Tenemos que hablar de Kevin

Podría decir que es el mejor libro que he leído en mi vida y que esta va a ser la reseña más chapucera que he escrito nunca por no ser capaz de poder contar todo lo que estoy sintiendo.
Es un libro que nos cuenta cosas durísimas de una manera que llega a ser de una belleza abrumadora y dolorosa.
Aún estoy digiriendo lo que he leído durante estos días. Saliendo de mi estupor, intentando "normalizar" mi mente y mi corazón, secándome las lágrimas que, al final no pude más, derramé... aún estoy procesando la historia de estas tres personas que de una manera tan magistral ha puesto la autora negro sobre blanco.

En primer lugar querría hacer hincapié en esa manera de escribir. al principio me pareció un tanto pedante pero una vez pasado el escollo de las primeras páginas empecé a apreciar esa manera de escribir, esas frases lapidarias entre las líneas de sus cartas. Sí, la novela es en formato epístolar y narrada solo bajo la visión de Eva.
Me ha parecido brutal la narrativa de la autora y como va zarandeando al lector a su antojo según lo que va leyendo. Pasas por todos los estados pero el que más fuerza tiene ( o lo que yo más he sentido) ha sido la soledad...una soledad infinita que rodea a Eva y la que en un principio no cae bien, pero a medida que lees, querrías apoyarla.
El libro nos plantea una serie de problemas de actualidad y otros que llevan con la humanidad hace siglos. Y lo plantea con reflexión, de manera muy profunda y haciendo que el lector se haga preguntas , piense sobre cosas que no se había parado a pensar hasta ahora (o al menos de manera mas superficial) y te hace entrar tanto en situación que acabas empatizando hasta con Kevin en un momento dado.
No puedo desvelar nada excepto lo que ya sale al comienzo del libro y en algunas sinopsis. Kevin será el artífice de una matanza en su instituto y Eva nos va a ir contando cómo han llegado hasta ahí.
La novela trata sobre muchas cosas: ¿el mal nace o se hace? El perdón, el amor o la falta de amor cuando la sociedad nos dice que deberíamos sentirlo, la culpa que sentimos y la que nos quieren hacer sentir, la maternidad/paternidad y su complejidad, la tenencia de armas en EEUU, y unas cuantas cosas más muy interesantes. Y todo aglutinado en las cartas que Eva le dirige a su marido y en las que le cuenta cómo todo eso llevó a lo que ocurrió "aquel jueves".
Me temo que me estoy liando y no sé si os estoy animando a leerlo, pero si dudáis enviad mi reseña a la papelera y coged el libro que es lo que cuenta.
Otra cosa más, tenéis que leer con los ojos bien abiertos ya que la autora deja unas sutiles pistas en la novela para ir adivinando algo de lo que posteriormente ocurrirá. Cuando me encontré esas "pistas" pensé que era fallo de traducción, pero no...están adrede.
De verdad que me da rabia no poder contaros más, pero esta historia os toca descubrirla a vosotros.

Ah, no veáis ni el trailer de la película, ya que os hará muchos spoilers.

¿Recomendaría este libro? Sí, sí y sí. Os lo recomiendo a pesar de que es un vapuleo emocional y paliza despiadada al corazón. Con deciros que lo hemos leído en una conjunta y a todos nos ha destrozado... pero es de una belleza extrema con esa narrativa y con...no digo más. Leedlo.

Algunas citas (creo que no he subrayado nunca tanto en un libro...dos tercios están marcados:
"Hay algo nihilista en no querer tener hijos, Franklin. Como si no creyeras en el ser humano."
"Los niños viven en el mismo mundo que nosotros. Que nos engañemos suponiendo que podemos protegerlos de él, además de ingenuo, es pura vanidad"

Acabo de leer "Tenemos que hablar de Kevin" (Anagrama, 2009), de Lionel Shriver.

Nunca pensé que un libro me fuera a impactar así.
Como sabía de qué iba, creía que me iba a encontrar un thriller/bestseller con su morbo y sus giros tramposos para enganchar al lector.
Pero no, esto no va de "aquí pasan cosas, muchas y muy duras" (que también), sino de un profundo estudio psicológico de los personajes, perfectamente diseñados y consecuentes de principio a fin.

No es un libro sencillo, su lenguaje y su sintaxis son complicados, porque es lo menos que se merece la disección de tal madre y tal hijo.

No hago spoiler alguno si digo que trata de las tristemente famosas matanzas de adolescentes en institutos por parte de algún compañero, en este caso nuestro protagonista. Es algo que se desvela en las primeras páginas, pero es tal la maestría con que se nos cuenta (en forma de cartas al padre, con idas y venidas en el tiempo...), que vamos de sorpresa en sorpresa, de susto en susto, con el alma encogida y, por mucho que crean que ya lo saben todo, con un final que, yo por lo menos, no me esperaba.
Insuperable, de verdad, me quito el sombrero.
Y, claro, le das vueltas cuando lo acabas, durante varios días incluso, porque si eres madre te planteas: "¿hasta qué punto eres responsable de los actos de tus hijos? "El asesino múltiple ¿nace o se hace?" "¿Todas las mujeres que tienen hijos tienen instinto maternal?" "¿Son los hijos más permeables de lo que creemos a las acciones/pensamientos/sentimientos de los padres?"
En una dura lucha con estas y otras cuestiones, vemos a esta madre debatirse entre el amor que "debe" a su hijo y la condena de sus actos.

La foto de la portada corresponde a la película basada en el libro y ganadora de varios premios, entre ellos el de mejor actriz, Tilda Swinton. No ha satisfecho mis expectativas, era imposible trasladar al celuloide tal gama de sentimientos pero... ¡ay, la interpretación de la actriz es justo lo que yo esperaba encontrar, y eso es muy difícil, si leen el libro lo entenderán.

No sé si lo han leído y están o no de acuerdo conmigo. Si lo conocen, tómense un par de minutos en darme su opinión, gracias.

La acción de el libro comienza un año después de aquel jueves, y se va desvelando a través de cartas que Eva, la madre de la criatura, a modo de terapia, le va a escribiendo a Franklin, padre del muchacho, y en ellas nos va contando en un atrás y adelante, cómo era su vida en tres momentos: antes de Kevin, durante Kevin y después de Kevin.

Es muy difícil contar sin desvelar, así que voy a intentarlo al menos. Voy a intentar explicar también en ese orden, para que no resulte muy lioso. Todo, repito, desde el punto de vista de la madre, Eva.

Antes de Kevin tenemos a una mujer exitosa, viajera, independiente y enamorada que se plantea tener a su hijo, porque hay que tener hijos, porque se le va a pasar el arroz, porque es ahora o nunca pero que nunca estuvo del todo convencida, aunque decidió arriesgarse fundamentalmente por el amor que siente hacia Franklin, americano típico de los de película, un fotógrafo, localizador de exteriores para publicidad.

Aunque ya habían hablado de ello, pero sin planteárselo muy en serio, un día, ella, ante la inesperada tardanza del marido y la angustia que esto le provoca, decide optar por una maternidad ante la que hasta ahora había dudado. Desde el primer momento, siente que está teniendo un embarazo que no le pertenece y que se limita a ser la incubadora de un ser al que todavía no conoce y por el que debe sacrificarse continuamente en contra de su voluntad.

"¿Qué locura se apoderó de nosotros? ¡Éramos tan felices... ¿Por qué arriesgamos cuanto teníamos en ese juego atroz de tener un hijo? Me doy cuenta de que te parecerá sumamente blasfemo el simple planteamiento de esta pregunta..."

Pues sí y con semejante comienzo, ya intuyes que la cosa muy bien, muy bien no va a salir.

"Todo el tiempo que estuve embarazada de Kevin, luché contra la idea de Kevin, la idea de que había sido rebajada por él de conductora a vehículo, de dueña de una casa a simple casa."

Durante: Una vez nace Kevin, ella no siente esa felicidad y esa plenitud de espíritu que se les supone a las madres, cosa que la disgusta enormemente. Y la situación no mejora con el tiempo ya que se trata de un niño difícil de llevar, llora sin parar, que pronto se convierte en el terror de toda niñera que se acerque a él y de su propia madre, a la que la tarea de “quererle” se le hace del todo imposible por más que lo intenta.

Poco a poco y, a medida que Kevin se hace frío, introvertido, que no juega, no anda no habla y cuando por fin lo hace, puede hacer una larga lista de las cosas que detesta pero no decir ninguna de las que le gusta.

De cara a Franklin, el padre, ocurre todo lo contrario, cuando llega el padre, el niño es una delicia, bueno y encantador, así que el problema para el padre no es Kevin, sino su mujer.

Pero Eva va viendo que cuanto más crece su hijo es más malo, y manipulador, que cambia de carácter cuando llega el padre, un padre que está cegado por amor ante las cosas que hace su hijo y siempre encuentra la manera de exculparlo. Siempre cree la versión del hijo, aunque eso le lleve a distanciarse de su mujer.

Y la criatura sigue creciendo, y su madre va viendo que su hijo es más y más malvado y se echa la culpa, se pregunta porqué, de quién es la culpa…si fue por su actitud ante el embarazo, si es por ella, que está desesperada por volver a trabajar por no verlo….

Cuando Kevin se va haciendo adolescente, se va forjando en él una personalidad, solitaria, fría, insensible, de extraordinaria inteligencia pero maliciosa, más allá de las típicas travesuras infantiles, vamos una delicia el chaval…
Y llega el JUEVES, ese jueves al que se va haciendo alusión durante todas las cartas.

Un par de días antes de cumplir los 16 años va a su instituto y lleva a cabo con toda frialdad una matanza en su instituto cobrándose la vida de un puñado de compañeros y una profesora.


Seguro que no lo esperabas…yo no, aunque va dando pistas todo el rato, y vas viendo como esa madre lucha y lo intenta todo por quererlo, porque sea diferente por todo, pero no…

Después de Kevin, bueno, después de que Kevin cometiera la matanza y fuera encerrado en un reformatorio, aparece Eva, una mujer destruida que lo ha perdido todo lo material, en abogados e indemnizaciones, y su vida, ya que el mundo la culpa de los actos de su hijo, de su frialdad en el juicio y de su maldad. Y ella se ha autoimpuesto la pena de ir a ver a su hijo al reformatorio, y que aún allí la siga torturando con su frialdad y su falta de arrepentimiento. La vergüenza al contemplar el dolor de las otras madres, sus remordimientos por haber traído ese hijo al mundo…
El libro de la criaturita es tremendo, te hace pensar un montón, te destroza las entrañas, cuando te hace pensar si debes ser madre o no, si se puede odiar a un hijo…un montón de cosas, y es altamente adictivo, las casi 300 últimas páginas, las devoras. Y cuando terminas te quedas con un tremendo agujero negro en el estómago.

Y abarca muchos temas de debate y discusión: ¿existe el mal?, ¿las personas nacen o se hacen?, la educación de los hijos, el trabajo de la mujer fuera de casa, la tenencia de armas en Estados Unidos, las matanzas en los institutos…etc. Pero ya eso queda fuera de mi reseña…
Enlace: https://laisladelasmilpalabr..

Este libro me lo han recomendado en un reto de lectura entre amigas en el que estoy participando, y la verdad es que mi amiga Maricarmen ha acertado de pleno! Vamos por partes... Ha ocurrido algo muy gordo y grave, realizado por Kevin, y a raiz de ahí, su madre va escribiendo cartas a su marido, del que se ha separado, confesándole muchas cosas que no le había contado, contándole cosas que él no sabía, y diciéndole pensamientos que en su momento se guardó para ella o se mordió la lengua, y que si en su momento hubiera hecho puede que todo fuera distinto.

Nos encontramos ante un niño que desde el momento de su nacimiento se impuso a sus progenitores, actuando con maldad, con premeditación, haciendo un doble juego dependiendo de su estaba con su madre o con su padre, Kevin es un perfecto actor que muestra su cara verdadera con su madre, machacándola, anulándola, y que sin embargo con su padre es un angel, aun siendo a quien más odia de los dos... He llegado a pensar que en verdad Kevin está enamorado de su madre, y lo que siente es un amor/odio por ella... Ella es la que está todo el día con el, y la que está sometida a su tiranía. Su padre es un mero espectador que se encuentra a otro Kevin cuando vuelve del trabajo, y no da crédito a las cosas que le cuenta su mujer, juzgándola, criticándola y haciendola entrever que no es una buena madre, que siempre está de parte de los demás, y que no comprende a su hijo, que cuando hace cosas malas, hay que consolarlo porque a lo mejor se le ha quedado un trauma, que es un héroe cuando ocurre algo gravísimo porque aunque lo haya provocado él, eso no lo ve su padre, lo que ve es que ha llamado a la ambulancia rápidamente, o que es un chico influenciable por malas compañías, cuando en realidad es el líder de algunos chicos sin personalidad ninguna que hacen lo que él quiere.

Tú vas leyendo, y vas viendo la realidad, que es la que muestra Eva, su madre. Y vas abriendo los ojos como platos porque no te puedes creer que el padre no se de cuenta de que es una marioneta en manos de su hijo. Te sientes totalmente del lado de Eva, y hay momentos en los que odias al padre, te dan ganas de darle dos tortas a padre e hijo (bueno a hijo algo más), y hay momentos muy fuertes en la novela en la que no das crédito a que pueda hacer tales cosas. Especialmente me ha impactado los episodios relacionados con su hermana, porque Eva al cabo de unos años decide darse una segunda oportunidad como madre y decide tener otro vástago, que será una niña adorable aunque demasiado mimada y asustadiza/débil, sin el consentimiento de su marido.

Creo que hasta aquí puedo contar sin hacer spoliers ni desvelar lo más gordo del libro. Es una novela de unos 600 páginas, las primeras 100 páginas o así se pueden hacer algo pesadas, porque entre que te adaptas al ritmo de las páginas, vas quedándote con los personajes y tal pues cuesta, pero luego arranca todo lo relacionado con Kevin y te va enganchando al máximo. El final es brutal, aunque tengo que decir que cuando me quedaban unas 100 páginas y me lo imaginé (puede dar fe mi novio, que se lo conté jajaja). En resumen un libre altamente recomendable, en el que llegamos a la conclusión de que en una familia con hijos, los padres constituimos un equipo que tiene que estar de acuerdo, no nos podemos quitar la autoridad los unos a los otros, no podemos darle todo a nuestro hijo porque podemos convertirlo en un mostruo.
Enlace: https://losauguriosdelaluna...

Si os gustan las series de true crime, podréis entender lo adictivo que ha sido leer "Tenemos que hablar de Kevin", incluso a pesar de ser una novela epistolar (nada que objetar aquí) de largas cartas en las que una madre recuerda cómo fue la decisión de quedarse embarazada y el shock de traer al mundo un niño que terminaría llevando a cabo una matanza en su instituto.

Lioner Shriver parte desde el final para tratar de explicar y, tal vez, comprender qué pudo salir mal, pero aunque lo parezca no desvela todas sus cartas, así que te mantiene en vilo hasta la última página. Esto puede resultar un poco engañoso, como también lo es el hecho de que solo conozcamos su versión de cómo es Kevin, pero para mí fue suficiente, me impresionó y me enganchó igual.

La protagonista reflexiona sobre la vida en pareja, la decisión de ser padres y la maternidad. Sobre otros tipos de maternidad, acerca de la cara menos amable. Hace que nos planteemos si existe la maldad innata, o si un bebé puede reconocer la desilusión, la indiferencia e incluso la antipatía en una madre. Señala la hipocresía de una sociedad morbosa que culpa a las familias cuando algo sale mal, pero que devora este tipo de historias en la televisión. Estos son solo algunos de los temas que aparecen en la novela, pero hay más porque Eva enlaza recuerdos con reflexiones continuamente.