—Simplemente pienso —repuso Penelope mansamente—. A veces me gusta parar a pensar. —¿Para qué? Penelope no pudo evitar sonreír. Esa pregunta de Portia resumía más o menos lo que diferenciaba a madre e hija. —No es nada madre. De verdad. |
—Simplemente pienso —repuso Penelope mansamente—. A veces me gusta parar a pensar. —¿Para qué? Penelope no pudo evitar sonreír. Esa pregunta de Portia resumía más o menos lo que diferenciaba a madre e hija. —No es nada madre. De verdad. |
El amor no correspondido nunca ha sido fácil, pero por lo menos Penelope se acostumbró a él.
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En el fondo sabía quién era, y esa persona era inteligente, amable y muchas veces incluso ingeniosa, divertida, pero no sabía cómo su personalidad siempre se le quedaba perdida más o menos entre su corazón y su boca, y se sorprendía diciendo algo erróneo o, con más frecuencia, nada en absoluto.
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"- Significa que el amor no tiene que ver con tener miedo a que te lo arrebaten. El amor tiene que ver con encontrar a la persona que te llene el corazón, que te hace ser una persona mejor de lo que nunca soñaste ser. Tiene que ver con mirar a tu mujer a los ojos y estar convencido hasta lo más hondo de que ella es, sencillamente, la mejor persona que has conocido."
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(...) Y en aquel momento, supo que le amaba. Con cada pensamiento, con cada emoción, cada parte de su ser, le amaba.
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Era aquella chispa. Aquella maldita chispa que nunca parecía apagarse entre ellos. Aquel espantoso hormigueo de reconocimiento que le consumía cada vez que ella entraba en una habitación, tomaba aliento o movía la punta del pie. Aquella desazón de saber que él seria capaz, si se daba la oportunidad, de amarla. Que era lo que más temía en el mundo. |
Porque en lo más profundo de su corazón, lo quería para ella misma.
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(...) tuvo la clara impresión de que diría lo mismo si Daphne declarara que el cielo se había vuelto naranja, no porque él no le prestara atención, sino porque era evidente que estaba loco por ella.
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¿Cuál es el título nobiliario de Anthony?