La guerra del fin del mundo de Mario Vargas Llosa
Con el pretexto de rechazar la ley de matrimonio civil, la gente de Canudos ha aprendido a unirse y desunirse libremente, siempre que hombres y mujeres estén de acuerdo en hacerlo, y despreocuparse de la paternidad de los vientres preñados, pues su guía les ha enseñado que todos los seres son legítimos por el simple hecho de nacer. ¿No hay algo que os suene familiar? ¿No es como si se materializara allí ciertas ideas de la revolución? El amor libre, la libre paternidad, la desaparición de la infame frontera entre hijos legítimos e ilegítimos, la convicción de que el hombre no hereda la dignidad ni la indignidad
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