nos muestra con diferentes ejemplos y vivencias propias o de alumnas o compañeras de profesión, cómo los hombres tapan a las mujeres en esta profesión en concreto, pero que se podría extrapolar a cualquier otra profesión. Donde las mujeres para destacar tienen que ser igual o mejor que el hombre más premiado. Puede estar rodeada de hombres mediocres, pero ella no destacará porque antes van ellos. Y esto lo muestra a través de diferentes testimonios en conferencias, clases universitarios o reportajes de revistas especializadas en literatura donde los hombres que hablan o escriben sobre literatura, muestran una serie de calificativos muy despectivos hacia las mujeres escritoras Leyendo este libro me ha dado mucha rabia porque, aunque ahora se empieza a notar más la presencia de las mujeres, en otras se las tiene totalmente olvidadas. El ejemplo más reclamado por los lectores de fantasía es Robin Hobb. Escritora muy destacada, con una gran trayectoria pero que en España no tenemos todas sus obras publicadas, ni siquiera se tienen los derechos comprados por ninguna editorial. Pero oye, vamos a sacar otra versión del Señor de los Anillos o de Juegos de Tronos... Y esto ha pasado durante siglos. No digo años, siglos Otro ejemplo que me vino a la cabeza leyendo uno de los capítulos fue el del epílogo de una obra de Elia Barcelo, donde explica que le concedieron un premio de ciencia ficción porque el jurado (todo hombres) pensaban que era un hombre. Y se lo dijeron a la cara "es que escribes como un hombre" Esto es a lo que llegan muchas autoras para poder publicar, hacerlo bajo pseudónimo masculino o imitar a escritores. Y no hay una forma diferente de escribir entre hombres y mujeres, es lo que nos han querido vender, que las mujeres no saben escribir "bien" ¿Quién crea las normas para saber escribir "bien"? ¿Otro hombre? Lectura muy recomendable que además fue muy pionera porque fue escrita a comienzos de los años 80 + Leer más |