Como agua para chocolate

Un digno representante de la literatura hispanoamerica, esta obra nos muestra en solo doce capítulos el realismo mágico mexicano, ambientada en coahuila, México en la época revolucionaria.

Cada capítulo nos presenta una receta con la experiencia del personaje principal que es tita, que ella se encarga de darnos a conocer su historia, una historia de una mujer oprimida por una tradición tan absurda, arraigada que su felicidad pasa a segundo término.

Con una narrativa muy digerible, capítulo a capítulo se va haciendo más y más interesante la historia, hasta que al final terminas queriendo u odiando la historia, pero al final si es un buen libro.

Yo le tengo cariño a este libro, ya que desde hace mucho tiempo es el libro favorito de una persona, que nunca me tomé la molestia de leerlo, pero al final lo leí y oh gran sorpresa me he llevado, disfrute mucho el libro.

Este libro nos cuenta la historia de Tita y Pedro, una pareja de jóvenes que se aman pero no pueden estar juntos debido a que, como marca la tradición, al ser Tita la menor de las hijas se verá obligada a quedarse soltera, cuidando de su madre hasta que ésta se muera. Pedro entonces decidirá casarse con Rosaura, la hermana de Tita, para poder estar cerca suyo. Receta para el desastre, literalmente, ya que esta historia utiliza la pasión que siente Tita por la cocina junto con el realismo mágico y el drama por doquier para transmitir esta historia atrapante y triste y divertida a partes iguales.

Durante toda la lectura no he podido evitar sentir un tono hogareño y familiar. Es un libro que he disfrutado por diferentes motivos, desde la voz dulce desde la que está narrado hasta la cantidad de exageraciones en comparaciones de las emociones con la vida en la cocina, que a la vez que atraparte te hace dar rienda suelta a la imaginación y es inevitable que te salga una sonrisa. Si bien, desde mi opinión, no por original deja de ser simple, y es cierto que la historia principal que se narra entre recetas no es muy profunda y es algo que me ha impedido incluirlo entre mis favoritos. La idea es preciosa y la lectura lo es aún más, pero ese contra junto a diferentes descripciones que difieren del estilo narrativo principal, no me han hecho sentir en sintonía con la historia. Aún así, creo que es un libro que, al menos por diferente y ameno, merece la pena leer.

Esta es una historia de amor que me gusta. Una historia que está contada con el alma, con las palabras que vienen cargadas de inocencia y de pasión.

Es una historia se injusticias que se vencen con paciencia, con lágrimas, con silencios y con un buen plato de comida.

Una historia donde se cocinan los más deliciosos manjares, donde el picante lo dan los secretos, los olvidos, la traición.

Una historia de dos vidas que se unen y se entrecruzan, porque cuando dos almas están destinadas a estar juntas harán de todo, incluido ir en contra de la moral y de la ética para estar juntos.

No, no justifico la conductas, aquí todos son víctimas de las circunstancias, de las decisiones, de las traiciones, pero sobre todo del desamor, el cual solo se vence con más amor, un amor que todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta porque es el único que puede calentar el frío que hay en el interior.

Que hay decisiones cuestionables, debatibles, injustificadas, claro, así es y siempre sera la vida.

Hay veces en los que una buena lectura llega a ti de la forma menos inesperada. Así me ha pasado con “Como agua para chocolate”. Me la ha recomendado mi sobrina que cursa 4º de la ESO y tuvo que leerla para un trabajo del instituto. ¿Es entonces novela juvenil? A mi parecer, no.
“Como agua para chocolate” es una historia de amor imposible. Ambientada en México a principios del siglo XX, Laura Esquivel nos cuenta la historia de Tita, la menor de tres hijas, que se enamora perdidamente de Pedro, pero éste es un amor imposible, ya que según la tradición familiar, Tita no podrá nunca casarse, ya que al ser la menor de las hijas, es la que deberá cuidar a su madre hasta que ésta muera.
“Como agua para chocolate” está narrado entre recetas culinarias. Cada capítulo es un mes del año, y siempre comienza con una receta de cocina, a partir de ahí, la narradora, que es la sobrina-nieta de la protagonista, nos va contando la historia.
La forma de narrar de Laura Esquivel es deliciosa, me ha gustado la manera tan espontánea y sencilla de contar una gran historia de amor.
Los personajes están muy bien dibujados y la historia narrada en forma de cuento, incluso hay magia. No magia de seres mágicos, sino otro tipo de magia, que una vez la aceptas, es lo que le da verdadero sentido a la personalidad y la historia de Tita, la protagonista. Los personajes principales con más personalidad curiosamente son todas mujeres. También hay hombres, pero absolutamente todos están eclipsados por alguna mujer.
“Como agua para chocolate” tiene capítulos dramáticos, otros mágicos e incluso otros cómicos. Para mí ha sido un libro especial que hace años debería haber leído.
En resumen, “Como agua para chocolate” es una historia de amor imposible, en un México de principios del siglo XX, donde el matriarcado está muy presente y esto es lo que forma la personalidad de nuestra protagonista. Una historia con magia, donde el sabor de la cocina siempre está presente en sus páginas.

🍫Mi mente se había imaginado que se trataba de un libro romántico empalagoso, por lo que era bastante reacia a leerlo. Pero lo que me encontré fue una historia de tradición familiar, revolución, fantasía y si, algo de amor también. Con la Revolución Mexicana como telón de fondo nos adentramos en la historia de la familia de la Garza y más concretamente en la de Tita, la cuál vivirá su propia revolución contra las costumbres de su familia.

🍫Todos los personajes están perfectamente definidos y construidos, pero la clara protagonista de esta obra es la comida. El libro se divide en 12 capítulos, donde cada uno corresponde a un mes y un plato. A lo largo del capítulo se entremezclan la descripción de la receta de dicho plato con la historia de Tita. Ella es capaz de transmitir sus sentimientos a través de la comida, llegando a sus comensales y obteniendo consecuencias de lo más variadas. Aquí es donde observamos la parte de realismo mágico de la novela.

🍫El libro es un vaivén de emociones y el estilo de la autora, sencillo y conciso, hace que no resulte un libro pesado. Ha sido toda una sorpresa de libro que recomiendo sin duda.

🍫Curiosidad: el título del libro hace referencia a un dicho popular mexicano que significa estar muy enfadado. Compara el estado en el cual tiene que estar el agua (hirviendo) para preparar chocolate con el ánimo de una persona enojada, como hirviendo por dentro.

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Simplemente genial, me encantó esta obra, debe ser que me gusta la cocina como a la protagonista y que la historia está contada tan simple y media cubierta con un velo místico que cumplió a la perfección con mi esquema de un libro entretenido, mágico, pero dentro de lo posible.

Esta novela ha sido un poco decepcionante. Creo que confundí este libro con la adaptación cinematográfica en otra película, y creía que iba a ser de otra forma. Aún así, no ha estado mal.

Tita es la pequeña de tres hermanas, y como dicta la tradición en la familia, no puede casarse, su deber es ocuparse del cuidado de su madre cuando llegue a la vejez. Ella lo está pasando muy mal con esta absurda ley no escrita ya que está perdidamente enamorada de Pedro, y además el amor es correspondido. La impotencia que alberga su corazón caudaliza sus sentimientos a través de la comida, de manera que aquellos que comen de sus platos experimentan mil y una sensaciones, según quién lo coma y según el estado de ánimo de esta peculiar muchacha.

Me he encontrado con un cuento con realismo mágico a tope (casi fantasía) y la historia de una familia, o más bien, el legado que deja una mujer a otra dentro de una misma familia. Hay amor, erotismo, tradición, muerte, y ¡Recetas! Porque cada capítulo parte de una de ellas y esto lo he encontrado bastante original. No hay belleza en la narración, tampoco resulta especialmente amorosa, de hecho, es algo cruda. Hay una parte en la que viaja en el tiempo y la autora, parece no no haber manejado bien esta parte. Aún así es bastante aceptable, por la originalidad y porque en realidad, en pocas páginas cuenta muchas cosas.

Es una novela reconfortante para leer, por decirlo así, sencilla, mágica. Recomendable para leer entre lecturas más densas.

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Laura Esquivel escribió Como agua para chocolate en 1989 y aunque esta historia contó con dos secuelas publicadas casi 30 años más tarde y tituladas "El diario de Tita" y "Mi negro pasado", lo cierto es que solo el primero logró un éxito tan rotundo. Ha sido adaptada a la gran pantalla y está en proceso una serie basada en esta historia, pero ¿cuales son los ingredientes de este éxito? Vamos a conocerlos.

Ingredientes:
- Personajes protagonistas y antagonistas fuertes y carismáticas.
- Amplia representación de los distintos tipos de mujer a principios del siglo XX en México.
- Una pulcra dosis de realismo mágico.
- Una trama atrapante y explosiva.
- Una narración amena y dulce.
- La comida como perfecto hilo conductor de la historia.
- Fuertes dosis de tradición.

¡Qué grata sorpresa ha sido este libro! Llegué a él con muchas reticencias. A pesar de querer leerlo, tenía algo que me decía que me iba a parecer un libro bastante malo, un libro con una fama injustificada. Sin embargo, ha sido todo lo contrario. Entré en la historia desde el minuto cero, y aunque creo que los primeros capítulos son grandiosos y para mi los mejores, el libro no decae en ningún momento. El cierre de la historia es fantástico y el realismo mágico emergente es súper pulcro y está perfectamente incorporado.

Os tengo que animar muchísimo a leer este libro. Mi recomendación es que os dejéis llevar a través de sus páginas. Disfrutad de todos y cada uno de los personajes porque todos tienen algo que contar, especialmente de ellas, para mi el punto más fuerte. Escuchaba ayer que cada una de los miembros de la familia de la Garza representa un tipo de mujer en aquella época, y estoy absolutamente de acuerdo. Es un libro que a través de tradiciones reivindica el papel de la mujer. Un libro que disfrutaréis si os gusta el realismo mágico, las historias de familias y tradiciones, la magia, y por qué no decirlo, la comida.

“Como agua para chocolate”, de Laura Esquivel, era uno de mis eternos pendientes. A veces, no sé por qué razón dejo pasar tanto tiempo antes de leer uno de esos libros; otras, como en este caso, lo tenía claro. En su momento, vi la versión cinematográfica que el que fuera marido de la autora, Alfonso Arau, realizara allá por 1992, tan solo tres años después de su publicación. Me gustó mucho, pero no quería leer el libro y ver el rostro de los actores, oír sus voces o que mi mente no fuese capaz de imaginar libremente las escenas.

Al final, aunque han pasado años (muchos), no he conseguido dejar de “verla” mientras leía. Pero eso no ha hecho que la haya disfrutado menos. Me ha gustado dejarme llevar por ese torrente de magia que discurre por sus páginas, saboreándola cual receta de Tita y sufriendo toda la belleza que derrocha. Porque, sin duda, he gozado de este reencuentro con el realismo mágico de la mano de Esquivel.

Con el telón de la revolución mexicana de fondo, vemos desfilar por sus páginas el autoritarismo, el idealismo y la moralidad de unos personajes movidos por unas pasiones que, o bien los hace libres, o bien los enclaustra para siempre entre los barrotes de una decencia llevada al extremo. En su contexto, o a pesar de él, la protagonista es una mujer fuerte que trata de imponer su pensamiento por encima de los convencionalismos. Pero no deja de ser una mujer atada a un tiempo y a una idea del amor que la apresa. La metáfora en la historia es hermosa desde el principio hasta el final; sin embargo, eso no evita que anhelemos otra vida para Tita, quizás lejos de Piedras Negras. Donde pueda ser, simplemente, ella, sin la sombra de ese amor que condiciona cada uno de sus movimientos.

Pero el amor no se elige. Y tampoco el tiempo que nos tocó vivir.