La metamorfosis infinita

Desde que descubrí a @mrpaulpen con La casa entre los cactus, sabía que tenía que seguir leyendo sus historias y aproveché para comprarme su novela más reciente.
Sabía que iba a ser una historia dura, por su sinopsis, pero nunca llegué a imaginar que me calaria tan hondo y me haría sentir tantas cosas en tan poca extensión.

Nuestra protagonista (sin nombre) nos cuenta la desgarradora historia de la muerte de su hija Alegría a los 19 años. Una muerte a manos de cinco jóvenes que estaban de fiesta y que decidieron pegarle hasta la muerte en un callejón. Durante todo el relato del principio del libro, lloré muchas veces de rabia, de dolor, de impotencia. Todo esto porque por muy ficción que sea, es una realidad que pasa y que podría pasarle a cualquiera.
La historia tiene algunos giros que no te ves venir y ante tus ojos ves como algo que dabas por hecho, se convierte en otra cosa y todo se transforma en algo mucho más complicado. No puedo explicar esto abiertamente porque considero que sería un gran spoiler, pero seguro que las personas que ya lo han leído saben a lo que me refiero.

Después de un juicio muy mediático y unas penas de cárcel irrisorias, la mamá no queda tranquila y es cuando pone en marcha su plan de venganza, que descubrimos en una segunda parte en que los personajes de Aire, Vida, Hiel, Luz y Pío son imprescindibles para llevarla a cabo.
Si tuviera que ponerle una pega sería que en el final hay algunas cosas que me han parecido un poco inverosímiles, pero eso no le quita fuerza a lo verdaderamente importante: la crítica al sistema judicial, a los medios y a una sociedad cada vez más violenta con el prójimo.

Este libro se lleva 5 &#xNaN porque a pesar de ser triste, ha sido tan bonito que por momentos me he olvidado que lo escribía Paul Pen y he creído totalmente que Alegría y su mamá formaban parte de mi realidad. He empatizado tanto con esa señora que creo que pasará a tener siempre un hueco en mi ♥

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Este es uno de esos libros que rompen los esquemas ¡Brutal!

Un libro que emociona muchísimo, y que puede desequilibrar hasta al más duro de los corazones.

Un libro que te hace sentir desde el amor más puro e incondicional, y el odio más
profundo hacia otro ser humano. Un sentimiento que destroza todo lo que toca y que acaba por pudrirnos la vida desde los más profundos cimientos.

Tuve que aparcar el libro porque hubo momentos que me hacía sentir mal ciertas sensaciones, pero por otro lado, es una historia adictiva y cruda.
Emociona tanto como duele 💔
Un libro que no podría calificar de otro modo como &#xNaN;brillante.
Te hace bajar a los infiernos para hacerte subir de nuevo hasta el amor más puro que se haya conocido; el maternal.
Una historia absolutamente necesaria!

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¡Bravo Paul! Has conseguido trasmitir el dolor, el odio y la rabia. Porque este libro está lleno de dolor especialmente. Y de forma excelente consigue hacer que nos duela a nosotros también todo lo que ocurre.

Es un libro duro, muy duro. Sin contar más allá de la sinopsis e inicio, una madre nos contará en primera persona lo que siente a partir de la muerte de su hija, Alegría, de forma violenta por un grupo de agresores apodados “los Descamisados”. Esto es todo lo que puedo contar. Aquí se inicio el duelo de una madre, el dolor de todo el proceso que viene después de que el tiempo se pare para esta mujer. La justicia o no, la soledad, el tiempo de pensar y no encontrar consuelo. Las primeras 100 páginas del libro son, de verdad, una entrada al alma de esa madre.

Además, van a aparecer otros personajes muy interesantes y se van a tratar temas muy importantes en el libro además de la violencia machista que es la que aparece como entrada y por eso puedo contarla, pero otros temas de mucho interés y que hace del libro algo ideal para muchas edades, ya que se puede trabajar mucho con adolescentes con este libro por muchos temas que toca. Y por supuesto, también se puede trabajar en adultos, que hace falta.

No sé que más o como contar algo más sin hacer spoiler, y cómo no quiero que se me escape nada, prefiero que aquel que lo lea y lo quiera comentar, que me escriba. Lo dicho, un libro que habla del dolor, del duelo y de esa superación, de esa metamorfosis. Una historia de amor y venganza, de cambio, de ética y moral…
En resumen, un libro y una historia que tenéis que leer. ¡BRAVO nuevamente Paul!


Frases destacadas.

“Morirse fue lo menos importante que mi hija hizo en su vida, aun cuando su muerte transformó la vida de tantas personas”

“Que ser feliz con lo que se tiene no significa conformarse, significa valorar lo que se tiene porque en cualquier momento se puede dejar de tener”

“Yo no tomé ninguna decisión, mamá. Y ser uno mismo no es ser valiente, es la única opción que existe”

“Creo que todos nacemos con una preciosa mariposa dentro. Es nuestra responsabilidad dejarla volar”

“Yo, desorientada en un pasillo del hospital – sola, de pie, perdida-, veía por un ventanal el más horrible amanecer que puede existir. El del primer día del resto de una vida en la que tu hija ya no está”.

“Bombear sangre al resto del cuerpo no es la labor más importante de un corazón”

¿Podría decir que sentimientos, emociones he sentido en esas primeras cien páginas? Complicado, ha sido una sacudida en mi interior difícil de etiquetar. Y esta opinión no hará justicia al libro, porque no quiero estropear la sorpresa ni revelar nada que elimine esos giros fantásticos de la novela. 
 
«Mi hija no fue un cuerpo abandonado en un callejón».
 
Emociones y sentimientos.
 
Sentí el miedo que describe la madre de Alegría. Sí, como mujer he sido educada en el miedo, como herramienta de supervivencia, no de sometimiento. No vengas sola, si se te hace tarde me llamas y te recojo, evita los callejones y los soportales, si el vagón del metro se queda vacío, busca uno con gente…, ¿alguien recuerda al violador del ascensor o el violador de la Paz? Pues con esas noticias crecimos mis amigas y yo en el barrio de Fuencarral. He sentido enfado, tristeza y asco, las emociones comunes por excelencia junto con la alegría, que la sentiréis a raudales en la figura de una niña que come patatas fritas ante la atenta mirada de su madre. Pero también sorpresa, porque no me esperaba ese giro, y cuando se produce reconozco una sensación que dura apenas unos segundos, alivio y esperanza, es la mano que tiende el escritor al lector, para liberar de esa carga extrema a la que te  lleva, pero luego te deja caer al vacío, podría haberse salvado si no fuese por el odio.
 
Una historia que ataca dentro de nuestro cerebro, el miedo de Alegría y la rabia de su madre al imaginar los últimos minutos de vida de su hija. Vemos, oímos, escuchamos, olemos, son reales y de nuestra conciencia nace el asco hacia Criminal, Matón, Idiota, Verdugo y Bicho. Sus frases, sus palabras, sus gestos y acciones, nos ahogan, aprietan nuestra garganta y ligamos esas experiencias sensoriales que Paul Pen describe en esas cien primeras páginas con emociones y esta a su vez con sentimientos.
 
¿Cuál es el sentimiento más potente de toda la novela? El amor, de una madre a su hija. Pero encontraremos muchos más. Está el afecto de la madre hacia Aire, Luz y Vida, en ellos la gratitud. La indignación de la madre a Hiel. La venganza.
 
Pero no te sientes mucho mejor cuando descubres que el sistema judicial está lleno de matices, violación frente abusos sexuales, varía la pena de cárcel. Y la novela de Paul Pen pone mi foco de atención en un punto, una reflexión que se hace necesaria, la revisión del Código Penal, adaptar los delitos sexuales a la realidad. La víctima no debe demostrar la violencia ni la intimidación, la víctima es víctima y su vida no volverá a ser la misma. Y no voy a ser menos transigente con la frase, cómo no podemos determinar quién hizo qué pasamos por alto la agresión. No hay que ser muy listo para saber que se fomenta la agresión en grupo escudados en el anonimato.

Y la ausencia de nombre para la madre, quizá Paul Pen nos recuerde que de este horror no estamos exentos ninguna madre, todas podemos ser la madre de Alegría, ¿qué haríamos? 
 
Una lectura que no es recomendable para todos los lectores, sacude y fuerte, sí, necesaria para reflexionar sobre la civilización moderna y justa en la que nuestra sociedad se sustenta.   

Con este libro fui a ciegas, no había leído nada del autor, ni siquiera sinopsis; de primeras me impactó el tema que toca y de la manera que lo cuenta, poniendo voz a una madre desgarrada por la pérdida de su hija, la de muchas madres, la de todo un colectivo, la de multitudes que claman justicia ante una atrocidad

Un libro duro que nos habla de rabia, de impotencia, prejuicios, desolación, rencor y sed de venganza, es intensa, emotiva, el autor sabe donde tocar para llegar a la fibra y lo consigue, porque quien no se sobrecoge ante estos temas? aunque para mi se pasa de rosca; es excesiva en el drama, repetitiva, las relaciones tan idílicas y algunos hechos planteados no me resultaron creíbles, tan modélicos que terminé saturada de tanta perfección, me faltaron diálogos y matices en los personajes que me permitieran verlos como personas y no como caricaturas

La historia me ha gustado, de las que no deja indiferente a nadie y de las que habría que dar más visibilidad, el trasfondo, la denuncia, el llamado a la sociedad, toca el tema de la violencia de género, la donación de órganos, el desgarro ante la pérdida y la impotencia ante sentencias impartidas por la justicia

El título y su explicación me ha parecido hermoso y con mucho significado, pero no me ha gustado la resolución, mucho menos la enseñanza si es que quería dejar alguna, desde luego no desde mi punto de vista, un final nada acorde con lo que se viene denunciando durante toda la trama