia ruina». Pensó: «¿A cuántos santos de verdad, a cuántos audaces, a cuántos pobres diablos quemarían?». Porque no era la luz de la verdad la que guiaba la mano de la Inquisición: eran los delatores.
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Travesuras de la niña mala de Mario Vargas Llosa
...cuando era todavía una mocosita impúber, tomó ya la temeraria decisión de salir adelante, haciendo lo que fuera, de dejar de ser Otilita la hija de la cocinera y el constructor de rompeolas, de huir para siempre de esa trampa, cárcel y maldición que era para ella el Perú, y partir lejos, y ser rica -sobre todo eso: rica, riquísima-, aunque para ello tuviera que hacer las peores travesuras, correr los riesgos más temibles, cualquier cosa, hasta convertirse en una mujercita fría, desamorada, calculadora, cruel.
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Travesuras de la niña mala de Mario Vargas Llosa
Era estúpido seguir amando a una personita tan insensible, que estaba harta de mí, que jugaba conmigo como si fuera un pelele, que jamás me había demostrado la menor consideración.
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Travesuras de la niña mala de Mario Vargas Llosa
Desde que tenía uso de razón soñaba con vivir en París. Probablemente fue culpa de mi papá, de esos libros de Paul Féval, Julio Verne, Alejandro Dumas y tantos otros que me hizo leer antes de matarse en el accidente que me dejó huérfano. Esas novelas me llenaron la cabeza de aventuras y me convencieron de que en Francia la vida era más rica, más alegre, más hermosa y más todo que en cualquier otra parte.
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Cartas a un joven novelista de Mario Vargas Llosa
Esto no es un manual para aprender a escribir, algo que los verdaderos escritores aprenden por sí mismos. Es un ensayo sobre la manera como nacen y se escriben las novelas, según mi experiencia.
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La guerra del fin del mundo de Mario Vargas Llosa
No llores, muchacha -le dijo el caboclo-. ¿No sabes? Los muertos van a resucitar. ¿No has oído? Existe la resurrección de la carne.
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La guerra del fin del mundo de Mario Vargas Llosa
En Canudos, hombres humildes e inexperimentados están, a fuerza de instinto e imaginación, llevando a la práctica muchas de las cosas que los revolucionarios europeos sabemos necesarias para implantación justicia en la tierra.
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La guerra del fin del mundo de Mario Vargas Llosa
Con el pretexto de rechazar la ley de matrimonio civil, la gente de Canudos ha aprendido a unirse y desunirse libremente, siempre que hombres y mujeres estén de acuerdo en hacerlo, y despreocuparse de la paternidad de los vientres preñados, pues su guía les ha enseñado que todos los seres son legítimos por el simple hecho de nacer. ¿No hay algo que os suene familiar? ¿No es como si se materializara allí ciertas ideas de la revolución? El amor libre, la libre paternidad, la desaparición de la infame frontera entre hijos legítimos e ilegítimos, la convicción de que el hombre no hereda la dignidad ni la indignidad
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La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa
"El amor es lo peor que hay. Uno anda hecho un idiota y ya no se preocupa de sí mismo. Las cosas cambian de significado y uno es capaz de hacer las peores locuras y de fregarse para siempre en un minuto."
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Le dedico mi silencio de Mario Vargas Llosa
Mientras el chiclayano tocaba aquellas cuerdas,sacando a cada una de ellas sonidos insólitos, desconcertantes, profundos, medio enloquecidos, Toño palpaba el silencio. Todos los concurrentes, hombres, mujeres, ancianos, habían olvidado las risas y las carcajadas, los diálogos, chistes y piropos, y se habían callado y escuchaban absortos, en estado hipnótico, las cuerdas que vibraban en medio de ese mutismo formidable que dominava la noche. |
Los Cachorros - El Desafío - Día Domingo de Mario Vargas Llosa
Eran hombres hechos y derechos ya y teníamos todos mujer, carro, hijos que estudiaban en el Champagnat, la Inmaculada o el Santa María, y se estaban construyendo una casita para el verano en Ancón, Santa Rosa o las playas del sur, y comenzábamos a engordar y a tener canas, barriguitas, cuerpos blandos, a usar anteojos para leer, a sentir malestares después de comer y de beber y aparecían ya en su pieles algunas pequitas, ciertas arruguitas.
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Los Cachorros - El Desafío - Día Domingo de Mario Vargas Llosa
guau, pero ese día, guau guau, cuando Judas se apareció en la puerta de los camarines, guau, guau, guau, sólo Lalo y Cuéllar se estaban bañando: guau guau guau gua. Choto, Chingolo y Mañuco saltaron por las ventanas, Lalo chilló se escapó mira hermano y alcanzó a cerrar la puertecita de la ducha en el hocico mismo del danés. Ahí, encogido, loseta blancas, azulejos y chorritos de agua, temblando, oyó los ladridos de Judas, el llanto de Cuéllar, sus gritos,...
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Un bárbaro en París de Mario Vargas Llosa
La universalidad ha sido siempre la característica de las grandes empresas literarias francesas, y el mundo ha correspondido acatándola, creyendo en ella o simplemente leyéndola. De ese pacto entre la literatura francesa y el mundo de los vivos ha nacido esa libertad que los escritores franceses han llevado más lejos que nadie
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Un bárbaro en París de Mario Vargas Llosa
Una vida sin literatura sería horrible, siniestra, despojada de las experiencias más ricas y diversas, una rutina intolerable, hecha de obligaciones que se irían repitiendo diariamente como un conjunto de compromisos sin promesa de remisión
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Un bárbaro en París de Mario Vargas Llosa
¿Puede la literatura salvar al mundo, proteger este pequeño planeta que la imbecilidad humana ha cargado de bombas atómicas y de hidrógeno que bastarína para desaparecerlo?
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Un bárbaro en París de Mario Vargas Llosa
La literatura francesa ha hecho soñar a la humanidad entera con otro mundo mejor, en todo caso distinto, y de esta manera ha renovado la democracia
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Gregorio Samsa es un ...