Luna llena

Un libro corto que comencé con entusiasmo ya que había leído “Hozuki, la libreria de Mitsuko” y me había gustado mucho.
En un principio me atrapó el argumento, me gustó ese comienzo con esta adorable pareja de ancianos Tetsuo y Fujiko y su manera de afrontar las consecuencias del alzheimer de ella.

Como dice la sinopsis, al despertar una mañana, Fujiko no reconoce a su marido. El libro plantea entonces un argumento interesante: qué haríamos si nuestra pareja de toda la vida, no recuerda nada de nuestra relación pero además comienza a hablar de episodios desconocidos para nosotros? Son divagues por la enfermedad? Cuánto conocemos realmente al que tenemos al lado?

Con todo esto planteado, me esperaba una historia mejor concluida, mas sólida, pero lamentablemente me ha dejado algunos puntos importantes para mí sin resolver, interrogantes que hacen a la comprensión general del libro. Por eso no puedo decir que me haya terminado de complacer su lectura, una pena.

Nos encontramos con una novela lírica, delicada e impregnada de signos de realidad que muchos de nosotros podemos reconocer.

En ella se relata una historia en una localidad japonesa, de un matrimonio de ancianos , que pasan su vejez en una residencia especializada y con todo tipo de comodidades.

Los protagonistas son Fujiko, que padece Alzheimer y su marido Tetsuo, que es el narrador en primera persona.

Y veremos todas y cada una de las características de una enfermedad, desgraciadamente, bastante común, en el personaje de Fujiko, como los olvidos selectivos, la confusión de personas, los recuerdos imprecisos o falsos hasta llegar al no reconocimiento de las personas de la familia.

Es seguro que en la obra, habrá muchos momentos y características que reconozcamos en el personaje de Fujiko , ya que también habremos conocido a personas o familiares que hayan padecido esta terrible enfermedad y sus consecuencias.

Pero, esta es una obra tan excelentemente cuidada, que el tratamiento del tema, sosiega, no intranquiliza, es realmente de un lirismo desbordante que, a pesar de ser, efectivamente, una tragedia, el viaje que realizamos resulta apacible y te lleva por caminos que también nos traen los secretos de una relación duradera , cincuenta años de matrimonio, pero que tuvo sus momentos de sacrificios y ocultamientos.

Sin embargo, la manera de descubrirlos, de estar narrados, y a pesar de que Fujiko, ya no reconozca a su marido como tal, tampoco a sus hijos y nietos, la novela da un paso adelante para poder reparar antiguos errores y con tranquilidad, paso a paso, sin prisas, sin ira, sin enfados, iremos descubriendo aquellos momentos en los que la pareja estuvo a punto de la separación.

Y es que el marido, Tetsuo, se enfrentará a sus secretos y a los de su esposa, y descubrirá que tal vez, no fueron tan felices ni tan perfecta su relación.

Pero ahora, permanecerán muy unidos, pese a la enfermedad de Fujiko,, que ahora sólo lo reconoce, no como su marido, sino como su novio, y ha borrado de golpe, todo un pasado en común, a su marido, a sus hijos, a sus nietos. Y Tetsuo tendrá que presentarse como su prometido. Es duro, pero siguen juntos.

Sin embargo, todo ello lo iremos conociendo y aceptando , junto al marido, que debe situarse en un nuevo comienzo ante ella. Y comienzan las sorpresas cuando se destapan los secretos que habían estado ocultos y que nos incitan a cuestionarnos si realmente conocemos bien a las personas que están con nosotros.

Yo creo que siempre hay situaciones y aspectos que podemos desconocer de nuestra pareja, a pesar de llevar años de convivencia y vida en común, igual que en esta novela. ¿Qué pensáis?

Me ha llamado mucho la atención el tema sobre las cigarras que cantan en el jardín de la residencia y que siempre acompañan a nuestra pareja y también a nosotros, los lectores, en el recorrido de una historia llena de delicadeza.
Un canto y un conocimiento de los diferentes tipos de cigarras que, nuestra protagonista, sí conocerá y esto no lo ha olvidado.

También la música tiene un papel preponderante, los conciertos a los que asistimos junto a los habitantes de la residencia, los ancianos que saben tocar instrumentos musicales, un hijo de nuestra pareja que, toca la guitarra española y también da conciertos y, a todos ellos, asistirán Fujiko y Tetsuo produciéndoles alegres emociones.

La verdad es que, en realidad, estamos en una residencia muy especial , la música, también forma parte esencial en ella, así como los inmensos jardines.

Pueden salir y entrar cuanto quieran y poseen habitaciones en las que tienen todo lo necesario de una casa, y donde parecen ser felices los que allí se alojan.

Es una gran novela que aunque se podría catalogar de dura y trágica, el tema lo es, pero también tratada con tanta delicadeza, que asistimos conjuntamente a la belleza y a la tristeza, que unidas, nos conmoverán.

En definitiva , la podemos considerar todo un arte, en relación a su composición ya que no es nada fácil expresar tanto con tan pocas palabras, frases cortas y sin casi explicaciones. Diálogos certeros y breves que nos indican toda una vida.

Una gran historia de revelaciones y del gran amor que todo lo puede que nos presenta un gran mensaje y nos invita a la reflexión.

"Luna llena" ha sido mi primera aproximación a esta autora canadiense de origen japonés, me acerqué a ella por las buenas críticas que había leído y ha sido todo un éxito. Me ha gustado y ya he buscado dos novelas más, una la acabo de leer y la otra la tengo esperando encima del montón de libros de mi mesilla.

La historia que nos cuenta es sencilla y compleja a la vez; un matrimonio ya mayor, Fujiko y Tetsuo, vive apaciblemente en una residencia de ancianos desde que la esposa empezó a mostrar signos de Alzheimer. Los problemas empiezan cuando una mañana, al despertarse, Fujiko no reconoce a su marido y se altera mucho ante la presencia de un extraño en su habitación; la enfermera le dice que Tetsuo es su novio, al que ha conocido a través de un miai.

A partir de ese momento se establece una nueva relación entre el matrimonio, Tetsuo deberá asumir el papel de prometido y enfrentarse a situaciones nuevas que le llevarán a descubrir secretos del pasado que su mujer le ocultó y que pueden cambiar su vida y la de su familia.

Está escrita con primor y se disfruta su lectura, es una novela corta que te deja con ganas de más, pues el final es un poco abrupto y quedan algunas cuestiones que no se acaban de aclarar, pero me ha parecido una buena novela que te recomiendo sin dudar.

Tanto me impresionó la autora, Aki Shimazaki, que acabo de terminar una segunda novela: "Hozuki, la librería de Mitsuko", que en breve también reseñaré; una tercera "Azami, el club de Mitsuko" está esperando turno junto a otras lecturas y no será la última que lea.

¡Feliz lectura!

LUNA LLENA tenía dos ingredientes que hacían presagiar que iba a gustarme, y así ha sido.

Por una parte la escritora, aunque vive en Canadá, es japonesa. Y la literatura oriental, con su forma pausada y delicada de narrar situaciones y costumbres, me gusta.

Por otra, el argumento. Tetsuo y Fujiko Nire, ya ancianos, viven en una residencia rodeada de jardines y acompañados por el canto de las cigarras. Se mudaron allí cuando Fujiko empezó a mostrar síntomas de Alzheimer. Y este es el segundo ingrediente por el que estaba segura de que el libro iba a gustarme. Aunque me resulte duro, siempre me atrae leer sobre esta enfermedad que he conocido muy de cerca.

La autora narra maravillosamente bien el progreso y los estragos de esta triste enfermedad. Y no solo refiriéndose a Fujiko, sino también los efectos que tiene sobre las personas que la rodean. Su esposo Tetsuo, sus hijos, cuidadores y amigos. Cualquiera que lo haya vivido se sentirá identificado.

La evolución de la enfermedad es lo que da pie a la historia que se construye en este libro. Porque Fujiko ya no controla sus recuerdos, y al mismo tiempo que tal vez no sepa qué hizo esa misma mañana, pueden llegarle con total nitidez otros recuerdos del pasado. Recuerdos que desvelarán los secretos que esconde su vida. Para conocerlos, por supuesto hay que leer el libro.

Esta pareja de ancianos nos sorprenderá. A mí por lo menos me ha dejado por momentos con la boca abierta, y también me ha arrancado sonrisas y alguna lágrima.

Aunque le he encontrado fallos (principalmente, que deja incógnitas sin resolver, algunas importantes), recomiendo el libro. Para mí ha sido una historia llena de sentimientos, profunda a la vez que sencilla, y muy emotiva.

Hola, amigos de Babelio:
He intentado estos días leer varios libros y, por casualidad, sólo he tenido éxito con los escritos por autores japoneses. Uno de ellos ha sido Luna llena.
Con una prosa muy ágil y fácil de leer, Aki Shimazaki nos cuenta la historia de Fujiko y Tetsuo, un matrimonio de ancianos, que viven en una residencia desde que a la esposa de Tetsuo le diagnosticaron Alzheimer.
La trama comienza cuando un día, al despertarse, Tetsuo descubre que su mujer ha desaparecido de la habitación que comparten. Asustado, recorre la residencia, hasta que una enfermera le informa que su Fujiko se encuentra bien, que sólo se ha ido de la habitación al no reconocer a su marido. Para salvar la convivencia de los dos ancianos, la enfermera le dice a la anciana que Tetsuo no es un desconocido sino su prometido.
A partir de este momento Shimakazi plantea una curiosa trama sobre la identidad de las personas, sus secretos y hasta qué punto es posible conocer a aquellos que están más cerca de nosotros. Así la pérdida de memoria actúa como una herramienta para liberar el cerebro de inhibiciones y para permitirle revelar todo tipo de secretos.
Una novela muy interesante y bien escrita que os recomiendo a todos.

Igual que en su excelente anterior novela, Hôzuki, la librería de Mitsuko, la escritora japonesa Aki Shimazaki ofrece una novela corta en páginas pero de largo recorrido emocional, hábil en el difícil arte de expresar mucho con muy poco. Luna llena es el recuerdo de una noche entre la agonía del alzhéimer, la vuelta a empezar de una memoria fracturada que repercute en la vida de los demás y, sobre todo, en la de su marido.

Podría calificarla de cuento porque ese es el sabor de boca que deja su lectura. Rápida, emotiva y generosa que se disfruta con una sonrisa permanente y la sensación de vértigo en cada frase. Shimazaki trasmite pequeños destellos existencialistas con el amor como condición única y el desamor como paradójico vacío. Luna llena es una obra corta pero profunda que merece la pena leer, reflexionar y atesorar sus maravillosas metáforas.

Aki Shimazaki es una de mis autoras contemporáneas favoritas, sus obras son para mi: “casa”, una zona de confort muy querida a la que me encanta volver. No esperéis objetividad, no puedo concebir que esta mujer escriba algo que yo no adore.

Shimazaki plantea sus obras en forma de ciclos, compuestos por 5 relatos que publica sueltos y que pueden leerse en cualquier orden e independientemente. de hecho, pocos ciclos tenemos al completo en español.

En ‘Luna llena' vuelve a brillar lo mejor de esta autora, su capacidad para crear historias, ambientes y personas en muy pocas páginas. Historias sencillas, cotidianas, llenas de pequeños momentos y con pocos personajes, contadas con una enorme delicadeza y tratando grandes temas. En este caso, una historia familiar con un misterio y cierta tensión, contado con esa pluma suya que hace que las palabras fluyan como un rio que aprovecha para indagar en temas como la enfermedad, el olvido y todos los caminos que se abren entre dos personas al pasar una vida juntos.

Tetsuo y Fukijo Niré son un matrimonio anciano que vive en una residencia de lujo tras el diagnóstico de alzhéimer. En la mañana en la que comienza la novela, por primera vez, ella no reconoce a su marido.

Sin tener nada que ver, Me ha sido inevitable recordar ‘El diario de Noa', lo cual siempre te deja el corazón un poco blandido. En ‘Luna llena' vemos como a determinada edad, se perdonan hechos y secretos que, de haber sido descubiertos años atrás, habrían cambiado por completo la vida de los protagonistas. Y es que… ¿te imaginas recordar sucesos de tu vida a raíz de enterarte de algo y que cambie por completo su sentido? ¿Y si la persona a la que creías conocer como la palma de tu mano te ha ocultado algo durante décadas?

Al mismo tiempo, hay en la novela un aura nostálgica cuando vemos que el mundo de la juventud de los protagonistas ha desaparecido, mostrándolo sutilmente con comparaciones con la realidad de sus hijos. El paso del tiempo, lo efímero de la vida, es otro de los temas de la obra, tratado con gran delicadeza a través de la figura de las cigarras, que pasan años enterradas bajo tierra para luego tan solo vivir unos pocos días.

"Nos sentamos en un banco situado bajo un árbol. Ella sigue tejiendo su cuadrado verde. Yo leo la revista. Como es domingo, hay muchos paseantes, sobre todo jóvenes parejas. Observo el agua de la fuente, vivamente proyectada hacia lo alto. Una pareja de patos nada delante de nosotros. ¿Será la misma que la de la mañana? Siguiéndola con los ojos, intento recordar qué hacíamos los dos cuando éramos novios."

En una pequeña localidad japonesa, el matrimonio compuesto por Tetsuo y Fujiko Niré vive apaciblemente en una residencia en cuyos jardines cantan toda clase de cigarras. Son ya abuelos, y se mudaron allí cuando ella, Fujiko, empezó a mostrar síntomas de alzhéimer. Y una mañana, al levantarse, Fujiko, extrañada, no reconoce a Tetsuo, su marido. Gracias a una improvisada ayuda, Fujiko se tranquiliza: una enfermera de la residencia le dice que Tetsuo es su novio, el prometido que, según la antigua tradición japonesa, ha conocido gracias a un encuentro, un miai. A partir de ese momento, Tetsuo no solo se enfrentará a situaciones que lo desconciertarán, sino que, ante todo, tendrá que decidir si quiere convertirse en el novio de la que ha sido su esposa durante décadas. Porque las sorpresas solo acaban de empezar.

Después de leer su anterior NOVELÓN titulado Hozuki: La Librería de Mitsuko, ahora, su autora, Aki Shimazaki nos propone un viaje hacia el recuerdo, allí donde éstos se posan y donde también se quedan para doler y remover todo en tu interior. No está al nivel de la obra mencionada, pero aquí también sale con nota.

Escrito de manera delicada y vibrante, la autora vuelve a regalarnos una prosa muy rica en contenido, en una novela corta y que he leído en un ratito de nada. Muy fácil de leer, capítulos cortos pero directos que acaban por dejar un gran aprendizaje. Un libro que trata sobre el Alzhéimer, sobre la memoria, sobre la vida compartida, sobre los recuerdos y qué vas a querer leer sin parar hasta acabarlo.

*MI VALORACIÓN: 8'5/10

En una pequeña localidad japonesa, el matrimonio compuesto por Tetsuo y Fujiko Niré vive apaciblemente en una residencia en cuyos jardines cantan toda clase de cigarras. Son ya abuelos, y se mudaron allí cuando ella, Fujiko, empezó a mostrar síntomas de alzhéimer. Y una mañana, al levantarse, Fujiko, extrañada, no reconoce a Tetsuo, su marido. Gracias a una improvisada ayuda, Fujiko se tranquiliza: una enfermera de la residencia le dice que Tetsuo es su novio, el prometido que, según la antigua tradición japonesa, ha conocido gracias a un encuentro, un miai. A partir de ese momento, Tetsuo no solo se enfrentará a situaciones que lo desconcertarán, sino que, ante todo, tendrá que decidir si quiere convertirse en el novio de la que ha sido su esposa durante décadas. Porque las sorpresas solo acaban de empezar.

🔷 Hoy os traigo una lectura cortita que apenas supera las 150 páginas pero que demuestra que no todas las historias deben ser largas para transmitir lo necesario y ser novelas muy completas.

Nos encontramos con una historia bonita y cruel, pues veremos como hace estragos el alzheimer y como Tetsuo debe enfrentarse a ello con su mujer y vivirá situaciones complicadas.

Me ha gustado mucho la pluma de la autora y como trata el tema, una historia aparentemente tranquila pero que te hace vivir diferentes sensaciones y sentimientos.

Una lectura a la que os animo a dar una oportunidad.

Cuando cierras el libro que bien lo puedes ventilar de una sentada, miras para el frente, respiras y exclamas qué pasada, dudas de si te ha gustado más la historia a pesar de lo triste que es o de cómo esta escrito.
Una pareja de ancianos deciden guiados por su hijo ingresar en una Residencia para pasar allí sus últimos años de vida, ella tiene Alzehimer y la enfermedad cada vez avanza sobre todo en el terreno cognitivo porque aún se vale por sí misma físicamente. Durante la historia ella un día de pronto no lo reconoce cómo su marido y desde ese momento nos van desgranando cómo fue su amor, su vida cómo pareja y las dificultades de una vida en común cuando el amor no es tanto cómo parece y las cosas que les unen son muy pocas. Los se pasan tantos años juntos el ahora de tener que retomar la vida desde su época de noviazgo y cómo todo alrededor de la pareja se vuelve un escenario dónde se le sigue la corriente a ella igual que se oyen cantar a las cigarras o escuchar música clásica. Cómo vuelve a su mente el pasado y a través de él su marido descubre su propia vida con ella y sus hijos, que parece olvidada o en la que nunca se ha llegado a fijar. Una delicia de libro a pesar de lo duro de la historia por la magia de cómo esta contado. Era mi primera vez con la autora pero no va a ser la última.