La puerta en el muro

Lo que Wells nos quiso decir realmente en este breve relato es exclusivamente cosa suya.
Por mucho que nos empeñemos en ser los más listos de la clase, bajo el disfraz de una historia aparentemente sencilla, casi desnuda, hallamos múltiples interpretaciones y todas tienen cabida.

En la superficie se narra la historia de Lionel Wallace y una puerta que al cruzarla le adentra a un nuevo mundo, de fantasía, donde todo es belleza, libertad y felicidad.

Para los que hemos leído al isleño, las descripciones de este idílico paraíso puede que hasta nos sepa a poco, ya que con cuatro trazos dibuja el paisaje, eso sí, lleno de colores y matices.

En el trasfondo encuentro la diferencia en las prioridades de un niño y un adulto.
El infante siempre acudirá como pollo sin cabeza a aquello que le asombre, que le estimule y que le genere felicidad.

En cambio, el adulto, se debe a la resposabilidad y madurez autoimpuesta.

A su vez, la puerta del muro bien podría ser la renuncia a una vida distinta, centrada en los deseos personales, para convertirse en un esclavo más de la sociedad.

Estabilidad a cambio de felicidad. El coste que pagamos para convertirnos en personas de bien ante los demás.

¿Dónde está escrito que para alcanzar la madurez debas dar la espalda a tu yo más infantil?

El relato de Wells es asombrosamente sencillo pero escrito con ese exquisito gusto de utilizar las palabras adecuadas, en cantidad y calidad.

Mal acostumbrado al despliegue imaginativo con el que sazona sus textos, este quizá me quedó algo bajo en sal, aunque correcto.

También es cierto que a un grande como él, le exijo más, y, estando en los primeros compases del año, o me he vuelto tacaño, o las estrellas hay sudarlas un poquito más.

Dejar de ser niño es perder la búsqueda activa de la felicidad...
Se pequeño.
¡Todos al parque de bolas!

Otro gran relato de Wells que lo eleva a la dimensión de los inmortales por su astucia y su capacidad de provocar en el lector la reflexión sobre la existencia misma.

Es de esas historias que se parece a un cuento fantástico y que bien podría contener una historia diferente si leemos entre líneas.

Cuántas veces,hemos soñado con una salida a todos nuestros problemas?.Una vía de escape,un camino o por qué no,una puerta para entrar en una dimensión donde el ambiente es idílico,los problemas no existen y solo se palpa la felicidad,el equilibrio?.

Ese lugar podría ser tan genial que resulta increíble, inalcanzable,intangible desde el punto de vista empírico.

Decir que lo has visto o que has estado allí podría generar un sin fin de bromas.por otra parte,todos querrían conocerlo, saber dónde está.

Pero ese lugar es escurridizo,inestable,accesible en algunos momentos,pero no siempre está disponible.

Qué lástima que siempre estemos ocupados!.Siempre tenemos algo más importante que hacer.

Cuando por fin hemos alcanzado la puerta, quizá sea demasiado tarde.

O no!.

Quizá sea el principio de todo.

Un relato para reflexionar y creer que los sueños existen de verdad.

"Para él, la puerta en el muro era una puerta real que conducía a una realidad inmortal a través de un muro también real. Ya no me cabe la menor duda".

Entretenido relato, aunque en mi opinión no está entre los mejores del autor, mi favorita sigue siendo su novela corta, El hombre invisible.

La novela comienza cuando 2 amigos se reúnen, Wallace y Redmon, y el primero le cuanta al otro una historia, la historia de la puerta en el muro y de cómo afecta a su vida. le cuenta cómo con 5 años escapó de su casa, y fue a parar a un callejón donde había un muro blanco y en el centro una puerta verde. Y cómo decidió atravesar esa puerta al comprobar que no estaba cerrada y al otro lado había un bello jardín.....y hasta aquí os puedo contar.

Un escalofriante relato acerca de la toma de decisiones, de el solido deseo de rehuir las responsabilidades.

Durante la infancia del protagonista un sueño, una realidad, una fantasía, una intencionalidad, una necesidad de escape o algo como eso, es decir cualquier cosa. le coloca… lógico, a través de la puerta en el muro un mundo irrealmente hermoso, de donde no desearía retirarse, pero una chispa de realidad lo sustrae del mismo, con la promesa de poder regresar cuando así lo desee.

Y como siempre sucede, lo urgente no deja lugar para lo importante, mucho menos para ese goce absoluto, que en el competitivo mundo se considera una pérdida de tiempo, de la forma que sea, la puerta sigue al alcance de la mano, nunca fija, siempre parece acompañar al protagonista, lo cual le causa más aprensión que tranquilidad. El sólo pensar que cruzar esa puerta le sustraiga de aquello que otros consideran su responsabilidad y el se ve obligado a cumplirla.

Esta puerta es aquella que suele denominarse la falsa, pero…al igual que el protagonista me cuestiono, en cuantas ocasiones no es la verdadera, no es la indicada para dar un rumbo diferente a muchas vidas… tal vez incluso la mía.

Para el protagonista la puerta resulta real y palpable, para otros basta con imaginarla, con desearla…créanme la puerta siempre esta ahí,

Pero en verdad deseas cruzarla? Y si es así Cuando y Cómo?

Escrito de manera atractiva, el asunto es realmente muy trascendental.

La puerta sigue ahí… tenedlo en cuenta

Aunque he leído varias obras de H. G. Wells reconozco que son las más famosas o habituales, y me apetecía leer algo suyo menos conocido y evidente. En “La puerta en el muro” se aleja además de la ciencia ficción y se adentra en los terrenos de la fantasía.

“La puerta en el muro” está narrada por un hombre que habla de Wallace, un amigo ya fallecido, y de las revelaciones que le hizo en su día, revelaciones con las que él en principio pensó que pretendía tomarle el pelo pero que luego está seguro de que, para su amigo, eran reales.

A muy temprana edad Wallace descubrió un muro blanco con una puerta verde y, tras esa puerta, un jardín que le obsesionaría toda la vida, un lugar que sentía como su verdadero hogar, donde le invadía una alegría perfecta y donde no existían las emociones desagradables de este mundo. El Wallace adulto está hastiado de la vida real, gris y banal, y sigue pensando en ese muro y esa puerta. Los ha visto muchas veces pero ha pasado de largo, y comienza a arrepentirse.

Este muro y esta puerta representan una vía de escape de la vida real, esa vida llena de zancadillas, decepciones, aburrimiento y persecución de metas que no nos hacen felices y solo cumplen un propósito social y convencional. Esa dicotomía entre una existencia racional y una imaginación que debe permanecer oculta no siempre deviene en una convivencia fácil de sobrellevar, y aunque muchas veces tenemos la felicidad al alcance de la mano, nos puede el miedo a perseguirla si nos obliga a salirnos de lo que se espera de nosotros. Muy buen relato, no he leído nada de Wells que no me guste 🙌🏻
Enlace: https://www.instagram.com/in..