Lo que callan los muertos

Es entretenida, pero no pasa de ahí. La trama es bastante irreal. Y deja sin resolver algunos asuntos sobre la vida privada de la protagonista. Lo que más me ha gustado es la descripción de la ciudad de Oviedo y su gastronomía.

Empecé el libro pensando que me encontraría con una novela policíaca y me he topado con una historia enmarcada dentro del género domestic noir, con una prosa sencilla y cercana que me atrajo desde el principio, y una trama familiar que se complica por momentos. La protagonista tendrá que investigar una estafa fiscal muy bien montada en medio de la atmósfera que crea el inesperado suicidio de una vecina. Si no fuera porque tengo otras obligaciones, la hubiera leído en un par de tardes.
Algo que destaca de la novela es la ambientación. Me ha encantado moverme por las calles de Oviedo. No he estado nunca allí pero me ha parecido de lo más familiar. Y todo gracias a las descripciones de lugares, que lo hacen muy real, así como al retrato que la autora hace de las gentes y sus costumbres.
Un aspecto que no me ha acabado de convencer es la gran cantidad de veces que los personajes visitan los bares para comer y beber, como si sus vidas transcurrieran en estos locales. Pero supongo que forma parte del estilo de vida de los habitantes de Oviedo.
Una parte importante de la trama es la relación que existe entre la protagonista y el resto de mujeres de la historia. No solo forman parte de su vida sino que, en muchas ocasiones son su tabla de salvación, lo que le ayuda a seguir adelante a pesar de la desgracia personal en la que está inmersa. Personalmente me ha encantado Adela, la madre de la protagonista. Me ha enamorado con su cariño, entrega, sensibilidad y desparpajo.
También me gustaría mencionar que quedan cabos sueltos, situaciones que falta resolver, pero supongo que tendrán continuidad en el próximo libro.
En definitiva, "Lo que callan los muertos" es un libro que vale la pena leer y su autora una escritora a la que hay que tener en cuenta. Por mi parte, ya tiene una admiradora.

Lo que más me ha gustado de esta novela ha sido la ambientación; cómo ha descrito el ambiente provinciano y esa descripción culinaria que a veces me ha hecho odiar a la autora si leía en momentos de apetito. Debo reconocer que no está mal para ser una primera novela, pero me ha faltado alma, la he encontrado algo plana.
En primer lugar me choca mucho esa peculiar verborrea de todos los personajes, aquí todos tienen la lengua suelta y son propensos a contar su vida y la de los demás... Sinceramente, no es muy probable que el 90% de la población tenga esa inclinación charlatana. Y luego está el tema de que absolutamente toooooodos se expresan igual; da lo mismo la situación social, la edad, todos parecen en el mismo cuando hablan.
Con respecto a la trama, no está mal... Sin giros, sin sorpresas, más bien una trama simple y sencilla.
Pero a pesar de todas estas cosas, la chica escribe bien, creo que será interesante seguir su trayectoria y que si pule algunas cosas, podría dar mucho que hablar en el futuro.

Con Lo que callan los muertos vamos a adentrarnos en una sencilla historia de misterio que poco a poco se va enredando y complicando. 


Se trata de una novela en la que los personajes se presentan como personas de a pie, con las que el lector será capaz de identificarse, pues no es una novela policíaca al uso compuesta por el criminal y los policías que tratan de atraparlo, sino que nos encontramos ante un misterio que debe ser resuelto por una investigadora de fraudes, su madre, su mejor amiga y una monja a la que conoce desde que era niña.


Con esta obra he disfrutado del misterio que encierra, pero sobre todo con las relaciones entre los personajes, su conversación, sus reacciones y esos momentos amenos de vida cotidiana que la autora nos regala a través de ellos.


Si tengo que destacar negativamente es el hecho de que uno de los misterios de la historia resulta predecible, si bien es cierto que la autora siempre logra dar un giro que sorprenda al lector.


Cada personaje e historia secundaria que se va uniendo a la trama lo hace de manera sencilla y sin resultar en absoluto forzado, resultando imprescindible en la historia y enriqueciéndola.


Al terminar la novela, he sentido esas ganas de saber más acerca de los personajes, de ver qué ocurrirá a continuación con ellos y de cómo se enfrentarán a la nueva situación en la que se ven envueltos, si bien es cierto que la historia es autoconclusiva.


Creo sin duda que esta novela es justa merecedora del premio que le ha sido otorgado, ya que su narración, personajes y trama logran atrapar al lector de forma única y diferente, dejando un estilo marcado por la autora y una puerta abierta a futuras secuelas si Ana Lena Rivera decide sorprendernos con ellas.

Lo que me ha gustado esta escritora, y más aún sabiéndola novel me quedo prendida de ella, su nararativa y su estilo me gustaron muchísimo. La novela está muy bien documentada y además la ambientación en Asturias le da un plus por se la tierra de mi madre. El argumento me pareció bastante original y la vida de Gracia es bastante real, me encantó su relación con la hermana y con la madre. En fin, seguiré leyendo a esta autora y a la espera de la continuación de la vida de Gracia San Sebastián.

Lo que callan los muertos ha sido galardonada con el Premio Torrente Ballester 2019.
Hay novelas en las que es muy fácil adscribirlas a un determinado género. Lo que callan los muertos es sin duda una de ellas, porque es un clarísimo ejemplo de lo que es un domestic noir: una novela de misterio en la que el protagonista no es para nada un policía y en la que la intervención de la policía se limita un tanto a verificar los datos que el que investiga está proporcionando o a un serie de pruebas que a él como ajeno al mundo de la investigación policial se le escapan (léase pruebas del suceso como autopsias o semejantes)
Y eso es justamente lo que vamos a encontrarnos, porque Gracia San Sebastián, la protagonista de esta novela trabaja simplemente como investigadora de fraudes a la Seguridad Social. Pero en el caso de una investigación sobre un hombre que lleva cobrando la pensión a la Seguridad Social desde hace mucho tiempo y que ahora tiene ciento doce años de edad, pero del que no hay constancia de que realmente sea él, se cruza el caso del suicidio de una vecina de su madre. Un suicidio que ninguno de sus vecinos ni de aquellos que la conocían termina de creerse. ¿Qué tienen que ver ambos sucesos? Aparentemente nada, pero llevarán a Gracia a descubrir sucesos ocultos del pasado.

Me ha gustado Lo que callan los muertos, especialmente para tratarse de una primera novela. Y me gusta por su originalidad, porque ha tejido un mundo de personajes muy especiales donde la amistad es muy importante en una ciudad pequeña como es la de Oviedo. Elige además una protagonista que nos va a alejar de la clásica novela negra porque no es policía ni nada que se le parezca, por más que lance a medio Oviedo a hacer averiguaciones, que menuda es la madre de la protagonista a la hora de mover amistades y hacer preguntas. Es lo que tienen los sitios pequeños, que todos saben todo, o casi todo, de todos.
Una novela con un toque muy femenino, porque tan interesante o más que la propia trama (en algunos casos yo diría que mucho más), son las relaciones que Gracia tiene con las mujeres que la rodean: con su madre (menuda madre), su hermana, su amiga farmacéutica, la monja que cuida a los curas mayores, o a Geni, la cotilla de la ciudad, con la que coincidió en sus tiempos de colegio y que ahora vuelve a reencontrar.

Si a los personajes le unimos una excelente ambientación que nos sumerge en el ambiente provinciano de esta ciudad, sin necesidad de describirnos cada una de las piedras o estatuas de la ciudad, por más que aparezcan como no las estatuas de Woody Allen o el famoso culo frente al teatro Campoamor (de cuya historia me he enterado leyendo la novela por más que la foto que acompaña el texto es mía tomada como el resto de las que aquí aparecen en el año 2009), tendremos el complemento perfecto para una novela que se lee con mucho agrado, próxima a aquellas novelas de misterio de Agatha Christie, entre otras cosas por el ambiente provinciano de muchas de ellas y al papel tan importante de las mujeres (léase por ejemplo Miss Marple en muchas de ellas)
Enlace: http://www.elbuhoentrelibros..

Gracias a Babelio y a su iniciativa de Masa Crítica para España he disfrutado de este libro de novela policiaca, thriller, novela negra...
La historia de esta novela comienza cuando Gracia San Sebastián regresa a su ciudad natal, Oviedo, junto marido Jorge después de haber trabajado en el Distrito Financiero de Nueva York y tras la pérdida de su hijo Martin de tres años.
Ahora Gracia trabaja como autónoma para descubrir fraudes a la Seguridad Social. El caso que le ocupa es el supuesto fraude de don Marcelo Pravia, un señor jubilado, con una pensión domiciliada en ING y que cuenta con ciento doce años de edad.
Lo cierto es que el caso no tiene mucha complejidad ya que nada más empezar la novela se descubre que el sospechoso lleva más de 30 años sin visitar un médico y maneja la banca on line desde los cien años.
Lo que hace interesante la novela es quién se esconde detrás del cobro fraudulento de esta pensión y por qué.
Al mismo tiempo que Gracias investiga su caso, en el edificio donde vive su madre una mujer se tira por la ventana dejando una nota de suicidio para el portero.
Hay dos tramas en esta novela que acaban conectadas, que me han gustado sí, pero que me han resultado flojas, también.
Si bien es cierto que a pesar de estar ambientado en Oviedo, ciudad preciosa y maravillosa se me ha quedado corta su ambientación, los personajes que acompañan a Gracia, sobre todo los personajes de la tercera edad, me han parecido muy peliculeros, es decir, entrometidos e implicados, porque así lo decide Gracia, en la investigación que ella lleva a cabo, sin importar si su vida corre peligro.
Gracia es una mujer fuerte pero atormentada por un hecho del pasado del que conocemos el desenlace final pero no el suceso ocurrido, se nombra muchas veces a lo largo de la novela, resultado pesado porque no llegamos a conocer que ocurrió en realidad, es cierto que hay que darle intriga al lector para que siga leyendo y mantener el interés, pero si siempre se da el mismo dato sin aportar nada, esto aburre. Esto también hace que Gracia investigue más de lo que le corresponde a su trabajo porque en el fondo su matrimonio con Jorge debido a ese trágico suceso no está en su mejor momento.
Deja muchos cabos sueltos al final de la novela, tal vez porque este libro es el comienzo de una saga.
En líneas generales el libro me ha parecido entretenido, para pasar un buen rato, sin grandes giros y predecible.

Una de las últimas novedades de la editorial Maeva nos lleva de viaje hasta Oviedo. Allí conoceremos a Gracia San Sebastián, una mujer de éxito que tras vivir una trágica pérdida decidió abandonar Nueva York para instalarse, junto a su marido Jorge, en su ciudad natal.
Ahora Gracia se dedica a investigar fraudes a la seguridad social.

El último caso que le ha tocado seguir es el cobro de pensión por un señor de ciento doce años, cosa que despierta todas las alarmas.
Al mismo tiempo que Gracia comienza a hacer sus averiguaciones ocurre otro suceso, en el bloque de apartamentos en el que vive su madre ha ocurrido una desgracia: Sofía, más conocida como “la impugnada” se ha tirado desde un sexto piso. Aunque para todos es un suicidio Gracia comienza a sospechar que hay algo raro detrás.

Lo que callan los muertos es la primera novela de una serie protagonizada por Gracia San Sebastián. Para ser un primer contacto con la autora, y su primera incursión como escritora no ha estado mal.
El personaje de Gracia me ha gustado mucho, es una mujer luchadora y decidida, con una carrera exitosa y un matrimonio aparentemente feliz y estable. Pero algo ocurrió que hizo que su mundo se tambaleara, que su matrimonio esté fracturado y aguantando sobre unos pilares poco sólidos. Es por ello que Gracia se involucra tantísimo en su trabajo.

A lo largo de la historia se conoce cuál es la tragedia por la que ha pasado la pareja, pero a mi particularmente me ha faltado más. No sé si en próximas entregas la autora se animará a adentrarse más en ese mundo, pero en este libro lo toca de un modo un tanto superficial y eso no ha terminado de gustarme. Así como algunos problemas entre la pareja que se hablan de forma bastante superficial y no se terminan de resolver.

En cuanto a las dos investigaciones paralelas que va siguiendo Gracia lo cierto es que son bastante interesantes. Y más cuando descubre que pueden están conectadas.
A parte de todo esto y como personaje con bastante peso conoceremos a la madre de Gracia, una señora con mucho desparpajo y ganas de ayudar.

En general Lo que callan los muertos ha sido una lectura para pasar un buen rato. Una historia sencilla, sin demasiada intriga ni giros inesperados. En cierto sentido me ha resultado un poco plana y diría que la autora se va un poco por las ramas con datos o situaciones que aportan poco a la historia.
A pesar de ello su lectura no me duró demasiado y me dejó un buen sabor de boca así que seguramente probaré con la continuación de la serie cuando se publique.

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