Una princesa que no quiere reinar con las mentiras sobre las que se asienta su reino, un arquero que busca venganza, una sirena que teme a los humanos por lo que le han arrebatado y una chica sin pasado. La princesa se convierte en una doncella fugitiva, el arquero ablanda su corazón, la sirena ansía la sangre de la venganza y la chica busca retazos de su memoria naufragada. De alguna manera, todos ellos se unen o están unidos por un hilo muy fino que deciden tejer para quedar aún más cerca. Aceptan las mentiras, esconden mejor los secretos, rebuscan un poco más entre las esquirlas de los recuerdos y se ahogan aunque tengan branquias. de fondo, un reinado camuflado con tantos secretos que ni siquiera puede desenmarañar lo que realmente forma: una Atlántida atrapada entre huecos vacíos, en un poder que se fundamenta en más personas de las que debería, los secretos y mentiras que no fueron contados a tiempo. Con este libro he ido de menos a más para volver al menos, aunque sin llegar a tocar el fondo que pensaba que tocaría. Tenía muchas ganas de leerlo porque, bueno, es Bea, necesito leer todo lo que publica, pero su primera novela de fantasía me desilusionó tanto que temía que el problema fuera el cambio de registro y que yo no conectara con él. No fue así, nada más abrir este libro me embarqué de lleno en la fantasía de historia, ansiando saber más acerca de sus personajes y sus entramados, conocer los detalles y ver cómo acababan uniéndose casi todos estos perfectos desconocidos. Hasta la mitad del libro, las sirenas me embaucaron con su canto, quería saber más, necesitaba leer más. A pesar de la lentitud de la trama, estaba tan centrada en todo lo que se estaba desenvolviendo que no sentía que sobrara ni una sola coma porque los personajes necesitaban desarrollo, necesitaban conocerse entre ellos y hacerse conocer para el lector; la fantasía necesitaba de más trasfondo y el polvo de los secretos tenía que ir desempolvándose capítulo a capítulo. La segunda mitad también me enganchó, pero me perdió un poco en algunos aspectos en los que tampoco puedo profundizar demasiado, pero solo diré que, aunque en una de las líneas temporales parece hecho a propósito la confusión temporal, más que guardar el misterio un poco más, solo consigue que pierda el sentido por la manera en la que se describe. También fui consciente de que, en relación a los personajes, aunque me estaba encariñando de ellos, no había conectado en su totalidad con ellos: cuando llega el momento de la verdad, ese que te estruja un poquito el corazón con la tensión relampagueando entre la acción, donde debería haber sufrido por ellos... me ha dado un poquito igual. Y ahí me di cuenta de que no había terminado de encariñarme con ellos: me faltaron momentos cotidianos de conexión entre el romance que se cuece a fuego lento, me faltó un poco más de personalidad en el personaje de Ori, me faltó un poco más de desarrollo en el cambio de opinión de Nerine respecto de los humanos. Igual esto es un poco irónico porque el libro es bastante largo y consigue dedicarle las páginas suficientes a los personajes y a la trama por igual, pero me ha faltado un poco más de atención y profundidad en ambas. Siendo un único libro no puedo pedir más, tampoco al ser tan largo, pero en la forma de desvelar los secretos de la isla me faltó un poquito más de trasfondo y, en los personajes, conocerles un poquito más en su vida diaria, en sus relaciones entre ellos, en los hilos que se convierten en grandes madejas que les unen. He visto reseñas en las que destacaban que hubiesen querido conocer más acerca de los personajes secundarios, no ha sido mi caso, pero porque se les da tan poca relevancia que les he sentido muy de fondo y ni siquiera me ha tironeado la curiosidad para saber más de ellos; solo están ahí, toman forma en el fondo y poco más. En verdad solo parece que le estoy poniendo pegas, pero las cuatro estrellas se las lleva de cabeza: por la creación del mundo tan apabullante que te sientes pasear por sus calles o nadar entre sus olas, por la personalidad tan perfilada de los cuatro protagonistas y por la forma de narrar tan preciosa que tiene Bea. A pesar de mis reticencias para con el libro, me alegro mucho de haberlo leído. + Leer más |