Siri Hustvedt es una magnífica escritora, con gran dominio técnico y también sensibilidad, y así es como nos cuenta historias intimistas, donde fluyen los sentimientos, el poder de la sugerencia y los silencios sorprendentes. Su prosa tiene fuerza además de sutileza. Está dedicada al entonces su marido, el escritor Paul Auster. Qué voy a decir, se nota que me gusta. Espléndida y bien estructurada, una narración de las difíciles relaciones humanas que se entrelazan en las historias de los protagonistas con auténticos momentos verdaderamente brillantes, elegantes, directos y a la vez, con profundo sentimiento. Un mundo de referencias intelectuales, unos personajes extraordinarios y ambientes artísticos y universitarios. Elitismo intelectual, eso es. La novela gira en torno a la gran amistad que se desarrolla entre Leo Hertzberg, un historiador de arte afincado en New York y Bill Wechsler, este último un pintor, cuya obra no es reconocida ni expuesta en las galerías de arte, son cuadros que representan a una mujer y los llama autorretrato. Pero será Leo, el que se interesará y comprará uno de sus cuadros, el primero que vende, además, también se interesará por conocer la identidad del pintor. Así es como comienza la relación entre ellos, que culminará en una profunda amistad también entre sus familias. Nos encontramos y conoceremos a Erica, una profesora, esposa de Leo y también a Lucille y Violet que son las dos esposas del pintor. Y así es como la autora irá descubriéndonos y detallándonos el complejo mundo de interrelaciones entre las dos familias, que no serán sino el reflejo de la sociedad norteamericana. Me parecen mejores dibujadas y más interesantes los personajes femeninos, Erica, Lucille, Violet, quizá por lo que no se dice de ellas, las elipsis y el misterio con que se tratan, es otra de las características importantes en la novela, por ello nos atrapa. Pero también hay partes muy duras en la novela, trágicas, podemos decir, y son bastantes, muerte y grandes dosis de dolor, aunque expresadas con mucha sensibilidad y delicadeza, aún poniéndonos los pelos de punta. Hay que descubrirlo leyendo, aunque también diré que puede ser no apta para las personas que no deseen enfrentarse a tanta dureza. Encontramos grandes y extensas reflexiones sobre el arte contemporáneo, podemos llamarlo, elitismo intelectual, como ya he comentado, pero a mí, me gusta. Evidentemente, son necesarias y fundamentales en el conjunto de la obra y están relacionados con los temas tratados. Nos describirá, casi fotográficamente, las obras que Bill irá creando, es como si observáramos el mundo a través de la mirada de un pintor. Nos plantea también como el arte y la locura pueden estar totalmente relacionados, y así nos vamos a encontrar con ciertos personajes que lo llevarán a sus últimas consecuencias, será a lo que llamará el arte transgresor y nos mostrará ejemplos de este aspecto enfermizo y provocador, extremadamente inquietante. Aquí es donde la autora carga su critica hacia la sociedad. Creo no equivocarme si detecto que es una novela bastante simbólica en la que podemos encontrar varias lecturas, pero siempre con la gran habilidad narrativa que va imprimiendo en sus obras. Una novela diferente, una novela especial y compleja que nos hará reflexionar y que con toda seguridad no nos dejará indiferentes. Es también como una novela negra. Todo narrado con una escritura inteligente que miramos y sentimos con los ojos del profesor de historia del arte Leo Hertzberg, el sorprendente narrador de la novela, y del mismo modo que él, percibimos a los personajes de toda la historia porque, además, podemos decir que es una obra de grandes personajes. Es una novela muy inquietante, pero nos atrapa. El placer estético se apodera del lector. Muy recomendable. + Leer más |
El escritor estadounidense Paul Auster ha muerto este martes en Nueva York a los 77 años consecuencia del cáncer de pulmón que padecía, cuyo diagnóstico anunció públicamente hace un año su esposa, la también escritora Siri Hustvedt. Su muerte se produce pocos meses después de publicar Baumgartner, la novela en la que repasa cinco décadas de escritura y que constituye su testamento literario. Reconocido internacionalmente, tanto por su literatura como por sus incursiones en el cine —como la película Smoke, con Harvey Keitel en el papel protagonista—, autor de la aclamada Trilogía de Nueva York o la novela río 4 3 2 1, el carismático autor y patrón laico de su barrio de adopción, Brooklyn, fue galardonado con numerosos premios aunque siempre le fuera esquivo el Nobel, pero fue sobre todo el reconocimiento de la crítica —el suplemento literario del británico Times lo calificó como “uno de los escritores estadounidenses con una inventiva más espectacular”— el que forjó su estatura de gigante de las letras.
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