Los guardianes

Es un libro que me ha enganchado desde la primera página, no he podido terminarlo antes por falta de tiempo, no por falta de ganas. En él, nos encontramos con una narración en primera persona de un abogado que también es pastor episcopaliano y nos presenta una serie de casos de personas que han sido injustamente juzgadas y condenadas en los EE.UU.
Con capítulos cortos y una forma de explicar bastante accesible, sobre todo para la gente ajena al ámbito judicial como es mi caso, nos va explicando la historia de “Los guardianes”, una sociedad sin ánimo de lucro de abogados que acepta casos que saben que han sido tratados de forma injusta. Me ha gustado mucho la forma de “rehumanizar” a estas personas que han sido clasificadas como asesinos o violadores sin un juicio justo y sin pruebas concluyentes.
A lo largo de la historia conoceremos a fondo dos casos, y a medida que avanza la narración, el autor centra más el tema en uno de los casos, explicando de forma amena todo lo que envuelve a un causa que, como ya he mencionado, fue injusta.
Podemos ver retratados los problemas sociales de “blancos contra negros” que existe a día de hoy y también podemos ver claramente el entramado penal que tiene en la actualidad “el país de las oportunidades”, haciendo ver al lector que, muchas veces, no juzgan por lo que han hecho si no por lo que son.
Creo, además, que cierra el libro de una forma muy clara y, por lo menos a mí, me ha dejado con buen sabor de boca.
He disfrutado mucho de la historia, de los personajes y de la pluma del autor. Lo recomiendo mucho a los lectores que les fascine las novelas policíacas y de abogados, ya que van a encontrar un libro para ellos seguro.

John Grisham. Poco más se puede decir.

Un nuevo caso. Una nueva trama de abogados y juicios injustos. Pero no por ello el libro deja de resultar interesante.

John Grisham vuelve a trasladarnos a su mundo de la abogacía para atraparnos dentro de ese Ministerio de los Guardianes, dedicados a defender causas perdidas, inocentes injustamente condenados que han caído en el olvido, a los que nadie quiere defender y que la mayoría de las veces se encuentran en el corredor de la muerte, lo que implica trabajar a contrarreloj.

Una vez más el autor consigue que no quieras soltar el libro hasta saber cómo termina todo. Personalmente, no es mi tema preferido para un libro una trama desarrollada completamente en el mundo judicial, pero con este autor da igual. Su historia te atrapa y simplemente quieres avanzar en ella. Te sumerges tanto en el caso que es cómo estar viendo realmente la película en tu cabeza.

No es evidentemente un libro imprescindible ni de una calidad literaria asombrosa, pero cumple su objetivo. Se lee rápido, es entretenido, interesante y se disfruta.

He reducido la sinopsis a lo mínimo para que la leáis ahora ⬇️ y me digáis si os podríais resistir a leer esta novela.

O quizás, sí. No es un género amado por todos 🤯. Ya sabéis que yo soy una apasionada del thriller legal y subrayo las palabras de Ken Follet “nadie lo cuenta como Grisham”.

Y en esta novela lo vuelve a hacer y, además, tratando un tema que a mi me pone la piel de gallina. Si, alguna lagrimilla me afloró durante la historia 😢. ¿Cómo puede un inocente estar en prisión por un crimen que no cometió? ¿Con qué fuerzas lucha durante más de 20 años para conseguir la verdad, cuando nadie le cree? ¿Cómo puede la justicia cubrir un proceso corrupto para salvarse las espaldas? Entiéndase por justicia: jueces, fiscales, abogados, expertos, peritos…
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Los Guardianes cuenta la historia de Cullen Post, ministro y abogado del Ministerio de los Guardianes, una pequeña empresa sin ánimo de lucro que trabaja para demostrar la inocencia de los condenados injustamente, especialmente los que se encuentran en el corredor de la muerte. Post es el hombre adecuado para defenderlos. Quincy Miller, su próximo cliente, es un hombre negro que ha estado languideciendo en prisión durante más de 22 años, acusado y encarcelado por matar a tiros a Russo, su abogado matrimonialista. Cuando Post se da cuenta de que Quincy fue incriminado a través de una serie de mentiras, pruebas chapuceras, testigos comprados y peritos incompetentes, descubre que el asesinato de Russo fue producto de una poderosa banda criminal. La diligencia de Post en la recopilación de declaraciones juradas de personas que mintieron bajo presión en el juicio de Quincy, y en el testimonio forense de expertos, provocará que los despiadados criminales traten de silenciarle 'para encubrir crímenes pasados, incluido el asesinato de Russo.

Los Guardianes es un relato ficticio que contiene bastante información fundamentada y verídica en lo que respecta a la lucha por la exoneración de presos que han sido condenados erróneamente por un delito que no cometieron. La historia de John Grisham es detallada y se basa en algunos relatos reales. Vemos el proceso judicial desde la apelación hasta la revisión de evidencias y de pruebas que se usaron para condenar al reo y, por la parte que me toca, ya que estudié Derecho y me dedico a ello (aunque no a la rama de lo penal), siempre es una vertiente que me tira mucho, tanto en novelas como en series y películas. Con todo, estos detalles jurídicos están bastante simplificados y explicados y es fácil seguir el curso de la historia por muy desconocido que sea el tema para el lector. Permite que la historia fluya sin problemas.

Cullen Post es nuestro personaje principal y la voz de toda la novela. Es un defensor incansable de los condenados injustamente. Apenas se toma un respiro, alimentándose a base de comida rápida y café, alojándose en moteles baratos y conduciendo por todo el sureste de Estados Unidos en su viejo todoterreno, de un caso a otro, luchando por demostrar la inocencia de sus clientes. Esa es su mayor alegría: cuando la condena de una persona inocente se anula y queda en libertad. Cullen Post es un personaje muy agradable, al igual que otros personajes de la historia, como Vicki, fundadora del Ministerio de los Guardianes; y Frankie, el primer cliente que Post exoneró y que se unió a la causa de los Guardianes. Aunque también hay otros personajes estereotipados de sheriffs y jueces corruptos; pero claro, de no existir estos, no tendríamos base para el desarrollo de la trama: hombres y mujeres que se dedican a tratar de ayudar a quienes han sido condenados por error y no tienen a dónde acudir.

Es una novela que hace detenerte y pensar en los muchos hombres y mujeres que han sido condenados injustamente y que todavía están cumpliendo condena por delitos que no cometieron. ¿Cuántos casos podrían y son fácilmente anulados en la actualidad por la tecnología de ADN? ¿Quiénes defienden su causa? ¿Quiénes luchan por ellos tan duro como Cullen luchó por Quincy? Los Guardianes son de esos libros que invita a la reflexión y que se quedan grabados a fuego por el peso y la realidad que acarrean.

En resumen, 'Los Guardianes' es un thriller legal y dramático que se apoya fuertemente en la realidad que sufren miles de personas encarceladas y condenadas por delitos que no cometieron y que buscan, en personas como Cullen Post, su última oportunidad por demostrar su inocencia. La trama atrapa de inmediato, con muchos giros y sorpresas a medida que se va revelando todas las capas de verdad. Además, personalmente, me resulta muy atrayente la visión de Post, su perspectiva como abogado y todo lo que tiene que hacer para llegar a la verdad, desde los trámites más burocráticos hasta la investigación y las costumbres más heterodoxas.

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Han pasado años desde que leí mi último libro de Grisham. El tiempo de matar, La firma, El informe Pelicano, El cliente... Paré después de El testamento y hasta la semana pasada no volví a pensar en sus libros. Para mi su última novela traducida al castellano, Los Guardianes es la vuelta a un territorio conocido.
Los Guardianes, como sus mejores hitos es una novela legal, un thriller que sin duda ninguna será llevado a la pantalla grande. El caso de este autor, un poco como pasa con Thomas Harris, no lo compone una narración complicada o ambiciosa. El estilo es simple y directo, pero eso se debe a que la trama no necesita nada más. No hablamos de ningún tipo de experimento narrativo, sino de una historia que estremece.
Como en muchas de sus otras novelas esta también está inspirada en hechos reales. de hecho, antes de saberlo, todavía lo estaba leyendo con la sensación de tener entre mis manos un libro de true crime. Y aunque el autor no ha ido tan lejos y ficcionalizó gran parte de la historia, lo que nos relata le pasó a muchas personas, demasiadas.
Cullen Post dedica su vida a una pequeña organización sin animo de lucro, el Ministerio de los Guardianes. A diario lucha por la justicia para exonerar de la culpa a gente condenada injustamente a la pena de muerte o a pasar el resto de sus vidas en la cárcel. Junto con sus dos compañeras de Los Guardianes consiguió liberar ocho personas, pero hay muchas más y no siempre llegan a una victoria.
La narración en primera persona nos permite ver el proceso desde dentro. La investigación, la reunión de las nuevas pruebas, la lucha judicial, el papeleo y... el peligro por parte de los malos. Por cada persona encarcelada injustamente hay un asesino (o más) libre. En Los Guardianes, Post lleva varios casos a la vez, pero el que toma el protagonismo es el de Quincy Miller, un hombre condenado a cadena perpetua por el asesinato de su ex-abogado. Quincy es inocente y lleva en la cárcel 22 años. Su juicio no solo fue injusto, si no que estuvo lleno de mentiras y manipulaciones. Post se enfrenta a un viejo asunto que no interesa a nadie, ni al sistema ineficaz, perose enfrenta también a gente muy influyente y peligrosa que no quiere que escarbe más en lo que pasó.
Si tuviera que quejarme de una cosa en el libro, sería de los intentos hacía el final de la novela por enseñar la parte más “corriente” de Post. En las últimas 150 páginas el autor intenta transmitirnos que Cullen tiene interés por varias mujeres, que aunque su estilo de vida no le permite mantener una relación, él siente la tentación. Son dos o tres menciones bastante sutiles que, imagino, intentan hacerlo más “humano” y menos “santo” a nuestros ojos, pero creo que, al no ser explorados más, no eran necesarios. Pero tampoco estorban mucho.
En resumen, es una típica novela de Grisham. Un tipo de testimonio contra lo que está mal con el sistema judicial en los Estado Unidos, una gran investigación por parte de un personaje noble. Una lectura placentera, aunque sobre un tema de lo más serio y desagradable. Estoy esperando que hagan una película basada en el libro.
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"Los guardianes" ha sido un libro que me ha gustado y me ha parecido super interesante. No ha sido una lectura de esas que hacen que te comas las uñas con la intriga, pero sí ha logrado mantener mi interés hasta la última página.

En esta historia conoceremos el Ministerio de los Guardianes, una pequeña organización sin ánimo de lucro (a veces tieen que agudizar el ingenio para conseguir dinero) que se dedica a revisar casos de personas que permanecen en prisión acusadas de delitos, la mayoría gravísimos, que no han cometido. Este Ministerio está compuesto por su fundadora, Vicki Gourley, Mazy Ruffin, abogada, madre de familia, cerebrito del grupo y la única con una nómina fija a fin de mes, Frankie Tatum, primer inocente que consiguieron sacar de prisión y que finalmente se unió a ellos para poder ayudar a otras personas en sus mismas circunstancias y por último Cullen Post, narrador de esta historia, abogado y predicador episcopaliano, que trabaja como voluntario y se pasa el noventa por ciento de su tiempo en carretera de una cárcel a otra, entrevistándose con los presos y con todas las personas relacionadas con sus casos, aunque no siempre lo consigue.

La primera duda que me planteaba esta lectura era ¿Cómo saber si los presos son o no inocentes? Muchos de ellos conocen esta organización y solicitan que se revisen sus casos, aunque obviamente la mayoría de ellos son descartados, bien porque no pueden abarcarlo todo, bien porque los acusados SON culpables. El caso es que en esta novela la historia se centrará en sacar de prisión a Quincy Miller, un hombre que lleva ya más de veinte años entre rejas, aunque de forma menos detallada también veremos que no es al único caso al que dedican su tiempo, de hecho la novela comienza con Post en el corredor de la muerte intentando paralizar la ejecución de uno de sus clientes y ganar así algo de tiempo para demostrar su inocencia.

El caso de Miller, acusado de asesinar al abogado que llevó su divorcio, nos llevará a conocer con detalle los hechos por los que él acabó en prisión, los testimonios de los testigos en el estrado durante el juicio que no dejaron lugar a dudas de su culpabilidad y las declaraciones de los expertos que ¿analizaron? las pruebas contra el acusado que finalmente acabaron con una sentencia a cadena perpetua.

En el Ministerio no dudan de la inocencia de Quincy pero demostrar este tipo de errores judiciales es un trabajo que lleva muchísimo tiempo, a veces años y sobre todo mucho dinero, pero una vez que aceptan los casos se entregan a fondo. Me ha parecido increíble, la paciencia que requiere un trabajo como este, bueno, no solo la paciencia sino también el tacto que tienen que tener para acercarse a algunas de las personas que saben con seguridad que testificaron en falso en el juicio porque después de veinte años, la mayoría ya no son los mismos y en muchas ocasiones las personas con las que han formado sus familias desconocen los hechos. A veces, es simplemente la vergüenza y el remordimiento que sienten lo que les impide hablar y en otras ocasiones, ni siquiera aceptan encontrarse con Post.

La novela nos cuenta con todo detalle el trabajo del Ministerio y a mí me ha gustado muchísimo. Hay que pensar que es un trabajo que en muchas ocasiones resulta peligroso. Por lógica si un inocente está en prisión es porque el culpable sigue viviendo de rositas por ahí y aunque dependiendo del tiempo que haya pasado, algunos de los implicados pueden estar ya muertos, en otras ocasiones no es así y a los culpables no les suele interesar que se remuevan las cosas.

Otra cosa de la que deben estar seguros en el Ministerio es que en caso de lograr la libertad de sus "clientes" estos no se vengarán de ningún modo de las personas que estuvieron implicadas en su encierro. Esto es sumamente importante para ellos y no siempre es fácil convencer a un acusado/inocente de ello.

"Los guardianes" no se va a convertir en mi novela favorita de este autor, pero he disfrutado mucho su lectura que además está basada, como explica el autor al final, en un par de casos reales. Pensar en cumplir una condena de por vida, cuando no estar sentenciado a morir por un crimen que no se ha cometido es terrible y creo que Grisham consigue que nos pongamos en la piel de Miller, que nos avergoncemos de la tranquilidad e impunidad con la que algunos testigos mentían en el estrado sin pensar ni un segundo en las terribles consecuencias de todo ello.

A pesar de tratarse de una novela judicial es de ágil lectura y muy comprensible en todos los aspectos. Está escrita de un modo bastante ágil y en ningún momento se hacen pesadas las explicaciones que los personajes nos van ofreciendo.

Creo que si te gusta el autor, disfrutarás de su lectura tanto como yo y si no, pues tampoco es una mala novela para adentrarte en las historias de Grisham.
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Los guardianes son una organización sin ánimo de lucro que dedica su empeño, tiempo y dinero a rescatar de la cárcel a presos que en realidad son inocentes y fueron culpados de una manera injusta. Esta organización está formada por cuatro integrantes: Cullen Post, el abogado y protagonista de la historia, Vicki, Mazy y Frankie, uno de los exonerados de Los Guardianes tras 14 años en prisión por un crimen que no cometió.
En esta ocasión, Los Guardianes luchan por sacar de la cárcel a Quincy Miller, un hombre negro que lleva 22 años en prisión, condenado injustamente, por asesinar a su abogado tras perder en la demanda de divorcio. Como podéis imaginar, esto no sucedió así, sino no se estarían encargando Los Guardianes. Detrás de la muerte de Russo, el abogado de Quincy Miller, hay una red de narcotraficantes, un sheriff corrupto, una mujer infiel cuyo nuevo amante es narcotraficante de la banda...
Para desmontar toda esta trama tenemos a Post, el abogado de Quincy Miller y al resto de Los Guardianes. Vamos a acompañarles a lo largo de los distintos procesos e investigaciones que ellos realizan, vamos a conocer las hipótesis planteadas, los resultados de las pruebas de laboratorio, etc.

Me ha parecido que la historia en su inicio es bastante lenta. Narra, quizás, demasiados tecnicismos en el ámbito legal/penal y, sin duda, incluye muchísimos personajes de los que se habla muy brevemente y no terminamos de conocer nada de ellos.
Sin embargo, no todo es malo, una vez te adaptas a la historia y entras en escena, puedes disfrutar juntos con los protagonistas de los distintos descubrimientos y de los nuevos hechos que surgen a raíz de la investigación.
Además, tiene una edición muy cuidada con unos márgenes e interlineado cómodo a la hora de leer y capítulos de 8-10 páginas que agilizan mucho la lectura y siempre invitan a continuar leyendo.
Sin duda, si te gustan las historias de detectives, policías, investigaciones, etc. esta historia te va a gustar.

Elegí este libro pensando que se trataría de un thriller legal del estilo de otros que he leído hasta ahora y que considero como tales; sin embargo, esta novela me ha parecido bastante diferente. Los asuntos jurídicos y legales tienen una presencia importante en todo el desarrollo, sin embargo, esperaba más acción en el estrado de la que he encontrado.

Aunque todos sabemos que no debemos juzgar un libro por su portada, me gusta hacer siempre una referencia a ella. La primera vez que vi la de esta novela me quedé algo descolocada, pues parece estar más relacionada con un viaje que con una trama jurídica. No obstante, el viaje en coche que refleja tiene una importancia esencial en el curso de la historia (en realidad son viajes de horas sin los que no podría haberse desarrollado la historia).

En lo relativo a la trama, me ha parecido muy interesante. Una persona está encarcelada sin haber sido responsable de los hechos que se le implican. Por su parte, el Ministerio de los Guardianes (una humilde organización) se dedica a defender a estos inocentes de una muerte prácticamente segura; sin importar los desplazamientos que haya que hacer y los riesgos que ello implique. A pesar de una premisa tan interesante, la lectura se me ha hecho bastante lenta y la presencia de un número elevado de personajes ha hecho que, en ocasiones, perdiese el hilo de la historia.

Como acabo de indicar, en la novela aparecen muchos personajes, aunque es cierto que todos ellos tienen un papel más o menos importante en la trama (no se trata de historias paralelas o secundarias). de entre todos ellos destacan Cullen Post (abogado y sacerdote episcopaliano que lucha por el país luchando contra sentencias injustas) y Quincy Miller (condenado a cadena perpetua tras ser acusado de matar a un abogado). Uno y otro son defensor y defendido en la dura batalla contra una sentencia y contra los poderosos.

La novela se divide en cuarenta y ocho capítulos numerados y de una extensión corta. El lenguaje que emplea el autor es sencillo, sin recurrir en ningún momento a términos jurídicos o legales que pudiesen haber ralentizado la lectura.

Creo que se trata de una buena novela, pues tiene una trama muy interesante y el autor da giros inesperados que hacen que todas las teorías que podíamos habernos construido se vengan abajo. No obstante, no ha conseguido atraparme como esperaba y ha llegado a hacérseme algo lenta.