Salamandra

Estamos en abril, pero creo que ya tengo claro cual va a ser mi mejor lectura del año, ya os digo que va a ser muy difícil que cualquier otro libro supere a éste, porque ha sido simplemente perfecto.

Esta historia la voy a catalogar como thriller, una novela negra con todas las letras, pero tiene mucho más. Unos personajes extraordinarios, bastante diferentes y singulares. Y de entre todos ellos destaco a Duchess, una niña de trece años que me ha llegado al corazón y será muy difícil olvidarla, su comportamiento y su forma de ver el mundo me ha emocionado muchísimo.

La trama está construida con mucho cuidado al mínimo detalle, todas las dudas que van surgiendo durante la lectura se resuelven al final sin ninguna excepción, y lo mejor de todo son las sorpresas que tiene guardadas el autor para el desenlace, puedo asegurar que leí las últimas sesenta páginas con una congoja continúa en el pecho. Aún ahora, días después de terminarlo, sigo emocionándome con este libro, se me eriza el bello recordando muchos detalles, y al mismo tiempo se me dibuja una sonrisa en la cara. Y eso es lo especial de esta historia, creo que nunca antes un thriller había conseguido provocar en mí esos sentimientos.

Si buscas un thriller dinámico, rápido y corriente, éste no es tu libro, pero si lo que quieres es una historia diferente, con unos personajes bien delineados y que consiga empatizar completamente con ellos, no dudes ni un momento en leerlo.

Este relato, más que libro, es un retelling de La Bella Durmiente y Blancanieves, maravillosamente acompañado por las ilustraciones de Chris Riddell, tan detalladas que cada vez que las miras descubres algo nuevo en ellas.

Se trata de una historia oscura, diferente a los cuentos clásicos tradicionales que tenemos tan manídos. Aquí las princesas sufren maldiciones y se salvan a sí mismas de las brujas malvadas que solo ansían el poder, la juventud y la belleza. También eligen su propio destino, porque siempre hay opción.

Aunque me encanta el final y el rumbo que toma la Reina, me habría gustado que la Princesa también hubiera podido terminar de otro modo, recuperando su tiempo perdido.

Ahora presenta una máquina distópica en su última novela, 'La casa de caramelo', en la que los usuarios vierten sus memorias y acceden a las del resto de los usuarios.
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