La soledad de los números primos

Nunca me había llamado la atención este libro hasta que hace poco empecé a ver un montón de reseñas por aquí que lo ponían genial, y mi yo ansioso decidió que lo tenía que leer.

Los personajes diferentes que cargan sus propias historias y traumas son mi debilidad así que tenía todas las papeletas para encandilarme. ¿Lo ha hecho? No del todo. He disfrutado la historia de Mattia, he empatizado con su dolor y he entendido sus decisiones, pero con su contrapartida femenina no me ha pasado lo mismo. Alice se me ha hecho un personaje pesado y con el que no he congeniado, quizá porque el autor no le da el mismo desarrollo ni el mismo peso que a Mattia y por eso no entendía nada de lo que hacía.

Mi otro problema es que no he visto esa conexión entre ellos, ni esa relación tan especial que los unía. Para mí se unen en la adolescencia por pura necesidad pero cuando crecen y maduran lo único que les une son los recuerdos que comparten. No me han emocionado con esa relación tan especial que decían tener.

Hay pasajes y reflexiones que me han encantado y es una lectura que, aunque no se vaya a convertir en una de mis favoritas, me ha entretenido y me ha gustado hacer. Eso sí, cuidado porque tiene bastantes TW entre ellos dos que para mí son bastante importantes: trastornos alimenticios y autolesiones. Me parece imprescindible avisarlo porque sé que una de las razones por las que no disfruté tanto el libro es porque me cuesta leer sobre anorexia y por si acaso a vosotros también os pasa, id con cuidado.

Seguramente lea algo más del autor más adelante porque me ha gustado su estilo aunque esta historia se me haya quedado algo corta.