Americanah

Llevo un año prácticamente intentando acabar esta historia, pero, no os confundáis, no ha sido porque me pareciese aburrida o no fuese para mí. Simplemente, no ha sido el momento. Cada historia necesita un momento y cada vez que retomaba Americanah me daba cuenta de que seguía escogiendo el inadecuado. al final, decidí tomármelo con calma y lo fui leyendo poco a poco desde diciembre, empapándome con lentitud de cada página sin importarme si tardaba más o menos ¿Cuál fue el resultado? Que, pese a durarme dos meses completos y un poco más, he sido capaz de disfrutar cada página y llegar al final sintiéndome satisfecha con la lectura.

Chimamanda Ngozi Adiche nos narra la historia de Ifemelu, una joven nigeriana que ha estado viviendo trece años en Estados Unidos y que decide volver a su lugar de origen sintiendo que tiene que recolectar con sus raíces. Se da cuenta de que vivir allí le ha hecho perderse, ir abandonando su cultura y el mundo que siempre había conocidos, dejándose llevar por las costumbres americanas para no sentirse excluida, para que los insultos racistas no sean tan malos como para muchos otros que se aferran a los lugares dónde nacieron.

La historia va viajando desde el presente de Ifemelu hacia el pasada, explicando desde cómo fue su infancia y cómo conoció a Obinze hasta su estancia en Estados Unidos. Nos va mostrando diversos temas que calan en ti, que te hacen pensar en el mundo que conocemos y en cómo, aunque hemos avanzado, seguimos necesitando muchas mejoras. Uno de los temas que más aparecen es el racismo. Es asombroso cómo las personas pueden actuar frente a otra por ser extranjera, por ser inmigrante. Cualquier insulto puede tener una connotación racista y avanzar con tu vida se vuelve muy complejo. Es por eso que se observa que muchos de ellos dejan atrás su cultura para intentar que las diferencias sean menores y poder ser más incluido. Es algo que debemos pensar porque los años pasan y seguimos teniendo constantes problemas con la exclusión y el racismo.

Es un libro que todos deberíamos leer, no solo para pensar en temas como la violencia, la pobreza, la inmigración, el racismo, etc., sino también por su estilo. Es elegante, delicado y con una lentitud que te llena de nostalgia. Es capaz de plasmar el dolor, la tristeza y ese sentimiento que tiene Ifemelu cada vez que piensa en Nigeria y lo que dejó atrás. Lo echa de menos y eso cala en ti. Además, al principio vas empatizando con ella cuando sientes que está atrapada, que no avanza en su vida y necesita algo más. Además, ese ritmo hace que te empapes más de la historia y que lo disfrutes más de lo que harías sin esa calma que traslada mucha nostalgia.

En conclusión, creo que es una lectura a la que todo el mundo debería darle una oportunidad. Quizás, la lentitud no es para todos y lo dejéis atrás, pero merece la pena empezarlo. Leedlo con calma, empapaos de la lectura y dejaos llevar por el estilo de Chimamanda Ngozi Adiche.
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