Riccardino

¡Brillante, ocurrente y estupenda Riccardino!, la última novela de la serie del comisario, la número 35. Camilleri ya es consciente del éxito de la serie televisiva de Montalbano, y quiere que los lectores sepamos distinguir quien es su personaje y quien es el protagonista de tv, por eso, ya en la página 25, el comisario tiene un soliloquio consigo mismo acerca del desdoblamiento que siente desde entonces y es muy gracioso cuando se dice: “¿Sabes qué es lo mejor que puedes hacer, Montalbá? Lo mejor que puedes hacer es que cuando pongan la serie que lleva tu nombre apagues el televisor, salgas de casa y te vayas al cine a ver al Pato Donald.”
O cuando está con el obispo, en un momento, hablan de ello y le dice “Claro que una cosa es un personaje y otra una persona”, se describe a un Montalbano íntimamente agradecido porque alguien considere la diferencia.
¿Quién es en realidad el verdadero protagonista, el auténtico investigador del misterio, Montalbá, o su alter ego televisivo Montalbano? Andrea Camilleri, en éste último encuentro con su amigo Montalbano establece una especie de rivalidad entre el protagonista de la serie y el comisario de sus novelas escritas.
Además y muy importante, hay un nuevo personaje, El Autor. Camilleri se interpreta a sí mismo como un escritor en confrontación con su personaje, le discute el caso, es como si hubiera una lucha en la antesala de su cerebro (extraordinaria locución camilleriana): “—Voy a ser clarísimo. Con la historia de Riccardino me estás haciendo escribir una novela que es una mierda. Una gilipollez que hace aguas por los cuatro costados”. Y se ve a sí mismo también cansado, y a punto de cumplir 80 años. Se conforma explicándole a Montalbá que ese pique ya se ha contado también en novelas ilustres, Maupassant, Poe, Foucault….Siempre ocurrente y brillante Camilleri/Montalbá, o, Montalbá/Camilleri.
En el diálogo de la página 120, los dos nos cuentan a los lectores qué cosas de la prensa y de la crítica literaria han acompañado su vida de una forma machacona y molesta, que si el escritor es un producto mediático, que si ni siquiera es un escritor de género, que si es comercial etc. Andrea Camilleri, es mayor y se ha cansado de tanta pamplina y para despedirse de su insigne comisario, escribe Riccardino con todo su sentido del humor, su cinismo y su tremenda e inteligente cultura.
En esta historia, yo he sentido a un comisario más auténtico, más humano, los recuerdos de cómo empezó a ver a Dios en su niñez son de una sencillez enternecedora: “no te rezo ni aunque me mandes al infierno”. Se había muerto su madre y él no entendía esa decisión divina. O de cómo empezó su amor a los dulces, porque cuando el comisario se come un cannoli, siempre se recrea en algún recuerdo.
En toda la novela deja claro su ideología política, su descreimiento religioso y en las Instituciones en general. Ya se le han pasado los anhelos de juventud y la relación con Livia, su Pepito Grillo particular es igual que siempre, a distancia, con discusiones, pero consolidada del todo.
Además, para que los lectores nos despidamos de él, nos dice continuamente que está mayor, cansado y los demás personajes Fazio, Livia, todos lo saben y lo manifiestan: “—Porque usía está perdiendo el interés por el oficio. Lo veo clarísimamente. Lo conozco hace demasiado tiempo. No se trata de estar agilipollado, sino de estar cansado. Está harto, jefe. Y por eso me dedico a quitarle de en medio el trabajo más básico, el más antipático, el más pesado”.
Se van sucediendo los hechos como de costumbre en las historias del comisario, primero se descubre, de forma original, el crimen de Riccardino, hay una serie de problemas de otros personajes ajenos a dicho crimen, que luego están relacionados. Hay llamadas recriminatorias del jefe superior, las maravillosas torpezas de Catarella, el trabajo de Fazio y la mente analítica de Montalbano y el insigne humor de Camilleri termina por unir realidad y ficción, incluso se permite una discusión entre El Autor y el comisario al final de la novela para la resolución del caso: “—Me trae al pairo lo que parezca o deje de parecer. Si yo digo que el callejón existe y está allí, a ver quién es el guapo que me contradice. No serás tú ni los de la tele. Vigáta es una invención mía.” O también cuando Montalbano le dice un poco más adelante: “—Pero, a ver, ¿tú te lees lo que escribes?
Estos diálogos entre El Autor y el comisario son de lo más ingenioso y algo fantástico para despedir a este inolvidable personaje, y leer sus novelas, la mejor manera de rendir homenaje al gran Camilleri.

Todo comienza cuando a Montalbano le despierta una llamada equivocada de un tal Riccardino, Más tarde le informan de un asesinato, la víctima es Riccardo Lopresti, Riccardino, que estaba con sus tres mejores amigo que son testigos del asesinato. Luego aparece en la comisaría la adivina, Augustina 'Tina' Maca, para denunciar sucesos extraños que suceden por la noche con un camión que regularmente deja paquetes cerca de su casa. al mismo tiempo Montalbano nos cuenta que hay (en el mundo real) una popular serie de televisión basada en él y en sus casos ¡Y el actor que le interpreta es diez años más joven y tiene más pelo! Como siempre sobornos/contrabando/corrupción que involucran a la mafia siciliana, a la iglesia y a políticos locales, pero todo es el telón de fondo del diálogo entre Montalbano y Camilleri, que aparece aquí como el Autor.
El Autor es un personaje que escribe una novela sobre el caso, está preocupado porque no ve a Montalbano a la altura del trabajo y le va dando formas de resolver el caso, a la vez que su novela. Montalbano, cansado y de mal humor, no sabe cómo llevar a cabo la investigación del asesinato, y extrañamente siente que está compitiendo con el Montalbán de la televisión

Andrea Camilleri escribió, a los 80 años, el último capítulo de la serie del inspector Montalbano ambientada en Sicilia, con la intención de que fuera el final y se publicara después de su muerte; a los 91 años le hizo algunos cambios. Tenemos el episodio final de lo que ha sido una serie entretenida que me ha encantado aunque debo admitir que no esperaba que terminara como lo hace. Sorprende.
¡Arrivederci, Camilleri!

Al comisario, como es habitual, le sacan de su merecido descanso a golpe de teléfono. A las tres de la madrugada. Esta vez no es Catarella, es Riccardino (??) que se ha equivocado de número.
Poco más tarde le vuelven a llamar, ahora si es la Comisaría. Han asesinado de un disparo en la cabeza a un joven. Mire usted por donde, ese joven es (era) Riccardo, Riccardino para los amigos.
Una industria salinera, la mafia siciliana en forma de empresario de construcción, cuatro amigos, cuatro esposas, cuatrocientos cuernos. Todo ello condimentado con el Jefe Superior, el fiscal Tomasseo, el Secretario de Justicia del Gobierno Italiano y el Obispo de Sicilia. ¡Ah! Perdón, lo olvidaba, y el amigo Andrea.
Si. En esta historia más importante que el crimen, su origen y la solución, es la relación entre Montalbano comisario, Montalbano actor de la serie de televisión (al que se le menciona bastante y para comparar) y el creador de ambos: Camilleri.
Es una reflexión a dos voces (autor y su personaje) sobre lo difícil que resulta que te tomen en serio (escritor) cuando tus libros ya se venden hasta en los supermercados y lo complicado que resulta imponer el orden cuando te comparan (personaje) con tu alter ego televisivo, más joven y más guapo que tú.
Es la confesión de un autor sobre cómo su personaje va por libre y le hace reescribir la trama varias veces, porque Salvo se “niega” a seguir las indicaciones de Andrea.
Es una narración que me ha recordado mucho a Seis personajes en busca de autor de (y cito al propio Camilleri, aunque no textualmente ) un escritor de la zona, “un tal Pirandello”.
Es, en fin, una broma. Póstuma, pero directa del autor a sus lectores.
Al final de la novela, una aclaración de Camilleri: escribió esa novela cuando tenía 80 años y andaba ya cansado de su personaje (esta es la numero 33 de la colección); las presiones de la propia editorial y de los lectores provocaron q la guardara en un cajón y continuara con los crímenes de Vigata.
Unos meses antes de morir, ya ciego, la rescató, se la leyeron, la modernizó un poco más y…, dejó de respirar 😔😔.
Hoy, la editorial, le rinde un homenaje post mortem para que podamos seguir disfrutando con ellos. Con los dos. Con Salvo y Andrea.
Me han gustado muchísimo esas conversaciones entre el autor y su creación. Me han enseñado mucho.
Y me ha gustado más.
¿Su mejor novela? No creo.
¿La que volveré a leer en no mucho tiempo? Esa si.
¿La que me permitiré el lujo de comprar en papel para subrayar, anotar y opinar? Sin duda.

¡Hola, hola! Si te gustan los libros policiacos entonces esta recomendación es ideal para ti.
Les hablare un poco del libro, la historia nos habla del detective Montalbano, al cual se le asigna resolver el asesinato de Riccardo quien frente a sus amigos fue asesinado por un desconocido, el detective al estar investigando se da cuenta que alrededor de este suceso todos los amigos son posibles sospechosos ya que conforme avanza la historia comienzan a salir mentiras, infidelidades, corrupción y otros misterios más, que sin duda dan pie a que acaban con la vida de Riccardo, es así como este detective tendrá que averiguar quién es el culpable lo más pronto posible.

Esta fue mi primera lectura de febrero y fue un reto ya que me adentre a un género que no suelo leer y sorprendentemente me ha gustado, logró mantenerme intrigada desde el comienzo y siento que nunca perdió su ritmo, la historia consta de 252 páginas que si te atrapan como a mi fácil puedes terminar el libro en unas horas. La historia tiene una narración y un humor un poco sarcástico del autor, esto lo vuelve entretenido e interesante, cabe destacar que ahí una interacción entre 2 personajes que me llamo mucho la atención durante el desarrollo de la historia ya que fue algo rara y les hablo del detective y un escritor, para que sepan a lo que me refiero necesito que lean este libro porque no quiero darles tanto spoiler. Volviendo al autor de esta serie lamentablemente ya falleció dejando este libro como su obra póstuma y como el final de una larga serie, porque deben saber que en total son 33 libros del detective Montalbano, la neta si todos los demás son igual de buenos que este si me animaría a leerlos, aunque es un gran compromiso.
Enlace: https://www.instagram.com/p/..