Una familia normal de Mattias Edvardsson
La gente nos había advertidode lo que cambia la vida tras el nacimiento de un bebé. Ninguno de los dos podría dormir, el bebé no haría más que llorar, comer y cagar, nuestra vida de pareja quedaría anulada, nos pelearíamos y ya no nos soportaríamos el uno al otro. Muchos consideraban que éramos demasiado jóvenes. Algunos parecían opinar que estábamos arruinando nuestras vidas. Y mientras tanto, yo veía como un auténtico milagro que la gente siguiera trayendo criaturas al mundo. Tener el corazón de otra persona latiéndote en el pecho es sentir a Dios. Recostaba a Stella encima de mí y nunca me cansaba de notar su piel tersa como el papel. |