Los Radley

Los Radley son una familia de bichos raros, huyen despavoridos del sol, el ajo les sienta fatal y tienen la rutina del sueño completamente alterada. Son, claramente, una familia de vampiros. Pero Helen y Peter aún no se lo han dicho a sus hijos Clara y Rowan. Clara insiste en hacerse vegana, la falta de carne le sienta extrañamente mal. Cuando una noche ataca mortalmente a un compañero de instituto, sus padres se ven obligados a confesarles la verdad y a esconder el crimen en una cerrada sociedad que parece estar pendiente de todos sus extraños movimientos.

Ha sido mi primer contacto con el autor y con una novela de vampiros ¡Y guau! Partiendo de que es simplemente el momento perfecto del año para leerla, sus cortos capítulos y el ingenio de los Radley hacen que sea una lectura apasionante. Los conoceremos a todos ellos al detalle, incluido el extravagante tío Will, quien pondrá a prueba la estabilidad familiar.

Es una novela cargada de subtramas, cada uno carga con sus propios problemas, con el pequeño detalle de que hay dos adolescentes en la familia descubriendo sus nuevas capacidades. ¿Dónde es seguro pegarse unas carreras nocturnas por la ciudad? ¿Cómo calmar el ansia de sangre al olerla en un cuerpo ajeno? ¿Cómo explicar la energía repentina que poseen? ¡Oye que cantidad de cosas se aprenden de los vampiros con este libro!

Una historia que en ocasiones roza la comedia, pero que se mantiene en los límites de una realidad asfixiante, donde los niños sufren las burlas de sus compañeros en el instituto y sus padres, la discriminación de los vecinos. No obstante, también hay lugar para el amor y los conflictos, en una armonía perfectamente equilibrada.

Es sin ninguna duda mi gran recomendación para este Halloween, tanto para los más jóvenes como para los lectores más expertos, pasaréis un buen rato junto a los Radley. ¡Eso sí, no comáis mucho ajo o los espantaréis!
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