Aunque llueva fuego

Normalmente suelo escribir la reseña al rato de haber terminado el libro. Con Aunque llueva fuego he tenido que tomarme un tiempo porque hay mucho que procesar. Especialmente esas últimas 150 páginas que me han dejado los sentimientos a flor de piel y las lágrimas cayendo a raudales.

Cuando empecé a leer Aunque llueva fuego no pensé que fuera a hacerme sentir tantas cosas. Es una historia que se cuece a fuego lento y que va calando poco a poco en el lector . Los temas que trata son muy duros, empezando por la salud mental, y continuando con otros como las adicciones, el duelo o la pérdida. Por ello, el ritmo pausado de la novela es ideal, ya que ayuda a digerir esta historia tan dura y que en muchos momentos te deja el corazón en un puño.

Otra de las cosas más destacables de este libro es la increíble construcción de personajes . No te das cuenta como cada uno de ellos va haciéndose un huequecito en tu corazón, hasta que llega el momento de despedirse y eres incapaz de ello. Algunos te roban el corazón rápido por su dulzura y su carisma, como Jem y Nathan. Otros, como Arielle, van calando en ti como un rayito de sol. O Claire y Edith que, aunque se resistan, hay que comprenderlas antes de poder abrazarlas.

Me va a costar mucho olvidar todo lo que esta historia me hecho sentir. Y aunque tenga mil ganas de leer su continuación, Donde no haya niebla , creo que voy a esperar un poco más a poder procesar del todo Aunque llueva fuego .