Los Radley

CUIDADO, VOY A DECIR LA PALABRA MAGICA!🤫
Ya sabes, esa que empieza por V y termina con sangre, mucha sangre...

🌸Es más, si te gusta la leyenda de Drácula, la versión más escalofriante y malvada de estos seres, aquí encontrarás a un personaje que te recordará que no todos los vampiros son románticos, ni buenos ni morales... Es más, verás la muerte de otra forma...🤪

🌸Pero volvamos al principio, al porque tienes que leer esta historia!

1. Capítulos cortos, pero cortos de verdad.
2. Una familia de lo más normal, sino fuera porque son vampiros.
3. Un asesinato.
4. Intriga, sospechas y muchas dudas.
5. Amor del bueno, del no tan bueno y del mejor.
6. Adolescentes en plena efervescencia vampírica.
7. Un tío guapo a rabiar, con muchos secretos
8. Y un mundo fascinante donde no todo es lo que parece y lo que parece no siempre es real.

🌸Y como no, y como colofón final: VAMPIROS, y sed, mucha sed, demasiada sed de sangre...

Los Radley (Alianza Editorial, 2023) de Matt Haig ha sido un regalo muy especial y todo un descubrimiento. ¿Otra historia sobre vampiros? Sí, pero acerca de una familia abstemia de Bishopthorpe. No toman sangre y han ocultado su verdadera condición a sus propios hijos. Helen, ama de casa, y su marido, Peter, el médico del lugar, se enfrentan a una gran crisis matrimonial. El hijo mayor, Rowan, es un admirador de Lord Byron y padece el acoso de sus compañeros de instituto. Clara, la hija pequeña, quiere ser vegetariana, en un intento de llevarse mejor con los animales, a los que adora y que, inexplicablemente, huyen a su paso.

Los días se suceden hasta que, una noche, Clara acude a una fiesta y sucede lo que no debería. A partir de entonces, los hermanos tendrán que hacer frente a su nueva realidad, mientras sus padres hacen lo imposible para que todo siga como siempre. La llegada del tío Will, hermano de Peter, tan bohemio y despreocupado contribuirá al terremoto familiar, sacando a la luz un pasado que debería haber quedado atrás.

El contexto es una Inglaterra en la que los vampiros se mezclan con los humanos sin el conocimiento de estos últimos, en la que se vende sangre vampírica embotellada, que cuenta con la Sociedad Sheridan para mantener el orden vampírico, y sobre todo, con El manual del Abstemio -muy presente en la obra-, que facilita el tránsito de las prácticas vampíricas a la existencia sin el consumo sanguíneo. Una novela de ritmo ágil, capítulos breves y entretenimiento asegurado, que nos invita a mirar a nuestros vecinos y preguntarnos si evitan el sol o nos miran el cuello con intensidad. ¿Cuál ha sido vuestra última lectura "con colmillos"?
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Siendo tan fan de los vampiros como soy, no podía quedarme sin leer este libro que tanto me habían recomendado. Es muy diferente a todo lo que estamos acostumbrados, no estéis esperando una historia de terror al uso, porque aquí encontraremos cosas de lo más diferentes.

Es muy cómica y muy adolescente en algunos puntos, incluso los personajes más adultos cometen comportamientos juveniles de vez en cuando. Eso sí, me han gustado mucho, porque me he reído mucho con ellos y tienen carisma propio. Sobre todo Will Radley, que ya sabréis quien es, porque si digo algo, ya estaría haciendo spoilers.

Las novelas que suceden en un pueblo pequeño, donde todos los vecinos se conocen y todo parece apacible hasta que llega un misterio que los pone a todos patas arriba me encantan. ¿Podrá una familia de vampiros abstemios seguir viviendo sus vidas como siempre lo han hecho hasta ahora?

Los capítulos son mega cortos, por lo que el libro se lee en un suspiro. Tiene ese toque de investigación, intriga y un misterio por resolver, aunque a mí no me ha impresionado demasiado el desarrollo del mismo, porque la trama en sí ya había captado más la atención.

La recomiendo para todos los tipos de lectores, porque no hay una violencia muy elevada, es más bien para echar un rato divertido y relajado leyendo sobre vampiros con unos problemas bastante complicados. No es la novela de vampiros del siglo, pero cumple super bien su prometido.

Divertida, entretenida y distinta dentro de su propio género. Momentos de humor desternillantes y sátira en muchas reflexiones con temas de la sociedad actual. ¡Muy recomendable!

Nota: 4 sobre 5

Premisa:
Los Radley son una familia de vampiros: dos padres y dos hijos adolescentes. Los padres han decidido desde hace tiempo volverse abstemios y convivir con la población normal haciendo una vida de lo más rutinaria. No les han contado su gran secreto a sus hijos, y de repente la situación se les va de las manos ya que Clara se ve abocada a calmar su sed.

Opinión:
Yo necesitaba algo ligero y divertido, que me hiciese desconectar y pasar páginas a velocidad estratosférica. Y ¡oh, sí! Esta lectura me lo ha dado con creces. Es verdad que no es una lectura que te vaya a impresionar emocionalmente, que te vaya a cambiar la vida o que vaya a convertirse en la mejor lectura del año, pero… ¿sabéis qué? No siempre se necesita eso. Y a mí me encanta de vez en cuando intercalar una lectura fresca y dicharachera en mi repertorio. Los personajes son simpáticos, carismáticos. La trama tiene lógica y está bien construida y desarrollada y el final encaja perfectamente con el devenir de la historia. La verdad es que cuando se terminó, me dio pena. Me habrían gustado otras 200 páginas más de las andanzas de Los Radley.

Hace diecisiete años, Peter y Helen Radley se convirtieron en abstemios. Ahora evitan la sangre humana, sobreviviendo a base de productos animales, incluso si eso significa una esperanza de vida reducida, migrañas continuas, depresión y bajos niveles de energía. Con sus dos hijos adolescentes, Rowan y Clara, intentan vivir una vida normal de clase media en Bishopthorpe.
Rowan y Clara no son conscientes de ello, solo saben que algo no está del todo bien: no tienen energía, tienen erupciones cutáneas por la exposición al sol, no pueden dormir, los animales los evitan y los niños de la escuela piensan que son raros.
Entonces las circunstancias la sitúan en un campo un viernes por la noche con un joven matón insistente y muy borracho, y sucede lo inevitable. Y cuando el hermano mayor de Peter, Will, un vampiro carismático y practicante con una sed de sangre insaciable e indiscriminada, aparece para ayudar a lidiar con la crisis de la familia, las cosas realmente se complican.
Un libro que fluye rápido, ligero pero inteligentemente escrito, ingenioso y definitivamente no es un libro de vampiros sobrenaturales común y corriente. Probablemente incluso podrías imaginar la historia de los vampiros y la debilidad por la sangre, para ser reemplazada por una debilidad humana más "normal" o la supresión del alcohol/drogas/juego/sexo, etc.
En conclusión, un libro que me ha sacado de mi zona de confort y me ha mantenido enganchada a sus cortos pero atrayentes capítulos. Un libro que os recomiendo para que comenzáis a leer esta noche.

Una novela de vampiros diferente, divertida y tierna en algunos momentos.

Esta novela no es la típica de vampiros llena de sangre, acción y oscuridad. Todo lo contrario, es divertida, amena de leer y con unos personajes encantadores. 

Los Radley son una familia formada por cuatro personas:Peter y Helen (matrimonio) y Rowan y Clara (hijos adolescentes). Viven en un pueblo pequeño, están integrados en la sociedad, pero... Son vampiros abstemios e intentan ocultarlo al mundo, dejar atras su pasado, hasta que ocurre algo y la sangre llama de nuevo a su puerta.

La historia tiene su puntito de intriga, aunque más bien es pausada. Tiene capítulos cortos que ayudan a coger ritmo y la trama principal me ha gustado en su conjunto. No es una trama compleja y es fácil seguir el hilo de todo. Es apta para todos los lectores, porque aunque hay sangre es todo muy leve. Podría decirse que es un cozy vampírico. El autor dota de mucha personalidad a sus personajes, pero sobre todo son grandes sufridores. Además, aporta a la novela un toque de humor y sátira.

Si buscas una historia diferente y amena puede gustarte, sin grandes pretensiones consigue entretenerte bastante.

Empezamos esta historia familiar en la que conoceremos a los padres, Peter es médico de familia y Helen la madre perfecta que esconde demasiados secretos.
Por otro lado tenemos a los hijos, dos adolescentes. Clara intenta hacerse vegana, pero cada vez se encuentra peor y Rowan tiene esos extraños sarpullidos que hacen que parezca un bicho raro.
Un día Clara acude a una fiesta y ocurre un hecho que hace que todo estalle y la realidad se imponga. A partir de esto Helen y Peter tendrán que ser sinceros con sus hijos, contarles lo que son y plantar cara a esa nueva realidad que tienen ahora.
Toda la familia cambia y veremos a cada uno seguir sus instintos y desmadrarse.
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Esperaba una historia cómica y aunque tiene algo de humor negro resulta más oscura de los que esperaba. Encontraremos, muerte, abusos, violencia y muchos salseos familiares.
Los capítulos son de apenas dos o tres hojas por lo que hace que te leas el libro sin darte cuenta, engancha muchísimo y nos vamos encontrando giros en la trama ya que no paran de ocurrir problemas desde el principio.
Empecé empatizando más con Rowan y desde luego es el que más evoluciona en la historia. Aunque sin duda Helen fue la que más me sorprendió por todo el pasado que descubriremos.

Sin duda una historia muy original, que no te esperas y que nos acerca al mundo de los vampiros desde otra perspectiva.

¿Algún amante de los vampiros en la sala? Si es así, sigan leyendo porque esta recomendación les interesa.

En el apacible pueblo de Bishopthorpe nunca ocurre nada fuera de lo normal. Bueno, eso era antes de que apareciesen los Radley. A pesar de que de puertas para fuera parezcan una familia de lo más tradicional, e incluso un pelín aburrida, esconden un oscuro secreto: son vampiros. Esto, por razones obvias, no lo sabe nadie. Y no me refiero solo a los vecinos... Sino que no lo saben ni sus propios hijos. Lo único que quieren Helen y Peter es llevar una vida normal, y para lograr ese objetivo no les queda otra que ser vampiros abstemios. ¿Qué implica esto? Pues, básicamente, no beber sangre bajo ningún concepto. Sin embargo, sus instintos son más fuertes de lo que ellos pensaban y un terrible suceso terminará sacando a relucir todo aquello que han intentado ocultar.

Este libro era justo lo que necesitaba para volver a engancharme a la lectura. Llevaba una temporada con muy poquitas ganas de leer y cada vez que intentaba coger un libro, me distraía con tanta facilidad que lo soltaba con la misma; pero este libro no lo he podido soltar. Es más, me he obligado a dosificarlo para que me durase más porque no quería que acabase.

Hace dos años leí «La biblioteca de la medianoche» y me encantó, por eso tenía tantas ganas de hincarle el diente (y nunca mejor dicho) a este libro. Sinceramente, sabía que me iba a gustar, pero no me imaginaba que tanto. Matt Haig ha mantenido ese mismo puntito fantástico que tenía su libro anterior, pero claro, en este caso se trata de una historia de vampiros y como fan acérrima de estos seres mitológicos, ya les digo yo que tienes que documentarte muy bien y no dejarme ningún cabo suelto para conseguir que me zambulla de lleno en lo que me narras.

Los personajes me han encantado y el dilema moral al que se enfrentan es lo que más chicha le da a este libro. Es que imagínense: UN VAMPIRO PLANTEÁNDOSE SI ESTÁ BIEN O NO BEBER SANGRE. Esto al final es lo que desencadena todos los conflictos que se desarrollan en la historia y aunque puede parecer un pelín dramático, el autor también lo plantea todo con muchísimo humor.

Este libro me ha hecho reír, me ha frustrado, me ha enternecido y me ha hecho ver que ni los buenos son tan bueno ni los malos son tan malos. ¿Pueden los humanos y los vampiros vivir en perpetua armonía? Matt Haig tiene la respuesta. 

Los Radley son una familia de bichos raros, huyen despavoridos del sol, el ajo les sienta fatal y tienen la rutina del sueño completamente alterada. Son, claramente, una familia de vampiros. Pero Helen y Peter aún no se lo han dicho a sus hijos Clara y Rowan. Clara insiste en hacerse vegana, la falta de carne le sienta extrañamente mal. Cuando una noche ataca mortalmente a un compañero de instituto, sus padres se ven obligados a confesarles la verdad y a esconder el crimen en una cerrada sociedad que parece estar pendiente de todos sus extraños movimientos.

Ha sido mi primer contacto con el autor y con una novela de vampiros ¡Y guau! Partiendo de que es simplemente el momento perfecto del año para leerla, sus cortos capítulos y el ingenio de los Radley hacen que sea una lectura apasionante. Los conoceremos a todos ellos al detalle, incluido el extravagante tío Will, quien pondrá a prueba la estabilidad familiar.

Es una novela cargada de subtramas, cada uno carga con sus propios problemas, con el pequeño detalle de que hay dos adolescentes en la familia descubriendo sus nuevas capacidades. ¿Dónde es seguro pegarse unas carreras nocturnas por la ciudad? ¿Cómo calmar el ansia de sangre al olerla en un cuerpo ajeno? ¿Cómo explicar la energía repentina que poseen? ¡Oye que cantidad de cosas se aprenden de los vampiros con este libro!

Una historia que en ocasiones roza la comedia, pero que se mantiene en los límites de una realidad asfixiante, donde los niños sufren las burlas de sus compañeros en el instituto y sus padres, la discriminación de los vecinos. No obstante, también hay lugar para el amor y los conflictos, en una armonía perfectamente equilibrada.

Es sin ninguna duda mi gran recomendación para este Halloween, tanto para los más jóvenes como para los lectores más expertos, pasaréis un buen rato junto a los Radley. ¡Eso sí, no comáis mucho ajo o los espantaréis!
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Nadie dijo que ser un vampiro fuera facil, y gracias a esta familia por fin pude ver que pasaría si en una de esas, una familia de vampiros sufriera de crisis de identidad. Pobres. Si les soy honesta, si me sentí mal por la mayor parte de los integrantes de esta familia tan extraña. Bueno, por casi todos.
Por un lado tenemos al pobre Peter lidiando con sus problemas maritales y el ansía de sangre, por otro esta Rowan y su conflicto sobre ser una una criatura de la noche, y por último tenemos a Helen, la cuál está viendo que su familia se desmorona con la llegada de Will y los secretos que poco a poco salen a la luz. Sí, ninguno de ellos la tiene fácil y, aunque en principio sí me sentía mal por Clara y todo lo que le ocurrió, conforme avance en la historia me empezó a caer mal.
No sé, me da la impresión de que es demasiado despreocupada para los problemas a los que se enfrentan, y conforme avanzas en la trama te das cuenta de que solo se muestra un cambio hacia el final del libro.
Y luego, ¿Ya para qué ?