Americanah

Novela de Chimamanda Ngozi Adichie que cuenta la historia de Ifemelu, una joven que migra a EEUU para estudiar en la universidad y buscarse un futuro próspero, fuera de su Nigeria natal.
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Americanah ahonda en la discriminación racial, las relaciones afectivas, migración, ser mujer negra en Estados Unidos e identidad.
Sin duda una novela maravillosa, aunque he de ser sincera, las primeras cien páginas me costó coger el hilo y ahora me está resultando complejo soltarlo. Paradojas.
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Me gusta entre otras cosas que la protagonista sea una mujer, que se rompan estereotipos acerca de la visión occidental sobre Nigeria y lo sobrevalorado e idealizado que tenemos EEUU.
Además, es una novela que a través de una historia cotidiana, desengrana el racismo estructural a pedazos bajo la humilde mirada de Ifemelu.
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Apunto de terminarlo, solo os puedo decir que Chimamanda es una escritora espectacular y que se trata de una novela preciosa que os animo a leer sin duda, si todavía no lo habeis hecho.

¿Y si, en definitiva, todo se redujera al amor? Con 'Americanah', Chimamanda Ngozi Adichie nos habla de raza, identidad, migración y amor. La protagonista del libro es Ifemelu, una joven nigeriana de clase media que consigue un visado para terminar sus estudios en Estados Unidos, donde se da cuenta, por primera vez, de que es negra.

Pero 'Americanah', palabra despectiva con la que se señala a los africanos que vuelven a su país de origen, nos habla también de cómo Ifemelu canaliza sus problemas a través de un blog donde, en tiempo de Obama, habla de los negros estadounidenses y los no estadounidenses, la forma de ver el cuerpo según la cultura, el pelo afro... todo en un proceso de aceptación de su identidad.

Y vuelvo al principio, porque es de la semilla del amor de donde la autora hace crecer una historia que después nos introduce en la vida de la Nigeria contemporánea, haciéndonos reflexionar sobre el racismo, la violencia y la esperanza de reencontrar lo amado, sea el recuerdo de un país o de un amante. Porque el amor engancha y es lo que nos hace seguir leyendo, pero 600 páginas dan para mucho y a veces también se me ha hecho pesado y he tenido ganas de abandonar, porque no he conectado con la protagonista, ni con la forma de la autora de estructurar la obra, así como también creo inecesario que Chimamanda explique hasta las nimiedades más básicas que se entienden solas.

A Chimamanda le preguntaría algo: hace Ifemelu todo ese trabajo de investigación y reflexión sobre raza e identidad para acabar centrándose solo en aquello que le dicta el corazón? Podemos abrir debate sobre ello.
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Esta novela es una oda al pelo afro, a las injusticias, al cambio, a la madurez y al amor a la vida.
Ifemelu se posiciona como uno de los mejores personajes que he descubierto en los últimos años.
Leer a Chimamanda es siempre apostar por algo seguro.
Nunca defrauda.

Ifemelu, después de 13 años viviendo en Estados Unidos, siente el impulso (provocado por una añoranza que no sabe bien de dónde le viene) de volver a su país de origen: Nigeria. Su familia, tanto la que continúa en Nigeria como la que está en EEUU, duda de que pueda "aguantar" después de tanto tiempo viviendo en una sociedad como la estadounidense, tan distinta en todo a la de Nigeria.

Por otro lado tenemos a Obinze, novio de Ifemelu desde su adolescencia, que no consiguió en su día el visado para viajar a EEUU junto a ella y que después de estar unos años en Inglaterra, regresó a su país y prosperó convirtiéndose en uno de los hombres más acaudalados de Nigeria.

Aunque la novela comienza en el momento en el que Ifemelu decide volver a su país, casi toda ella nos va a narrar el pasado de ambos protagonistas: sus infancias, adolescencias (cómo y cuando se conocieron), cómo buscaron salir del país anhelando opciones más satisfacorias a nivel vital, los choques culturales a los que tuvieron que enfrentarse, la adaptación a sus nuevas vidas, etc. Pasado y presente se van mezclando a lo largo de la narración para que formemos el tapiz completo de las vidas de los dos protagonistas y de varios personajes secundarios más.

Es un libro que nos habla sobre todo de raza e identidad, de cómo se diluyen los rasgos culturales cuando se intenta "encajar" en los países de destino y la lucha por no perder dicha identidad, nos habla del desarraigo que sienten las personas migrantes, del racismo y la xenofobia.

Las partes que me han gustado especialmente, por reivindicativas e instructivas, han sido los fragmentos del blog que Ifemelu publica mientras vive en EEUU. En ese blog habla precisamente del concepto de raza y el racismo de los estadounidenses hacia todas las personas "no blancas" y en especial hacia las negras, y dentro de estas, hacia las negras no afrodescendientes (inmigrantes).

Creo que todas conocemos el activismo feminista que lleva a cabo Chimamanda, por lo que no nos van a sorprender los mensajes en esta línea que vamos a encontrar a lo largo de estas seiscientas páginas. Me encanta la madre de Obinze: una mujer fuerte, con las ideas claras y que lucha por una igualdad real de género que en la Nigeria que se nos presenta en esta historia es poco menos que imposible.

También es una historia de amor a través de los años lo que vamos a leer, pero se aleja mucho de sentimentalismos fáciles y para nada es el hilo argumental principal.

Me gusta mucho la naturalidad del lenguaje de Chimamanda, la sutileza o agudeza bien utilizadas según el momento. Los personajes de esta novela son complejos y bien definidos, y creo que no es algo sencillo cuando hay tal variedad de ellos.

El único pero que puedo ponerle es que a veces la intensidad de la trama decae y me sobran diáologos o acontecimientos, creo que muchos de ellos son prescindibles y se podría haber disminuído algo la longitud de la novela, pero en general ha sido una lectura que me ha gustado mucho y que he disfrutado de principio a fin. Un libro recomedable y necesario para ponernos en la piel del otro en este momento político y social en el que el racismo y la xenofobia ganan terreno a la empatía y a los derechos humanos.

Chimamanda nos hace viajar de Nigeria a Estados Unidos, de Estados Unidos a Londres y de Londres a Nigeria. A lo largo de estos viajes nos va contando el periodo de madurez de Ifemelu y de Obizne, y de como los dos países anglófonos les trata.

Es un relato en el que se combina amor, con amor propio y lucha de raza. Un relato que te anima a pensar quién eres y como quieres que sea tu vida.

Os animo a todos a conocer a Ifemelu y Obizne. Un libro largo y denso, pero que no decepciona para nada.
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Llevo un año prácticamente intentando acabar esta historia, pero, no os confundáis, no ha sido porque me pareciese aburrida o no fuese para mí. Simplemente, no ha sido el momento. Cada historia necesita un momento y cada vez que retomaba Americanah me daba cuenta de que seguía escogiendo el inadecuado. al final, decidí tomármelo con calma y lo fui leyendo poco a poco desde diciembre, empapándome con lentitud de cada página sin importarme si tardaba más o menos ¿Cuál fue el resultado? Que, pese a durarme dos meses completos y un poco más, he sido capaz de disfrutar cada página y llegar al final sintiéndome satisfecha con la lectura.

Chimamanda Ngozi Adiche nos narra la historia de Ifemelu, una joven nigeriana que ha estado viviendo trece años en Estados Unidos y que decide volver a su lugar de origen sintiendo que tiene que recolectar con sus raíces. Se da cuenta de que vivir allí le ha hecho perderse, ir abandonando su cultura y el mundo que siempre había conocidos, dejándose llevar por las costumbres americanas para no sentirse excluida, para que los insultos racistas no sean tan malos como para muchos otros que se aferran a los lugares dónde nacieron.

La historia va viajando desde el presente de Ifemelu hacia el pasada, explicando desde cómo fue su infancia y cómo conoció a Obinze hasta su estancia en Estados Unidos. Nos va mostrando diversos temas que calan en ti, que te hacen pensar en el mundo que conocemos y en cómo, aunque hemos avanzado, seguimos necesitando muchas mejoras. Uno de los temas que más aparecen es el racismo. Es asombroso cómo las personas pueden actuar frente a otra por ser extranjera, por ser inmigrante. Cualquier insulto puede tener una connotación racista y avanzar con tu vida se vuelve muy complejo. Es por eso que se observa que muchos de ellos dejan atrás su cultura para intentar que las diferencias sean menores y poder ser más incluido. Es algo que debemos pensar porque los años pasan y seguimos teniendo constantes problemas con la exclusión y el racismo.

Es un libro que todos deberíamos leer, no solo para pensar en temas como la violencia, la pobreza, la inmigración, el racismo, etc., sino también por su estilo. Es elegante, delicado y con una lentitud que te llena de nostalgia. Es capaz de plasmar el dolor, la tristeza y ese sentimiento que tiene Ifemelu cada vez que piensa en Nigeria y lo que dejó atrás. Lo echa de menos y eso cala en ti. Además, al principio vas empatizando con ella cuando sientes que está atrapada, que no avanza en su vida y necesita algo más. Además, ese ritmo hace que te empapes más de la historia y que lo disfrutes más de lo que harías sin esa calma que traslada mucha nostalgia.

En conclusión, creo que es una lectura a la que todo el mundo debería darle una oportunidad. Quizás, la lentitud no es para todos y lo dejéis atrás, pero merece la pena empezarlo. Leedlo con calma, empapaos de la lectura y dejaos llevar por el estilo de Chimamanda Ngozi Adiche.
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Americanah (2013) nos cuenta la historia de Ifemelu, una joven hermosa y muy segura de sí misma. Son los años '90 en Nigeria y el país se encuentra bajo una terrible dictadura. Obinze, su gran amor, sueña con una vida en EEUU, pero eso quedará trunco y solo ella podrá viajar para estudiar en Brooklyn.



Al llegar a este lugar nuevo, que representaba –y representa- en el imaginario de muchos la tierra de la libertad y de las oportunidades descubre algo a lo que nunca había tenido que prestarle atención. Ifemelu es una mujer negra, y las oportunidades para personas como ella no son las mismas que para otros.



Aunque digan que el racismo ya no existe en esa tierra, Ifemelu demuestra cómo este sigue vivo en expresiones del lenguaje, en la mirada en la academia y en la calle, en lo que se espera de ella. Y si al principio intenta adaptarse para encontrar un lugar, termina comprendiendo que quien está mal no es ella sino ese sistema que le dice que lo que es, lo que siempre ha sido, una mujer negra, es ahora un elemento cargado de valor.



Mediante un blog que se hace viral puede expresar estas diferencias que aún persisten y su propio proceso de construcción de la identidad. Si el título se pregunta, mediante esa forma burlona en la que los nigerianos se refieren a quienes viajan a los EEUU y vuelven cambiados, cómo impacta ese viaje en busca de oportunidades en la identidad de los sujetos, Ifemelu corre el eje. El viaje no la convierte en lo que se espera que ella sea, no la obliga a adaptarse a un estereotipo; en cambio, la ayuda a reconocerse, a construir con mayor fuerza su identidad.



Chimamanda Ngozi Adichie nos lleva, a través de las voces y los desplazamientos temporales, a una hermosa historia de amor y construcción identitaria, atravesando, además de la problemática racial, temas como el feminismo, la inmigración, la religión –tan presente como tema en la cultura nigeriana- y el sexismo.

Americanah inicia su historia en Estados Unidos. La protagonista, Ifemelu, lleva ya años viviendo en aquel país; adaptada, cómoda, feliz. Pero no se siente completa, algo le falta, echa de menos su tierra, Nigeria. Entonces es cuando la novela nos transporta a su niñez y a su juventud en África. Nos habla de su primer y gran amor, Obinze; de la historia de su tía Uju; y nos acerca a la trágica situación política y económica del país en aquel momento. Y esa es la razón por la que decide reunir el valor para pedir una beca de estudios universitarios en EEUU. Allí se traslada y se enfrenta a su nueva vida, en un país en el que si se la distingue por su raza. "Yo vengo de un país donde la raza no era motivo de conflicto; no pensaba en mí como negra, y me convertí en negra, precisamente, cuando llegué a EE.UU." La protagonista observa, analiza y desgrana la sociedad estadounidense (que podríamos extender en gran parte a todo occidente); y crea un blog llamado “Curiosas observaciones a cargo de una negra no estadounidense sobre el tema de la negritud en EE.UU” en el cual releva ácidamente su punto de vista. Un punto de vista tan original como necesario. La novela nos pasea por vida, a veces avanza, a veces retrocede, nos muestra sus dificultades, sus logros y sus equivocaciones. Somos conscientes de su crecimiento personal y de su gran lucha interna para no perder del todo sus raíces.
Y entonces toma la palabra Obinze y con él viajamos a Inglaterra, conociendo otra cara de la inmigración. Su relación se encuentra difuminada en la historia, siempre presente de alguna forma, pero discreta, dejando lugar a otros temas.
Este libro me ha mostrado realidades de las que no era consciente o las cuales tenía impersonalizadas y estereotipadas. Me ha hecho sentir la grandísima necesidad de deconstruirme en cuestiones de raza. Que necesaria es la voz de Adichie a través de su (casi) alter-ego Ifemelu, siempre tan directa, tan sarcástica y tan verdadera. He aprendido muchísimo con este libro, desde pinceladas de cultura nigeriana hasta las diferencias entre los conflictos raciales.
Chimamanda me ha hecho tanto reflexionar como disfrutar con esta historia.

Americanah es un término que usan los nigerianos al referirse a aquellas personas que vivieron un tiempo en Estados Unidos y regresan al país americanizados. Es una novela costumbrista y social que describe la vida de Ifemelu y Obinze, ella al obtener una beca para estudiar en Estados Unidos y él al inmigrar a Londres y tratar de obtener una ciudadanía. Desde la primera página la historia me atrapó, la sencillez de sus personajes, la autenticidad y sinceridad de Ifemelu en su juventud en Nigeria, su relación con Obinze y él en sí mismo al ser diferente al resto de chicos del entorno; a través de las vivencias de estos jóvenes conocemos parte de la cultura Nigeriana a principios de los 90s, las dificultades del país y la riqueza que tiene su pueblo. Posteriormente, la descripción de Ifemelu y su adaptación en Estados Unidos a finales de los 90s y principios del 2000; desde su punto de vista (una negra africana) entendemos un poco más los problemas de racismo en Norteamérica, que resumo en una frase que dice la protagonista: “yo vengo de un país donde la raza no era motivo de conflicto; no pensaba en mi como negra, y me convertí en negra precisamente cuando llegué a Estados Unidos”; adicional al racismo, la novela nos habla sobre el Tribalismo Americano: la clase, la ideología, la región y la raza con la que se segregan a personas y comunidades enteras. Ifemelu nos narra también, las dificultades por las que pasan los inmigrantes no blancos en ese país. A través de Obinze, conocemos en paralelo las dificultades que tienen los inmigrantes en Inglaterra, las dificultades y riesgos que afrontan al tratar de conseguir una ciudadanía. Todo lo anterior, es lo que considero tiene más valor en la novela, es lo que más me ha gustado del libro, conocer y comprender esas realidades, las cuales muchas veces pasamos por alto, y reflexionar que el tan llamado sueño americano que a mi modo de ver no existe.
La relación entre Ifemelu y Obinze es natural, sincera, sencilla y va evolucionando de una manera maravillosa, se nota en las descripciones de cada uno, como se complementan; sin embargo las experiencias que viven nuestros personajes en distintos países y que los obliga a madurar y adaptarse a sus entornos, pone a prueba ese amor.
SPOILER***: los cambios que sufre Ifemelu en su proceso de adaptación, generan a mi modo de ver una persona diferente a quien era en Nigeria, se vuelve una mujer más fría, hipócrita en ciertas situaciones y en otras prepotente… la nueva Ifemelu, ha ido perdiendo poco a poco su esencia y autenticidad al tratar de adaptarse a su nueva vida, a vivir en una sociedad diferente; en sus relaciones con Curt y Blaine, la encuentro con una actitud demasiado crítica hacia los demás, sin embargo son críticas internas ya que en presencia de las personas a las que juzga, se comporta como se espera y por lo tanto con hipocresía e interés; esta evolución en su personalidad me generó gran decepción y llegué a tener momentos donde sus introspecciones y actitud me molestaban. Obinze por el contrario, creo que supo mantener su autenticidad, aunque también paso por situaciones muy difíciles y tuvo que adaptarse a una sociedad rígida y cerrada, su actitud fue más hacia la modestia sin perder su inteligencia, suspicacia y sencillez; tal vez el único comportamiento reprochable fue la relación con su madre. Sin embargo, en ambos casos, se nos muestran a personas reales, ante situaciones reales que es lo que hace más interesante la novela.
Años después, cuando nuestra pareja regresa a Nigeria, cada uno debido a diferentes motivos, se enfrentan a reorganizar sus vidas. Inicialmente Obinze, después de algún tiempo logra triunfar en una industria en la que él no tenía previsto dedicarse, pero que le ha permitido tener una vida acomodada. Cuándo Ifemelu regresa, su actitud siguió siendo la misma, comportándose con cierta altanería aunque también temerosa en su encuentro con Obinze; regresar a sus raíces la hizo sentir como en su hogar pero el hecho de evitar a Obinze la hizo ver a mis ojos como una persona cobarde, por no afrontar un pasado que a pesar de las circunstancias ella provocó, y por evitar a Obinze, a pesar que fue ella la que retomó el contacto con él. Sin embargo el destino se encargaría de reunirlos y ese encuentro activó lo que habían dejado en el pasado y aun con los cambios que cada uno había vivido, pareciera que el tiempo no había hecho mella en su relación, sino que floreció con mayor pasión; no obstante, no todo era tan sencillo porque sus condiciones no eran las mismas y debían afrontar decisiones que en una sociedad religiosa y tradicional como la Nigeriana eran juzgadas con toda rigurosidad.***
El final del libro me gustó mucho; por como se venía desarrollando el desenlace no lo creí posible, sin embargo ese fin muestra que lo importante es la sinceridad primero con nosotros mismos, con lo que nos hace sentir vivos, libres y felices. Me gustó la narrativa de la escritora, una historia muy bien desarrollada con diferentes líneas de tiempo y relatado en la voz de nuestros personajes principales; algunas veces los cambios en las épocas eran bruscos, pero era fácil retomar la narración y la historia donde había quedado; la descripción de las costumbres de las épocas narradas y de las realidades por las que pasaron nuestros personajes fueron realmente enriquecedoras y edificantes. Quedo con deseos de seguir leyendo más de esta escritora.

Ifemelu es una chica nigeriana acostumbrada a vivir en un país lleno de carencias, sus padres tienen problemas, como todos, la luz se va un día si y el otro también, los chicos sueñan con otros países, con oportunidades en otros lados. Ella sueña también, por supuesto, pero es hasta que conoce a Obinze que sus sueños cobran verdadera fuerza, Obinze es el chico nuevo, un joven apuesto, inteligente, alegre y amigo de todos, cuando coinciden en una fiesta no hay nada mas que decir, están hechos el uno para el otro.

Mientras van creciendo sus sueños crecen con ellos, Obinze idealiza Estados Unidos, para él aquel país es la tierra de la esperanza y el futuro, Ifemelu cree en sus palabras porque cree en él, pero curiosamente en la universidad es ella quien obtiene una beca para estudiar en la nación extranjera. ¿Es Estados Unidos la tierra que tanto idealizaron?, ¿o es una tierra dura llena de racismo, donde el dinero se acaba en un santiamén y las ofertas de trabajo se cierran por el color de piel?

Nuestro libro tiene como titulo la palabra “Americanah” la palabra con la que burlonamente los nigerianos designan a quienes regresan de Estados Unidos con aires de grandeza. ¿Se volverá Ifemelu una persona que olvide sus raíces o seguirá fiel a su tierra?

La novela abarca varios puntos de los que vamos a hablar a continuación, así que siéntense, pónganse cómodos y si tienen un reproductor de música cerca busquen “yori, yori”; ya en ambiente, vamos a ello.
El racismo Cuando Ifemelu llega a Estados Unidos se da cuenta muy pronto que ella es negra, se ha convertido en ese grupo de la población, así como hay hispanos, como hay orientales, así ellos son “los negros” y siempre llevaran las de perder.
¿Como actuá el racismo en la mente de las personas?, de pronto te haces preguntas que no te has hecho nunca antes, ¿me darán el trabajo aunque sea negro?, ¿me ofenderán porque soy negro?, ¿puedo tener una pareja de piel clara aunque yo soy negro?
El racismo ya no es tan violento, tan fácil de ver como en el pasado, pero esta ahí, respira bajo tu piel cuando se niegan a atenderte en un establecimiento dando excusas pobres, cuando un taxi prefiere hacer que no vio la parada que le hiciste, cuando los demás te preguntan con lastima de tu país.
Ifemelu es negra, pero es bonita, es exótica, se le perdona que los hombres la quieran, se le perdona que la deseen, pero ¿tomarla en serio?, no, cariño eres negra, conoce tu lugar.
El libro transcurre durante la elección presidencial en la que resulto vencedor Barack Obama, un momento histórico que todo el mundo siguió con atención pero que no te imaginas que tan importante fue para la población negra de Estados Unidos, gente que se abrazaba al verlo ganar, gente que lloro al ver su discurso, gente que hizo de todo por apoyarlo. Gente que creyó con todas sus fuerzas que seguirlo sería un paso, un impulso para crear un lugar mejor.

La cultura Dicen que no hay otro lugar como tu hogar, bueno, tampoco hay otro sitio como tu país. Sin importar sus carencias, sin importar sus condiciones, tu país es el único sitio que es tuyo, que te pertenece, a donde perteneces. al inicio acostumbrarse a la cultura estadounidense le causa a la protagonista desazón, en Estados Unidos se tiene que cuidar lo que se dice, todo puede ser políticamente incorrecto, existen enfermedades como la depresión y el estrés que en Nigeria no se tratan, la comida es diferente, las personas son diferentes, incluso el aire parece diferente.
Ifemelu acaba por aceptar su nueva nación, acaba por acostumbrarse, pero Nigeria le duele en algún lado así que decide volver, aun cuando su tierra no le ofrece las oportunidades que tiene en Estados Unidos, aun cuando lo único que la ata es la añoranza. Pero cuando regresa ya no es nigeriana, es una Americanah, una persona entre dos culturas, siempre buscando lo que dejo, siempre añorando lo que no tiene.

El amor Sinceramente esta fue una parte floja, la historia de amor inicia cuando los protagonistas son jóvenes y luego sufre un silencio de mas de una década. Apenas hace dos meses no hubiera entendido esta historia de encendido amor juvenil, ahora la entiendo, pero no es que me haya causado mucha ilusión.
Sé que no he hablado mucho del coprotagonista, Obinze, pero el fuego y la pasión de Ifemelu no deja demasiado espacio para el. Obinze, el joven idealista y optimista, choca con el peso de la realidad, Estados Unidos ni siquiera le permite intentar su sueño, Inglaterra le demuestra lo que una nación tan grande e importante hace con un joven como él. En Inglaterra no es un brillante joven universitario, en Inglaterra es un negro ilegal que termina limpiando sanitarios.
Dando tumbos, intentando sobrevivir cada quien con sus demonios, Ifemelu y Obinze caen en el silencio y aunque en alguna parte él siempre la ama ella tiende mas a buscar su felicidad en otros sitios, en otros hombres, aunque al final esta él, siempre esta él.

¿Que decir?, fue un libro que me hizo pensar lo suyo, en todo aquello que esta en el aire y no se dice, en como el color de tu piel puede ser determinante en cierto lugar y cierto tiempo.
Asi que le otorgamos 4 estrellitas, la historia de amor fue floja (por lo menos desde mi punto de vista) pero el libro fue encantador.
Me gusto, sí.
Lo recomendamos, claro.
¿Tacos?, dos por favor.