Pura pasión

A la ganadora del Nobel, Annie Ernaux, le bastan menos de ochenta páginas para desarrollar un relato maravilloso sobre un amor que brilla en la ausencia.

La narradora nos muestra lo que queda de ella entre un encuentro y el siguiente. Así segmenta su existencia: ella es lo que hay entre los encuentros con su amante y los minutos, los días, lo que haga falta para verle de nuevo.

¿Se contradice? Como diría Walt Whitman, claro que se contradice: contiene multitudes. Es la mujer que solía ser cuidadosa con el dinero y la que se lo da a los vagabundos como si lanzara monedas a un pozo de los deseos: ojalá me llame esta noche. La que se quita el reloj nada más llega, mientras que él se lo deja puesto. La que sonríe al ver la quemadura de la alfombra provocada por la cafetera, porque se quemó mientras estaban juntos.

Buscar cualquier excusa para mandarle un mensaje, aunque sepas que la vas a ver mañana. Pasear, lentamente, por las calles en las que existe la posibilidad de que ella aparezca. Dormir con chaqueta en verano porque ninguna manta imita el abrigo de su abrazo, los restos de su aroma.

Qué más da si el amor está repleto de clichés, qué importaran los demás cuando estás bajo el hechizo del otro. Si nadie es sí mismo cuando navega a través de la pasión, qué más da querer o esperar como lo hacen todos los demás.

«[...] No he escrito un libro sobre él, ni siquiera sobre mí.»
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Y es completamente cierto. Annie Ernaux no es en realidad protagonista de esta novela breve autobiográfica, ni siquiera el hombre con el que tuvo una aventura lo es. La estrella es la, como bien dice el título, pura pasión que la envolvió en aquel tiempo. Y la describe tan bien que aún sin haberla vivido de ese modo, puedes palparla y tal vez reconocerte en pequeños comportamientos o pensamientos.
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«[...] decidí ponerme a escribir para permanecer en aquel tiempo en el que todo tendía a lo mismo, desde la elección de una película a la de un pintalabios, hacia alguien. »
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Pura pasión es la narración de una obsesión, de una dependencia desmedida, del pánico a la pérdida, de la entrega absoluta. Y surge de la necesidad de dar sentido a lo que se siente aun a sabiendas de que es un sinsentido.A pesar de girar constantemente en torno a lo mismo, su brevedad y las reflexiones que Annie vuelca en el texto, no saturan. Y tanto el uso de la primera persona, como el conocimiento de que existe una base autobiográfica, ayudan a conectar con el texto. Un texto que, por cierto, me lleva directamente a la lectura de El acontecimiento, basado en un hecho que ya se cita en Pura pasión.Es lo primero que leo de la recientemente premiada con el Nobel de literatura y estoy muy motivada a seguir explorando la obra de una mujer que no tuvo reparos en escribir sobre su propia vida.
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«[...] no siento ninguna vergüenza por anotar este tipo de cosas, y ello se debe al lapso que media entre el momento en que se escriben, cuando soy la única que las ve, y el momento en que la gente las leerá, y que, me da la impresión, no llegará jamás.»

Es curioso cómo una pasión “febril” puede llevarnos a idealizar al amante y como esa misma pasión puede consumir cualquier otro aspecto de la vida. En “Pura pasión”, de apenas 70 páginas, encontramos a una Annie Ernaux víctima de una pasión acalorada que desafía toda lógica y razón. Es la historia de un amor que lo consume todo.

Durante más de año y medio este “diario” documenta la aventura de la escritora con un diplomático casado de algún país de Europa del Este –al que conoceremos como A.-, que apenas habla francés y con cierto parecido a Alain Delon. #Ernaux que vive sola en las afueras de París, está divorciada y tiene dos hijos adultos, detalla la forma en que la obsesión por su amante se apodera de todos los aspectos de su vida, y como tanto la rutina como cualquier otro aspecto más significativo de su vida se esquiparan hasta convertirse en momentos sin él, momentos de esperar su llamada, momentos que marcan el ritmo de una pasión incontrolable.

Con su habitual estilo de escritura descarnado y revelador, la autora escribe sobre este episodio de su vida casi como si se tratara de una enfermedad. A modo de entradas de un diario, los días transcurren una bajo la "espera insoportable" por el contacto, el éxtasis cuando llega, la compra de lencería y vestidos, el sexo, la marcha inmediata de él y la consiguiente incapacidad de Ernaux para escribir o trabajar hasta que, la marcha de él a su país, supone un nuevo impulso de comenzar a escribir un libro.

#PuraPasión describe su debilidad, su dependencia, su deseo, su obsesión. Es como leer el relato de un drogadicto. Ella misma lo sabe, pero no hay nada que pueda hacer. Porque ¿quién puede decir que no ha esperado junto al teléfono una llamada o un mensaje de una persona especial?
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Primera incursión en la escritura de Ernaux con esta novela breve que más bien se trata de un relato autobiográfico sobre una obsesión.

La autora nos habla de la espera constante a la aparición de la figura anhelada, un hombre casado con el que mantiene una relación únicamente sexual para él.

Es esta agonía hasta el siguiente encuentro lo que impide a la protagonista percibir lo que acontece a su alrededor, sus sentidos se hallan secuestrados por esa excesiva pasión que la desborda. La autora relata muy bien ese estado, en el que la persona es incapaz de hallar estímulos en el exterior o sentido a cualquier cosa que no sea el contacto con su objeto de deseo.

No tengo mucho más que añadir, pues se trata de un relato personal y que se lee fácilmente, aunque tampoco ha sido un acercamiento fascinante.

Una opción ligera para un primer contacto con la autora.

Novela corta. Se lee muy rápido. Se disfruta con la manera de escribir de la autora. Una pequeña joya para disfrutar de su lectura. Una buena novela de iniciación para adentrarse en la obra de esta escritora ganadora del premio Nobel. Totalmente recomendable.

Mi primer libro de la autora, me maravilla la capacidad de poner en palabras y la manera de entrelazar las mismas para narrar una experiencia que más allá de los hechos narrados, exponen sensaciones y sentimientos tan íntimos y personales que se producen por dichos hechos, pero que marcan nuestro el día a día y la manera de actuar y de interactuar con las personas que rodean a nuestra narradora. La historia nos muestra las sensaciones, sentimientos, pensamientos y comportamientos personales de una mujer que vivió con total pasión, amor y posible obsesión, la relación con un hombre casado, una relación efímera e intensa, que se nota dejo huella profunda en su vida y su experiencia de vida, una historia tal vez tan común ya en nuestras sociedades, vivida por tantos, pero que logra poner en palabras de una manera simple, bella y corta .

Ayer anunciaron su premio Nobel y puedo contaros que, hace unos días fui a la peluquería y, mientras el tinte agarraba y la mascarilla actuaba, pude leer con toda tranquilidad estas 74 páginas en las que la genial Annie Ernaux nos descubre una historia de pasión, no sé si pura, como han traducido al español, o simple, como dice el francés original, aunque quizás alguien que domine el francés pueda decirme que ambas acepciones son equivalentes.
La maravilla reside en que ella lo relata a posteriori, siendo perfectamente consciente de que lo que le ocurre es una anomalía y cómo lo descubre y describe sus sentimientos y sensaciones.

"Pura pasión" relata, en 74 intensas páginas, los estragos que: la espera, el anhelo, los encuentros, el descontrol, el deseo, la ilusión, el miedo...; en definitiva, la pasión romántica, causan en la protagonista.

«A partir del mes de septiembre del año pasado, no hice otra cosa que esperar a un hombre : que me llamara y que viniera a verme», así empieza el libro.

Me encanta la forma de narrar de Annie Ernaux, lo fluída, emocional e intensa que es su literatura.
Este libro tan cortito es una maravilla.

5/5🌟

No se le ha podido poner mejor título a esta breve novela. Mucha pasión es lo que te puedes encontrar entre sus páginas, y sobre todo, con una escritura que te atrapa en cada una de ellas.

Una lectura que devoré en un par de horas y que te deja con ganas de leer más textos de Annie Ernaux. Es un claro ejemplo de que un libro no tiene por qué tener abundantes páginas para que tenga una buena historia y te enganche.

Se trata de un texto autobiográfico donde la autora nos relata sus pensamientos a modo de diario durante los meses que duró su aventura con un hombre casado. Tiene tal magnetismo a este hombre que llega a obsesionarse, esperando impacientemente cada reencuentro.

Tras cada encuentro con su amante, nos describe una larga y angustiosa espera hasta la próxima llamada telefónica para quedar. Es como si el tiempo solo pasara cuando están juntos, donde lo que pasa entre medias de su vida no contara. La protagonista aguarda constantemente e impacientemente su llamada, preparándose emocionalmente mientras dura la espera. Tras el breve encuentro con su amante, vuelve la agonía de la despedida y vuelta a la larga espera de la siguiente llamada. Esta tiempo que pasa entre cada reencuentro consume a la protagonista, llegándose a sentir humillada.

Quién no ha tenido pensamientos y sensaciones similares alguna vez en la vida al enamorarse de alguien, y esperar ansiosamente un simple mensaje suyo o una llamada, y más aún en relaciones a distancia.

En definitiva, un libro muy breve lleno de amor, anhelo, deseo y largas esperas. Como podéis comprobar, el argumento no dice mucho, pero lo mejor de la novela, la escritura en sí y forma de contarla de Annie Ernaux.

Quien no ha sentido en algún momento de su vida, ese enamoramiento toxico, que te hace pensar y desear a la persona amada 24 horas al día, 7 días a la semana; el sentimiento es tan profundo que raya la obsesión y la separación de las partes provoca un hondo pesar, un dolor casi físico; ya ni hablar de la separación definitiva si en algún momento se da. Pues bien, al parecer Annie Ernaux lo ha sentido en primera persona y no se le ocurrió mejor idea que plasmar sus emociones por escrito, y lo ha hecho con tal maestría que si no has sentido ese enamoramiento toxico en algún momento, leyéndolo lo vas a experimentar de primera mano.
El libro no trata de nada más, no se puede alabar los escenarios exóticos ni las ideas originales de los personajes, tampoco es que se haya puesto a filosofar acerca de la naturaleza del sentimiento o el porqué de las acciones, puesto que la pluma de la autora se limita a narrar un suceso muy puntual que es precisamente su pasión, esa que va más allá de uno mismo y que la consume hasta los huesos.
En conclusión, un libro que es pura narración, lenguaje vivo que te hace sentir, que te hunde y te eleva, que te obsesiona y te sosiega, palabras que cobran sentido solo juntas. Annie es una experta en el arte de hacerte sentir con palabras. Muy recomendable.