Luna llena

¿Alguna vez han pesado lo curiosa que puede llegar a ser la memoria? Como podemos recordar acontecimientos puntuales que han marcado nuestra vida a pesar del paso de los años. Y es que los recuerdos vienen acompañados de un gran factor emocional, lo que hace que nuestra memoria decida almacenar esos recuerdos de manera permanente y que no se nos olviden, incluso cuando la memoria pueda verse perseguida por la enfermedad.

Esto es lo que descubrirá Tetsuo, que al mudarse con su esposa Fujiko (que padece Alzheimer) a una residencia, despertará un día sin que su esposa lo reconozca como su marido, sino como su prometido. Tetsuo tendrá que convivir con esta nueva situación por el bien de Fujiko e intentar llevarla de la mejor manera posible, ya que el Alzheimer es una enfermedad que afecta al entorno vital del enfermo y de aquellas personas que lo rodean. Tetsuo tendrá que hacer frente a este nuevo cambio, pero además su vida da un vuelco cuando los recuerdos más arraigados de Fujiko salen a la luz de manera incoherente y hacen dudar a Tetsuo de su veracidad.

Con una prosa exquisita, Aki Shimazaki construye una historia conmovedora, donde el factor de la memoria juega un papel importante. Los recuerdos resuenan durante toda la historia, algunos difusos, otros claros y algunos entremezclados como el canto de las cigarras que escuchan a diario en el jardín de la residencia, y que Fujiko sabe distinguir a la perfección que especie de cigarras son, así como sus tiempos de vida o el tiempo que pasan bajo tierra. Y es que la naturaleza juega un papel importante como telón de fondo, recordándonos que es testigo vivo de la historia y pese al paso del tiempo o los acontecimientos sigue ahí, impasible y robusta, ajena a todo pero consciente.

Una historia breve pero profunda, narrada con una belleza sutil y llena de frases cortas pero con gran fuerza que ponen de manifiesto, casi a un nivel mágico, los pensamientos o acciones de los personajes. Ojalá sigan traduciendo obras de estar autora, porque aunque no sean obras maestras tienen algo que las hace familiares, como una zona de confort en si mismas que siempre da gusto leer.

“Tres años antes de jubilarme, ya fallecidos mis padres, nuestro hijo Nobuki concluyó sus estudios y se mudó a un piso. Fujiko y yo nos quedamos solos en casa. Por entonces empezó a olvidar cosas. Aquello progresó lentamente, y sin causar demasiados trastornos en la vida diaria. Después, tras cumplir los setenta, la situación bruscamente empeoró. Me veía obligado a vigilarla sin cesar, sobre todo cuando cocinaba: a menudo se dejaba el gas abierto.” ~ Luna llena de Aki Shimazaki.

Ambientada en Japón, narra la vida de una pareja jubilada que, ante la enfermedad de la mujer, se muda a vivir a una residencia de ancianos. Allí, el marido cuenta como el Alzheimer se ha ido apoderando de los recuerdos de su mujer e incluso descubre cosas de su pasado que no sabe si son ciertas o fruto de las imaginaciones de ella.

Cogí este libro animada por la reseña de @cincoestrellasymedia y me da la sensación de que no me ha gustado tanto como a ella 😜. Es una historia corta, se lee casi de un tirón. Sin embargo, para el tema que trata, para mi gusto, le ha faltado sentimiento, emoción; la verdad es que he sentido que estaba leyendo una historia desde fuera, como mera observadora, sin implicarme emocionalmente ni sentir nada por los personajes. No sé si es que no acabo de pillarle el punto a los asiáticos o qué pero me ha parecido una lectura distante.

Me gusta cuando leo algún libro que yo no hubiera elegido a priori y que me sorprende gratamente. Es la quinta lectura del club de @matildadevoralibros y un gran acierto, sin duda. Aunque trata una temática dura como el Alzheimer, nos muestra su lado más amable. Un libro breve que narra la historia de una pareja de jubilados que se traslada a una residencia para poder sobrellevar de la mejor manera la enfermedad de ella. La autora nos irá desvelando la vida de una pareja donde los secretos acaban desvelándose por la inocencia.

Cada vez que comienzo un libro de autor asiático, reconozco que voy con pies de plomo; pues rara vez logro conectar con la historia y sus personajes. Pero esta vez, este libro breve me ha dejado un poso suave, agridulce, tal vez. Pero sí que me ha llegado.

Tetsuo y Fujiko Niré son la pareja protagonista de esta historia breve, pero intensa. Fujiko está aquejada de Alzhéimer, por lo que la pareja pasa sus últimos días en una residencia. Más allá de la crudeza de la enfermedad, Aki Shimazaki se centra en las distintas formas de amar; en cómo todos escondemos secretos que no queremos revelar ni a la persona que más queremos. En cómo se reconstruye una relación cuando una de las partes ya no recuerda a la otra...

Escrita de una manera sencilla y muy tierna, pasarás por estas páginas como un suspiro y te dejarán un breve pellizco en el corazón. Volveré a la pluma de Aki, seguro; porque aunque no haya grandes tramas, sí que he conseguido que sus personajes me atrapen por completo.

Creía que sería una lectura emotiva y que hablaría más a fondo del Alzheimer, sentenciando así a su protagonista a un final fatal. Pero no, es más bien una lectura ligera que te da pinceladas sobre la enfermedad, sin inmiscuirse mucho. Eso no quita que los personajes no sean entrañables y que despierten en ti la fibra sensible, pero sigue siendo muy por encima. He leído otra obra de la autora, Hozuki, la libreria de Mitzuko, y me ha expresado lo mismo. Son lecturas ligeras costumbristas, no te rompe mucho los esquemas, pero si te hacen desconectar y te transportan a una atmósfera apacible.

Me ha gustado, engancha con ese pequeño giro de trama que tiene al principio. Se empiezan a destapar ciertos secretos de los protagonistas que los convierten en personajes un poco más complejos. Se habla de los matrimonios arreglados, de la felicidad dentro de ellos y de cómo está aceptado en la sociedad japonesa la idea de que los hombres tengan amantes durante los matrimonios.

Personalmente, esto último me genera conflicto con la lectura. No es la primera ni la última vez que un autor o autora expondrá esto en una historia, porque parece ser que es un recurso habitual, pero si es verdad que me choca mucho.

Así que, como resumen; me ha gustado, es una lectura ligera y que te mantiene alerta. de vez en cuando te sorprende con algún revés y por desgracia, termina muy a sopetón. Sin embargo, las historias de este carácter siempre terminan como empezaron; en un momento reflexivo.

El Alzheimer continúa siendo una enfermedad misteriosa para aquellos que la sufren en el papel de acompañante. No sabemos por qué unos recuerdos se marchan, dejándonos huérfanos, y otros, a primera vista más insignificantes, se aferran a las paredes de la memoria como lo hacen las cigarras a los árboles en verano. Tampoco sabemos si lo que un enfermo de Alzheimer dice recordar es en realidad recuerdo o, por el contrario, se debe a la invención; si el anhelo de lo que pudo ser es tan poderoso como para materializarse en forma de realidad. Nos empeñamos en comprender lo que nadie puede explicarnos, en lugar de aprovechar la ausencia de pasado para inventar un presente mejor.

Nadie duda de que el alzehimer es una enfermedad cruel, que las personas que la sufren y sobre todo los familiares de los enfermos que la padecen, deben aceptar esa crueldad para sobrellevar el tiempo que dure y las consecuencias de la degeneración mental que produce.
Este es el caso de la pareja protagonista de esta novela, Fujiko y Tetsuo, un matrimonio ya anciano que vive en una residencia para la tercera edad debido al deterioro en la enfermedad que sufre Fujiko. Todo parece discurrir de modo natural: el envejecimiento, la rutina, las manías... Hasta que la enfermedad se agrava, lo que supondrá un auténtico mazazo para Tetsuo: su mujer ya no le reconoce, y no quiere compartir la habitación con el.

Una de las enfermeras le aconseja que no le lleve la contraria, que haga como que siguen siendo novios y que le de tiempo para que se sienta de nuevo segura a su lado. Deciden poner un biombo entre las dos camas hasta que "contraigan matrimonio"...de nuevo.

"Suceda lo que suceda, siempre será mi mujer. Debo protegerla. Ella me ha sido fiel y lo será también con su "futuro" marido"

Si sólo fuera eso... Porque en realidad el agravamiento de la enfermedad saca a la luz un hecho del pasado de Fujiko que lo cambiará todo. Ahora está obsesionada con que le debe dinero a un director de orquesta que conoció hace muchos años y que, casualmente, dirigirá a su hijo en una gala benéfica. Un hijo que no sabe que tiene, unas nietas que ni siquiera sabe que existen. Ella cree reconocerle en un nuevo residente...

¿Quién es Rei Miwa? ¿Cómo le conoció? ¿Es cierto que le conoce y que...se acostó con el? ¿Es el sueño delirante de una persona enferma? ¿Por qué le emociona tanto escuchar música clásica?

Una historia entrañable, a ratos triste, a ratos cómica. Una historia que comienza siendo la típica estampa de una pareja de ancianos en una residencia, y se convierte en una historia de suspense con tintes de melodrama. Porque no todo es oro lo que reluce en una pareja que lleva tantos años casada, aunque la soledad, la infidelidad o el divorcio sean males menores cuando la salud pende de un hilo. No es de lo mejor que he leído de Aki Shimazaki, pero se lee fácil y es entretenida.
Enlace: https://literaturajaponesafa..

Albergamos numerosos recuerdos a través de los que vivimos y revivimos experiencias pasadas. Recuerdo a mi abuelo contarme sus andaduras por la vida, sus logros y sus más grandes experiencias a través de las cuales, ya a una edad avanzada, era capaz de volver a recorrer esos mundos y sentir esos momentos, como nosotros cuando emprendemos la lectura de cualquier libro. Todo esto comenzó a tener fecha de caducidad con la llegada del alzheimer.
No sólo se perdió su memoria, también se perdió su esencia y su identidad, porque llega el momento en que los tiempos de lucidez son intervalos tan cortos que sólo llegan para confundir a la persona que lo padece. Porque tiene que dar mucho miedo no reconocer a tu entorno… tiene que dar mucho miedo no entender qué haces aquí…

Esta novela que comparto es la historia del señor y la señora Niré, Tetsuo y Fujiko. Ambos comparten vivienda en una residencia de ancianos en la que sus días transcurren de forma plácida con la dificultad añadida de que Fujiko padece alzheimer. La novela comienza justamente una mañana en la que Fujiko abandona de forma precipitada su habitación porque dice desconocer al señor que duerme a su lado. A partir de este momento, Tetsuo se debatirá entre la injusticia que le supone no ser reconocido por una persona con la que ha compartido toda una vida y el desconcierto que le producirá ciertas revelaciones de la mujer a la que tanto creía conocer.

Un libro escrito con gran ternura y lleno de revelaciones que nos recuerda la complejidad de las relaciones personales. Esta es la historia del señor y la señora Niré, pero lo cierto es que podría ser la historia de cualquiera.
Muy recomendado!!!

«Luna llena» de Aki Shimazaki, publicada en 2002, es una novela corta de 129 páginas que se enclava dentro del género de ficción histórica. La trama se despliega alrededor de Tetsuo y Fujiko, una pareja que transita sus últimos días en una residencia, inmersa en el sonido melancólico de las cigarras, en un pintoresco pueblo japonés. El relato toma un giro impactante cuando Fujiko, lidiando con el Alzheimer, despierta una mañana sin recuerdos de su vida adulta, reconociendo a su esposo como si fuera su joven enamorado. Este momento clave obliga a Tetsuo a tomar una decisión trascendental: representar el papel de su antiguo amor mientras desentraña los secretos enterrados en las profundidades de su matrimonio.

La narrativa se destaca por su emotividad y ternura, abordando el tema del Alzheimer de una manera única y poco convencional en la literatura. La autora maneja con maestría la delicada temática, llevando al lector a una reflexión profunda sobre la importancia de los recuerdos y los matices de la condición humana.

La prosa de Shimazaki se presenta como un elemento distintivo de la obra, exhibiendo una belleza y agilidad notables. La autora logra transmitir con claridad y sensibilidad los dilemas emocionales de los personajes, sumergiendo al lector en una experiencia literaria cautivadora.

Un aspecto particularmente destacado es la hábil utilización de las cigarras como metáfora del amor de los protagonistas. Esta simbolización añade capas de significado a la trama, enriqueciendo la obra con una belleza poética.

En conclusión, «Luna llena» es una obra que impacta por su emotividad, su prosa y la manera única en que aborda el tema del Alzheimer. La recomendación de este libro se extiende a aquellos que buscan una historia original y entrañable, capaz de conectar con la esencia agridulce de los recuerdos.

¿Que es el amor? ¿Que significan en nuestra vida y corazón las personas que amamos? ¿Cuánto abarca el perdón hacia ti mismo y hacia otros? Siempre damos por sentado que después de años conviviendo no hay algo que no conozcas de las personas sea sus gustos, costumbres, secretos o sentimientos. Olvidamos que como personas como seres individuales siempre guardamos algo para nosotros, algo íntimo algo secreto algo que no le pertenece a nadie más.

Un libro corto pero lleno de mucho significado. Con una pluma ligera y delicada la autora abarca matices de la vida en un relato que se siente cotidiano y natural.

Transmite tanto la esencia de Japón en sus tradiciones, su música su armonía con la naturaleza y como las nuevas generaciones van creando cambios sutilmente adaptándose para conservar su esencia.