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Críticas sobre La desaparición de Stephanie Mailer (87)
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encarnipm
 11 November 2018
He decir que, hasta ahora, he leído todo lo publicado por Dicker y no me ha defraudado en ningún momento. Novela narrada en dos tiempos con veinte años de diferencia y con un gran plantel de personajes, novela coral, en definitiva. Si bien, al principio, puede ser un pelín liosa porque, prácticamente, aparecen todos los personajes muy seguidos (y sin nada en común) sin embargo, una vez que los vas conociendo y relacionando se hacen muy fácil seguir el hilo. Solamente puedo decir que me ha gustado mucho la trama la variedad de personajes y el final. Lo recomiendo!
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Domiar
 11 November 2018
Buenas, ¿cómo van estos días frescos y lluviosos?

Como ya hemos entrado de lleno en el otoño y apetece quedarse en casita, arropado en el sofá con una mantita y un buen libro mientras fuera llueve os traigo una buena historia, La desaparición de Stephanie Mailer, de Joël Dicker.

Lo primero que tengo que deciros es que esta historia no la he leído en formato libro, sino en formato audio libro, la verdad es que ha sido el primero que he escuchado y la experiencia, aunque desconcertante en principio, me ha gustado. Lo explico: lo de desconcertante ha sido porque al principio empecé a escucharlo mientras hacía otras cosas, como si fuera la radio. Y claro, fue bastante confuso, porque al no prestar toda la atención me perdía bastantes detalles. Después empecé a escucharlo sobre todo en el coche, en los trayectos de ida y vuelta al trabajo, y así si, he disfrutado al máximo de la historia y además me he quedado con ganas de más. Lo de desear que el trayecto durase un poco más para escuchar otro capítulo aún no me había pasado...

Me ha sorprendido lo dinámico que es el formato, lo bien narrado (o más bien interpretado que está) como juegan con las voces y los tonos los locutores o actores que han grabado la historia y como fingen las voces femeninas o masculinas aunque en ese momento esté leyendo un hombre o una mujer. Ya os digo que ha sido todo un descubrimiento y que estoy seguro de que "leeré" más libros en este formato.

La historia está contada en varios momentos en el tiempo y cada capítulo lo narra un personaje distinto, es una novela bastante coral, aunque hay varios personajes que tienen mucha tela que cortar, algunos me han parecido un poco forzados, pero basta ver cualquier programa, GH por ejemplo, para ver que la realidad supera ampliamente la ficción, por lo cual, aunque forzados pueden resultar creíbles.

Partimos de un horrible suceso que tiene lugar en la tranquila localidad de Orphea, en el estado de Nueva York. El alcalde de la ciudad, su esposa y su hijo pequeño resultan trágicamente asesinados durante la semana grande de la población, en la que se celebra el festival de teatro anual de Orphea. Además una corredora que pasaba por allí también resulta asesinada al poder haber sido testigo del asesinato múltiple. A partir de aquí la trama irá dando saltos en dos líneas temporales, 1994, año en el que asesinan al alcalde Gordon y su familia y 2014 principalmente, donde un nuevo festival de teatro sirve de catalizador para todo lo que se ha ido cociendo en esta pequeña población durante los últimos 20 años.

Entre los principales personajes (imposible citarlos a todos) están Anna Kanner, policía de Nueva York que llega a Orphea huyendo de un desagradable divorcio y con la promesa de ascender rápidamente en el escalafón de la oficina de la policía. Aunque ella no lo sabe, la única razón para su contratación ha sido que una mujer figure en un puesto de responsabilidad de cara a la galería, ya que le da un toque de modernidad al actual alcalde que ya piensa en la reelección. Además, es la única mujer policía de la localidad, lo que dará lugar a multitud de sentimientos encontrados, malestares, y machismos de toda clase entre sus compañeros.

Junto con Anna, forman equipo policial Jessie Rosenberg y Derek Scott, dos antiguos policías que estuvieron investigando el crímen de 1994 y que acabó con trágicas consecuencias para ambos durante una persecución policial del que ellos pensaban que era el culpable de los asesinatos, Ted Tennenbaum. La novia de Jessie iba con ellos en el coche. Aún no han podido perdonárselo. Mención especial para los abuelos deslenguados y malhablados de Jessie, que son muy peculiares.

Por otro lado tenemos al personaje que da título a la novela, Stephanie Mailer, periodista que trabaja para la revista local de Orphea, a las órdenes de Steven Bergdogf. Stephanie desaparece en el curso de una investigación que lleva a cabo sobre el asesinato de 1994, durante la cual empieza a descubrir ciertos cabos sueltos que no se tuvieron en cuenta en la antigua investigación. En el periódico también trabaja Alice Filmore, la chica del correo, que le lanza miraditas cargadas de intención a su jefe, Steven, casado y padre de dos niños, y que no ve en ella, tras su mirada de cordero, el peligroso león que lleva oculto.

De vuelta por Orphea también se encuentra el antiguo jefe de policía, Kirk Harvey, que abandonó la policía para seguir su sueño de ser un gran director teatral, y que vuelve con unos aires de grandeza dignos de una auténtica diva de las bambalinas. También ha vuelto por Orphea el gran crítico de Nueva York Ostrovski, quién, por cierto, puso a caldo la obra que representó Harvey en el festival de 1994 (otro personaje con ínfulas de gran diva).

En Nueva York, los Eden tienen problemas con su hija Dakota, una niña muy inteligente y cariñosa que tras sufrir durante su adolescencia un gran desengaño, ha perdido su camino y anda sin rumbo por la vida, ¿la solución? volver a Orphea con su padre, Jerry Eden, director de un canal de televisión y al que su trabajo le roba todo el tiempo que debería dedicar a su familia.

Por si todos estos personajes os parecieran pocos, y entre otros mas que no he mencionado, tenemos además al mafioso local, Jeremiah. Un tipo de mucho cuidado, que utiliza a las personas a su antojo y sin ningún tipo de miramiento, con la inestimable ayuda de su gorila.

La trama es muy dinámica y aunque al principio me costó con tanto salto en el tiempo y tanto cambio de personaje al final me centré y estaba deseando escuchar un capítulo más. Como crítica diré que algunas situaciones que se narran en la novela me parecen imposibles en la vida real, en concreto me refiero a como la policía espera las declaraciones de Harvey y lo que le permite hacer... pero son licencias del autor sin las cuales las historias no tendrían nada de extraordinario.

LA DESAPARICIÓN DE STEPHANIE MAILER, OCHO.

PD: Teatro, lo tuyo es puro teatro, falsedad bien ensayada, estudiado simulacro...


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maysbooks_
 19 October 2018
Joël Dicker nos trae un thriller que le ha vuelto a llevar al top ten de las ventas literarias. He de decir, que es lo primero que leo de él, teniendo pendiente varios de sus libros desde hace mucho tiempo, pero me dieron la oportunidad de leer este y no lo dudé.

La verdad es que le he estado dando vueltas a la reseña muchos días, ya que no es nada fácil de reseñar. Esta novela cuenta con una gran cantidad de personajes, giros en la trama y secretos. También es difícil escribir sobre esta novela sin desvelar nada que pueda hacer spoiler a los posibles lectores y lectoras.

Creo que el título deja poco a la imaginación, y como bien establece, trata de la desaparición de una chica, Stephanie. Todo comienza el 30 de julio de 1994 en la ciudad de Orphea, situada en los Hamptons, cuanto tiene lugar un asesinato múltiple, en el que le quitan la vida al alcalde de la ciudad, Josep Gordon, a su mujer e hija, y a Meghan Paladin, quien el azar quiso convertirla en una testigo involuntaria.

Tras esta vuelta al pasado, uno de nuestros protagonistas, el Capitán Rosemberg, quedándole escasos días para retirarse de la policía, conoce a Stephanie, quien le siembra la duda sobre la resolución de aquel crimen ocurrido en 1994, ya que puede que atraparan a la persona equivocada, dejando al verdadero culpable en libertad.

Poco después del encuentro entre Rosemberg y Stephanie, ésta desaparece, dando comienzo a esta historia y a una gran cantidad de tramas enredadas entre sí, mezclando el presente y el pasado de nuestros personajes.

Sin duda, ha sido una lectura muy interesante, en la que se indaga la vida de todos los personajes y dándole a entender al lector que todas estas historias están relacionadas de una manera u otra, y que el menor detalle puede ser vital para resolver el gran misterio. Aunque en ciertos momentos, se vuelve repetitiva, dando información nada necesaria o poco importante en el desenlace final. No quiero decir que sea una lectura aburrida, todo lo contrario, pero al ser tan extensa, el lector tiene que tener muy presente todos los personajes e historias de cada uno para poder seguir el hilo. Recomiendo que vayáis apuntando en una hoja de papel el nombre de todos los personajes y sus cometidos, así os será de más fácil comprensión esta lectura.

Para mí, leer este libro ha sido una gran revelación, ya que soy muy fan de este género, y en cuanto termine de reseñarlo, me voy a poner con otra novela de este autor.

He de decir que me ha defraudado un poco el hecho de no tener ni idea de quién podía ser el o la culpable de esta historia, lo que sin duda, es algo de lo que todas las novelas policiacas no pueden presumir.

Reseña en https://loslibrosdemay.blogspot.com/2018/10/la-desaparicion-de-stephanie-mailer.html
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Quelibroelijo
 17 October 2018
Esta nueva joya que llegó a mis manos el jueves 21 de junio a las 10 de la mañana porque si, esperé a que abriese la libreria 10 minutos en la pueta, lo necesitaba, lo necesitaba!! La foto está echa nada mas salir de la libreria, en el paso de peatones esperando el muñecajo verde, 0% postureo.

Me ha gustado mucho y eso que tenia muy altas las espectativas, cosa nada recomendable porque luego te llevas chascos, pero en este caso no me lo he llevado.

Si hay algo que me gusta de este autor es como enlaza los saltos en el tiempo y en este caso como salta de 1994 a 2013 con esa facilidad y sin que te pierdas.

Algo que me ha llamado poderosamente la atención de esta novela es la cantidad de personajes que tiene en comparación con anteriores de Dicker. Creo recordar que conté 35 personajes pero faciles de identificar si te pierdes en algun momento porque vienen detallados al final del libro. Este dato creo que ea fundamental porque demuestra que hasta el propio autor o la editorial son conscientes de la cantidad de personajes que en esta historia aparecen aunque ello no haya hecho que disfrute menos de la novela porque aunque son 650 paginas se lee de un tirón.

La historia se resume en lo siguiente: Una periodista descubre que un asinato ocurrido 20 años antes en una pequeña ciudad de Estados Unidos llama orphea no se habia resuelto con el acierto que deberia y le comunica sus sospechas al policia que llevó el caso hacia dos decadad justo unos dias antes de desaparecer sin apenas dejar rastro, esto hace que se derrumben todos los esquemas del policia que decide reabrir la investigación junto con su anterior compañero y Anna, una policia recién llegada a Orphea y que se convierte en una pieza fundamental en la investigación.

Muy del estilo de "la verdad sobre el caso harry quebert" pero sin historia de amor o pastelón romantico. ¿Y vosotros habeis leido ya la nueva novela de Joel Dicker? ¿A que estais esperando?
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Bookeandocm
 04 October 2018
En el año 1994, dos jóvenes policías estatales, Jesse Rosenberg y Derek Scott, resolvieron un complejo caso de asesinato múltiple ocurrido durante la inauguración del festival de teatro en Orphea, una pequeña población costera, en la región de los Hamptons. Ese día morirían cuatro personas: la familia del alcalde de Orphea en su residencia y Meghan Paladin, una joven deportista que corría por la zona, a las puertas del domicilio del alcalde. Sería el primer caso importante de sus carreras y el cambiaría sus vidas para siempre.

Veinte años después, durante la celebración de la despedida del cuerpo de policía de Jesse, que ha decidido emprender nuevos proyectos alejados de su actual profesión, una joven periodista, Stephanie Mailer, se acercará a Jesse para hacerle una importante revelación: el culpable del asesinato de Orphea está libre. La verdad estuvo ante sus ojos, pero no supieron verla. Cuando unos días después Jesse trata de contactar con Stephanie para indagar qué datos tiene, se da cuenta de que la joven ha desaparecido sin dejar rastro.

Este será el punto de partida con el que Dicker arrastre al lector a un complejo thriller en el que infinidad de tramas se irán cruzando una y otra vez y que se desdobla en dos hilos temporales : uno que transcurre en el año 2014, cuando Jesse conoce de mano de Stephanie su error en la resolución del caso y nos moverá en un marco temporal de treinta y tres días de cuenta atrás hasta la inauguración del XXI festival de Orphea; y otro, que nos remonta hasta el 30 de julio de 1994, día de los hechos, y nos adentra en la investigación que se llevó a cabo.

Dos voces principales, Jesse en el presente y Derek en el pasado, entre las que se irán intercalando una amplia galería de personajes, nos ofrecerán, siempre en primera persona, su particular visión de los hechos. Una visión tan poliédrica que, a la vez que provoca una auténtica confusión en el lector haciéndole dudar de todos y cada uno de los personajes, le incita a seguir leyendo para tratar de desentrañar esa compleja maraña que parece no tener fin.

Si hay algo que me gusta de Dicker es ese sello tan personal que sabe imprimir a sus historias. No se extiende en descripciones innecesarias acerca de los escenarios ni los rasgos físicos de los personajes. Otra cosa es lo minucioso que se muestra a la hora de dibujarnos su carácter, su psicología, sus anhelos, sus miedos… y sus miserias. Y miserias aquí habrá muchas. Impresionante es la galería de personajes. Hasta una treintena que, de una manera u otra estarán presentes en la historia. La palma, se la llevan Jesse Rosenberg, Derek Scott, capitán y sargento de la policía estatal de Nueva York respectivamente y Anna Kanner, subjefa de policía de Orphea. Los personajes son potentísimos aunque poco puedo deciros de ellos para no estropear el deleite de la lectura. Sabemos de ellos que Jesse y Derek además de ser policías jóvenes y con un gran futuro profesional compartían una estrecha relación personal. También, que ese primer caso importante al que se enfrentaron en sus carreras les marcó de alguna manera. Anna Kanner también es una mujer a la que os gustará conocer; una persona luchadora y con un espíritu inquebrantable.

Con una prosa sencilla y un estilo directo, el autor despliega todas sus armas para atraparnos con una historia que imanta desde sus primeras páginas y arrastra en un auténtico frenesí por descubrir la verdad de los hechos. Muchos temas sobre el mantel en una historia donde la literatura vuelve a estar muy presente y en la que también habrá lugar para el amor, la extorsión, el engaño. Dos investigaciones que nos mueven entre presente y pasado. La tensión va creciendo por momentos, cada capítulo nos deja con la miel en los labios y la promesa de un nuevo descubrimiento; pero los dos hilos temporales son alternos y para continuar con el final de un capítulo tendremos que superar el siguiente. Así, llegará un momento en que es imposible deja de leer, de hacer cábalas, de descartar y de sumar sospechosos.

La desaparición de Stephanie Mailer ha resultado ser una estupenda lectura con la que me fidelizo con este autor. Unos personajes potentes y llenos de aristas. Una trama tan perfectamente trazada que se convierte en un auténtico reto para el lector, va creciendo en tensión hasta cotas insospechadas, nos mantiene en vilo hasta las últimas páginas y nos sorprende con su desenlace. Pocos como Dicker son capaces de hacer que seiscientas páginas vuelen en tus manos y te dejen con ganas de más.
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PlanetaSingular
 03 October 2018
La desaparición de Stephanie Mailer es el quinto libro del autor suizo Joël Dicker. En él, nos adentramos en el trágico acontecimiento que tuvo lugar en el municipio de Orphea, la noche del 30 de Julio de 1994, y las consecuencias que aún, en el año 2014, sigue teniendo para los habitantes de esa localidad. Esa noche, Orphea se preparaba para la apertura de un festival de teatro; mientras, en otra parte de la ciudad, un hombre buscaba a su esposa desaparecida unas horas antes. Tras una búsqueda frenética, Samuel Paladin encuentra a su mujer, Meghan, muerta frente a la casa del alcalde. Dentro, toda la familia de este ha sido asesinada. Serán los jóvenes policías Jesse Rosenberg y Derek Scott quienes resuelvan el asesinato. Pero esto no es todo, veinte años más tarde, Stephanie Mailer asegura a estos dos policías que se equivocaron de asesino por aquel entonces. Días después a este suceso, Stephanie desaparece.

En primer lugar, el libro está narrado por varios personajes y va alternando el año 1994 con el año 2014. de esta manera, se producen muchos saltos en el tiempo que pueden hacer algo compleja la lectura al principio, pero el lector se irá adaptando poco a poco a esta forma de contar la historia. También hay que destacar que el libro está muy bien estructurado, de tal forma que no hay nada que se deje en el tintero, todo queda perfectamente claro. Hacia la mitad del libro, este se vuelve un poco monótono, a mi parecer hay algunos capítulos que están de relleno. En mi opinión, he de decir que llegó un momento en el que la lectura se me estaba haciendo un poco tediosa, y es que el libro tiene bastantes páginas y creo que quizás podría haberse resumido un poco más.

En cuanto al argumento, Joël Dicker me ha parecido un autor que ha sabido mantener la tensión y el misterio a lo largo de todo el libro, y eso es bastante complicado de conseguir cuando uno se enfrenta a más de quinientas páginas. Tiene una exquisita capacidad para dejarte en vilo al final de cada capítulo, lo que hace que no puedas dejar de leer. Hay ciertos aspectos relacionados con la resolución del caso que a mi parecer no tienen una explicación del todo lógica. También, en un determinado momento me dio la sensación de que la historia tenía un cierto vacío, no me refiero a que fuera predecible, si no que hay un detalle que el autor quiere que pase desapercibido, pero resulta un tanto llamativo. Hacia la segunda mitad del libro, hay muchísimos giros argumentales, y el final es de infarto.

El desarrollo de los personajes es magnífico, y dada la cantidad de personajes que hay, es algo a valorar muy positivamente. En esto me ha recordado a los libros de Agatha Christie, que tienen tantos protagonistas y donde todos son sospechosos en algún momento de la historia. Todos estos personajes son introducidos con una gran precisión, y de ellos se conoce prácticamente todo: sus pensamientos, motivaciones, historias pasadas, etc. Esto hace que el lector pueda jugar sus cartas y establecer sus hipótesis sobre quién es la persona culpable.

Por último, el estilo del autor me ha sorprendido mucho. El libro está narrado con una sencillez y una elegancia exquisita. También los diálogos son algo a destacar, ya que encontraremos conversaciones entre los personajes que son bastante profundas. La única pega que puedo poner al autor en este punto, es que a veces es demasiado descriptivo y entra en detalles que no son demasiado relevantes para la historia. Esto provoca que el libro se alargue más de lo que debería.

En conclusión, se trata de un libro brillante y con una historia desgarradora, que he disfrutado enormemente y que ha conseguido sorprenderme. Estoy segura de que los amantes, y no tan amantes, del género de la novela negra disfrutarán al igual que yo. Me queda como asignatura pendiente seguir leyendo y descubriendo a este autor.
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Beatriz_Villarino
 23 September 2018
No puede ser que cada vez que lea un libro de este autor me ocurra lo mismo, me encanta; el siguiente me gusta más que el anterior, y me hipnotiza tanto que deseo enormemente poder escribir como él. Sus historias, una vez leídas las novelas, son sencillas, quiero decir que los asesinatos o lo que ocurra, tienen sentido y, además, son de resolución bastante lógica; pero hasta llegar ahí has de pasar, en este caso, por 650 páginas complejas para enterarte de quién es el asesino, cuáles son los motivos que lo llevan a ello y qué relación tienen todos entre sí, asesino, asesinos, asesinado, asesinados. No quiero revelar mucho porque La desaparición de Stephanie Mailer hay que leerla. Desde la primera página queda atrapado el lector y no puede parar. En concreto, a mí me ha fastidiado tener que dejar el libro para atender otros asuntos o porque me dolía la cabeza debido al tiempo empleado en la lectura, ya que como son alrededor de cuarenta personajes, y en principio todos parecen culpables, además de que van apareciendo de forma totalmente conveniente —o aleatoria según se mire—, tuve que ir tomando notas de quién era cada uno, qué filiación o relación tenía con el anterior y por qué aparecía en la novela. Si no, es imposible, al menos yo soy incapaz de ir recordándolos a todos en todo momento. Con La desaparición de Stephanie Mailer me ha pasado algo parecido a lo que me ocurrió hace ya muchos años, cuando leí Cien años de soledad; con la novela de García Márquez me fui haciendo un árbol genealógico para entender mejor la trama y con la de Joël Dicker, he ido anotando la relación entre los personajes y las causas de su aparición para enterarme bien; no quería que se me escapase ningún detalle. En realidad me podría haber ahorrado algo de ese trabajo pues el autor ha tenido la deferencia de colocar al final la lista de los 31 personajes principales y su cargo. No obstante no me arrepiento de mi trabajo pues me ha permitido observar casi con lupa todos los movimientos y entender a la perfección el final, incluso sentir cierta empatía hacia el asesino, o hacia alguno de ellos.

Antes de criticar esta novela, que creo que lo voy a hacer con una palabra, ¡Formidable!, quiero comentar algo que me ha llamado la atención, y que, curiosamente está al final de la misma, una vez que hemos descubierto lo ocurrido. Hay dos personajes que se unen para estrenar La noche negra de Stephanie Mailer, uno como autor de la obra y otro como director. La representación es un fracaso y ante ello, el crítico-autor opina «Lo que no tiene éxito es forzosamente espléndido, palabra de crítico». Esto es completamente falso, la prueba la había dado este mismo personaje, al principio de la novela, cuando pasa de ser un crítico admirado a alguien a quien nadie lee porque todos se han dado cuenta de su proceder, «cogió la última relación de libros más vendidos de Nueva York, fue subiendo la lista con el dedo hasta el de mayores ventas y escribió un texto asesino sobre aquella novela lamentable que ni siquiera había abierto»; de hecho en una entrevista ya se lo dicen «hay algunas malas lenguas que afirman que los críticos literarios son escritores fracasados […] —Sandeces, querida amiga […] nunca he conocido a un crítico que soñase con escribir…». Esta ironía imagino que es un guiño de Dicker a las críticas que reciben algunas obras literarias de aquellos que se limitan a juzgarlas, la mayoría de las veces sin saber cómo. Si no, no se entiende, él mismo es la prueba, con 33 años es un éxito de ventas porque, creo, hoy tiene pocos rivales que puedan hacerle sombra.

No quiero atribuirme el cargo de crítica literaria, sería algo desorbitado, pero es cierto que algunos alumnos me han preguntado por qué no escribo un libro; alguna vez me lo he propuesto, y siempre he terminado por verlo imposible, o la historia era demasiado obvia, o los diálogos poco profundos, o me quedaba en blanco. Sin embargo al juzgar las obras de los demás sí reconozco, casi siempre, cuándo son buenas, y no tengo ningún problema en afirmar que me gustaría estar en el lugar del autor, que todo eso hubiese salido de mi mente. Por eso, cuando veo que hoy escribe “cualquiera” no lo soporto, me ocurre algo parecido al sentimiento de Otrovski ante la novela de Alice

Alice se escondió en el armario del despacho justo antes de que Otrovski llegara […]

—¿Le he hecho algún daño sin querer, Steven? […] Si es así le pido disculpas […]
—¡Porque tiene que guardarme mucho rencor por algo para imponerme semejante lectura! Y por si fuera poco, aquí estoy perdiendo aún más tiempo en comentarla […] Sueña con ser escritor, ¿no es así Steven?

—No, no soy el autor del texto –le aseguré.

—[…] Hasta un mono lo haría mejor. Hágale un favor a la humanidad ¿quiere? No siga por ese camino. Pruebe a pintar, quizá. O a tocar el oboe.

No voy a ser tan categórica como Otrovski, pero estamos rodeados de verdaderas obras de arte (aunque haya gustos para todo) y es una pena perder el tiempo con mediocridades.

Dicho esto queda confirmado que a mí me hubiera gustado realizar una obra maestra y que Jöel Dicker es un artista, es más, yo diría que es un genio. Ahora veremos por qué.

El lector es incapaz de encontrar al culpable hasta que no llega casi a la última página; es cierto que, una vez leída la novela, si empezamos de nuevo, nos damos cuenta de que hay tantas pistas para descubrirlo que parece imposible no haber caído en la cuenta, a no ser porque cada vez que aparece un personaje diferente encierra ciertos intereses para que continúe o cese la investigación, que lo muestran como sospechoso. Llegamos a recelar de los vecinos, de los periodistas, de los políticos y de la propia policía. La pregunta constante es ¿por qué?, ¿qué relación hay? y, como si fuera un puzle, el propio asesino es quien da forma a todo y nos presenta las piezas unidas en una secuencia tan coherente que no podía haber sido otra. Creo que es el mayor acierto de Dicker, enredar fechas, lugares, personajes, acciones durante seiscientas páginas para esclarecerlo en unas pocas y que los lectores conozcamos a la perfección a los integrantes, no sólo a los asesinados o a los asesinos.

Todos son importantes porque de esta manera percibimos cómo es la sociedad, sus integrantes, sus reacciones y consecuencias: el que ha sido alguien en un momento y ahora no es nada porque no era tan bueno como creía pero tiene un precio como casi todo el mundo,

—¿Quiere que le mienta descaradamente a la prensa ensalzando una obra que nunca he visto?

—[…] A cambio lo acomodo esta misma noche en una suite del Palace del Lago hasta que termine el festival.

—¡Choque esos cinco, amigo!

Una sociedad formada no sólo por buenas personas «un hombre simpático, afable, que procedía de buena familia. Un vecino activo y comprometido. Tenía un restaurante. Miembro del cuerpo de bomberos voluntarios», o buenos profesionales «—Bueno, pues ten la bondad, a pesar de todo, de ir a vaciar un cargador en el polígono de tiro antes de andar por ahí con ese trasto en el cinturón. Señores, rematen esta investigación pronto y bien». En La desaparición de Stephanie Mailer aparecen todos aquellos perfiles que cada vez más pueblan las ciudades actuales: corruptos «la cuenta en que se ingresaba el dinero: era una cuenta diferente, también del señor Gordon, pero abierta en nuestra sucursal de Bozeman, en Montana»; mafiosos «—Todo el mundo tiene que saber que el alcalde Gordon es un criminal. —Júrame que no dirás nada, Megan ¡Cerrarán las empresas, condenarán a los directivos, los obreros irán al paro […] Gordon es muy hábil. Mucho más de lo que parece»; egoístas «Entre el hallazgo del cadáver de Stephanie y el anuncio del alcalde de que se cancelaban los fuegos artificiales del Cuatro de Julio […] Delante del edificio municipal un grupo de manifestantes, todos ellos comerciantes de la ciudad, se había reunido para pedir que se mantuvieran los fuegos artificiales»; cobardes «Tuve miedo, capitán. Y me sentí avergonzado […] Era la primera vez que decía que tenía miedo»; manipuladores «—[…] Tú ya has conseguido que echase a Stephanie y la cabeza de Otrovski. ¡No pretenderás diezmarme la revista, digo yo! Alice lo fulminó con la mirada y luego exigió un regalo»; chantajeados «¿Cómo había llegado a aquello? ¿cómo se veía a los cincuenta años liado con aquella chica?»; celosos «—La investigación es secreta, ¡y un cuerno! Estoy segura de que Natasha está enterada de todo»; acosados «Había sido una buena alumna, muy capaz, ambiciosa y querida […] Todo cuanto había querido lo había tenido. Y luego había llegado Tara Scalini y la tragedia posterior»; los que anteponen su posición al plano humanitario «¡Si corre el rumor de que anda rondando por aquí un asesino, la temporada de verano se va al carajo! ¿Se da cuenta de lo que esto supone para nosotros?»; los estúpidos «¡Qué bien había hablado! ¡Qué interesante era […] En pocas palabras había resumido la decadencia de la humanidad. ¡Qué orgulloso estaba de que su pensamiento fuera tan ágil y su cerebro tan portentoso».

No cabe duda de que la sociedad queda diseccionada, porque no solo existen estas personas en Orphea, son personajes universales de hoy, de ahí que vivamos en condiciones cada vez más engañosas, menos seguras, más hipócritas.

Por eso aparecen, asimismo temas tan actuales como el de la paridad en los trabajos, «La única razón de que estés aquí es que el alcalde Brown, con sus condenadas ideas revolucionarias, quería a toda costa nombrar a una mujer en la policía […] historias de diversidad, de discriminación y de no sé qué más gilipolleces», o la efectividad real de los psicólogos, tan demandados y en los que dejamos caer toda la responsabilidad, sin tener en cuenta que los primeros que tenemos que implicarnos, en los problemas que nos afectan somos nosotros «Cuando hablamos de eso en la sesión fue porque Dakota se quejaba de que registrabas su habitación para buscar droga. Lo que dijo el doctor Jern fue que convirtiéramos su cuarto en un espacio propio que respetáramos, que implantásemos un principio de confianza».

Y por supuesto, el poder del dinero, por encima incluso de los sentimientos supuestamente más profundos. Parece que hasta el dolor más insoportable puede desaparecer con una bonita suma por medio «la incitación al suicidio podría considerarse homicidio […] te enfrentas a una pena entre siete y quince años de cárcel. A menos que lleguemos a un acuerdo con la familia de Tara […] Quieren nuestra casa de Orphea […] —Pues suya es entonces —dijo mi padre—.»

Ante este panorama no es de extrañar que la sociedad funcione mal, se ha deshumanizado y, si nos fijamos, el dinero, el afán de poder es el desencadenante.

El narrador es excepcional, o mejor dicho los narradores, porque la novela está escrita mediante una polifonía narrativa que favorece el entendimiento de lo sucedido durante veinte años en Orphea. La voz de Jesse Rosenberg es la que relata el presente, veinte años después de, aún muy joven, resolver su primer caso, que le trajo tanto la gloria como la desgracia. Su compañero, Derek Scott relata lo ocurrido en 1994 cuando ambos resolvieron el asesinato múltiple de Orphea.

Pero nada es lo que parece y Stephanie Mailer da la voz de alarma, de forma que Jesse (a punto de jubilarse con 45 años) y Derek, retoman el caso junto a Anna Kanner, la tercera voz narrativa, subjefa de la policía de Orphea.

Pero entre estas voces narrativas encontramos las de otros personajes que van apareciendo y que aportan, junto a un narrador ocasional en tercera persona, mayor tensión a la lectura sobre todo porque dan pie a una serie de diálogos impactantes, llenos de ironía, humor incluso, o tragedia; verdaderos protagonistas de la novela pues la hacen dinámica, adictiva, de ritmo apabullante que no desaprovecha el autor para conseguir el retrato evolutivo de una sociedad.

Podría alargarme aportando ejemplos de ese humor, de las descripciones, justas pero acertadas, pero no quiero desentrañar nada más. Leer a Dicker y disfrutar con él es una obligación personal.

Enlace: http://elblogaurisecular.blo..
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La_pecera_de_Raquel
 12 September 2018
La desaparición de Stephanie Mailer es una complejísima novela policiaca no solo por la cantidad de personajes que tiene sino también por la trama contada en dos líneas temporales, una en 1994 recordando los hechos ocurridos en un pueblo llamado Orphea en el que murieron cuatro personas asesinadas y que supuestamente este caso está cerrado. Y la otra línea temporal es en 2014 cuando una periodista se acerca a uno de los policías que llevó ese caso y le dice que atraparon a un inocente.
La narración de la novela es a través de cada uno de los personajes que intervienen en la historia, por un lado hay dos policías que fueron los que investigaron los crímenes de Orphea y que cuentan a través de recuerdos como sucedió todo y también van contando como van investigando en el presente lo que sucedió en el pasado justo después de que esta periodista desapareciera misteriosamente.
A estas voces se le suman la de otra policía nueva en la ciudad, el director de una revisa, el dueño de una librería, una adolescente atormentada por un suceso trágico en el pasado, un ex jefe de policía, y muchos más personajes que van tejiendo una compleja tela de araña que al mismo tiempo que construyen el escenario de un crimen ocurrido hace 20 años lo van deconstruyendo para saber qué pasó exactamente y donde está Stepahanie.
Es una lectura muy intensa por los hechos y por las vidas pasadas de los personajes, por la trama, rápida, te mantiene en tensión aunque es cierto que es demasiado larga y hay algún momento puntual que se enreda tanto que pierdes un poco el interés aunque no el hilo del argumento.
Un trhiller brillante con una complicada trama que gana intensidad a medida que se acerca al final del libro.
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AlhanaRhiverCross
 08 September 2018
Comenzaré aclarando que he “leído” esta novela por primera vez de forma diferente: mediante un audiolibro. No sabía muy bien cómo iba a salir esta experiencia y más siendo uno de mis autores favoritos por los que siento verdadera adoración y disfruto leyendo cada palabra de cada página. Sin embargo, en mi desconocimiento de esta forma de lectura no era consciente de la calidad que puede llegar a tener, así que ha sido un completo placer haber ido “leyendo” esta historia con las voces de profesionales como Luis Posada (que os sonará más como Leonardo DiCaprio o Johnny Depp), Nuria Mediavilla (la voz de Kate Winslet o Angelina Jolie) o Raúl Llorens (para mí, el Capitán América). Así que el disfrute ha sido doble porque la lectura ha sido, literalmente, inmersiva y podía ir escuchando la novela por la calle o mientras hacía las tareas en casa. Así que, por si no lo he dejado claro, si todavía dudáis con el formato audiolibro, os recomiendo que os lancéis a probar porque a lo mejor os gusta, quién sabe.
Dicho esto, La Desaparición de Stephanie Mailer es Dicker en estado puro desde el inicio de la novela. Reúne misterio, desapariciones, asesinatos, unos sospechosos de lo más variopinto, historias del pasado que vuelven a perturbar el presente, y además, un halo de melancolía hacia el mundillo de los escritores, que parece ser una seña de identidad de este autor. Además, mejor debería aclarar también que la tal Stephanie ni es el protagonista ni el problema principal a resolver en esta novela de suspense, más bien es un elemento fundamental para que se desencadenen los hechos que dan lugar a la trama: un cuádruple asesinato en los años 90 que no se cerró correctamente. Ahora, veinte años más tarde, la señorita Mailer acude a los principales investigadores del caso de aquel entonces para advertirles de su supuesto error en el archivo del caso. Entonces, sí, la señorita Mailer, cumplida su función en la trama, desaparece y ahí comienza todo.
En medio de todo esto nos encontramos al coro de personajes más amplio que le he visto a este autor. Me centraré en los principales, que son además los tres investigadores tanto del caso 1994 como en 2014. Por un lado, Jesse Rosenberg tiene cuarenta y pico y quiere retirarse de la policía para cumplir un sueño de juventud: abrir un restaurante. Pero justo cuando le están brindando los honores por su prejubilación, aparece Stephanie y le chafa el plan, porque ahora tiene que volver a contactar con Derek Scott, su compañero hace 20 años y mejor amigo desde entonces. Derek no está por la labor de remover el pasado y reabrir el caso porque está felizmente casado, con hijas y con un tranquilo trabajo de oficina en la comisaría. Sin embargo, cuando se les suma Anna Kanner, la subjefa de su departamento, ansiosa por demostrar que se merece el puesto que ocupa en un mundo de hombres (todo un puntazo incluir este aspecto con todo lo que tiene que aguantar), los tres deciden empezar a indagar y poco a poco ven que algo no cuadra en ese asesinato de una familia entera y una testigo presencial.
El trío de ases que encabeza el reparto está construido en cuanto a historia personal un poco demasiado. Me explico: hay anécdotas, historias personales y capítulos enteros que sólo sirven para que los conozcamos a ellos, pero algunas bien podrían haberse simplemente comentado o directamente no son necesarias (como el caso de la situación matrimonial de Anna o la historia del restaurante de Jesse). También es verdad que no deja de ser una forma de que conozcamos en profundidad a todos los implicados, pero para mí uno de los fallos de este libro sería que tenemos construcción innecesaria incluso para los secundarios menos relevantes. Por eso, en lo que creo que todos coincidiremos es en que a esta novela le sobran páginas, capítulos e historias enteras. Bastantes, diría yo. Reconozco que para mí es un placer leer cada frase que escriba este autor, y disfruto mientras leo, pero también me doy cuenta de que más o menos un 25% de este libro es paja, otro 25% es construcción innecesaria de ciertos personajes (con historias personales, pasados y anécdotas que no aportan nada) y por fin la otra mitad restante ya es la trama en sí dedicada a la investigación central, los interrogatorios, las versiones de testigos y sospechosos y todo lo que conlleva un thriller convencional.
Sin embargo, como comentaba antes, muchas de esas páginas están dedicadas al ambiente escritoril y lo cierto es que he disfrutado de cada una de ellas. Por ejemplo, como trasfondo de la mayor parte de la novela tenemos una obra de teatro en la que el director y autor del guión asegura que recreará lo sucedido hace 20 años y en la que revelará quién fue el asesino en el último acto, poniendo en peligro a los actores y al público porque los culpables podrían ponerse nerviosos si piensan que los van a desenmascarar. También hay referencias al drama de una novela robada y algunos escenarios como una librería de segunda mano. Así que todo en conjunto deja un regusto muy agradable también para los que somos aficionados a la lectura y la escritura.
Por otra parte, el autor tiene la destreza de convertir en misterio hasta el detalle menos relevante de la trama y nos mete la curiosidad en el cuerpo para que queramos saber. Su estilo no es demasiado elaborado, más bien es sencillo en cuanto a lenguaje y estructuras, pero cuida mucho la forma de narrar los hechos y cuándo ir soltando datos y enlazándolos sin contarlo todo de golpe, así también no ayuda a trabajar las teoría mientras leemos. Por último, el desenlace es imprevisible y muy bien hilado, pero para mi gusto demasiado simple para lo enrevesada que ha sido toda trama. En realidad no es un problema porque el libro es adictivo precisamente porque sabemos que lo que pensamos que ocurrió en 1994 no es lo que realmente ocurrió por lo que necesitamos leer y leer para llegar a la explicación y mientras tanto, vamos pasando de un sospechoso a otro.
Para resumir, no he echado en falta nada en esta novela y por el contario es posible que me ha haya sobrado porque, esta vez, Joël Dicker ha pecado por exceso pero yo se lo perdono todo. No he podido soltar el libro (técnicamente, la APP para escuchar a cada rato el audiolibro) y me ha encantado conocer a estos personajes, quizás demasiado en profundidad. Es un libro extenso pero que si coge con ganas, se hace muy ameno y mantiene la intriga lo suficiente arriba para no parar de leer hasta el final, sorprendente y adecuado para una buena novela policíaca con muchos más elementos, además del misterio central. Desde luego si no habéis leído nunca a Dicker, no recomendaría que empezárais a leerlo por esta novela porque quizás no queráis volver a leer nunca nada más de él. Soy consciente de lo mucho que me gusta a mí pero comprendo que sus libros son demasiado largos para que todo el mundo disfrute de cada palabra como lo hago yo. Pero si aún así seguís sintiendo curiosidad, dadle tiempo en los primeros capítulos y os enganchará sin remedio.
Enlace: https://enmitiempolibro.blog..
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inmadelcu
 06 September 2018
Es un libro que lleva el sello de este autor con intriga hasta el final. No es el mejor libro que he leído del mismo puesto que me dio la sensación que se alargaba un poco la historia con páginas de relleno. No obstante ello, su lectura me ha acompañado agradablemente este verano y lo recomiendo.
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