El vizconde que me amó de Julia Quinn
(...) tuvo la clara impresión de que diría lo mismo si Daphne declarara que el cielo se había vuelto naranja, no porque él no le prestara atención, sino porque era evidente que estaba loco por ella.
|
El vizconde que me amó de Julia Quinn
(...) tuvo la clara impresión de que diría lo mismo si Daphne declarara que el cielo se había vuelto naranja, no porque él no le prestara atención, sino porque era evidente que estaba loco por ella.
|