Advertencia: A la caza del príncipe Drácula es una continuación de A la caza de Jack El Destripador, si bien los libros se pueden leer independientes, sí es necesario leerlos en orden para entender con claridad toda la evolución de la protagonista. Quien ya se dio a la tarea de leer el primer libro se podrá percatar fácilmente que en esta segunda entrega no hay descripciones tan grotescas en cuanto a la disección de cuerpos como en la primera parte, cosa que puede resultar positiva o negativa, dependiendo del estómago del lector. En ocasiones la historia se vuelve lenta y pesada en comparación a su antecesor, por lo que les sugiero que se lleven la lectura con calma. A pesar de todos los acontecimientos traumáticos, Audrey Rose debe de continuar y darle vuelta a la página y lo trata de hacer yéndose a estudiar a la mejor escuela de Medicina y Ciencias Forenses, situada en Rumania, específicamente en el Castillo que perteneció a Vlad el Empalador. Desde inicios de capitulo la autora nos presenta un asesinato sumamente misterioso y para serles sincera esto me pareció bastante forzado, trato de meter la aparición del asesino de una manera tan abrupta que la escena se leía demasiado fantasiosa, demasiado para mi gusto. Del asesino no hay mucho que decir que no puedan imaginar ustedes mismos ya que prácticamente todo el mundo sabe quién es Drácula y lo que hacía. Aquí lo interesante es la manera en la que la autora incluye los hechos históricos a la trama, los moldea y los utiliza a su beneficio pero sin eliminar del todo la esencia del Strigoi, el verdadero vampiro del folclore rumano. Por otra parte, el persona de Audrey Rose pierde un poco de la fuerza que la caracterizaba en un inicio. Después de todo el trauma que le genero haber descubierto la identidad de El Destripador, ella se ha vuelto temerosa e insegura, ya no se enfrenta con la misma potencia a las situaciones en las que se ve involucrada por ser una chica que gusta de las ciencias forenses, un interés inadecuado para una dama. Audrey no se puede concentrar, su mente esta en otra parte y esto le afecta bastante ya que constantemente se pone en tela de juicio su inteligencia ante un puñado de prospectos y el catedrático de escuela. En cuanto a Thomas, su personaje se desarrolla un poco más y deja de ser tan petulante. El chico está enamorado y no sabe cómo actuar ante eso y ahora que alguien agrede a nuestra protagonista, él inmediatamente reacciona y la trata de defender aunque esto no le agrada a ella y seamos sinceros, Thomas tiene varias metidas de pata en su intento de cobijarla bajo su protección. En esta ocasión mis personajes favoritos han sido Ileana y Daciana, la hermana de Thomas. Y no solo me han agradado por la fuerza que desprenden sus personalidades sino por la valentía con la que defienden sus ideales, sobre todo Daciana. Y ya para finalizar les cuento que la autora ¡lo volvió a hacer! Mantuvo el misticismo en cuanto a la identidad del asesino hasta el último momento y nos presentó un giro que seguramente a más de uno les encantará y ya quiero saber cómo se hilara A la caza de Houdini y si nuestra querida Audrey Rose logrará alejarse de las sombras de su pasado… + Leer más |