Las gratitudes de Delphine De Vigan
A veces conviene aceptar el vacío que deja la pérdida. Renunciar a la distracción. Aceptar que ya no hay nada que decir. |
Las gratitudes de Delphine De Vigan
A veces conviene aceptar el vacío que deja la pérdida. Renunciar a la distracción. Aceptar que ya no hay nada que decir. |
Las gratitudes de Delphine De Vigan
Pero me quedo callado. A veces conviene aceptar el vacío que deja la pérdida. Renunciar a la distracción. Aceptar que ya no hay nada que decir. Permanecer sentado, a su vera. Cogiéndola de la mano.
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Las gratitudes de Delphine De Vigan
–Pero no queda tanto, créeme. El fin se acerca, Marie, aceptémoslo. Me refiero al fin de la mente, a que se me vaya la cabeza, fiuuu, a que las palabras echen a volar. El fin del cuerpo no sé cuando llegará, claro, pero el fin de la mente ya ha empezado, las palabras se las pitan, chimpón.
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Las gratitudes de Delphine De Vigan
–Ah entonces está bien... ¿Y son viejos tus padres? –Mi madre murió hace algunos años. Antes de llegar a vieja, en realidad. – Ah, eso está bien. – Bueno, depende... Sin duda tiene sus ventajas, pero también muchos inconvenientes. habría preferido tener un poco más de tiempo. – ¿No se lo dijiste todo? |
Las gratitudes de Delphine De Vigan
Cierra al salir la puerta de su apartamento, la misma que ha cerrado cientos de veces, pero y sabe que será la última. Insiste en meter ella misma la llave en la cerradura y darle la vuelta. Sabe que no volverá.
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Las horas subterráneas de Delphine De Vigan
[…] mira a su alrededor. Piensa que todas esas personas, sin excepción, un día u otro estarán sentadas allí, o en otro lado, y no podrán moverse. Un día de hundimiento.
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Días sin hambre de Delphine De Vigan
Le resuena la cabeza con ese soplo regular, amplificado, obsesivo. Porque se ha quedado casi sorda, comida por dentro de tanto no comer.
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Los reyes de la casa de Delphine De Vigan
Había llegado un momento en que cualquiera podía pensar que su vida era digna de suscitar el interés de los demás y cosechar pruebas de ello. Cualquiera podía considerarse y comportarse como una estrella, como una celebridad... En el fondo, YouTube e Instagram habían cumplido el sueño de cualquier adolescente: que te quieran, que te sigan, que te admiren. |
Las horas subterráneas de Delphine De Vigan
El fracaso amoroso no es ni más ni menos que un cálculo alojado en los riñones. Del tamaño de un grano de arena, de un guisante, de una canica o de una pelota de golf, una cristalización de sustancias químicas capaces de provocar un fuerte dolor, incluso insoportable. Un dolor que siempre termina desapareciendo.
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Basada en hechos reales de Delphine De Vigan
Entró en mi vida como en un escenario de teatro, en mitad de la representación; como si un director de escena se hubiera encargado de que todo se difuminase en derredor para abrirle paso.
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Nada se opone a la noche de Delphine De Vigan
La coordinación es a la escritura lo que el montaje a la imagen. Tal y como escribo estas frases, tal y como las yuxtapongo, ofrezco mi verdad. Sólo me pertenece a mí.
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Las lealtades de Delphine De Vigan
Son lazos invisibles que nos vinculan a los demás -lo mismo a los muertos que a los vivos-, son promesas que hemos murmurado y cuya repercusión ignoramos, fidelidades silenciosas, son contratos pactados las más de las veces con nosotros mismos, consignas aceptadas sin haberlas oído, deudas que albergamos en los entresijos de nuestras memorias.
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Las gratitudes de Delphine De Vigan
A veces conviene aceptar el vacío que deja la pérdida. Renunciar a la distracción. Aceptar que ya no hay nada que decir.
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Las gratitudes de Delphine De Vigan
Envejecer es aprender a perder. Asumir, todas o casi todas las semanas, un nuevo déficit, una nueva degradación, un nuevo deterioro.
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Las gratitudes de Delphine De Vigan
Eso es lo que te espera, Michk': pasos cortos, cantidades pequeñas, meriendas frugales, salidas breves, visitas rápidas. Una vida reducida, menguada, pero perfectamente ordenada.
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Las gratitudes de Delphine De Vigan
La llamaré en cuanto haya una plaza libre. Estamos en contacto con el médico de cabecera que ha aprobado la solicitud. No debería demorarse mucho, es todo cuanto puedo decirle. Dependerá de… las salidas.
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Nada se opone a la noche de Delphine De Vigan
La escritura es impotente. Como mucho permite plantear preguntas e interrogar la memoria.
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Nada se opone a la noche de Delphine De Vigan
La escritura es impotente. Como mucho permite plantear preguntas e interrogar a la memoria.
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Nada se opone a la noche de Delphine De Vigan
busqué, rebusqué, rasqué, desenterré, exhumé. Pasé horas leyendo y releyendo, viendo películas, fotos, volví a hacer las mismas preguntas, y otras nuevas. Y después, como decenas de autores antes que yo, intenté escribir sobre mi madre. |
Romeo Montesco y ...