Todo lo que somos juntos (Deja que ocurra 2 )

«Todo lo que somos juntos» es la segunda parte de la bilogía «Deja que ocurra» y lo comencé al segundo de terminar el primero; no podía con la intriga que me dejó ese final. Aunque debo admitir que no me enganchó tanto como el primer libro, pero igual lo leí muy rápido y me gustó bastante.

Si te gusta el romance juvenil y el cliché de “el mejor amigo de mi hermano”, no tengo duda alguna de que te va a encantar estos libros. En lo personal, esta bilogía se ha hecho un hueco en mi lista de libros favoritos.

La historia se sitúa tres años después de lo que pasó en el final de la primera parte y vemos a ambos protagonistas enfrentarse a la vida universitaria/adulta. Siento que crecieron y maduraron mucho como personajes. En definitiva, voy a extrañar a Leah y a Axel.

En cuanto el final, es cerrado y a mi parecer acabó muy bien.

La historia está narrada de la misma manera que el primer libro, desde el punto de vista de los dos protagonistas, Axel y Leah, y en primera persona. La historia se ambienta en ambos lugares, desde Australia hasta París. Como dije en la otra reseña la pluma de la autora y todo lo que ocurre engancha y es muy sencillo de leer, tanto que en un día te puede leer el libro entero sin que te des cuenta.

Lo que me ha pasado con la segunda parte de esta bilogía es que el comienzo se me ha hecho un poco más aburrido, y algo que ha hecho que la nota baje considerablemente es que me ha parecido mucho más cursi, y eso es algo que no puedo aguantar en los libros, sí, sé que es un libro de romance, pero la primera parte no me dio esa sensación.

En este libro no he podido empatizar con los personajes, sobre todo con Leah, quien me ha puesto muy nerviosa durante toda la historia y la he considerado hasta repelente. Porque dice tener 23 años, pero a veces su comportamiento es de niña pequeña. Y lo peor es que Axel lo consentía, así que cuando aparecían escenas de este tipo solamente tenía ganas de que terminasen.

La novela en general y todo lo que ocurre me ha gustado, me ha entretenido y para mí eso ya es cumplir la función de este libro, ya que no lo quería para nada más, solamente entretenerme y despejar la mente. Para ser sincera en este tipo de libros siempre suele ocurrir lo mismo, así que no te vas a llevar ninguna sorpresa sobre cómo termina.

De todas maneras recomiendo este libro si te gusta el género romántico porque estoy segura de que se va a disfrutar, y si quieres despejar la mente y no hacer lecturas densas, este es un buen método para descansar.
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Este libro da inicio 3 años después de que termina Todo lo que nunca fuimos. Axel y Leah se han separado. Axel nunca se la jugó por ella y Leah ha seguido adelante con su vida. Está en la universidad estudiando lo que siempre había soñado, enfocada en dejar atrás el pasado y construirse un buen futuro. Ha rehecho su vida como ha podido: está saliendo con Landon, un chico increíble que es también su mejor amigo y ha vuelto a pintar. Siempre tuvo talento con la pintura y al parecer las clases la han ayudado mucho ya que está a punto de tener su primera exposición en una galería. El problema es que aunque quiera convencerse de lo contrario, jamás ha podido olvidar a Axel. Muy dentro de su corazón aún sigue añorándolo y recordando ese año que pasaron juntos y se enamoraron, pero está muy dolida por la manera en que Axel manejó la situación y ya se ha resignado a seguir con su vida sin saber de él y, a pesar que ha intentado olvidarlo, ha quedado marcada por el pasado.


«Hay heridas horribles, en carne viva, y hay otras peores, de esas que no sangran, esas que parece que han cicatrizado, pero que, si las rozas, duelen como el primer día.
Axel era mi herida».

Axel en cambio no ha podido hacer como si nada hubiera pasado. Desde que tuvo que romper con Leah quedó totalmente destrozado y su vida no tiene ningún sentido ni motivación. Cuando Leah se fue (y él no hizo nada para retenerla) perdió una parte de su corazón y ahora su vida es una monotonía. Lo único bueno que le ha pasado es que Oliver lo ha perdonado luego de la situación con su hermana y de a poco han ido recuperando su amistad. Las cosas no son como eran antes pero Oliver se está esforzando para que su relación vuelva a ser como cuando eran más chicos.

Un día Oliver le comenta a Axel que Leah tendrá su primera exposición y ahí es cuando Axel decide que ya no puede quedarse al margen y pretende volver a tener contacto con ella. Ya no le importa lo que pueda decir su familia e incluso Oliver. Esta vez no tiene miedo de confesar que realmente se enamoró y que Leah fue el gran amor de su vida, y que dejar que se vaya fue su mayor error. Pero está dispuesto a hacer todo por que ella lo perdone y al menos poder recuperar su amistad.

Así es como reaparece luego de 3 años haciendo tambalear la vida de Leah. de a poco se irá ganando otra vez su confianza y hará todo lo posible para que ella pueda entender lo arrepentido que está por las decisiones que tomó en el pasado. Aún recuerda la promesa que le hizo al padre de Leah de que la haría exponer en una galería de Byron Bay y como es el lugar en el que él está trabajando decide entrar nuevamente en su vida con la excusa de cumplir esa promesa.

«Yo quería a Axel, lo quería con las entrañas, con la mirada, con el corazón; todo mi cuerpo reaccionaba cuando estaba cerca. Pero otra parte de mí también lo odiaba. Lo odiaba con los recuerdos, con las palabras nunca dichas, con el rencor, con ese perdón que era incapaz de ofrecerle con las manos abiertas por mucho que lo deseara».

Igual que en el primer libro los capítulos están narrados por ambos protagonistas así que en todo momento sabremos lo que ellos sienten. Conoceremos sus deseos, sus miedos y emociones.

Si bien hay varios capítulos que suceden en Byron Bay, en este libro la mayor parte de la ambientación ocurre en París. Alice sabe como describirnos a detalle los sentimientos de los personajes y, al igual que en el primer libro, lograremos esa conexión con Leah y con Axel de una manera muy especial.

Lo que más me gustó de esta continuación es que tenemos una gran maduración de parte de ambos personajes. Axel ya no es el mismo hombre temeroso del que dirán. Esta vez está dispuesto a remendar sus errores, enfrentarse al mundo entero si hace falta y será nuevamente un gran apoyo para Leah. Es que la conexión que tienen ambos traspasa todos los límites, es una relación tan bonita que a pesar de no ser la misma del primer libro veremos como poco a poco va sanando y se va haciendo más fuerte que nunca. Pero no todo es color de rosas, en el medio habrá varias situaciones que pondrán en juego muchas cosas y en las que los personajes tendrán que decidir si vale la pena seguir adelante y arriesgarse por ese gran amor.

En fin, es un final hermoso para esta pareja que se ha ganado un lugar en mi corazón tan rápidamente. Si bien el primer libro fue mi favorito, a este también lo disfruté muchísimo y me hizo emocionar y sufrir a la par de los personajes. Aquí tendremos a un Axel y una Leah más reales, un amor más maduro y una historia llena de sentimientos que estoy segura de que la disfrutarán igual que yo.
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Después de más de un año, he querido poner fin a esta historia y la verdad, que me ha gustado encontrarme de nuevo con Leah y Axel. Unos personajes que se notan mucho más maduros y quizás sea por eso que lo he disfrutado un poquito más.
Es cierto, que tengo sentimientos encontrados con este libro, ya que esta segunda parte la he notado mucho más lenta y he sentido que en muchos momentos se vuelve repetitiva y que no avanza.
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En cuanto a los personajes, Leah me parece un amor. Se nota mucho su madurez, pero sigue siendo uno de esos personajes que te transmiten mucha ternura… su pasado pesa demasiado y tendrá que tomar decisiones que cambiarán su vida. Por otro lado, Axel no ha terminado de convencerme… tiene ciertas actitudes machistas que no me han gustado tanto… 🤔
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Pero no todo es malo en esta historia, destaco sobretodo la forma de escribir de la autora, que tiene una pluma preciosa, que sumado a las muchas reflexiones que nos encontramos entre sus páginas hacen de su lectura que sea ágil, profunda y a la vez deliciosa.
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Sin duda, aunque no sea de mis mejores lecturas de este año, si que me deja con la curiosidad de seguir leyendo más libros de la autora. Tengo alguno más esperando en mis estanterías al que muy pronto le daré una oportunidad.

Ya Leah acepto la perdida de sus padres pero tiene que cargar consigo un corazón roto que apesar de los años sigue latiendo por ese hombre con la cabaña en la playa, vemos su reencuentro, sus miradas cargadas de amor y esas cenizas que nunca fueron barridas vuelven a prender la llama del amor en sus corazones. Que mejor que Paris para volver a unir dos corazones que a pesar del tiempo y la distancia siguen atados el uno con el otro.

Todo lo que somos juntos, nos encontramos a Una Leah y un Axel mayores, quizá un poco más maduros pero no siendo todo lo felices que pensaban. Llevan 3 años separados, negando que entre hay una conexión que no sentirán con nadie más. La vida es caprichosa y los volverá a reunir y tendrán que decirse lo que no se han dicho, aceptar que cometieron errores. Reencontrarse con ellos mismos, amarse y entender que solo así lograrán ser felices juntos.

Lo mejor de todo es el amor de familia que muestra, y de que hay familias que van más allá del lazo de la sangre. El duelo. Que no es fácil superar la pérdida de las personas que amas, pero que es necesario para seguir adelante.
Los libros tiene capítulos cortos que agilizan su lectura. Además, están separados por los meses del año y contado desde el punto de vista de Leah y Axel, lo que nos permite profundizar en sus pensamientos, adentrarnos más en sus emociones.

Leah, increíble

Han pasado tres años desde el final de su historia, miles de kilómetros de separación

La evolución que ha tenido Leah en este segundo libro es increíble, ha madurado tanto física como mentalmente. La fortaleza que tiene es absolutamente increíble, ha pasado por mucho, se ha quebrado de tantas formas que es increíble que aún esté en pie, la vida no ha sido justa para ella, tiene tres pérdidas de tres personas que son el mundo para ella, dos por un trágico accidente, otra por la testarudez y la cobardía de no luchar por lo que se quiere.

Tres años después Axel sigue siendo el mismo, la única diferencia es que sabe que está enamorado de Leah. No se ve un cambio radical en Axel (bajo mi punto de vista) hasta mitad o más del libro.

Me ha sobrado algo en este libro y me ha faltado otro tanto también. No quiero contar mucho más por si hago spoiler pero la fase de reconciliación y los meses posteriores me habría gustado que pasase en otro sitio.

Esta es la segunda parte de Todo lo que nunca fuimos y nos lleva al desenlace de la historia entre Leah y Axel.

La trama avanza bastante lenta, sin que sucedan demasiadas cosas. El libro se centra en los pensamientos y sentimientos de ambos narradores (Leah y Axel) en todos los momentos que comparten. Es una historia que me ha dejado un poco fría porque esperaba que evolucionara más o de otra forma y al final se ha quedado en una continuación del libro anterior que bien podría haberse juntado en un libro un poco más grande (omitiendo capítulos de relleno).

Leah tiene algunos comportamientos con los que no empatizaba y no entendía porque complicaban siempre tanto las cosas estos dos personajes cuando todo el mundo sabe (ellos incluidos), como iba a terminar todo. En esta ocasión Axel es quien más sufre y eso ha compensado todo lo que Leah sufrió antes, aunque creo que de forma innecesaria pues no tiene sentido que ambos quieran estar juntos pero no lo estén. Sin embargo me ha gustado que Leah decida por si misma y empiece a entender que no necesita a nadie para ser quien quiere ser y que no debe idealizarse nunca una persona o una relación.

Lo mejor que tiene el libro son varias escenas subidas de tono que acaban con la tensión que se había ido acumulando y que, pese a ser algo explícitas, no se hacen para nada vulgares. Creo que está bien que se narren este tipo de escenas sin censura y sin que ello signifique algo más que una muestra de amor entre dos personas. Son pocos los momentos así que tampoco se hace repetitivo, cansino ni forzado.

En conjunto, creo que es una historia floja que tira mucho de sentimentalismo y que ha ido enredando la trama más de lo necesario. Entiendo que Leah en el primer libro arrastra un grave problema que hace que todo sea mucho más triste y oscuro pero en esta segunda parte, tres años después, no se puede seguir argumentando esto como excusa... Si realmente creyera que necesita ayuda, tendría que haber recurrido a un profesional puesto que parece que espere que, o bien se pase solo, o bien no se pase nunca. Creo que lo más destacable es el mensaje final del libro y que todos podemos ser quien queramos ser.
Aúna sí, se nota que la autora sabe escribir pese a que me hayan sobrado algunas páginas.
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Me encanto el libro solo que pienso que algunas veces es un poco pesado pero por lo demás me encanto gracias a este libro me enganché a la canción Yellow Submarine de los Beatles me encanta como acaba no hay ninguna cosa mala que pueda decir de este libro me encanta la conexión entre los personajes y me encantaron todos los personajes. Y me pareció muy bonito lo que hizo Axel para reconciliarse con Leah.Le doy mis dieces

Esta historia empieza tres años después del final de la primera parte, donde encontramos a Leah, en su último año de carrera universitaria, con una vida en Brisbane, con una pareja y su escondite donde se pasa horas pintando. Hasta que un día esa vida de vuelve un caos, cuando regresa alguien de su pasado, que hace reaparecer sentimientos que creía olvidados. Todo esto ocurrirá mientras su futuro está en juego, siendo este ser una pintora de arte mundial.

Volvemos a encontrarnos a nuestros adorados personajes, que se van alternando para contarnos la historia desde cada uno de sus puntos de vista, todos los momentos que están por vivir y también algunas cosas del pasado. Un libro para pasar un buen rato y entretenido, con ganas de seguir leyendo desde el minuto uno. Una ventaja, los capítulos cortitos, de una cara o como mucho de 10 páginas. La pluma de esta autora me encanta desde el primer libro que leí de ella, ya que lo hace entretenido y ameno cualquier libro.