Con un lenguaje sencillo y sin complicadas figuras literarias, en menos de un centenar de páginas Murata nos acerca una novela socio- antropológica sobre la sociedad japonesa y su "normatividad" para regir la vida de las mujeres y las diferentes formas de presión para normalizar a las "descarriadas". ¿Qué espera la sociedad japonesa de las mujeres? Que al finalizar sus estudios, trabajen, se casen y tengan hijos, que sea un engranaje "util" para la sociedad. Furukura, la protagonista, era todo lo contrario. Es una mujer que a los 36 años soltera, sin hijos y que trabaja por horas en un konbini ( supermercado abierto las 24 horas). Todo lo contrario a lo que se espera de ella. Una mujer con la condición de asperger, pues afirma: "Me limitaba a imitar a los demás y a obedecer órdenes, pero dejé de actuar por mi cuenta..." Qué encontraba en ese konbini: "La tienda disponía de un manual impecable y me desenvolvía muy bien como dependienta, pero no tenía ni idea de cómo ser una persona normal en un lugar sin manual de instrucciones." Además, los personajes dan una idea de que, a pesar del tiempo transcurrido (dieciocho años), el konbini nunca cambiaba. Buscaba imitar los comportamientos y la forma de hablar de los demás porque suponía que la humanidad sobrevivía por contagio o, más bien, por imitación. Entonces, su poca "normalidad" era la imitación de los demás, sólo una máscara que le permitía actuar en el "papel de humana" A través de las escasas interacciones sociales que la protagonista entabla (incluso su núcleo familiar) vemos una permanente indagación de la vida privada de las mujeres maduras solteras y sin hijos que son percibidos como "cuerpos extraños" que es preciso eliminar. "En esta vida todos tenemos la obligación de establecer un vínculo con la sociedad, ya sea trabajando o formando una familia." A lo largo del relato y en la interacción con los diferentes personajes secundarios vemos la presión social que se ejerce sobre los "elementos extraños" para "normalizarlos" o, tal vez para justificar las acciones de los normalizados. "Somos las únicas [solteras]. Qué vergüenza." O preguntas como: "¿Hasta cuándo piensas seguir así? Es verdad que ahora te costará encontrar trabajo, pero a lo mejor convendría casarte." O nuestro conocido: "se te va a pasar el arroz." Como elemento "extraño" era aislado como profilaxis social para que la enfermedad no se extienda. Ella misma así lo percibe: "tenía que curarme. Si no me curaba sería eliminada del grupo de la gente normal". La obra es la búsqueda valiente y desesperada por encontrar su personalidad y su lugar en el mundo, a pesar de que piensen los demás. Se lee muy rápido y se disfruta, nos hace pensar en el patriarcado y las imposiciones sociales que ha normalizado durante siglos. ¡Qué la disfruten! + Leer más |