La soledad de los números primos

🌿El libro está narrado en tercera persona y tiene 281 páginas.
🌿Esta es la historia de Mattia y Alice, marcados desde su infancia. Alice por un accidente de esquí por el que fué coja de por vida. Mattia porque abandonó a su hermana melliza (la cual era deficiente) en un parque cuando iba al primer cumpleños que lo invitaban ( no los invitaban nunca).
🌿Alice no comía, era anoréxica. Mattia se autolesionaba. Mattia, un genio matemático. Alice, sin una vocación definida.
🌿En este libro, explica el autor, Mattia y Alice, los protagonistas, son dos "números primos gemelos", separados por un único número par que no les permite encontrarse, a pesar de estar tan cerca.
🌿El libro es ameno, de lectura ágil, con una bonita ambientación y muy crudo porque toca temas duros.
🌿Es en palabras del propio autor "extremadamente representativo de un cierto mundo juvenil de la burguesía, de la burguesía opulenta, que ofrece comodidades a sus propios hijos dejándolos en la más absoluta soledad y abandonados a sí mismos
🌿Ahora me queda esperar al primer martes del mes, para comentarlo en el club y después un picoteo.

“Los números primos sólo son exactamente divisibles por 1 y por sí mismos. Ocupan su sitio en la infinita serie de los números naturales y están, como todos los demás, emparedados entre otros dos números, aunque ellos más separados entre sí. Son números solitarios, sospechosos…” y eso encaja exactamente con Mattia y Alice, dos jovenes solitarios y extraños en el mundo que les rodea, que cargan con el peso de sus pasados y de sus cicatrices. La amistad que surge entre ambos por su desarraigo social y familiar se convertirá en la piedra de toque entorno a la cual pivotara su crecimiento y desarrollo humano, incluso cuando, como planetas que se atraen y se repelen, el paso de los años y los malentendidos les distancien y les vuelvan a juntar.

Como señala la sinopsis de la edición que he manejado para esta lectura, este razonamiento matemático se convertirá en la poderosa metáfora que ejemplifica esta historia sobre distancias, personas heridas y diferentes y pasados traumáticos. Cuando en 2008 Paolo Giordano, con solo 26 años, publico en Italia su primera novela, presento al mundo una obra cruda, hiriente, dura de leer y áspera como una piedra pómez a ratos. Y sin embargo también es cautivadora, tierna y está envuelta en una difusa aura de sensibilidad que desarma. Tenía desde hacia años “La Soledad de los Números Primos” en mis estanterías cogiendo polvo; en su momento, ya intenté leerla y no pasé de las 10 o 12 páginas. Desde entonces ya daba por hecho que no iba a ser una lectura para mi y que no iba a disfrutarla. No es que le quitase méritos literarios o pensase que no fuera entenderla. Simplemente creía que no iba a ser la clase de novela que a mi pudiera gustarme. Desconfianza hacia la naturaleza de la obra, hacia las críticas tan buenas que había leído sobre ella, a que no terminara de ser para mi. Y desde luego tengo claro que hace unos años no hubiera podido entender ni conectar con esta obra con sus personajes. Así que creo que hecho esta lectura conjunta en el momento preciso para poder disfrutarla, comprenderla y saborear todos sus matices.

Y es que no me extraña que hace unos años no hubiera podido con ella. Desde su mismísima primera página “La Soledad de los Números Primos” es un desafió por dos aspectos. Primero por lo directa y cruda que resulta. Con una prosa sencilla y directa, Paolo Giordano logra meter de lleno en esta historia al lector, consiguiendo que se introduzca totalmente en la atmósfera y en los sentimientos de desarraigo, soledad y pérdida de los personajes; en la forma en que estos sienten, ven las cosas, son marcados por todo lo que han vivido y lo que están viviendo ; sufren y avanzan con angustia y dudas. Y eso aunque a priori no lo parezca, lo único que tiene fácil es lo rápido en que se puede describir. Y el segundo lugar, es un desafío por lo producto que resulta su mismísimo inicio. El lector necesita avanzar a la historia y seguir confiando en que poco a poco se va a sentar en la trama para empezar realmente a disfrutarla una trama que solo puede definirse como desazón desde prácticamente su inicio. Literalmente cada capítulo que comenzaba me preguntaba “ a ver qué es lo que va a pasar ahora, que nueva desgracia nos vamos a encontrar”.

La fuerza y la naturaleza de esta novela radican en que Giordano no juzga a sus personajes; su tratamiento hacia ellos está basado en la compasión y la humanidad. Es directo y claro a la hora de hablar de ellos, desmenuza totalmente sus personalidades con todos sus defectos. Pero a la vez no se permite emitir juicios de valor sobre ellos, les trabaja desde la sensibilidad, la verdad y el respeto. Y por ello, pronto el lector se ve incapaz de juzgarlos tampoco. Aunque pueda costarle, no tarda en aceptarles sencillamente como son, en aceptar que absolutamente todos tienen sus propias taras y traumas de su infancia, y que todo se va a centrar en cómo se desenvuelven ellos en este viaje llamado vida a la vez que se articula la relación entre los dos protagonistas, Mattias y Alice. al principio estos personajes tenían algo que me echaba totalmente para atrás. Y no voy a negaros que me costó, pero poco a poco acepté y me embui de la propuesta arriesgada , compleja y diferente que el autor nos trae entre estas páginas; la manera en que éste se mueve en personalidades neurodivergentes y la saca a la palestra. Un ejercicio difícil y no exento de valentía; un reto que Giordano pasa con sobresaliente, y que pone en la paleta la importancia de tratar historias protagonizadas por personajes diferentes, sacar a la luz, trastornos de la personalidad y y situaciones complejas, demostrar hasta qué punto la literatura puede servir para mostrarnos realidades diferentes a las nuestras y dar voz a todas esas personas que no siempre han podido contar sus historias y demostrar cómo es su mundo. Hay algo bello y terrible en la forma en que el autor habla del TDA, el TCE, la anorexia, la depresión, la relaciones parentales, el bullying, la amistad, las relaciones tóxicas y el miedo a crecer. Todo ello sabiamente sazonado con el egoísmo y desarraigo intrínsecos de la adolescencia, las dudas que da enfrentarse a la madurez a medida que se va creciendo.

Y es que libro puede entenderse como un descarnado Bildungsroman en el que cada uno de sus capítulos está marcado pos episodios muy duros. En el que su punto de luz y revulsivo está en la relación que a fuego lento se establece entre Mattia y Alice, los dos protagonistas. Es muy interesante la manera en que la autor a estado desarrollando su relación durante toda la novela, al son de las complejidades humanas que tienen cada uno de ellos. Entre tantas tristezas y los pasados tan duros que tienen, agradecí mucho ese puntito de luz y esperanza que llegan a ser el uno para la otra en un punto determinado de la historia. Todo se desarrolla entre ellos de manera orgánica, sin endulzar nada, demostrando las dudas y pensamientos u deseos egoístas de cada uno de ellos, pero a la vez sin perderse ese punto de empatía incluso de ternura. Creo que era algo muy necesario en una historia plagada de escenas y situaciones crudas, de momentos que te dejan con un nudo en el estomago. Que áspero y tierno es ver como con el paso de los años, de manera más o menos afortunada, los dos personajes van integrándose en el mundo que los rodea, creciendo y asumiendo sus singularidades. Pero a la vez participando en el entorno que les rodea o por lo menos aprendiendo a hacerlo. Todo esto se hace una forma muy creíble, imparcial, directa. Con aristas y partes suaves. Como la vida misma. Y que humano y real resulta cuando todo se tuerce en un momento determinado entre elloS, que rabia da . Y todo porque los dos protagonistas tienen un serio problema de comunicación y no saben expresar bien lo que sienten. Esa es la autentica tragedia que marca los compases de “La Soledad de los Números Primos”, el peso de los silencios, la incapacidad de expulsar las palabras que se quieren decir, de quitarse de encima las losas que oprimen. La incapacidad de expresarse por no saber como decir lo que se quiere y se desea. Los muros que la incomunicación crean. Y también como el ser humano arrastra sus necesidades de afecto y compañerismo, de relacionarse con sus semejantes, que haya algo que le ponga un poco de color a su existencia y calor a su alma. No importa lo solitario que seas, todos necesitamos amor.

Soy muy maniática con los finales, reconozco que me gustan que las cosas queden bien cerradas y no se dejen y los sueltos. Y en este caso, quizás que muchos aspectos queden a la imaginación del lector me descolocó un poco. Pero poco a poco he ido descubriendo y saboreando las sutilezas que aporta este final tan abierto, y hasta qué punto ha sido claramente premeditado e inteligente por parte del autor hacerlo así. al momento de leerlo me quedé muy decepcionada, porque al final siento que la historia no acaba del todo bien cerrada. Pero al mismo tiempo, quizás el desenlace sea lo menos importante de toda esta historia. Lo esencial era ver la evolución de los personajes a lo largo de los años al unísono, su relación, la forma en que se desarrollan sus personalidades y el toque tan esperanzador e incluso tierno que salpica las últimas páginas de la novela.En cierto modo, es como si encontrándose de nuevo Ally y Mattias toman perspectiva de todo por lo que han pasado por sus vidas y hasta qué punto pueden llegar. Es como si hubieran estado durante todos esos años conteniendo la respiración y por fin se permitieran inhalar un soplo de aire fresco para continuar adelante. La verdad es que ñ me ha parecido un final conmovedor y hasta íntimo, a juego con lo que ha sido esta lectura sobre personas traumatizadas, tristes y perdidas. Y me ha gustado mucho el hecho de que se conecten consigo mismos no por medio de su relación, sino que esta sea una base para que se encuentren asimismos Creo que en pocos libros he visto que el autor se permita desmenuzar de una manera tan brutal, directa, directa y personal a sus personajes, mostrando sin pudor tanto lo bueno como lo malo de ellos. Y eso está valiente como arriesgado. Así que yo creo que al final el desenlace me ha gustado, pero por la propia naturaleza de la novela. Con cualquier otra historia me hubiera decepcionado mucho y lo hubiera puesto al libro mala nota.

En definitiva, gracias Paolo Giordano por ser tan valiente y por traer a la luz a dos seres tan necesarios como Alice y Mattia. Gracias por haber sido simplemente tú en esta obra, y por haberte desenvuelto tan bien en sus recovecos. Tú “Soledad de los Números Primos” ha sido una novela que después de cerrarla ha ido ganando enjundia y fuerza en mi mente, a medida que ha ido aposentandose en mi. Increíble de una obra que cogí cierta ¿Desconfianza?, y que en no pocos momentos me ha resultado muy antipática, haya ido calando en mi gota a gota, poquito a poco. Definitivamente es uno de estos libros que creo que todo el mundo debería leer en algún momento, que pone al lector frente a las cuerdas y le hace sufrir. Pero cuya lectura sale con una lección aprendida y el corazón purificado.

Nota: 5 sobre 5

Premisa:
Alice y Mattia son dos personas muy particulares. Cada uno de ellos tiene una personalidad fuerte, de las que no encajan en la sociedad con facilidad. También tienen un pasado complejo con el que tienen que convivir cada día de sus vidas. Se encuentran y estrechan un fuerte lazo entre ellos, ¿perdurará a lo largo de los años?

Opinión:
Tenía las expectativas muy altas con este libro. Quizá es por el hecho de que trata temas que a mí siempre me interesan. Si me conocéis mínimamente o habéis leído mis reseñas, sabéis que la salud mental es uno de mis temas fetiche. de hecho, es uno de los ejes centrales de mi vida por diferentes motivos.

Y en esta historia la salud mental, aunque no se trata de una forma directa, impregna cada página. Sus personajes principales, ya sea por ser neurodivergentes o por tener un pasado complejo, no se relacionan de una manera convencional con el resto de la sociedad. Y claro, tenían que encontrarse y establecer un contacto sentimental entre ellos. Me ha parecido muy interesante cómo expone el autor su relación, mostrando los dos puntos de vista de forma independiente, el de Alice y el de Mattia, sin tapujos, a cuchillo.

Quizá no sea sencillo ponerse en su lugar, por su forma de ser y su forma de actuar, pero creo que una de las virtudes de este libro es que se puede aprender mucho de la diferencia, y sobre todo se puede aprender a ampliar el punto de vista, hacer más grande el cristal de las gafas por el que entra la información.

Además es una narración sencilla, con capítulos cortos, ágil. A mí me ha enganchado mucho y me ha envuelto. A mayores, el final, aunque en un primer momento me dejó un sabor agridulce, no podría ser mejor. Un broche final redondo para esta historia. Yo os la recomiendo muchísimo.

Nunca me había llamado la atención este libro hasta que hace poco empecé a ver un montón de reseñas por aquí que lo ponían genial, y mi yo ansioso decidió que lo tenía que leer.

Los personajes diferentes que cargan sus propias historias y traumas son mi debilidad así que tenía todas las papeletas para encandilarme. ¿Lo ha hecho? No del todo. He disfrutado la historia de Mattia, he empatizado con su dolor y he entendido sus decisiones, pero con su contrapartida femenina no me ha pasado lo mismo. Alice se me ha hecho un personaje pesado y con el que no he congeniado, quizá porque el autor no le da el mismo desarrollo ni el mismo peso que a Mattia y por eso no entendía nada de lo que hacía.

Mi otro problema es que no he visto esa conexión entre ellos, ni esa relación tan especial que los unía. Para mí se unen en la adolescencia por pura necesidad pero cuando crecen y maduran lo único que les une son los recuerdos que comparten. No me han emocionado con esa relación tan especial que decían tener.

Hay pasajes y reflexiones que me han encantado y es una lectura que, aunque no se vaya a convertir en una de mis favoritas, me ha entretenido y me ha gustado hacer. Eso sí, cuidado porque tiene bastantes TW entre ellos dos que para mí son bastante importantes: trastornos alimenticios y autolesiones. Me parece imprescindible avisarlo porque sé que una de las razones por las que no disfruté tanto el libro es porque me cuesta leer sobre anorexia y por si acaso a vosotros también os pasa, id con cuidado.

Seguramente lea algo más del autor más adelante porque me ha gustado su estilo aunque esta historia se me haya quedado algo corta.

Viendo las reseñas sobre este libro está clara una tendencia: O te gusta o lo odias. Las opiniones, sobre todo las negativas, son bastante radicales. Sobre todo de los lectores italianos.En Italia este libro fue un fenómeno de ventas, social y de marketing , lo que tiende a radicalizar las opiniones , yo no conocía este libro y creo que eso puede darme otra visión al no estar influido por la publicidad. Eso es lo que intento decirme, porque soy el rarito que le da 3 estrellas al libro (la tendencia es darle cinco o cero!) El tema de este libro es la Soledad, así con mayúsculas, la que no tiene nada que ver con la presencia física cercana de otras personas, sino de la que trata de la soledad interior, la de saberse diferente, la de crearse una coraza que te aísle del mundo.Trata de dos personas especiales, con problemas para formar parte de la sociedad y que crean su propio mundo en el que se sienten más a salvo, aunque ello les lleve a tomar decisiones equivocadas una y otra vez. Mattia, genio de las matemáticas pero autista social y con tendencia a la autolesión, que arrastra un trágico suceso infantil que él siempre asumió como su culpa y del que realmente él ha sido el culpable material y Alice, niña bien, anoréxica, que tras un accidente infantil provocado por la presión paterna pierde por completo su autoconfianza y pasa su vida buscando un referente que le dé seguridad.Dos personas cuya vida se entrecruza y que parecen destinados a estar juntos pero que por su particular instinto de supervivencia nunca lo logran.A veces la narración es desesperante, dan ganas de abandonar a los personajes a su suerte y darlos por imposibles pero tiene instantes muy intensos donde creo que casi todos alguna vez podemos identificarnos.Un punto polémico es la figura del padre imperfecto, los traumas infantiles de los dos protagonistas están claramente causados por actuaciones irresponsables de los padres. Sin embargo la narración no insiste en ello, en ningún momento se busca esa excusa para el comportamiento de los protagonistas y asumen todas las consecuencias, con un terrible costo personal para ellos mismos, hasta al punto de que al final del libro las figuras de los padres se convierten en prácticamente irrelevantes.Los críticos con el libro hablan de que los personajes son vacíos, que el estilo de escritura es infantil y que es un libro para adolescentes aprendices de Emo....No comparto esa opinión, el libro está lejos de ser perfecto, es cierto que el estilo no es muy elaborado y se dejan cosas en el tintero, como lo relativo a los padres que comentaba antes, pero creo que es sincero, simplemente no es un libro para todos los públicos que, cosas del marketing, se convirtió en éxito de ventas con un público masivo al que no estaba dirigido inicialmente.Depende en que momento de tu vida estés este libro puede ser insufrible o hacerte reflexionar, quizás tengas que haber vivido algunas cosas y algún tiempo para poder entenderlo. Quizás puede que tengas que ser padre/madre para sentirte realmente aterrado por la posibilidad de arruinar la vida de tu hijo sin ni siquiera darte cuenta.Bueno lo que está claro es que no es un libro divertido" al uso pero que sabes lo que te va a ofrecer y cada uno debe valorar si le apetece leerlo.Por cierto

"Estaban unidos por un hilo invisible, oculto entre mil cosas de poca importancia, que sólo podía existir entre dos personas como ellos: dos soledades que se reconocían".

'La soledad de los números primos'
Paolo Giordano
2008
Tusquets, 2023
348 páginas
Trad.: Juan Manuel Salmerón

Los números primos, esos números que únicamente pueden dividirse entre ellos mismos y el 1, sirven como metáfora a Paolo Giordano para narrar una historia de soledades. Las de Mattia y Alice, dos personas condicionadas por la tragedia y el trauma, deseosas pero a la vez incapaces de encajar en un mundo hostil.

Ambos protagonistas se encontrarán siendo adolescentes y construirán una relación cimentada más en silencios que en diálogos, entre ellos mismos y con su entorno. En una novela que narra su vida desde la infancia hasta la edad adulta en diferentes tramos de su vida, Giordano pone la lupa sobre dos personajes que parecen predestinados a estar juntos pero que, pese a esa cercanía, a ambos les separa un abismo que parece insalvable y del que no pueden escapar. Como esos números primos gemelos (el 3 y el 5; el 11 y el 13; el 41 y el 43) que, pese a estar prácticamente juntos, hay siempre entre ellos un número par que les condena a no poder tocarse jamás.

Porque Alice y Mattia no se sienten cómodos el uno con el otro, sino el uno con la soledad del otro. Cuando están juntos, sus soledades se sienten aliviadas y ellos se sienten liberados para mostrarse tal y como son. Con sus cicatrices externas e internas. Cada cual ha desarrollado sus técnicas autodestructivas para alcanzar cierta estabilidad en una situación de clara inestabilidad: Mattia recurre a las autolesiones mientras que Alice se sirve de la anorexia, no con un fin estético, sino por puro placer autodestructivo. Cuando están juntos, ninguno de los dos oculta estas conductas que sí ocultan a los demás.

En una historia con dos protagonistas tan fuertes, destacan también con luz propia los personajes secundarios. No demasiados, pero sí con una gran profundidad psicológica y con la suficiente importancia como para tener relevancia en la trama y en la vida de Alice y Mattia. Viola, la 'bully' del instituto que atemoriza al diferente; Denis, el amigo gay de Mattia que trata de obtener de él un atisbo de luz que Mattia no está capacitado para entregar a nadie. Y Fabio, un doctor que será importante en la vida de Alice y que, a la hora de la verdad, demostrará que esa imagen de perfección que proyecta no es más que fachada.

Con respecto al estilo narrativo de Giordano, debo decir me ha gustado mucho su forma de construir a los personajes, de profundizar en su psique, de hacerlos verosímiles. Sólo dos capítulos le bastan para engancharte a la historia: los dos iniciales, en los que se narran los hechos traumáticos de los protagonistas. Pese a ser un texto muy lírico, he sentido cierto rechazo a algunos recursos del autor para hacerlo todavía más lírico y dramático, creo que el texto no lo necesitaba. Aún así, creo que el libro está muy bien escrito, considerando que es la primera novela del autor y que la publicó con tan solo 26 años.

Otro de los aspectos que más me ha gustado de la narrativa de Giordano es su confianza en el lector. En muchas ocasiones, no explica los hechos, sino que los sugiere a través de las emociones de los personajes, para que sea el lector quien construya su historia. Mención especial para el final, abierto, aunque con un mensaje demoledor: no hay lugar para la redención.

Con esta novela Giordano ha creado una novela perturbadora y cruel en ocasiones, que pone el foco sobre una realidad incómoda, y que inevitablemente hace reflexionar al lector sobre muchos aspectos importantes como la soledad, los traumas, los miedos, la amistad, los trastornos mentales, el bullying y sobre las trágicas consecuencias de por vida de decisiones que tomamos en apenas unos segundos. Es una novela que encoge el corazón y que recomiendo a quienes estén dispuestos a realizar un viaje emocional duro pero enriquecedor. Merece mucho la pena esta lectura.

“Uno tiene la angustiosa sensación de que las parejas halladas anteriormente no son sino hechos fortuitos, y que el verdadero destino de los números primos es quedarse solos”
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«La soledad de los números primos» es la primera novela de Paolo Giordano, y ¡vaya primera novela!

La historia gira en torno a Alice y a Mattia, dos jóvenes cuyo pasado arrastran cada día de sus vidas, que reconocen en el otro la soledad, y eso les une de alguna manera.

Si hay algo que tengo que destacar sobre cualquier otro aspecto de la novela, es la increíble delicadeza con la que Paolo construye a los personajes, desde nuestros dos protagonistas, hasta otros personajes más tangenciales en la historia.
Personajes con grietas, con aristas e imperfecciones, con pasados de los que lastran o con presentes y futuros no muy halagüeños.

La novela narra la vida de nuestros protagonistas desde la infancia hasta la adultez. Son personajes con mundos interiores vastos, oscuros en muchas ocasiones, que causan cierto malestar por la forma en la que se desenvuelven, por las decisiones que toman, por la forma en la que, en ocasiones, viven. Les acompaña en su vida la nostalgia, que nunca les abandona y condiciona su desarrollo. ¿Habrían sido diferentes de no haber experimentado algunos de los sucesos de su vida?

Es cierto que ha habido algunos saltos temporales que me han descolocado bastante, y una historia de un personaje que, para mí, no se ha terminado de desarrollar; pero, en general, no ha desmerecido.

Lo que más me ha conquistado de esta novela, es la forma en la que juega con la información, y la confianza que deposita en los lectores al dejar a la libre interpretación muchos de los acontecimientos.

Mención especial a un final que no podía ser otro y que ha dejado bien alto el listón al autor.

Libro número 100 de este año. Creo que jamás imaginé que iba a leer tanto, y con tantas ganas como lo he hecho este año. Para mi bien la lectura empezó como una terapia reconstructiva, un método de abstraerme de lo feo que me estaba ocurriendo en un determinado momento, y gracias a ella he descubierto lo maravilloso de pasar páginas, descubrir historias y sobre todo, viajar y viajar sin moverme de mi casa.

Elegí este libro por el título, lo reconozco. 😅 Me dije "con un título así, puede ser un fiasco o una maravilla". Pues ha sido maravilloso. Me enganchó, de hecho, me empecé a acostar un poquito más tarde de lo normal por el ansia de avanzar que tenía.

¿Recomiendo este libro? Un rotundo sí, y me pienso encaminar a "Tasmania" de cabeza, porque me he quedado con muchas muchas ganas de más.

~ La soledad de los números primos de Paolo Giordano ~

¿Por qué no he leído antes este libro? Por qué?

Diría que tiene uno de los mejores inicios de todas las novelas contemporáneas que he leído, pero quizás sería injusto, no es solo el inicio, Paolo mantiene ese dolor, trauma y angustia, esa congoja por saber qué pasa con nuestros protagonistas con el paso de los años durante toda la historia… su escritura ha resultado ser completamente hipnótica.

Alice sufre un terrible accidente cuando su padre la obliga a asistir a la escuela de esquí. al mismo tiempo, Mattia, un niño reservado, carga con las fatales consecuencias de un error que cometió hace un tiempo. Ambos son arrastrados a una soledad devastadora en su adolescencia hasta que se encuentran, naciendo una amistad y entrelazando sus vidas…pero como los números primos gemelos, el destino los mantiene juntos pero no lo bastante como para tocarse de verdad.

No busquéis una historia infantil adolescente porque aquí no la vais a encontrar. Esta novela es con mayúsculas DOLOR, depresión, amistad… es amor, es odio…trata temas tan importantes como el TCA, TEA o el bulling… El amor lo puede todo? O nuestros miedos y traumas son mayores?

Este libro es la vida, las decisiones y actos que la cambian para siempre. Y si hubiésemos hecho esto? Y si hubiésemos sido más valientes o sinceros? Son las cicatrices de nuestros errores las que arrastramos y nos limitan.

Es obvio que me ha encantado, llevo días pensando en ese final, buscando posibles alternativas…me va costar mucho olvidar a Alice, pero sobretodo a Mattia, es de esos personajes que realmente quieres abrazar y proteger.

Y por último, quién no ha sufrido de niña una Viola? Que tanto daño nos hacen pero son como un imán, queremos su beneplácito, su cariño… la mía se llamaba Raquel y marcó toda mi adolescencia.

5/5
Se ve directa a mejores lecturas del año. Si os gustan los dramas y las novelas que dejan poso… tenéis que leerla

"La soledad de los números primos", ópera prima de Paolo Giordano, nos cuenta la historia de Mattia y Alice, dos personas solitarias con sus traumas infantiles a cuestas, que se atraen debido a su soledad, como los números primos gemelos, tan cercanos pero sin llegar a tocarse. El autor acierta plenamente con la analogía.

Los dos, Mattia y Alice, no encajan en la sociedad, son diferentes y se aíslan de los demás, por eso mismo están bien juntos. Cuando Mattia, después de doctorarse en la universidad recibe una oferta de trabajo en otro país, la acepta sin atreverse a pedir a Alice si quiere ir con él. Sus vidas se separan y pierden el contacto.

Cuando Alice, al cabo de los años, le escribe una carta a Mattia pidiéndole que vuelva, que es importante, él coge el primer vuelo... ¿podrá el destino volver a unirlos?

Con una prosa elegante y asequible, el autor te atrapa con la historia que se sucede sin darte cuenta, conoces la vida de los protagonistas desde la infancia hasta que son adultos y se vuelven a encontrar al cabo de los años. Una lectura muy recomendable.

¡Feliz lectura!