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El mapa de los anhelos” es el segundo libro que he leído de
Alice Kellen. El primero fue "Tal vez tú", y la verdad, se me hizo un poco cuesta arriba. Desde entonces, tengo mi cierta reticencia a la hora de leer alguno de sus libros. Pero en el caso de este, fue leer la sinopsis y decidí adentrarme en esta historia.
Al inicio del libro se nos presenta a Grace, una chica que, desde el momento en que nació, tenía muy presente que el propósito de su nacimiento y de su vida era salvarle la vida a su hermana. Pero, ¿qué pasa cuándo el pilar fundamental de tu existencia desaparece? Pues que dejas de ser tú mismo y tus metas, sueños y ganas de vivir desaparecen o se quedan estancadas. Esto es lo que le pasa a Grace en el momento en el que su “motivo” de vivir -la muerte de su hermana a los 25 años- desaparece. Durante esta historia, seguiremos a Grace durante su duelo y un juego que le dejó su hermana tras su muerte. No obstante, nuestra protagonista no está sola, pues el encargado de descubrir los entresijos de cada casilla es el desconocido y enigmático Will Tucker, del que hasta ese momento nadie de la familia sabía de su existencia. En el transcurso del juego, iremos descubriendo más acerca de la relación que tenía Grace con su hermana, las relaciones presentes o inexistentes con los diferentes integrantes de la familia y cómo, poco a poco Grace se va abriendo a Will mientras llevan a cabo el juego. No será hasta más allá de la mitad del libro, cuando descubramos más sobre nuestro coprotagonista y se desvele qué es lo que hizo que su camino se uniera al de Grace a la hora de resolver las distintas casillas del juego.
El libro se divide en cuatro partes denominadas. Durante la primera parte se nos pone en situación, es decir, cómo la muerte de Lucy afecta a los diferentes miembros de la familia, junto con breves relatos del pasado para que comprendamos las relaciones entre los personajes. A Lucy, a lo largo de todo el relato, se la tilda de ser una persona alegre, ingenua, brillante y el pilar de toda la familia. La vida de todo el núcleo familiar giraba en torno a su enfermedad y a los cuidados. Por esto mismo, al morir, todo se derrumba, encontrándonos con una madre con depresión por la muerte de una de sus hijas y que omite el resto de circunstancias que ocurren a su alrededor: un padre que pasa muchas horas en el trabajo, que nunca está presente en casa y que tiene un comportamiento un tanto extraño; un abuelo cuyo deseo es disfrutar de la vida y cumplir los sueños que todavía tiene; y por último tenemos a la hija, Grace, una joven de 22 años que sencillamente va a la deriva, pues se está dejando llevar por una corriente que ha dejado de lado todos sus sueños y objetivos, porque cuando su hermana estaba enferma, todos debían estar con ella y, una vez muerta, simplemente deja de saber quién es.
Uno de los sueños del abuelo es ir a Florida, y antes de irse le da a su nieta un juego que hizo su hermana antes de morir. Esto la une con nuestro coprotagonista, Will. Él es un chico reservado, distante y que está enfadado consigo mismo. Durante la segunda parte, descubriremos la razón de por qué Will es así y los motivos de que esté realizando el juego junto con Grace.
Aparentemente, el tema sobre el que intenta reflexionar el libro es el duelo, madurar, seguir adelante contra las adversidades y perdonarse a sí mismo. Aunque, creo que al final todo queda más en un segundo plano y lo que más está presente es la relación amorosa entre ambos protagonistas, cómo se va forjando poco a poco y por todo lo que tienen que pasar para estar juntos.
Tengo que decir que al inicio conecté enormemente con Grace. Quizá porque me siento en un momento muy voluble de mi vida o simplemente había muchas características que presentaba en las que me veía reflejadas. Es un personaje muy reflexivo que al final siento que se me queda corto debido a que no siento que se explore lo suficiente el duelo por la muerte de su hermana. Lo mismo me ocurrió con el personaje de Will, prometía mucho en la primera parte, pero acaba resultando simplemente un chico que había tenido todo y que se había convertido en todo aquello que repudiaba en su pasado. Me hubiera gustado obtener un mayor trasfondo de los propios padres y del abuelo. Porque sí, se habla de ellos y de las relaciones que tienen, pero le habría hecho mucha más falta de comunicación entre todos ellos para también poder ver la vivencia de cada uno de ellos y las razones de porqué están haciendo ciertas cosas.
Eso sí, aunque le saco algunas pegas al libro, lo he disfrutado muchísimo, pero la definición que tengo de este libro es la de un globo que se va hinchando e hinchando y de repente lo sueltas un poco y se deshincha completamente. Aun así, recomiendo su lectura porque te puede hacer reflexionar sobre la vida, la muerte y el tiempo, y sobre todo de poder disfrutar de cómo se enamoran nuestros protagonistas.