Una familia normal

En la última edición de "Masa Crítica", tuve la suerte de resultar ganadora de un ejemplar de "Una familia normal" de Mattias Edvardsson (Salamandra), una novela que me apetecía muchísimo leer, que me ha encantado y que os recomiendo sin dudar.

Me gustan mucho las novelas que hacen que el lector se pregunte qué haría de estar en la piel de algunos de los personajes de la historia que está leyendo y sin duda ésta es una de esas historias. Es el tipo de libro en el que el dilema está servido. Tu hija, esa niña que has visto crecer y que crees incapaz de matar a nadie acaba de ser acusada de un asesinato. ¿Qué haces? ¿Defenderla a capa y espada? Evidentemente mientras no se demuestra su culpabilidad sí, pero… y si mientras eso no ocurre no tienes tan claro qué ha pasado ¿Y si ha sido capaz de cometer el crimen? Y si eso llegara a demostrarse... ¿Seguirías defendiendo a tu hijo o hija a capa y espada? ¿Qué serías capaz de hacer para verla fuera de la cárcel?...

Os confieso que en casa ya he sacado en alguna ocasión el tema y ya conocen mi opinión, pero claro, una cosa es pensar que sabes lo que harías en un caso así y otra encontrarte en él realmente y que tu ordenado mundo cambie de forma radical de la noche a la mañana como le ocurre a esta familia.

Lo primero que me ha gustado del libro es cómo ha decidido narrarlo el autor y es que lo hará en primera persona desde el punto de vista de los tres miembros de la familia empezando por Adam, el padre de Stella, que además es sacerdote de la iglesia sueca y un miembro muy respetado de su comunidad. Adam, nos transmitirá impecablemente cómo se siente en cada momento, la impotencia que le envuelve, la sensación de que la policía apenas hace nada para sacar a su niña de la cárcel y su angustia a medida que se va dando cuenta de que a lo mejor hay cosas de su hija que no conocía y que en algún momento le hacen dudar. Creo que de los tres puntos de vista el de Adam es el que más me ha gustado.

Después le toca el turno a Stella. A través de su voz veremos cómo es su relación con sus padres, su rebeldía, su relación con su mejor amiga y vecina, la relación que tenía con la víctima y también nos irá ofreciendo datos que unas veces nos harán pensar que podría ser fácilmente una asesina y otras todo lo contrario. Lo que está claro es que Stella en un polvorín que no necesita mucho para estallar.

Y por último le toca el turno a Ulrika, la madre. Abogada de profesión, que carga un poco con el remordimiento de no haber pasado más tiempo con su hija desde que nació. Sabe que la relación de Stella y Adam siempre ha sido más cercana por el mero de hecho de que han pasado más horas juntos, sin embargo también da la sensación de que metida en la adolescencia, Stella parece haberse alejado de su padre y es su madre la que sabe cosas de su hija que Adam desconoce por completo. En esta última parte asistiremos al juicio de Stella y ¡madre mía! saldrán a la luz algunas cosas que quizás lo cambien todo... o no.

Como he dicho al principio, el libro me ha gustado mucho. Creo que el retrato psicológico de los personajes es muy, pero que muy bueno y con ellos te sientes como en una montaña rusa. Entiendes que los padres rechacen radicalmente la opción de que su hija sea culpable, su forma de darle la vuelta a cada pequeña pista que pueda indicar lo contrario, el esfuerzo por intentar buscar una explicación y quizás otro culpable, alguien que tuviera motivos de verdad para matar a la víctima, además el diferente punto de vista de los tres de su propia familia también nos hará ver que esa aparente solidez familiar, quizás no lo sea tanto, ya que todos desconocen cosas de los demás.

Hay silencios, hay secretos y ahora mucha angustia y desesperanza.

Creo que "Una familia normal" es una novela que puede gustar a muchos lectores. Sin ser una novela de ritmo arrollador, la forma en que está escrita, la intriga por saber qué ocurrió realmente y esa parte judicial del final, componen una historia con bastante tensión que atrapa enseguida y que realmente te hará plantearte muchas preguntas.

La verdad es que no es primer libro que leo en el que se plantea este tipo de cuestión. El último que recuerdo en esta línea es "Defender a Jacob" de William Landay que me gustó muchísimo, me tuvo enganchadísima a la trama tanto como esta y también os recomiendo sin dudar y otro que ya hace varios años que leí y que también os recomiendo es "La cena" de Herman Koch, otra novela para debatir un buen rato.

Enlace: https://bitacorademislectura..

Saludos a todos los amigos de Babelio:
Ayer, a última hora de la noche, terminé de leer Una familia normal. La había visto en mi biblioteca con la clasificación de novela policiaca y me apetecía leer algo de este género, así que me la llevé a casa. Para los que os acerquéis a la obra de Edvardsson me gustaría señalaros algunas de mis impresiones.

1. Esta novela no es propiamente una novela policiaca, aunque haya un crímen, o mejor, varios, pues este concepto no incluye únicamente el asesinato.
Hay un muerto y varias víctimas de otros delitos y se puede leer como un thriller, pero desde mi punto de vista el autor no está tan interesado en crear una novela negra, como un estudio psicológico de los personajes.

2. Mattias Edvardsson utiliza para estudiar a sus figuras un procedimiento tan usual como eficaz: los coloca en una situación limíte, que les fuerza a sacar todo lo mejor y lo peor de ellos mismos. La herramienta fundamental para llevar a cabo este estudio es la utilización de distintos puntos de vista.
La obra comienza con el relato de los acontecimientos por parte del cabeza de familia, Adam, un sacerdote de la iglesia sueca, que ve como su familia que él percibe como normal, se va a pique al verse involucrada en un crimen.
Tras presentarnos los hechos fundamentales, Adam trata de salvar a su familia, lo que le lleva a cometer una serie de actos contrarios a sus convicciones.
El segundo personaje el tomar la palabra es Stella, la hija única de la famiia, acusada de haber cometido un asesinato. Su relato, en contraste con el de su padre, se plasma con un lenguaje crudo y propio de la adolescencia, que refleja a la perfección el conflicto emocional e intelectual que atraviesa esta joven inteligente y sensible, si bien terriblemente explosiva.
La obra continua con la voz de la madre, Ulrika. Ésta es la voz de la justicia, pues ella misma es abogada. Una justicia a la que se le ha caído un poco la venda de los ojos al ver a su hija implicada en un caso escandaloso, y por ello capaz de aplicar el principio de "el fin justifica los medios". Ulrika se siente culpable por su excesiva dedicación al trabajo, por haber dejado desatendida a su hija y por tener una mejor compresión y conexión emocional con Amina, la mejor amiga de Stella.
Con la voz de Ulrika acaba la narración de los hechos, o al menos es lo que creemos en un principio los lectores. Sin embargo, en un breve epílogo, en narrador da un nuevo quiebro a la narración y tan sólo en dos páginas deja completamente sorprendido al lector.


Como véis no he dado muchos detalles de la trama porque es cierto que la tensión es algo fundamental en esta novela. Una obra que trata de criticar la hipocresía de todas las instituciones y de cuestionar cuáles son los valores que deben primar en la sociedad, comenzando por la familia. Falla ligeramente, desde mi punto de vista la narración de Stella. Presentada como un ser excepcional, alguien irrepetible, habla y piensa como la mayoría de adolescentes y su relato resulta, en ocasiones, un poco superficial para ser el de una joven con grandes talentos. También su trabajo como cajera de una gran superficie choca con sus ambiciones y sus sueños.

Salvo este pequeño detalle, nos encontramos con una novela muy entretenida que nos puede hacer pensar mucho sobre los seres que tenemos más cerca y hasta que punto los conocemos.

Una familia normal es una novela que me ha recordado a otra que leí hace tiempo, La cena, de Herman Koch . En las dos nos encontramos con unos padres dispuestos a todo con tal de proteger a sus hijos. Lo que hace diferente a Una familia normal es el planteamiento y la forma de contar lo ocurrido. Se divide en tres partes, (además del prólogo y del epílogo): El Padre, La Hija, y La Madre. En cada una de las partes el protagonista nos cuenta su versión, una parte de lo ocurrido desde su punto de vista y con los datos que tiene. También conoceremos su vida anterior, el nacimiento de su hija y todo lo ocurrido hasta convertirse en una adolescente difícil, díscola y alocada.

Empieza Adam, después será Stella, y por último Ulrika, quienes nos van narrando la historia y sus vidas. Pero no será hasta que leamos el epílogo al final del todo, que no sabremos la verdad de lo ocurrido. Tendremos siempre la sensación de que alguno miente, o varios, o todos. No sabremos lo que ha pasado en realidad.

Adam, el padre, es pastor de la iglesia sueca, una persona seria, formal, responsable y está bien considerado por la comunidad. Ulrika, la madre es una buena abogada penalista. Y la hija del matrimonio, Stella, tiene 19 años y trabaja de dependienta en una conocida tienda de ropa. Una noche llega a casa muy tarde y con la blusa manchada de sangre. Stella es arrestada, estará en prisión preventiva, incomunicada, acusada de matar a Christopher Olsen, un hombre de 32 años con el que parece que mantenía una relación y que además era hijo de Margaretha Olsen, una conocida catedrática en Derecho Penal.

Hay una serie de pruebas que parecen incriminarla, incluso una testigo que dice haberla visto en el momento y el lugar del crimen. Pero no es la única que tenía motivos para matar a Christopher, podría estar involucrada su exnovia que lo acusó en su día de abusos y malos tratos. Y también la mejor amiga de Stella, Amina, podía tener un móvil, los celos.
El abogado que elige para que la defienda es Blomberg, un viejo conocido y antiguo compañero de su madre.

En Una familia normal nos encontraremos con una crítica social al patriarcado. Habla entre otras cosas de acoso, abusos, violaciones, infidelidad, celos, de guardar las apariencias, de las convicciones religiosas, de las relaciones familiares, y por encima de todo plantea el dilema a los padres de hasta dónde estarían dispuestos a llegar para proteger a su hija. Los personajes están muy bien dibujados, y todos de alguna manera esconden algún secreto.

—¿Hasta dónde estarías dispuesto a llegar para proteger a tu hija?

El autor sabe como mantener la intriga y el suspense desde el primer momento. Es una novela que se lee rápidamente.

Una familia normal es un interesante thriller judicial que te atrapará y que no te dejará indiferente.

Menuda sopresa de libro de verdad, un thriller psicológico que va despacito pero sin pausa...

Tenemos a nuestros protagonistas, Adam, Ulrika y Stella, que forma una familia, una familia "normal", y que de repente su hija de 19 años es acusada de asesinato.

Ese asesinato será el hilo conductor de toda la historia , claramente todo lo que pasa gira en torno a ese asesinato, y en saber si realmente Stella es la culpable de todo. El autor desarrolla una trama no solo sobre las relaciones entra la familia, sino también temas como la justicia, la verdad, la religión...

La historia esta dividida en tres partes y cada una es narrada en primera persona por cada uno de los personajes que conforman la familia, Padre, Hija y Madre, además de un epílogo (magnifico). de esta manera veremos las formas de actuar y de pensar de cada uno de ellos, e iremos descubriendo lo que realmente pasó.

La novela no tiene ni grandes giros ni es un ritmo frenético que te vuelva loco, pero es un ritmo continuo, no es lento, tiene tensión hasta el final, y la trama es tan perfecta que te mantiene enganchado.

Y respecto.al final puedo deciros que es redondo, todo hilado, todo cerrado, perfecto... y ademas sorprendente hasta la misma ultima pagina.

Podría decir que es uno de esos libros necesarios, que trata temas que actualmente y por desgracia, están a la orden del día.

Hoy os traigo mis impresiones sobre "Una familia normal", una adictiva novela que he disfrutado mucho y pasa a estar entre mis mejores lecturas del año, en la que se mezclan varios géneros tales como el domestic noir, el drama judicial y el suspense psicológico. Una lectura reflexiva y compleja sobre la educación de los hijos, el matrimonio y el conflicto generacional, en la que nada es lo que parece, y que va a llevar a una familia normal a sus límites cuando todo a su alrededor se desmorone, poniendo a prueba la lealtad y la moralidad de cada uno de sus componentes.
Un sacerdote de la Iglesia sueca, una reputada abogada y una hija asocial. Los Sandell son una familia aparentemente normal, tienen trabajos bien remunerados, un nutrido círculo de amistades y una vida social activa. Pero un día su vida se derrumba en tan solo un instante, cuando la hija es detenida como principal sospechosa por el asesinato de un hombre algo mayor que ella. ¿Qué cosas impensables estarán dispuestos a hacer unos padres desesperados con tal de proteger a su hija?
Este es, a grandes rasgos, el inquietante argumento de una historia cuyo motor principal son las emociones de sus personajes principales. Tiene un planteamiento muy original al estar narrado desde tres puntos de vista: el de un padre, una madre y la hija adolescente. A pesar de que el punto de partida es el mismo, un asesinato a sangre fría, van a surgir tres versiones muy dispares que irán desentrañando, con una cadencia pausada, lo que realmente sucedió y al mismo tiempo revelando cómo una familia aparentemente normal se ha ido desintegrando poco a poco. Simultáneamente obliga al lector a posicionarse mientras intenta armar un rompecabezas del que no tiene todas las piezas, pero que de forma gradual irán surgiendo y acabarán encajando para revelar una historia turbia en la que se pone a prueba la ética, la moralidad, la lealtad y la culpa de cada uno de sus protagonistas.
En cuanto a los personajes, serán sus voces en primera persona y de un modo intimista las que van a impulsar la historia. Un ejercicio introspectivo que nos ayuda a conocerlos en profundidad, sus circunstancias y su evolución, y poder comprender sus desesperados actos. El lenguaje de sus tres protagonistas se adapta perfectamente a los roles que tienen en la historia y sus personalidades se tornan creíbles. Cada uno tiene voz propia y cobra vida para arrastrar al lector, en un vertiginoso descenso, al pozo de desesperación en el que está sumido. Me ha gustado ir descubriendo la percepción tan diferente que cada uno tiene sobre el mismo suceso, algo que da pie al lector a conjeturar y tirar por unos derroteros impensables, intensificando el suspense, y la forma de enfrentarse a la tragedia que ha terminado pulverizando sus vidas. Adam es el cabeza de familia, un sacerdote de la Iglesia sueca que está dispuesto a cruzar los fuegos del infierno por salvar a su hija. Ulrika es una ambiciosa abogada que duda de que nadie esté contando la verdad. Y por último está Stella, la hija indómita y de lo más imprevisible que te invito a descubrir por ti mismo.
Escrita con una prosa exenta de todo artificio y vertebrando su argumento en un total de ciento doce capítulos de muy breve extensión más un epílogo, nos vamos a encontrar con una trama perfectamente hilvanada que deja patente la capacidad introspectiva del autor para diseccionar sentimientos y profundizar en unos personajes a los que viste de realidad y que son el motor que impulsará la historia, permitiendo originar empatía en el lector y hacerlo partícipe de sus emociones.
Sintetizando: "Una familia normal" es una novela con un toque original en la que se conjugan, en su justa medida, varios géneros literarios como el domestic noir, con tenues pinceladas de drama judicial y una buena dosis de suspense psicológico. Una historia en la que la tensión está inteligentemente dosificada y aborda temas que invitan a la reflexión. En ella vamos a ver reflejados los temores y las preocupaciones de cualquier padre con un hijo adolescente, lo que duele verlos ir en una dirección que tu nunca habías previsto y lo duro que es descubrir que por mucho que quieras no puedes protegerlo. Una novela que no puedo dejar de recomendar porque me ha mantenido imantada a sus páginas, pasándolas con ahínco y a una velocidad vertiginosa para averiguar cómo concluye todo.

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