Sé que llego "tarde" a este libro, pero si tuviera que recomendar una sola de las lecturas que he hecho a lo largo de 2020, aunque estemos aún en agosto, sería esta. Es mucho más que una crítica feminista, es mucho más que repensar y reconstruir la historia de la literatura, es una invitación a vivir en un proceso de continua deconstrucción. Nos aporta herramientas para examinar los mecanismos que quienquiera que sea que esté en una situación de poder emplea para ocultar a quien siente inferior. Es un libro valiosísimo en todos los sentidos, miremos hacia el pasado, nos quedemos en el presente o queramos contribuir a hacer un futuro mejor. |