Mathilda

Me encanta Mary Shelley, Frankenstein es una de mis novelas preferidas. El año pasado leí la biografía que Charlotte Gordon escribió sobre ella y su madre, Mary Wallstonecraft, una lectura que recomiendo encarecidamente no solo por lo bien escrita y documentada que está: la autora trata con gran amor y respeto a las dos escritoras, y resulta muy interesante como va intercalando capítulos de la vida de cada una.
Este libro me animo no solo a leer más cosas de Shelley, sino a profundizar en la obra de su progenitora, que me ha parecido un personaje increíble e interesante. Entre otras cosas, busque este libro que ahora nos ocupa. A tenor de la biografía antes mencionada, me parecido interesante este volumen que recoge tres novelas de las dos autoras y muestra como la madre influyó en la hija y como ellas trataron, cada una a su manera, los mismos temas.
Lo que es indudable es que estas tres historias tienen en común el trato de los derechos de la mujer y la necesidad de liberarse de los perjuicios sociales para alcanzar la plenitud espiritual y personal. Lo más destacable ha sido como en “Maria”, Wallstonecraft expone con especial crudeza la indefensión de las mujeres frente a una sociedad patriarcal que las priva de sus derechos más imprescindibles y de sus libertades. Y como Shelley trata en “Mathilda” un tema tan espinoso como el incesto, de manera conmovedora, logrando crear una historia profunda y bellamente escrita. La autora demuestra no solo que es una buena escritora al margen de su novela más popular. Con la mejor y más pura prosa romántica, escribe una historia polémica y tenebrosa de forma despcrejuicida , sin entrar en lo que hacen mal sus personajes, solo compadeciéndoles por el dolor que les producen sus sentimientos y la tragedia a la que están abocados

Frankenstein siempre ha sido una de mis novelas favoritas no solo por la historia narrada sino por la pluma de Mary Shelley. Volver a ella con su segunda novela ha sido maravilloso. Un relato con grandes tintes autobiográficos en el que la autora se desnuda para mostrarnos las partes más oscuras de su alma. Una obra escrita en 1819 y publicada póstumamente en 1959, por ser considerada por su propio padre como detestable por la temática expuesta en ella. Un tema que no quiero desvelar porque entrar en ella a ciegas hace que esta obra sea todavía mejor si cabe.

Se trata de un relato gótico escrito en pleno romanticismo literario. Época en la que los sentimientos son exaltados y vividos al máximo. Las emociones de desbordan y llevan al ser humano al límite. La naturaleza y su belleza forman parte del paisaje y acompañan el alma humana en sus momentos de oscuridad y desconsuelo. Y se hace presente la romantización de la muerte conseguida a través del suicidio como liberación de ese corazón atormentado.

Mathilda nos narra su historia desde su lecho de muerte. Una historia llena de tristeza y desamparo que empieza en el mismo momento de su nacimiento en el que perdió a su madre y su padre, invadido por un duelo no aceptado, la abandonó al cuidado de su tía. Una mujer que nunca le transmitió afecto ni cariño. La soledad acompañó su infancia teniendo como única compañía los libros y la naturaleza.

Cuando era ya una jovencita adolescente el padre regresó y en ese reencuentro encontrarán los dos esa felicidad tan ansiada, que les proporcionará la paz en la compañía y el cariño del otro tan deseados. Pero algo perturbará la calma y se desencadenará una tormenta de sentimientos que los llevarán de nuevo al sufrimiento y la soledad.

Dos almas trastornadas y atormentadas por cicatrices que no han sanado, dos almas que ante sentimientos destructivos encontrarán en el aislamiento el autocastigo para un corazón lleno de pecado y culpa. Desencadenándose así la tragedia de dos vidas sumidas en la desesperanza y el sufrimiento.

Mary Shelley expresa a través de sus páginas las emociones más oscuras encerradas en su interior y plasma el éxtasis que puede alcanzar el alma humana. Un relato muy recomendable para todos los lectores que disfruten del romanticismo clásico. Una historia delicada, sutil y llena de belleza en toda su oscuridad. Una pequeña joya.

Siempre me he preguntado de dónde salen los genios, ahora he comprendido un poco más: de otros genios. Cuando leí Frankenstein, me sorprendió que una menor de edad hubiera sido capaz de crear esa gran obra, pero es que su madre tampoco es para desdeñar.
Con esta pequeña novela, Mary Wollstonecraft (de la que apenas sé escribir el apellido) me ha dejado con la boca abierta. ¿En serio esto fue escrito en 1788? Me declaro fan absoluta de esta escritora, de su hija, de sus personajes…
Hablando de personajes, en la versión que he encontrado, se hayan unidas tres novelas escritas por madre e hija, conoceremos a unas protagonistas muy especiales:
• Mary es una chica que, como todas las de aquella época, debe casarse con quien sus padres designen, pero ella es mucho más que una esposa, lucha por lo que realmente quiere y sobre todo, por quien quiere. Es la única novela completa escrita por la autora.
• En María conoceremos, además de la mujer que le da nombre, una esposa y madre de clase alta que no ha tenido suerte con el marido que le tocó, a Jemima, una enfermera muy especial.
• Mathilda, ya escrita por Mary Shelley, nos encontramos a una joven que se pone en contacto con su amigo mediante una carta llena de dolor, tanto cómo ha sufrido la protagonista, incluso me atrevería a decir, la propia autora. Aunque es la historia más cercana a mi época, es con la protagonista que menos he conectado.
Mary Wollstonecraft murió al poco de dar a luz por culpa de una septicemia, pero su marido publicó la novela de manera póstuma, lo que dice mucho en su favor, dada la época de la que hablamos.
Porque aunque hemos recorrido mucho camino, no podemos olvidar aquellas no tuvieron la suerte de nacer en nuestra época, porque cada pasito que dieron mujeres tan valientes como estos tres ejemplos, nos ha llevado a donde estamos, creo que todo el mundo debería leer estos tres libritos, juntos o por separado, son cortos y dejan muchas sensaciones.

Desde que leí Frankenstein, obra que me sorprendió y enamoró, quise conocer más a Mary Shelley. Escribió Mathilda poco después de su primera famosa novela, en 1820, pero no fue hasta 1959 que se publicó (!) debido, entre otras cosas, a los temas que trata, que eran considerados detestables y casi prohibidos.

En su lecho de muerte Mathilda escribe una carta para confesarse, y narra episodios de su vida que nadie hasta ahora conocía. Lleva años sola en una pequeña casa en mitad de un páramo desolado y, aunque siempre le ha horrorizado contar su historia, ahora, a punto de morir, un impulso la empuja a revelar lo que durante mucho tiempo ha mantenido escondido.

Al más puro estilo del clásico romanticismo inglés y de una forma íntima y reflexiva repasa su trágica vida desde la infancia hasta el presente y aborda cuestiones como el incesto, el suicidio y la romantización de la muerte. Mathilda se expresa de forma intensa y vehemente y transmite a la perfección su angustia y desesperación, pero también su serenidad. Necesita escribirlo, centrar sus ideas, recordarlo todo e implorar la compasión y comprensión de al menos un amigo. Como si esa carta fuese una forma de liberación y redención.

Dicen que esa una obra con muchos elementos autobiográficos y, aunque es bastante más corta y sencilla que Frankenstein, me parece una novela igual de valiosa que refleja perfectamente partes de la personalidad de Mary y del pensamiento de la época.
Muy recomendable, a mí me ha gustado mucho.

Siempre pensé que Mary Shelley era autora de una sola novela. Su gran novela Frankenstein ( primera novela de ciencia ficción moderna siendo la primera del género)hizo sombra a toda su obra.

Hija del filósofo William Godwin y de la escritora y feminista Mary Wollstonecraft. Es interesante conocer que su nombre real fue Mary Wollstonecraft Godwin y posteriormente adoptaría el apellido de su esposo Percy Bysshe Shelley. Parece que ella sí que pudo tener una habitación propia tal y como demandaba Virginia Woolf.

Esta novela, al igual que toda su obra, se basa en su propia vida y así se pone de manifiesto en el relato.

Cuenta cómo Mathilda, su protagonista ,recuerda poco antes de morir, la historia de su vida. Sus padres se enamoran perdidamente y al poco de dar a luz a la que será su única hija, muere su madre. Este hecho será determinante en la vida tanto del padre como de la propia Mathida. El dolor propio del duelo lleva además una gran dosis de agonía y autotortura del padre. Sus sentimientos se convierten en agonía y flagelo por un amor tan inconmensurable que no es sano, ni permitido.

Mathida sufre por el propio sufrimiento del padre por lo que no tendrá descanso, no se permite ser feliz nunca. Me fijo en que el nombre de la protagonista es un anagrama de MALDITA ( sé que sobra una H, pero como es muda....), ¿será casualidad?.

Es un relato lleno de tormento, dolor y sufrimiento pero tan bien escrito que te absorbe para trasladarte directamente todo el pesar y desesperación de la protagonista y, como me pasó con Frankenstein ,parece como si viviera todas las emociones de la protagonista.

Triste y bello a la vez, con una gran carga emocional y tan bien escrito que pasa a ser memorable.

"Mathilda" es una obra literaria que destaca por su profundo romanticismo, introspección y melancolía. A través de temas como la soledad, la carencia afectiva y el incesto, la novela logra transmitir el dolor y la angustia emocional de su protagonista. En esta obra, exploraremos cómo Mathilda experimenta el concepto estético supremo del Romanticismo, lo sublime, y cómo su vida se ve marcada por una sensación de insignificancia y atracción irresistible.

El tema del incesto también está presente en la obra. Mathilda desarrolla sentimientos románticos hacia su padre, lo cual es un tabú social y moralmente inaceptable. Esta atracción incestuosa es una manifestación de su desesperada búsqueda de amor y afecto, pero también refleja su profunda angustia emocional y su incapacidad para establecer relaciones saludables.

"Mathilda" es una lectura impactante que nos invita a reflexionar sobre el dolor y la angustia emocional que pueden acompañar nuestras vidas.

(3/5)
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De Mary Shelley solo había leído (y de ello hace eones ya) su conocidísima «Frankenstein», y he aprovechado que Nørdica acaba de rescatar esta novelita suya para descubrirla un poco más.

🗯Una joven huérfana de madre desde la cuna. Un padre ausente que aparece y le confiesa un terrible sentimiento secreto. Y ya habemus melodrama.

«Mathilda» es un texto cortito que habla del suicidio y del incesto (aunque esto casi de pasada). Temas durillos. Y no se publicó por primera vez hasta 1949, unos cuarenta años después de escrita.

Una lectura breve que he disfrutado. Eso sí, todo contado muy dramático y muy pasional, muy de la época (Romanticisno), vamos. Yo la más triste y la que más sufro, ya sabéis.
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¿Qué encontraréis en este libro? A Mary Shelley, y ya solo eso es un magnífico motivo para no perdértelo.
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Erratas encontradas: 1 (🤦 ¡psicoanalista ven a mí!).
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FRASES SUBRAYADAS:
&#xNaN«Pensaba que tenía una inteligencia más rápida que la de los que le rodeaban […]».
&#xNaN«Mi caída desde la felicidad a la desesperación no fue progresiva, no, fue tan repentina y fulgurante como el relámpago».
&#xNaN«Me retiraré al continente para hacerme monja: en absoluto por amor a la religión, ya que no era católica, sino para apartarme del mundo para siempre».
&#xNaN«[…] aún debía de estar vivo, pues sí hubiera muerto todo hubiera sido oscuro como la noche para mí».
&#xNaN«[…] habitualmente no era supersticiosa, pero en el tormento todos creemos en ello».
&#xNaN«Una ciudad grande es un lugar espantoso para un corazón destrozado».
&#xNaN«No buscaba ni comprensión ni ayuda para ser sabia o brillante, buscaba sonrisas que me confortaran y palabras dulces que me alentaran».
&#xNaN«¿Qué esclavo no intenta, si puede, escapar de sus cadenas?».
&#xNaNNinguna novia contempló con más gozo su atuendo de boda que yo al imaginar mi cuerpo envuelto en el sudario».
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Lectura para 4 de los #24retosdelectura:
13.- Con muerte violenta
17.- Mujer protagonista
21.- Novela inglesa
23.- Novedad 2023
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#libros / para #blogloqueleo / #Mathilda @nordica_libros #MaryShelley / #ColecciónOtrasLatitudes / Traducción: #AnneMarieLecouté

Leído este libro me ha dejado un "regusto" extraño. Me siento confusa. Sé que no estoy muy habituada a leer novelas del siglo XIX por lo que el romanticismo de la época me viene "grande" y no he sido capaz de maravillarme con la historia.

Mathilda, en su lecho de muerte, decide narrar, brevemente, su vida a la única persona que ha sido capaz de acercarse a ella tras caer en desgracia y abandonarlo todo.

Mathilda, que desde su nacimiento tiene una vida difícil. Su madre, muere a los pocos días de nacer. Siendo (la madre) una mujer bien amada por su padre y éste, sumido en una gran depresión, no soporta ese dolor y abandona el hogar quedando la niña al cuidado de una tía que poco cariño, cuida de ella. al cabo de los años, el padre vuelve reclamando el amor por su hija, y ¡qué amor!
Aquí es donde se trata el tema del incesto y ésta, quizá, es la parte que más me ha costado entender, los diálogos entre padre e hija donde se confiesan y todo se tuerce.

En esta novela encontramos algo tan común en la época como el suicidio, que por cierto, la autora lleva de forma admirable. Destaco de Mary Shelley la sensibilidad y lo desgarrador de su forma de escribir que traspasa el papel y hace que te sientas desolada, angustiada por verse la protagonista arrastrada a una situación en la que ella solo buscaba afecto pues los libros era su único refugio y suplían la falta del mismo, solo quería sentirse querida y recuperar aquello que nunca tuvo pero que conlleva a las más absoluta de las desgracias en vida. Sus pensamientos nefastos y su culpa, la llevan a querer abandonar este mundo de una manera u otra y se ven reflejados a la perfección a lo largo de toda la novela.

A pesar de reconocer todo ésto, no he terminado de enamorarme de la historia. Las descripciones de la naturaleza y el amor que profesa por ella son permanentes en la narración. Pero la sensación final no ha sido la esperada aunque, reconozco, que me ha dejado con el "run run" en la cabeza. Quizá, con el tiempo, cambie de idea cuando asiente la lectura.

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La verdad es que la historia en sí no me estaba diciendo gran cosa, aunque Shelley me encanta y adoré Frankenstein y por ello necesitaba que me gustara Mathilda.
Es cierto que no tiene la calidad del moderno Prometeo, pero solo por los dos últimos capítulos y las reflexiones que me han suscitado, merece la pena leerlo, sin duda.
Cómo narra Shelley y cómo desgrana las emociones y sentimientos, es una delicia y sin lugar a dudas leería más textos de ella.

Mary Shelley escribió esta obra meses después de sufrir la pérdida de sus dos primeros hijos, su obra, Mathilda, es un alter ego de la propia autora y un reflejo de sus vivencias, sus dilemas morales y emocionales.

¿Como reflejar una vida tan oscura en la que la historia de la propia escritora aparece en muchos de sus escritos? 

No es la primera obra que leo de Mary Shelley, su historia personal me ha fascinado como mujer, sus obras reflejan un mundo. Ir descubriendo una mujer que sufrió desgracia tras desgracia, pero supo ser capaz de luchar.

Conocer a Mary Shelley a través de su obra Frankenstein fue un regalo que me llevó a investigar sobre su vida y redescubrirla en la película Mary Shelley, dirigida por Haifaa al-Mansour y gracias compañeras de por aquí que me han puesto la miel en los labios con sus reseñas.

Mathilda es un texto plagado de metáforas y de comparaciones habitando parajes semi habitados y agrestes de la Escocia más rural Con una narrativa poética, introspectiva e inmersa en la corriente de romanticismo clásico, conocemos a Matilda, una joven huérfana de madre, con un padre ajeno a ella y atrapada en un vínculo emocional. El duelo, la soledad, la desesperanza, la depresión, todo ello coronado con un amor incestuoso y un sin fin de circunstancias que rodean esta historia.

Todo va marcado por el tabú personal y social difícil de aceptar en aquella sociedad.

Hay un sutil intento de permitirnos ver unos tímidos rayos de luz y calidez al conjunto de la obra, pero que desaparecen inmediatamente absorbidos por una nueva oscuridad, algo de belleza queda siempre entre las cicatrices



Mathilda recoge y refleja la forma de ser de toda una época porque en ella queda reflejado el alma de una mujer que vivió intensamente, que conoció y amó a los mejores poetas, que fue capaz de anticiparse y que mantuvo las culpas inconfesables de una vida donde experimentó las pasiones más oscuras y más luminosas.

Me queda por decirte que no enciendas la luz, sigue en la penumbra, escúchame:

Los monstruos existen, unos dejan marcas en nuestra coraza, pero otros consiguen traspasarla y herirnos de muerte. Los silencios no dichos y las palabras enmascaradas nos pueden llegar a anular entre la tristeza y la obsesión por sentir una mano amiga. Deberías conocer a Mary Shelley. Yo sigo.