Una lectora “quasi” compulsiva. Me hubiera gustado tener una librería y me conforme con ser bibliotecaria. Ahora, jubilada, ejerzo la lectura como si me estuviese preparando para una maratón. No coincido la vida sin un libro, una casa sin una estantería (por lo menos) y q haya gente a la que no le guste leer ni el periódico