Una familia normal de Mattias Edvardsson
Después de todos estos años conversando con la gente he aprendido que a menudo el silencio acaba sacando respuestas. El silencio exige una réplica. El silencio tienta y pide a gritos qeu alguien lo rompa. La experiencia me ha enseñado que la gente tiene muchas ganas de hablar, hay muchas personas que lo están deseando y basta con mostrales que estás dispuesto a escuchar para que lo hagan.
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