Hôzuki, la librería de Mitsuko

Seguro que muchas veces habéis podido experimentar la frustración de las afirmaciones de la crítica en las contraportadas de los libros : "el Flaubert del siglo XX", "llamado a convertirse en el Proust inglés", "la Virginia Woolf de las letras españolas" o semejantes. Por el contrario, en otras ocasiones la ausencia de juicios críticos nos acerca al libro sin expectativas y lo convierten en una grata sorpresa.
Esto es lo que ayer me sucedió con esta novela de a penas 140 páginas de Aki Shimazaki. No conocía a la escritora y la contraportada se limita a presentar de forma muy fría parte del argumento de la obra.
En Hôzuki, la librería se Mitsuko el lector se encontrará con una novela de corte psicológico, en la que las apariencias engañan y todos los personajes esconden una historia llena de problemas y dolor en sus conciencias.
Mitsuko, la culta propietaria de la librería, carece de estudios reglados y ha adquirido todos sus conocimientos a través de las lecturas que le han recomendado sus numerosos amantes y los clientes de un bar de alterne en el que trabaja los viernes.
Mitsuko no tiene una vida fácil, pero tampoco la quiere. Es una mujer libre e independiente, a la que le gusta vivir fuera de las convenciones y según sus propias ideas. Ni siquiera su hijo Tarô se ajusta a las normas: es un niño mestizo, de sangre hispana y japonesa, que padece de sordera.
A la librería de Mitsuko entra un día la elegante señora Sato, esposa de un diplomático extremadamente culto. le acompaña su hija que traba sin problemas una profunda amistad con Târo. Tan profunda que Mitsuko se verá obligada a mantener contacto con la señora Sato, que representa todo lo que Mitsuko desprecia: la feminidad, la vulnerabilidad, la vida cómoda de una persona con dinero, o la estabilidad familiar. Sin embargo, como Mitsuko descubrirá al final de la obra, las apariencias engañan y la señora Sato también guarda sus secretos.
En esta novela que llama a la reflexión, los personajes se presentan como piezas de un puzle, llamadas a encajar por sus semejanzas y sus diferencias para formar un cuadro perfecto que sólo se completa al terminar de construirlo.
La obra, a pesar de su brevedad, aborda innumerables temas: la amistad, la maternidad, la familia, la religión, el catolicismo, la confesión, la redención y la fragilidad de los seres humanos.

Conforme voy leyendo literatura japonesa más me doy cuenta de que detrás de la sencillez y cotidianidad de sus historias, se esconden profundas reflexiones.

En Hôzuki, la librería de Mitsuko, Shimazaki nos presenta a Mitsuko, una mujer apática y “diferente” en cuanto a los estándares sociales actuales, que ha llevado una vida con estrecheces desde su infancia. También conoceremos cómo es ahora su día a día, junto a Tarô, su hijo discapacitado y su madre, regentando Hôzuki, una librería de lance que también es su hogar.

Como véis, parece un libro sencillo y costumbrista. Y lo es, pero al mismo tiempo no. Porque entre sus páginas se esconde mucho más. Como el pasado de Mitsuko, las personas que pasaron por su vida, las decisiones que tomó entonces, las que toma ahora, sus contradicciones, la maternidad y el sentido de la vida y como queremos vivirla. Porque al fin y al cabo, nuestra vida es solo nuestra y solo nosotros decidimos sobre ella.

“No hay que revelar nada a nadie. Las palabras que salen de la boca dejan de ser secretas”

“Me haría creyente si la religión me permitiera escapar del dolor de la vida.”

Primera lectura de un nuevo club de lectura japonesa del que soy miembro y que tendrá periodicidad bimensual. En este caso se trata de un libro que ya leí hace unos años y que me dejó muy buen sabor de boca, y tras esta segunda lectura me quedo con la misma sensación: aun tratándose de un libro breve, Shimazaki consigue transmitir muchísimo, llegando sus personajes incluso a tomar forma real.

Mitsuko lleva una vida aparentemente ordenada: vive con su madre y su hijo sordomudo en el piso que se encuentra justo encima de la librería de segunda mano especializada en filosofía de la que es propietaria. Un día llega una clienta con su hija a la tienda y le compra un buen número de volúmenes encargo de su marido diplomático. La niña se hace muy amiga de Taro, el hijo de Mitsuko, algo curioso teniendo en cuenta que al niño le cuesta hacer amistades, pero ambos parecen entenderse muy bien. La mujer del diplomático también parece muy interesada en fomentar esa amistad y conocer la historia de Mitsuko…pero ella es bastante celosa de su intimidad.

Según avanza la novela vamos conociendo más la historia de Mitsuko: sus amantes pasados, su trabajo como chica de alterne y que Taro no es hijo natural suyo sino que se lo encontró en una taquilla de estación. de este modo Shimazaki va dando forma a un personaje femenino muy interesante y potente, que ha tenido siempre las ideas muy claras y por ello ha ido haciéndose a sí misma con el paso de los años.

A través del club pude enterarme de que este libro forma parte de una pentalogía, siendo este el segundo volumen. Todos los libros que la conforman llevan el nombre de una flor, y este es un detalle esencial porque su significado en el lenguaje de las flores tiene que ver con alguna característica de sus protagonistas. El conjunto de la pentalogía se llama “La sombra del cardo”, y el cardo en japonés simboliza una naturaleza contradictoria y el sufrimiento humano. Lamentablemente, tan solo está traducido al español el de Hozuki.

En conclusión puedo decir que me ha encantado volver a releerlo, y la opinión general de los miembros del club fue bastante buena, por lo que creo que se trata de una lectura muy recomendable incluso para los que quieran iniciarse en literatura japonesa.

3,5

Esta novela tan cortita nos cuenta un poco la vida de Mitsuko y su hijo, Taro, el cual es sordomudo.
La historia nos ira contado detalles de ambos, como se cuidan y como se quieren por encima de todo.

Un día entra en la librería donde trabaja Mitsuko una madre y una hija, y no sabremos por qué, hasta el final, esta señora ira forzando encuentros a la librería. Poco a poco y aunque Mitsuko es muy reticente a hablar con Sako, y contarle sus cosas, iremos viendo la evolución, como Sako ira contándole cosas de su pasado y como poco a poco crearan unos lazos de amistad de una forma muy sutil.

La verdad que es una historia que se lee en un momento, que esta muy bien escrita, y aunque al principio la historia no me decía nada, llega un punto que da un giro y que te hace pensar y reflexionar sobre ello.

Una novela para leerse en un ratito y para desconectar.

Un libro entrañable. La historia nos habla de una mujer, su hijo discapacitado y mestizo, y la abuela de éste último. No cabe desvelar mucho de la trama, por su brevedad. No obstante, aunque sencillo y directo, también es un libro que habla de temas importantes: el aborto y la maternidad. Madres que quieren serlo, madres que no, madres que creen no querer. La vida es un cambio continuo, nada es estable, y aunque la protagonista desea una vida sosegada, no escapa a lo fortuito. El estilo de Shimzaki es increíblemente bello. Directo y sencillo. Necesito más de esta mujer.

¡Qué maravilla de novela! ¡Y de historia! Qué razón tenían aquellos que me dijeron que se lee sola.

Avanzas por las páginas como si saborearas un manjar delicioso, que te hace sonreír y no quieres que se acabe.

La forma de narrar de Aki Shimazake es exquisita, con las palabras justas, y ha producido en mí un extraño efecto de familiaridad, que ha hecho en varias ocasiones que vuelva atrás en el texto para buscar una información que creía que estaba ahí, que ya la había leído. Pero no, no lo estaba. Tal es la familiaridad que transmite en la narración, que parece que estás charlando con un amigo que te cuenta una historia que ambos conocéis en parte y está desgranando nuevos detalles que te faltaban por descubrir.

Mitsuko tiene una librería especializada en filosofía, un hijo sordomudo al que adora, un gato viejo, un segundo trabajo que pocos conocen y una madre muy peculiar. Su vida es estable hasta que un día una madre y su hija entran en el local buscando unos libros, y entonces sucede lo más inesperado.

Os dejo unas frases que me han gustado en especial:

“—Mitsuko, ¿sabes cuál es el fin de las religiones?
Liberar del dolor de la vida y la muerte. El budismo no es una excepción. En lo que se diferencia de otras religiones es en que los budistas tratan de alcanzar el despertar por sí mismos, mientras que los monoteístas cuentan con su dios para llegar al paraíso.
—Entonces, ¿cuál es el fin de la filosofía?
—Preguntarse cómo vivir hasta la muerte, por qué hemos nacido en este mundo, sobre todo comprender qué significa el mundo”.

“La religión consiste en creer y la filosofía en dudar”.

Ojalá no hubiera dudado tanto antes de empezar a leer este libro. Me ha dejado el corazón calentito, como un rico té especiado en una tarde de lluvia y viento como la de hoy, en la que escribo esta reseña. Necesito más Aki Shimazaki, es sin duda una autora de la que tengo que leerlo todo.

MARAVILLOSO 😍 parte 2

Continuando con mi idilio con la literatura asiática y con #akishimazaki, seguimos con Hozuki, la Libreria de Mitsuko #hozukilalibreriademitsuko, el segundo libro de la pentalogia de la sombra del cardo.
Continuamos con la vida de Mitsuko, a priori, una chica que trabaja en un local de alterne los viernes y que el resto de la semana tiene una librería de lance especializada en filosofía y literatura puede chirriar un poco ( o mucho) pero esto es lo grandioso de la literatura asiática, hace simple lo controvertido.
Casi sin darte cuenta te habla de cosas tan complejas como ser madre soltera de un hijo sordomudo, la religión, la supervivencia, los errores que arrastramos, y lo hace sin aspavientos, sin dramas y sin que te des prácticamente cuenta de todo lo que te está contando en unas cuantas líneas, de repente te paras y dices, que tía! Todo lo que me acaba de decir y ni me he dado cuenta que iba a a ser tan serio, y ahí está la grandeza de la #literaturaasiática, por eso hay que leerla como cuando bebes té, a sorbitos, para que dure.
Se lee en nada y es tan bonito… no puedo más que recomendarlo


Este libro me vale para el #24retosdelectura 2023

10.- protagonista con nombre raro
11.- Autora nacida en el siglo XX
23.- Novedad 2023

#leo #leoautorastodoelaño #librosjaponeses #literaturajaponesa🔴 #azamielclubdemitsuko @nordica_libros #lasombradelcardo @sandrarilova #iñigojauregui #booklover #bookaddict #bookaholics #nordica #nórdicaotraslatitudes #leoycomparto

Un libro fácil de leer y te atrapa. La historia te atrapa y te la lees en una sentada.
Te vas preguntando qué historia esconde la protagonista, qué pasa con la señora SATO, qué pasa con todo. Cuando leo este tipo de historias japonesas, me pregunto si verdaderamente las personas japonesas tienen ese tipo de vida.
Me ha sorprendido mucho la protagonista, su madre y su hijo. Menudas vidas! Menudas historias! No me ha parecido una historia tierna como he podido leer en otras críticas. A mi me ha parecido una historia dura, y dentro de este historia, hay varias historias complicadas.
Mitsuko me ha parecido un personaje muy frío, muy distante, muy complicado y una persona que ha vivido demasiado y sólo sobrevive.

Últimamente me ha dado fuerte por la literatura y el cine asiáticos. Su forma de narrar tan lineal y la belleza que ponen en cada palabra o imagen me tienen fascinada.
Así fue como llegué a este libro, con portada preciosa y título aún más bello.
Aunque debo decir que no me gustó mucho. La historia es buena pero el desarrollo es demasiado rápido, deja mucho por explicar y apenas tiempo para sentir.
Me pareció un libro escrito con prisas, una historia incompleta con demasiadas incógnitas por desvelar.

Ha sido una historia preciosa.
Uno de los primeros libros que leo este año, y creo que va a ser muy difícil desbancarlo del podium.
Es una historia que duele pero que a la vez es muy tierna. Una historia bastante compleja sobre las cosas que nos depara la vida según las decisiones que tomamos y las consecuencias que trae