Aunque llueva fuego

Esta novela comienza siendo una herida abierta, te muestra el dolor, sus fases, sus sentimientos, sus emociones, de ver cómo la herida se crea, se trata con tiritas que no sirven, de cómo intenta sanar pero la costra acaba por soltarse una y otra vez. Pero, por encima del dolor, te muestra la esperanza.

Es un libro complicado, he tardado en leerlo, en parte porque no he tenido todo el tiempo que quería para dedicarle y por otra porque quería disfrutarlo como merece, de leer párrafos y volver a releerlos para sentirlos de verdad, para disfrutarlos de verdad, como cuando escuchas una canción que te gusta y vuelves al principio porque no le has prestado la suficiente atención que se merece. Así son las palabras de Bea, te mecen, te adormecen, te acunan... y después te rompen, hacen de ti lo que quieren porque una vez caes en la red de esta historia lo único que queda es que te desgarre en pedazos... y luego los cosa de nuevo para volver a sentir, para volver a creer.

La comparación con Seré frágil, la anterior novela de Beatriz, es brutal, especialmente en forma, en cómo crea las frases perfectas para hacer con el lector justamente lo que pretende, de mecerte entre sus páginas y dejarte llevar aunque sepas que lo siguiente va a ser un huracán que va a arrasar contigo, aun así, antes, su pluma consigue que te relajes para que el choque sea mayor.

Los personajes son arte, cada uno está hecho de luces y sombras, como la vida, distintas actuaciones que llevan a distintos caminos, decisiones correctas e incorrectas, esperanza y desesperanza, todo ello en cada uno de ellos. Algunos se les conoce poco, quizás habría querido un poco más de Nathan, pero lo que ha habido ha sido suficiente para sentirlo cerca; mayor cercanía —o quizás estoy contenta con la que ha habido, por todo lo de después— con Claire; conocer más los sentimientos de Jem, aunque no fuera el protagonista... realmente he podido conocer a todos los personajes lo necesario, hasta el punto de sufrir y alegrarme con ellos, incluso desde el momento cero en el que aparecieron ya les sentía cerca.

Y Arielle, la protagonista, tiene muchos colores, podemos conocer toda la escala cromática dentro de ella, conocerla en sus peores momentos y en sus mejores, ver sus sentimientos en tantas situaciones distintas, ver realmente todos los colores que es una persona: no solo gris, no solo blanco, también hay tonos anaranjados, azules, amarillos... Darnos cuenta de que uno no es simplemente luz u oscuridad, somos el momento antes del alba y también el de una media-mañana. Somos porque sentimos.

En cuanto a los giros argumentales, el principal me lo veía venir pero... aun así ha provocado un arañazo profundo dentro de mí; otro relacionado con un personaje al que le cogí bastante cariño a pesar de que conscientemente no me di cuenta hasta que sucedió... ese momento fue muy doloroso, es como si las páginas se cerrasen alrededor de mi corazón y lo comprimiesen hasta que dejara e latir, para después soltarlo de golpe y pensar ¿y ahora cómo se hacía esto?

Quizás un detalle que no me ha convencido lo suficiente fue parte del final, hay sucesos un poco apresurados, demasiado intensos y, aunque cuando lo pienso realmente entiendo las razones de que eso ocurra, de todas formas la comparación del ritmo lento y pausado anterior y posterior y esas páginas cargadas de acción repentina me han chocado un poco.

Estoy muy segura de que voy a releerla, quizás pronto, quizás en unos años, pero necesito guardar esta historia muy dentro de mí, de mimar el libro como se merece, de cuidar sus palabras y dejarme querer entre ellas, de que el mensaje cale dentro de mí como debe ser y de pensar, quizás como una ingenua de nuevo, que pueda proteger de todo lo malo a los personajes que se esconden entre sus páginas.

La edición de la novela es preciosa ,desde la portada hasta el interior con ilustraciones de una pequeña rosa ,no hay capítulos enumerados en sus 546 páginas ,aunque hay pausas en las tres partes de las que consta el libro con una frase que da pie al capitulo.Algunas son de una hoja ,otras mas largas ,pero a mi me ha durado un día , no he podido dejar de leer para ver que le pasaba a la pequeña protagonista. La evolución siempre en crescendo narra desde los cuatro años hasta los dieciocho de Arielle, con cambios de tiempos del presente al pasado bien cuidado ,por lo que la trama fluye con rapidez. El tiempo es otro plus para no dejar de leer , año 1945-1955 hasta 1959, después de la segunda guerra mundial, con una ambientación de lujo ,Francia , aunque son unos años de hambruna, miedo y desesperanza.Hay otro elemento que no puedo decir que os va a fascinar ,un poder enorme que hace que Arielle tenga problemas en su vida , procede de una familia rota por la guerra ,su madre ,su abuela por parte de padre y ella. Desde pequeña tiene claro que la pintura es su vocación, por esa parte me ha maravillado el trabajo tan exquisito de la autora narrando pinturas, color y sueños.Sin embargo sus desgracias aumentan en el internado, a pesar de los nuevos sentimientos , de el paso de la niñez a la realidad de una pubertad , del control ,las reglas y las emociones a fuego lento.En la novela vamos tenemos varios temas a tratar que me han encantado, uno de ellos es la vocación de escritor y tengo que decir que la autora lo borda. Las obligaciones personales que hacen tener que trabajar o estudiar en este caso ,con lo que sientes que quieres hacer en tu corazón.Con frases demoledoras ,la autora deleita al lector con su prosa que no deja nada al azar, con la evolución de los personajes para que no dejes de leer, con la profundidad de sentimientos complejos que leyendo te hace surcar un maremoto sentimental por cada tema del argumento y te llena ,y desborda ,para dejarte vacía hasta que pasas página, sigues leyendo , sigues latiendo.

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Este libro nos cuenta la historia de Arielle, una adolescente que guarda un gran secreto que solo ella conoce, hasta que un día sucede algo que hace que su abuela la envíe con Chardin, un amigo de la familia que puede ayudarla. También decide matricularla en un internado en la ciudad de Capelle, donde su vida cambiará.
La historia está ambientada en Francia, empieza en el año 1955 y acaba cerca de los 60. La narración es muy amena, me ha encantado cómo escribe la autora y no se notan las casi 600 páginas. Me ha enganchado y al tener capítulos cortos me ha resultado muy fácil de leer. Lo único que a veces me hacía desconectar de la fecha han sido expresiones de los protagonistas, me parecían más de nuestra actualidad y en algún momento me costaba imaginarlos en los años 50.
En cuanto a la historia: me ha flipado (y el prólogo más). No me imaginaba para nada el secreto de Arielle (que se conoce desde el principio) y mucho menos me imaginaba el final. Hay cosas que sospechas desde el primer momento y aciertas pero en otras la autora te confunde, es algo que me ha gustado, pasarme toda la historia haciendo cábalas. El personaje de Arielle me ha gustado mucho, le encanta pintar igual que a mí y eso es un punto a favor. de Jem me he enamorado locamente🙈 y he odiado comportamientos de la abuela 😖. Me hubiese gustado saber un poco más de algún personaje secundario pero aún así se dan bastantes detalles.
En definitiva, es una historia que trata el duelo, sentimiento de culpa, adicciones, traición, amor, amistad, sueños...que les recomiendo que lean🧡.

Normalmente suelo escribir la reseña al rato de haber terminado el libro. Con Aunque llueva fuego he tenido que tomarme un tiempo porque hay mucho que procesar. Especialmente esas últimas 150 páginas que me han dejado los sentimientos a flor de piel y las lágrimas cayendo a raudales.

Cuando empecé a leer Aunque llueva fuego no pensé que fuera a hacerme sentir tantas cosas. Es una historia que se cuece a fuego lento y que va calando poco a poco en el lector . Los temas que trata son muy duros, empezando por la salud mental, y continuando con otros como las adicciones, el duelo o la pérdida. Por ello, el ritmo pausado de la novela es ideal, ya que ayuda a digerir esta historia tan dura y que en muchos momentos te deja el corazón en un puño.

Otra de las cosas más destacables de este libro es la increíble construcción de personajes . No te das cuenta como cada uno de ellos va haciéndose un huequecito en tu corazón, hasta que llega el momento de despedirse y eres incapaz de ello. Algunos te roban el corazón rápido por su dulzura y su carisma, como Jem y Nathan. Otros, como Arielle, van calando en ti como un rayito de sol. O Claire y Edith que, aunque se resistan, hay que comprenderlas antes de poder abrazarlas.

Me va a costar mucho olvidar todo lo que esta historia me hecho sentir. Y aunque tenga mil ganas de leer su continuación, Donde no haya niebla , creo que voy a esperar un poco más a poder procesar del todo Aunque llueva fuego .

Tengo que decir que la autora logra captar a la perfección la depresión de la protagonista y que la forma de escribir es fluída. Pero ya, no me gustó nada más.

La protagonista tiene telequinesis y pensé que se centraría más en los poderes,creo que me hubiese gustado si fuese así, pero lo deja apartado,se centra más en su día a día, sus rencillas familiares y sus amigos.

La relaciones que tiene tampoco me convence, no vi como se formó esa gran amistad con Claire o con Nathan, tampoco sentí que el romance de la historia fuera bonito, lo vi muy soso. Y eso que el chico me gusta😂
Tampoco me gustó que toda la acción fuese en las últimas 100 páginas.

También lo vi predecible, acerté casi todo lo que iba a pasar.

La historia está narrado por Arielle en presente y en pasado, para que sepamos la razón de que esté así en el presente.

A pesar de todo os animo a que os leáis el libro, ya que a casi todo bookstagram le gustó.

4/5.

Sinopsis: Arielle acude a casa de Chardin y recibe 4 normas: No hables nunca de lo que te ocurre, no olvides respirar, no olvides lo que te hace sentir viva. Y por encima de todo: evita enamorarte. Pero quebró la primera norma, después de haber destrozado la cuarta, olvidado la segunda y aplazado la tercera.

Este libro no ha dejado de sorprenderme desde sus primeras páginas. Por algún extraño motivo empecé a leerlo creyendo que era una novela de fantasía y me he encontrado con una historia de superación, resiliencia y amor, con toques de realismo mágico en la Francia de los años 50.
Y es que aunque no era lo que me esperaba eso no significa que me haya defraudado, sino todo lo contrario. A lo largo del libro iremos acompañando a Arielle en diferentes sucesos y momentos trágicos de su vida que irán conviertiéndola poco a poco en una nueva persona. Arielle irá aprendiendo a controlar su "poder" e ir superando todos los baches y pérdidas que se encontrará a lo largo del camino.

El ritmo del libro no es necesariamente ágil, sino que en su mayor parte iremos conociendo el día a día de nuestra protagonista en su proceso de resiliencia, acompañándola en la nueva etapa de estudios en un internado, a donde es enviada para convertirse en una "buena mujer", tal y como su abuela desea. Me ha gustado que la autora nos presente a través de Arielle una crítica al rol que una mujer "debía" de adoptar en dicha época y como ella se sale de esa norma. La mayor parte del libro es bastante lineal aunque cuenta con ciertos giros que a mi me han sorprendido bastante. Pero es que la mayor parte de la acción aparece en las últimas 100 páginas, contando con muchos plot twist y descubriéndose todos los entresijos que han ido surgiendo en la historia. Es cierto que hay algunos que me han parecido un poco precipitados y no me los he terminado de creer, así como el modo en el que actúa un personaje en concreto, aspecto que no me ha terminado de gustar. Además otro aspecto "negativo" a resaltar sería que el final me ha parecido bastante abrupto y me habría gustado que se desarrollase de forma más pausada.

Los personajes del libro, en general, me han gustado mucho. En concreto me quedo con Jem, un personaje con un corazón muy puro que apoya a sus seres queridos por encima de todo y que estará presente siempre que lo necesiten. Me ha gustado la evolución que siguen la mayor parte de personajes aunque en algunos casos me ha parecido bastante precipitada.

Lo que sí tengo que resaltar es la preciosa pluma que tiene la autora. Durante los primeros capítulos solo podía pensar en lo bien escrito que estaba el libro y lo fácil que resultaba leerlo incluso con los saltos temporales que se presentan al principio. Es de esas historias que te hacen reflexionar a medida que lo hace la protagonista.

Ha sido un libro que me ha gustado mucho, tanto por la historia en sí, como por la forma en la que está escrito como por sus personajes. La recomiendo especialmente para aquellos que les gusta el realismo mágico y disfrutan de los libros con pequeños giros pero que sorprenden. Me quedo con muchas ganas de seguir leyendo más de la autora.

Una historia narrada de forma mágica, la pluma de la autora es espectacular, consigue cargar de sentimientos al lector y hacer que no quiera soltar el libro.

Es una novela de personajes, donde la protagonista irá creciendo, tropezando, hundiéndose, superando baches que va encontrando, a veces causados por ella misma y otras veces fuera de su alcance. Temas como la familia, el amor, la amistad… pero también la depresión, las mentiras, el dolor están muy presentes.

Quiero resaltar lo bonita que me ha parecido la historia de amor, porque vamos viendo cómo surge, nos vamos enamorando a la vez y el modo en el que se apoyan por muy rotos que puedan llegar a estar en ocasiones.

No la considero una lectura ligera, y aunque la recomiendo sin duda, creo que hay que cogerla siendo conscientes de lo que vamos a leer: sentimientos duros, complejos, personajes con mucho dolor… pero también el hacer frente a esos demonios, a esa oscuridad.

Para empezar este libro no es para nada lo que me esperaba con lo que me refiero a nada es… NADA. Así que a partir de ahora puede haber Spoilers, así que si lo lees es bajo tu responsabilidad.

Cuando leí la sinopsis pensé que Arielle tendria una relacion amorosa con Chardin no se porque pero pense que ese sería el tema principal pero no my friend (gracias a dios). Bueno en mi opinión este libro es duro de leer ya que es un suceso trágico tras otro y lleva como desencadenante a que Arielle se replantee su vida de manera drástica, en el libro narra con capítulos intercalados como ocurren estos sucesos y como Arielle los afrenta.

Me encanta el personaje de Arielle su fortaleza al tener que ocultar su secreto y también su abuela (si ella también) porque dentro de todos los actos malos su intención solo fue intentar que Arielle tuviese una buena vida y fuese feliz aunque algunas veces se interpusiera en sus deseos.

En cuanto a la historia tuve que dejar de mirar las fechas de los capítulos porque me liaba un montón pero es fácil de seguirla, eso si cuando lleguéis a la página 100 no podréis soltar el libro. (Por cierto este es el primer libro que he leído sobre la depresión ya que yo pienso que hoy en día se trata como si fuese una nimiedad y lo de ir al psicólogo ''una tontería'') Así que la nota seria un 5/5
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Qué decir de este libro...es impactante, desde luego me sorprendió desde la primera página, porque yo me esperaba una historia totalmente diferente, hay toques de magia (es realismo mágico) y de intriga que se mantienen a lo largo de todo el libro. La pluma de Beatriz Esteban es espectacular, te mantiene atada a la historia, y siempre muriendo de amor por su forma de escribir. El libro tiene personajes muy profundos, carismáticos y bien desarrollados. al principio me daba miedo leerlo, porque lo veía muy tochaco. La verdad 😂😂 pero qué va, se lee en nada y engancha muchísimo. También vais a fangirlear😏. Por último, pero no menos importante, si sois como yo, vais a montaros unas teorías locas que vais a flipar jajajajaja. En serio, tenéis que darle una oportunidad a este libro, por favor...es maravilloso en todos y cada uno de los sentidos de la palabra.


Un beso, libradelibros 😘😘

Arielle no llegó a conocer a su padre, todo lo que sabe sobre él es por la idealización que crea su madre respecto a la imagen que tenía. Llega un punto en el que se cansa de ser «la hija de» y de que su madre no la vea a ella, vea la imagen de su padre. Hasta que ella también muere y la única familia que le queda es su abuela, que ni siquiera le trata como si fuera su familia, sino que la encierra en un internado a mitad de curso y la abandona una noche en casa de un desconocido, Chardin, debido al poder que ella tiene. Su poder es una bendición que solamente sabrá ver gracias a Chardin, quien le ayudará a controlar su telequinesia, pero ella seguirá viéndolo como una desgracia y un peligro para el resto de personas que la rodean. Arielle aprenderá a tener tres vidas: la de estudiante en Sainte Geneviève, la de estudiante de telequinesia con Chardin y la de comportarse como si todo fuera normal en casa de su abuela.

Sin duda alguna, la trama es de lo más interesante y llamativa, pero creo que la autora no ha sabido darle el potencial que merecía. La historia está contada en primera persona desde el punto de vista de Arielle y es muy necesario para conocer cómo se siente nuestra protagonista. Es la primera vez que no me ha molestado la primera persona porque está bien llevada y se describe muy bien cómo son esos momentos de telequinesia. Lo que no me ha terminado de convencer es la mezcla que hace la autora de contar los hechos del pasado entremezclado con el presente, creo que podría haberlo contado todo desde el pasado haciendo saltos sin mezclarlo. Sobre todo porque hay cosas que no han tenido resolución, pequeños detalles que contados en el presente, te llevaban a una situación del pasado, pero que luego no se solucionaban.
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