Noches blancas

“Al principio del verano las noches son especiales en San Petersburgo. El sol apenas se sumerge en el horizonte y crea las noches blancas, en que la luz no deja de brillar con un resplandor de nieve”

Esta es la historia de un triángulo amoroso, donde dos ganan y uno pierde. Una historia que sucede en las horas bajas de la ciudad, donde no hay nadie por las calles y todo parece íntimo. Dos personas se encuentran, charlan y se conocen, dándose la compañía y el calor que necesitan.

Como me quedé con más ganas de Dostoievski, cogí esta novela corta “Noches Blancas” y aunque al igual que “El jugador”, me dejó con ganas de leer más, sí me ha parecido una historia más cerrada, parece más bien un cuento. Muy ambientado con la descripción de este tipo de noches en la ciudad de San Petersburgo, donde surge esta mágica luz y donde no se ve un alma en la calle. La intimidad se desborda y nos centra aún más si cabe, en esa particular soledad que siente el personaje principal masculino de esta historia. La llegada de la chica cada noche, se presenta casi como una aparición divina que aletea su corazón helado, y lo revive por unos minutos.

Es una historia muy corta, con un discernir algo cruento pero ilusionante.

Volveré a Dostoievski pronto, eso seguro.

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Acabo de terminar de leer este libro.
Debo admitir que el título me ha llamado mucho la atención, (es por eso que he decidido leerlo), peeroo debo decir que no me ha gustado, se me ha hecho un poco aburrida y en ciertos momentos se me hizo bastante pesado.
Ninguno de los dos personajes principales se me hicieron interesantes como para decir este me gusto más que el otro por x motivo (perdón por ser tan sincera).
Por supuesto que no me voy a quedar solo con este libro, tengo pensado leerme otros libros de este autor.

Apenas soy conocedora de la narrativa de Dostoievski, pero sí que tras leer hace algunos años Memorias del subsuelo y hace unos meses Una historia desagradable, te das cuenta de que el relato Noches blancas se distancia bastante de las propuestas anteriores; aunque indudablemente guarde la esencia de un tiempo, un país y una época literaria.

Todo en este relato es exceso: la noche, los sentimientos, los diálogos… Un recargo que sin embargo el lenguaje esconde sutilmente y que sirve de vehículo para la exaltación de la soledad, el desengaño y la desmesura del flechazo a primera vista.

Noches blancas es una historia de amor que pertenece a un solo individuo, un personaje patético y descorazonador que representa a la perfección el romanticismo (que no lo romántico). Este personaje sin nombre se siente abrumado por el vacío, hasta que la presencia de Nástenka colma y rebasa los límites de la vasija de su alma.

Durante cuatro noches, ambos personajes creerán conocerse, comprenderse, acompañarse y enamorarse. Y digo creerán porque en la luminosidad de las noches de San Petersburgo se esconde la certeza del desamparo, la pasión como huida del terror de uno mismo.

Pese a que es en la historia del encuentro donde la acción comienza a acelerar e incluso a tener algo más sólido que contar, es en la primera y en la última parte del libro donde más he disfrutado la maestría del autor. Esa genialidad que consiste en precisar con la más auténtica y punzante desazón la visión del soñador.

Aun teniendo en cuenta la calidad del texto, no es una temática que me apasione, pero esto no impide que mi siguiente objetivo sea la aclamada Crimen y castigo, ya que mi interés por conocer más obras del escritor ruso nunca ha decaído.

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¡Qué joya! ¡Qué belleza! Es de los libros más tristes y, a la vez, más bonitos que he tenido el placer de leer. Algunas de las reflexiones de su protagonista me han dejado huella. Va directo a mi estantería para releer cada vez que necesite volver a emocionarme.

Amor, soledad, ilusión y también desilusión es lo que Dostoievsky nos relata en "Noches blancas" apenas con dos personajes. No he llegado a empatizar con el personaje principal, me ha parecido poco natural (a veces pedante) en los monólogos tan largos que tenía con Nastenka. Nunca había leído a este autor y sinceramente el relato no me ha impactado, pero sí que me gustaría probar más lecturas suyas.

Es el segundo relato que leo del autor y por desgracia debo decir que "Memorias del subsuelo" me pareció una obra brillante, pero no puedo afirmar lo mismo de este relato. En todo momento me representaba a los dos protagonistas subidos a un escenario clamando vigorosamente sus textos y saliendo de escena haciendo aspavientos. Me ha parecido en todo momento excesiva. Llena de puntos de exclamación, de soliloquios, de verborrea emocional...
Me avergüenza criticar la obra de alguien de la altura de Dovstoyeski y probablemente sea mi falta de entendimiento, pero no puedo evitar sentirme decepcionada tras esta lectura.

“¿Quiénes son todos? Porque llevo ocho años viviendo en San Petersburgo y no he sabido entablar ni una sola amistad. Pero ¿para qué quiero yo esa amistad? Aun sin ella, me conozco todo Petersburgo.” ~ Noches blancas de Fiódor Dostoyevski.

Breve historia que nos narra la vida en cuatro noches y una mañana que viven el narrador, un joven triste y abatido, y una joven con la que coincide todas las noches. El contexto es San Petersburgo en las llamadas noches blancas, cuando el día se extiende más horas de lo habitual.

Realmente la historia no me ha atrapado y creo que porque los personajes no me han caído nada bien. Me han parecido unos insulsos. En cambio reconozco que el libro tiene momentos gratos. El principio es enredado y, sin embargo, es ahí donde para mi han estado esos momentos mágicos. La descripción que hace el narrador de la vida en la ciudad me ha recordado a cuando vemos un cuadro o una fotografía e imaginamos quiénes serán esas personas ahí plasmadas, a donde irán, de dónde vendrán y cuál será la historia de sus vidas.

El resto del libro se lee, pero la verdad es que no he conectado nada con la trama, ni con los personajes.

Lo que más me ha gustado de la historia son las ilustraciones. Afortunadamente era corto. Unos protagonistas que, para mi, eran muy infantiles y, todo hay que decirlo, sobre todo la chica, muy veletas. Entretenido sin más.

Un relato intenso que a pesar de su brevedad me hizo sentir un carrusel de emociones. Tenía una etiqueta muy fuerte a Dostoievski por Crimen y Castigo que es una novela que me costó mucho digerir, aunque la disfruté en su momento y quedó indeleble su recuerdo en mi memoria. Este relato es muy vívido, los sentimientos están a flor de piel y llegas a entender a los personajes por más absurdas que parezcan sus existencias. al final hasta un brinco llegue a dar por la intensidad del momento. Recomendable y se lee rapidito.

Este relato llegó a mí por recomendación de otra bloggera. La cosa era así: si nunca antes habías leído a un autor ruso, empezar por una historia corta era perfecto para entrar en esos bloques de textos llenos de contenido (por si no lo sabían, la literatura rusa tiene fama de ser "pesada" y/o muy compleja).
Yo puedo asegurarles que no encontré nada de eso en Noches Blancas, sino que me sumergí libremente en los monólogos del soñador ♥ Y me uní totalmente a su forma de ver el mundo: de estar ahí pero no. Así fue como Dostoyevski pasó a ser de mis escritores favoritos.
La historia tiene dos personajes principales: el soñador y Nastenka. Ambos jóvenes, solos en un mundo frío, se conocen y se "entienden" de inmediato. Pero hay un problema, el soñador no puede controlar sus sueños y Nastenka ¿es realmente una soñadora?
No hay que ser un genio para adivinar que finales felices no hay en Rusia, pero a veces no necesitamos de ellos para disfrutar la lectura, y eso a Fiódor se le da muy bien. La estética de esta historia reside en eso, y en el retrato de la juventud. ¿Qué es la juventud sino solo un sueño? ¿Qué están esperando? Vayan a cultivar sus almas con esta pequeña historia, es bellísima.