Estamos acostumbrados a ver solo un lado de las cosas y nos comportamos como si esa pequeña parte de lo que sabemos y percibimos fuese un todo absoluto. Mi verdad, mi razón. Así de sencillo. Sin embargo, no es tan simple. Olvidamos que cada persona ve su lado particular de las cosas, su pequeño fragmento que también confunde con el todo. Su verdad, su razón.
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